FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 08 Enero-Febrero  1983

  FONAIAP   DIVULGA  No.  08                                                                                                  Enero-Febrero    1983

 

RODAJAS PLÁSTICAS EN VEZ DE HENO 

PARA ENGORDAR GANADO

Tomado de la revista Agricultura de las Américas.  Abril 1982

 



Pronto, el ganado vacuno en engorde podría recibir rodajas de plástico en vez de heno u otros forrajes de digestión difícil, incluso sabiéndose que el plástico es subproducto del petróleo y está clasificado como droga.

 

"El forraje plástico es dos veces más barato y mucho más limpio y fácil de manejar", dice Erle Bartley, especialista en nutrición animal de la Universidad Estatal de Kansas; "la mitad del forraje plástico se recupera", sigue "y el resto es biodegradable".

 

Típicamente, en los EE.UU. el ganado para engorde se retira de los pastizales cuatro meses antes de la matanza y se lleva a los corrales de engorde. Allí, cada anima consume en promedio 10 kg de maíz o sorgo por día, mezclados con 1.8 kg de heno molido. Esta dieta de alto contenido de energía produce el "jaspeado" de la carne, que es la distribución de tejido graso dentro del tejido muscular. Cuanto mejor sea esa distribución mejor calidad tendrá la carne. 

 

El Sr. Bartley comenzó a investigar el uso de los plásticos en 1967. Hoy el aspecto económico ha cambiado y el plástico gradualmente es cada vez más barato que el heno.

 

"Para lograr los mismos resultados que 1.8 kg de heno se requiere apenas 50 gramos de forraje plástico dice. "Esto podría ahorrar en los EE.UU. hasta US:) .11 diarios por cabeza durante el período de engorde". "Moler y mezclar el heno con el grano es un trabajo difícil y sucio", sigue Bartley, "no todos pueden hacerlo, especialmente quienes sufren de alergias como fiebre del heno". 

 

"Incluso algunos animales son alérgicos al heno molido", dice, , sufren de irritación de los ojos y de las fosas nasales, estornudan y padecen de molestias respiratorias, exactamente igual que algunos trabajadores de los corrales de engorde. Hasta que apareció el forraje plástico el único remedio, tanto para el ganado como para el personal que sufre de molestias debidas al polvo de heno, era el uso de antihistamínicos".

 

El ganado luego de ingerir las rodajas de plásticos las devuelve a la boca al rumiar, las mastica hasta dejarlas hechas jirones delgados como el papel, y vuelve a ingerir el material sintético. Ese material ahora fibroso, flota en el estómago al igual que el heno. 

La aspereza del plástico mantiene el tubo digestivo tan limpio y saludable como el forraje natural, dice el Sr. Bartley. los ensayos efectuados en la Universidad Estatal de Kansas indican que los animales no absorben ni metabolizan el plástico. 

 

Otra ventaja es que parte de ese forraje plástico puede recuperarse, reciclarse y volverse a suministrar a otros animales. Durante el período de engorde, cada novillo come unos 6 kg de plástico mezclado con grano. Al momento de la matanza del animal, la mitad de ese plástico todavía flota en el primer estómago del rumiante. El resto se ha perdido con el estiércol y a la larga se descompone. 

 

La principal función del forraje, cuando el animal se alimenta de grano, es mantener limpias y saludables las membranas que revisten el estómago. El grano es demasiado rico para suministrarse solo. La fibra del forraje elimina una gran variedad de trastornos desde el timpanismo hasta los abscesos del hígado. Ahorros de US$.ll por cabeza al día podrían producir una gran diferencia en el margen de ganancias del productor y en precio de la carne para el consumidor. 

 

"No hay razón para que no se pueda interrumpir el suministro de forraje plástico 45 días antes de la matanza", dice el Sr. Bartley, "pues todavía quedaría suficiente plástico en el rumen como para prevenir enfermedades".

 

Patente. La empresa Exxon y la Universidad Estatal de Kansas tiene la patente de esa substancia plástica denominada EPC6 (copolímero de etileno y propileno) que es muy similar al plástico de las bandejas para lavar platos, las cestas de basura y las bolsas de lavado de ropa en seco. 

 

La Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. ha clasificado el forraje plástico como "droga veterinaria experimental", que es el primer paso hacia su comercialización. La empresa productora de alimentos para animales Ralston-Purina otorga las licencias para el uso del método. El Sr. Bartley espera que el plástico recibirá la clasificación de "nueva droga veterinaria" cuando se termine la etapa de ensayos. 

 

A mucha gente le suena repulsiva la idea que el ganado de engorde coma plástico en vez de heno. El Sr. Bartley dice que no hay nada "inhumano" en suministrar plástico al ganado en vez de forraje natural.

 

Su única desventaja es la falta de elementos nutritivos, dice, pero esas pérdidas son ampliamente compensadas, pues los animales comen más grano suplementado con vitaminas y minerales. Los aumentos de peso más rápidos pagan por el costo del grano adicional.