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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 04 Mayo-Junio 1982 | |
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FONAIAP DIVULGA No. 04 Mayo-Junio 1982 |
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Ing. Limber Salazar |
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Se llamó John Chapman y vivió de 1774 a 1845. Lo apodaban Johnny Appleseed (Juancito semilla de Manzana). Hacia 1800 comenzó plantando manzanos en el Medio Oeste Americano y, según cuentan las leyendas, viajó muchas millas plantando estos árboles. No era un vendedor. Sólo aceptaba la hospitalidad de los horticultores mientras plantaba los huertos. Vivió para ser feliz en medio de una abundante producción, -donde se movía con una libertad sin fronteras, En el mundo ha habido y hay muchos de estos casos. También en Venezuela se les consigue. Hace poco tuve la oportunidad de conocer a un de estos "locos", que aunque quebrado económicamente, se dedica a poblar gran parte del Páramo de Mariño ( Mérida) con un gran número de especies frutales, una de ellas: los manzanos. Las impresiones que me dejó esa visita las resumí en la "Entrevista a Campo Raso" que leerán a continuación: Entrevista a Campo Raso Allí palpita orgullosa y chispeante la saludable alegría de Rafael París, el mal llamado "Loco de Mariño", el inseparable amigo de Vicente, otro romántico y activo soñador de las montañas nuestras. Allí están: convirtiendo los bosques de gigantes y silvestres mirtáceas en frutales enanos y los matorrales de ácidos helechos, en nutritivas camionadas de hortalizas. ¡Mira Rafael, que talar la montaña
está prohibido porque el viento
la
erosiona despoblada y la lluvia la arrastra., hacia el abismo! Pues si, querido transeúnte, aquí el
paisaje está cambiando de estatura: el bosque se hace más pequeño,
más dócil, más amable y el hombre más feliz con sus
"locuras". -¿ Y esa abrupta pendiente, con las
lluvias... ? -¿ Usas insecticidas, Rafael? Los áfidos verdes, chupadores del azúcar de los retoños tiernos, son el manjar más delicioso que hayan probado los chicos Coccinélidos. Es verdad que encuentro picoteada alguna que otra fruta. Pero ese aroma de la fruta herida, las hace madurar con entusiasmo, le da un tono feliz a la pradera y una sonrisa franca a este hortelano.
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