FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 13 Noviembre-Diciembre 1983

  FONAIAP   DIVULGA  No.  13                                                                                    Noviembre-Diciembre    1983


Método sencillo, económico y eficiente para fertilizar la yuca

Ennodio Velásquez R.

Ing. Agr. FONAIAP
Estación Experimental Maturín



La yuca (Manihot esculenta Crantz), es una planta  que extrae grandes cantidades de nutrientes de los suelos, agotándolos rápidamente y disminuyendo su potencial productivo.

Algunos autores sostienen que el abonamiento en yuca es una técnica necesaria para la obtención de buenas cosechas, ya que esta planta responde muy bien a la fertilización, llegándose en muchos casos a obtener hasta más del doble de los rendimientos promedios registrados actualmente. En tal sentido es recomendable aplicar al suelo ciertas dosis de fertilizantes, con el objeto de compensar estas pérdidas y restablecer el nivel nutricional adecuado para un buen desarrollo vegetativo.

Se ha podido notar que, por tradición, la mayor parte de los productores de yuca no acostumbran fertilizar o si lo hacen, no aplican abono al momento de establecer la plantación, sino dos o tres meses después de la siembra. Esto ocasiona una disminución en la eficiencia del aprovechamiento del fertilizante por la planta.

En aquellas regiones yuqueras del país, que poseen suelos de baja fertilidad nativa, como es el caso de los llanos orientales, éste es, sin lugar a dudas, uno de los factores responsables de los bajos rendimientos de raíces.

Algunas de las principales razones por las cuales no se ha popularizado la práctica de fertilización entre los productores de yuca, son las siguientes:

1. El método más común de fertilizar la yuca es el manual, aplicando el abono directamente a cada planta. Esta forma es muy costosa, agotadora, lenta y además impráctica. Por otra parte, en muchas zonas es difícil encontrar mano de obra suficiente y en el momento oportuno.

2. En el mercado venezolano no se consigue el equipo adecuado para mecanizar la operación de siembra y abonamiento, tal como se realiza en los cultivos de maíz, sorgo, caraota, etc.

3. La carencia de recursos para la adquisición de fertilizantes a tiempo y en cantidad suficiente.

4. Falta de convencimiento y confiabilidad por parte de muchos productores de los efectos benéficos que proporciona el uso de fertilizantes para aumentar la productividad en yuca.

Para mejores resultados en la labor de fertilización, se debe lograr una buena preparación de tierras, en suelos preferiblemente planos o con poca pendiente.

En virtud de los anteriores señalamientos, ha sido necesario estudiar alternativas que permitan llevar al productor soluciones viables donde se consideren los recursos existentes en las zonas de producción y la capacidad del productor para utílizarlos. De allí surgió la idea de efectuar la labor de fertilización en plantaciones de yuca, empleando sembradoras-abonadoras de granos, muy comunes en aquellas zonas del país productoras de cereales y oleaginosas. De las pruebas realizadas, se pudo comprobar que con este equipo es posible realizar las siguientes operaciones:

a) Marcar el terreno, delinear los hilos de siembra y colocar el fertilizante por debajo de la posición que ocupará la semilla, en forma simultánea.

b) Facilita la siembra manual, puesto que la máquina deja un pequeño surco, donde se puede plantar la estaca a una distancia de 10 a 15 cm, del sitio donde fue colocado el fertilizante.

Mediante la adopción de esta metodología se puede facilitar la siembra, mejorar la eficiencia de fertilización y simultáneamente, ahorrar tiempo y disminuir considerablemente los costos por concepto de mano de obra.

 

Sembradora de granos en plena operación de fertilización pre-siembra

Aspecto del terreno, una vez finalizada la operación de fertilización. Nótense los pequeños surcos dejados por la máquina, que demarcan los hilos de siembra. 

 

Esquema de la ubicación que recibirá la "semilla" de yuca una vez aplicado el fertilizante con la sembradora-abonadora de granos. En el surco "A". el esqueje se ha plantado manualmente en posición horizontal y en el "B" en posición inclinada.