FONAIAP   DIVULGA  No.  11                                                                                                                   Julio-Agosto    1983

PORTUGUESA
SUPERVIVENCIA DE HONGOS FITOPATÓGENOS EN CARAOTA

Juan B. Pineda, Investigador II FONAIAP Región Centro Occidental

ESTACIÓN EXPERIMENTAL ARAURE 

Teniendo en cuenta que la caraota es un cultivo de importancia primordial como fuente de proteína en la dieta del venezolano, y que nuestra producción por Ha, está muy por debajo de la de otros países del continente como Brasil, Chile, USA, etc., se ha hecho necesario la conducción de investigaciones tendientes a lograr un incremento de ésta con miras a abastecer el mercado nacional. Dentro de tales investigaciones se tiene un proyecto titulado "Distribución y supervivencia de hongos fitopatógenos habitantes del suelo en caraota en la región Centro Occidental", en vista de que una de las causas del bajo rendimiento es la incidencia de enfermedades que dañan plantaciones de caraota. Estos estudios nos llevarán a la implementación de una serie de medidas que sean necesarias para su control incluyendo las pruebas de materiales para resistencia a enfermedades.

Cuando se trata de estudiar los problemas que causan los hongos del suelo en plantas cultivadas, es muy importante conocer la permanencia del inoculo de estos patógenos, o sea su supervivencia en el suelo, ya que ésta será la clave para la perpetuación o no de ellos, dependiendo lógicamente de la rotación de cultivos y de otros factores que pueden influir. En Portuguesa se presentan condiciones muy propicias para el desarrollo y supervivencia de estos hongos y por 10 tanto aquí se trata de estudiar este caso. Para ello, desde mediados de 1982 se están efectuando muestreos en campos donde se cultiva caraota, seleccionándose sitios donde se hayan presentado problemas de este tipo.

Los resultados que se muestran en el cuadro, nos dan una idea clara de la situación actual.

De estas localidades se han tomado muestras de suelo, las cuales son almacenadas por determinado tiempo en condiciones de laboratorio, para luego dar inicio a las pruebas de invernadero, utilizando como indicador de la supervivencia de estos patógenos, plantas de caraota. Pruebas preliminares indican que por lo menos la supervivencia de patógenos como S. rolfsii y M. phaseoli es mayor de seis (6) meses en suelos no cultivados; y que en suelos cultivados con yuca, maíz y leguminosas (quinchoncho, frijol y caraotas), el inóculo de Sclerotium rolfsii permanece viable en el suelo sobre restos vegetales o atacando cultivos.

De los muestreos realizados en las diferentes localidades de Portuguesa donde se siembra caraota, se ha concluido que los patógenos habitantes del suelo que predominan en la zona son los hongos Sclerotium rolfsii y Macrophomina phaseoli, y los cuales causan pérdidas considerables en el cultivo. En el caso de S. rolfsii se tomaron muestras de suelo en aquellos sitios donde se detectó su presencia como son: El Pereño (Píritu), El Palmar y El Ají (Colonia Turén) y San Nicolás (Guanare) siendo su densidad de 40,14 y 2 esclerocios por 100 gr de suelo respectivamente. Sin embargo a pesar de la diferencia tan notable es preciso señalar que la incidencia del patógeno en plantas de caraota en todas las zonas sobrepasa el 10%. Uno de los factores que influyen en la supervivencia y desarrollo del hongo son los restos vegetales que se encuentran en el suelo. y los exudados radiculares del hospedero susceptible. ya que cuando se cuantifica el inoculo del suelo por medios diferentes al uso del hospedero. las cantidades están muy por debajo del potencial real existente.

También se está estudiando el efecto de la humedad del suelo y la temperatura sobre la supervivencia de S. rolfsii determinándose que los suelos pesados que permanecen aguachinados por varios meses (como el caso de Las Vegas, Turén), el inóculo se reduce considerablemente de una estación a otra. La temperatura parece no tener efecto directo, aun cuando en los suelos almacenados por un año (1 año) completamente secos y alrededor de los 30°C, también disminuye el inóculo.