FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 21  Abril-Junio  1986

  FONAIAP   DIVULGA  No.  21                                                                                                      Abril-Junio    1986

 

La Lisa  del lago de Maracaibo un reto a la Piscicultura

Orlando J. Ferrer M.
Adscrito a la Subestación Experimental El Lago Maracaibo, Estado Zulia



Las áreas costeras de Venezuela constituyen importantes ambientes que hoy en día se encuentran amenazados por la acción directa e indirecta del hombre. En general, esas áreas han sido poco estudiadas, lo cual ha impedido conocer su estructura y su funcionamiento, valorar su potencial socioeconómico y planificar su aprovechamiento racional.

Parece ser precisamente ahora, cuando la amenaza se ha vuelto irreversible en algunos casos y, en otros, la recuperación de las áreas deterioradas constituirá una tarea ardua; cuando se ha empezado a tomar conciencia de la necesidad de estudiar, explotar y proteger dichos ambientes.

El Lago de Maracaibo, con sus casi 13.000 km2 de superficie, presenta ricas zonas costeras bordeadas por manglares y ciénagas, que constituyen el hábitat natural de muchos peces en sus estadios larvales y juveniles. La lisa es un ejemplo de ellos.

La lisa (Mugil curema) y el lebranche (Mugil liza) constitullen, junto con la curvina (Cynoscion maracaiboensis) los pescados más apreciados desde el punto de vista culinario en la región zuliana.

La lisa forma parte de una gran familia que vive en los mares templados y tropicales. Normalmente, en cada región del mundo existen sólo unas pocas especies. En Venezuela las especies más abundantes son Mugil curema y Mugil liza y, ocasionalmente, se captura también Mugil incilis (también se han reportado Mugil brasiliensis y Mugil trichodon).

Los mugiles viven en el mar, en los estuarios, en las proximidades de las desembocaduras de los ríos y  en muchas ocasiones se les consigue también en el agua dulce. 

Los individuos de este orden se caracterizan por eurihalinos (poseen amplios rangos de tolerancia a las salinidades).

Desovan en el agua salada y la fertilización se realiza externamente. Las larvas, una vez salidas del huevo, se dejan arrastrar hacia la playa, donde, protegidas en las zonas de ciénagas y manglares, comienzan su desarrollo.

La lisa del lago ha constituido a través del tiempo un recurso por demás importante, tanto desde el, punto de vista económico como culinario. Distritos como Miranda y Mara (Estado Zulia), en cuyas aguas jurisdiccionales se encuentran las más importantes concentraciones de manglares de la cuenca del Lago de Maracaibo, han aportado las mayores cantidades de lisa en la región.

La ciénaga de  Los Olivitos, ubicada en la parte noreste del Lago, que junto con el estrecho y la bahía de   El Tablazo, constituyen la principal porción estuarina (agua salobre) del Lago, representa uno de los mayores hábitat para el desove de la lisa.

Esta ciénaga, cuya área es de 33.000 ha, presenta 4.115 ha de manglares, y aproximadamente 20.000 ha de ciénagas. Este inmenso hábitat constituye una zona de extremada importancia para el desarrollo tanto natural como controlado de la pesquería de la lisa.

Es indudable que se requieren estudios que permitan, por una parte, establecer la verdadera potencialidad del área para la cría controlada de la lisa, y por otra, que conlleven a un conocimiento preciso de los alimentos naturales y de los forrajes artificiales que se  requieren para el crecimiento y la reproducción efectivos, el control eficaz de enfermedades y parásitos, etc.

Por lo tanto, debemos hacer esfuerzos que nos permitan conocer la fisiología de su reproducción junto con los requerimientos alimenticios. Una vez que logremos obtener grandes cantidades de peces juveniles o de larvas, podremos poner en producción activa inmensas masas de agua subutilizadas (como la Ciénaga de Los Olivitos) con prácticas de explotación y conservación conscientes.

El Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias (FONAIAP) a través de su Proyecto de Evaluación de los Recursos Pesqueros está realizando un primer esfuerzo por conocer la biología y algunos aspectos relacionados con la pesquería de esta especie, precisamente en los momentos en que se observa una gran disminución en su captura por parte de los pescadores artesanales de la región. De 1.406.510 kilogramos reportados en el año 1973, se reportó en 1983 solamente   205.555 kilogramos y en 1984, 198.303 kilogramos, lo que representa más del 80% de disminución en un período de 11 años.

Se hace impostergable estudios conducentes a la definición de la definición de políticas serias que conlleven a un mejor aprovechamiento del potencial pesquero de este recurso. Políticas que conlleven al establecimiento de medidas regulatorias en cuanto a tipo y tamaño de abertura de malla utilizada, épocas de captura, control de zonas de refugio para larvas y juveniles, etc. Todas estas medidas permitirían mantener y aún recuperar sustancialmente los niveles de pesca de años anteriores.