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Divulgativo CENIAP Volumen 1(E) - 2001 |
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1 Investigador, de la Unidad de Agroeconomía. |
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- El semillero debe ser instalado en un buen suelo, cercano a una fuente de agua y a la casa del productor, y protegido de posibles daños de animales, pues de ello dependerá el éxito de la siembra en la producción de semillas.
- Que sean semillas de tallo (esquejes) y no del cogollo, pues aunque estas últimas tienen un mayor poder germinativo, no presentan suficiente anclaje en el suelo por presentar raíces débiles, además de que su tamaño no es uniforme, incidiendo en una maduración dispareja en el semillero y a un follaje abundante, lo cual dificulta la revisión fitosanitaria de la semilla. - Que la semilla provenga de una plantación sana, indispensable para una buena germinación y evitar labores de resiembra, y que tenga una edad adecuada (7-9 meses), garantizando la madurez de la yema para constituirse en una planta sana y vigorosa. - Los esquejes deben ser colocados en el fondo del surco a chorro corrido; es decir, se siembran en cadena, cuya modalidad va a depender de la calidad de la semilla inicial. Si es de excelente calidad y se dispone de facilidad de riego, se recomienda la cadena simple (3 a 5 cm de solapamíento entre esquejes), pero si no se aseguran estas condiciones, conviene sembrar en cadena doble, garantizandose así una buena población de plantas en el semillero. - Cada lote del semillero debe contener una sola variedad, para obtener un crecimiento uniforme, con igual tamaño y maduración al momento del corte.
- En suelos susceptibles a compactarse, o en suelos de ladera, se recomienda solamente la labranza mínima (surcado) con el arado de vertedera, distanciados entre 1,0 - 1,20 metros. - El suelo una vez surcado debe estar libre de terrones, por lo que es recomendable el rastreo con púas o dientes (menores problemas de compactación), cuyo número de pases va a depender del tipo de suelo. Finalmente, hay que efectuar una nivelación liviana (micronivelación). - El análisis previo del suelo determinará la suplementación, pero en general, para rendimientos de 100 TM/ha se deberá aplicar 200 kg de urea (46% N) por hectárea en tres abonamientos: 8O kg a la siembra en el fondo del surco; 70 kg a los 45 días después de la siembra y 50 kg a los 90-100 días después de la siembra. En casos de suelos deficientes en fósforo y potasio, una fórmula general lo representa el abonamiento triple 15 (N-P-K) con una relación internutriente de 3:1:3. - Proporcionar riego por gravedad el primer día de la siembra (lámina de 4-7 cm), y posteriormente con intervalos entre 8 - 10 días, hasta los 45 días, para posteriormente proporcionarlo según las necesidades del cultivo, determinadas por las características del suelo, clima y desarrollo de las cañas. Suspenderlo 15 días antes de la cosecha. - Aplicar herbicida a los 10 -12 días para el control pre-emergente, y efectuar periódicos controles integrales de malezas (la etapa crítica son los primeros 4-5 meses), ya que además de sustraer recursos del suelo y competir con el cultivo por el agua y la luz solar, son fuente de propagación de plagas y enfermedades, pudiendo ocasionar semilleros débiles y con pocos tallos. - Inspeccionar el cultivo con referencia a ataques de plagas y enfermedades, ya que a pesar de que la semillas provengan de siembras sanas y de buena calidad, no se debe descuidar este aspecto, controlando cualquier problema que pudiera presentarse y solucionarlo con rapidez. - La cosecha puede efectuarse a los 8 - 9 meses, dependiendo de la variedad yde las condiciones agroculturales ofrecidas, efectuada por corte parejo a ras delsuelo para garantizar la vida útil de la soca, a la cual, de brindarle a los pocos díaslos mismos cuidados que a la plantilla (semilla), se puede obtener otra producción. Prueba de variedades de caña con fines paneleros El uso de las variedades de caña de azúcar que actualmente se cultivan, requieren de alta tecnología, considerando la complejidad genética que las caracteriza y el amplio rango de respuesta que ellas presentan. El aspecto fitosanitario impone la necesidad de mantener una amplia diversidad genética, por lo que es recomendable establecer en cada región, un balance en la composición varietal, tomando en consideración las características del suelo, la precipitación, posibilidad de contar con riego o el necesario cultivo de secano. Sin embargo, no menos importantes resultan las características particulares de las variedades, tales como la brotación, la capacidad de retoñamiento, la durabilidad de la cepa, rendimiento agrícola, curva de maduración y niveles de resistencia a plagas y enfermedades. A partir de estas consideraciones se deben respetar las siguientes condiciones: - Ninguna variedad debe sobrepasar el 30% del área de la región destinada a caña. - Ubicar las variedades tomando en consideración los meses óptimos de cosecha. - Limitar de seis (6) a ocho (8), el número de variedades a explotar agroindustrialmente, y hasta un máximo de 10 a 12 en todo el estado. - De ser posible, evitar la siembra de dos o más variedades con similar grado de susceptibilidad a una misma enfermedad, o que por lo menos no representen un porcentaje alto en la composición varietal de una determinada zona. Los requisitos mínimos de la prueba consisten en: - Establecimiento de cuatro (4) ensayos de prueba de variedades para panela, preferiblemente ubicados cerca de trapiches diferentes y que logren abarcar tipos diferentes de tecnología agronómico, tecnología fabril, agroecología y piso altitudinal. A estos ensayos, se le deberán aplicar las recomendaciones indicadas para la instalación de los semilleros. - El diseño experimental de cada ensayo será de bloques al azar con once (11) tratamientos y tres (3) repeticiones. Cada parcela constará de 40 m de surco de caña, partido en dos o cuatro pedazos (2 - 4 surcos), dependiendo de las condiciones del terreno. La distancia entre surcos de 1,0 - 1,2 m (la que se tome, que sea igual para todos los ensayos) y la densidad de siembra de 12 yemas por metro lineal. Se aplicarán las recomendaciones apropiadas en cuanto a las labores. Se le llevará un seguimiento fitosanitario y de desarrollo a lo largo del ciclo hasta la cosecha. Esta se hará en crudo, pesando los surcos centrales (en el caso de cuatro hileras por parcela) o toda la parcela (el caso de dos hileras por parcela). - Se extraerá una muestra aleatoria por parcela consistente en 10 tallos para análisis de calidad de jugo y el resto se llevará al trapiche (por parcela o si la producción no alcanza para una colada, juntar por variedad, pesando entonces la cantidad de caña necesaria para una colada) donde se procesará por variedad y midiendo al final el peso de panela producida (se lleva carga de panela/ha) y la calidad de la misma. - Se atenderá la soca resultante para obtener un nuevo ciclo, repitiéndose la operación anterior, hasta un total de tres cosechas por ensayo. Dependiendo de los resultados que se obtengan el primer año, se pueden establecer Días de Campo en el sitio experimental para difundir la nueva tecnología y mostrar los datos por variedad, a los cañicultores del área de influencia del ensayo y/o a quienes arriman caña al trapiche. Estos resultados preliminares deben motivar a los productores al establecimiento de semilleros, constituyendo la base para la práctica de Parcelas Demostrativas, las cuales darán la pauta y el material suficiente para la propagación de semillas a escala comercial. El análisis de los resultados (vegetativo y cosecha) de los tres cielos permitirá la recomendación certificada de la(s) variedad(es) promisoria(s) para la región. Características deseables en variedades de Caña Panelera
Primarias: - Tallos erectos y facilidad de deshoje. - Ser resistente al ataque de plagas y enfermedades de importancia económica para el sistema. - Que se adapte a un amplio rango ecológico. - Resistencia a sequías. - Que presente jugo con alto contenido de sacarosa, que sean fáciles declarificar y que proporcionen panelas de buena calidad y sabor. - Que permitan un alto porcentaje de extracción de jugos en el molino.
Secundarias: Cuando se consiga una o más variedades que cumplan con todas o la mayoría de estas características, se debe proceder a sembrarlas siguiendo las recomendaciones indicadas.
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El cultivo de la caña de azúcar se desarrolla a partir de las yemas de tallos que han sido colocados en condiciones favorables, mediante la propagación asexual o vegetativa. Esta se realiza por medio de trozos de tallos (esquejes) que deberán contener 3-4 yemas cada uno.