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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 21 Abril-Junio 1986 |
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FONAIAP DIVULGA No. 21 Abril-Junio 1986 |
Orlando J. Ferrer M. |
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Esta especie, sin duda, caracteriza no sólo el potencial pesquero. del Lago de Maracaibo, sino que también identifica la gastronomía autóctona de esta región. Qué zuliano o maracucho, como se identifica en otros sitios del país a los nacidos en esta región, no ha saboreado el famoso "mojito de curvina en coco". Por supuesto, su relevancia no es solamente gastronómica. La curvina (Cynoscion maracaiboensis, como se le conoce en el lenguaje científico), juega un papel de primera importancia desde el punto de vista económico de la región. Orlando J. Ferrer M. Investigador adscrito a la Subestación Experimental "El Lago", Maracaibo Esta ha representado, y posiblemente seguirá representando, junto con el camarón del lago, el recurso más importante desde el punto de vista de aporte de divisas a los pescadores que viven de su explotación. No obstante, si se quiere, este pescado se ha convertido para la mayoría de la población zuliana casi en una exquisitez de lujo, debido a su elevado precio en el mercado. Esta condición ha llevado al consumidor a desviar sus gustos hacia otras especies, que si bien es cierto representan desde el punto de vista alimenticio un potencial de calidad semejante al de la curvina, no ejercen el encanto gastronómico de ésta. Dentro de este inmenso grupo de pescados modestos desde el punto de vista gastronómico, merecen mención especial el manamana y el bocachico. Si bien el manamana (Anodus laticeps) y el bocachico (Prochilodus reticulatus) no son lo que podría decirse propios del Lago de Maracaibo desde el punto de vista de su hábitat original, constituyen, sin duda alguna, los dos pescados más comunes y popularmente conocidos en las zonas de los ríos que drenan al lago en su margen suroccidental. Estos son dulceacuícolas y se encuentran ampliamente distribuidos en la cuenca del lago, penetrando a este solamente hasta las zonas donde las condiciones de salinidad se lo permiten. Comunidades con amplia tradición pesquera como las del Congo Mirador (09° 23' LN -71° 45'LO) Santa Bárbara del Zulia (09° 00' LN -71° 54' LO), Concha (09° 12' LN -71° 42' LO), devengan su sustento casi en un ciento por ciento de la pesca de manamana y bocachico, los cuales son presentados al consumidor tanto en estado fresco como salado. Ríos como el Catatumbo, el Santa Ana, el Escalante, etc. aportan poco más del ochenta por ciento de la producción pesquera de la cuenca del lago, y en su casi totalidad está representada por estas dos especies. Cantidades tan grandes como casi doce millones de kilogramos por año de manamana y bocachico, han sido reportadas a las inspectorías de pesca de la región zuliana. Para ser más precisos, vale dice que durante el año 1974, se registró un total de once millones setecientos cincuenta y tres mil ochocientos setenta y siete kilogramos. De esta producción, casi diez millones son reportados por los pescadores de la zona suroccidental, es decir, las comunidades pesqueras ubicadas en el Congo Mirador, Santa Bárbara del Zulia, Concha, etc. El manamana y el bocachico se pescan de diversas maneras y con diferentes artes de pesca, aunque predominan los métodos denominados localmente como "lance" y "parado", utilizando redes de ahorque (arte de pesca en el cual los peces quedan atrapados por las aberturas branquiales o "agallas") de 3,5 y 4 pulgadas. La pesca del "lance" se puede realizar a toda hora y debido a que estos peces se agrupan en cardúmenes superficiales, el chinchorro se cala a las vista de las concentraciones. Durante la operación de la pesca de "lance", los peces se intimidan con ruidos, de forma que al huir queden enmallados (ahorcados) en la red. En general, en el lago, el manamana y el bocachico se pescan de la siguiente forma: Se cala la red en círculo de forma que los extremos queden superpuestos. La porción de la red que queda superpuesta se denomina "puerta". Seguidamente, se hace ruido golpeando la superficie del agua y se espera unos minutos, posteriormente, uno de los extremos de la red se fija a un costado de la embarcación y el otro se levanta por la borda contraria. Ahora bien, estos dos modestos representantes de la fauna de la cuenca del lago, no solo despiertan el apetito gastronómico de quien tiene la suerte de saborear su exquisita carne, el ingenio científico también enfila su apetito hacia ellos, aunque, por supuesto, para saciar ansias de diferente índole. Desde que en 1849 un señor llamado Valenciennes los bautizara, y en nombre de la ciencia los cediera a las familias Prochilodontidae (prochilodontos, de forma más legible) y Curimatiddae (curimatos), se ha podido establecer que son hervíboros (filtradores de "hierbas"), aunque algunos los han nombrado como geófagos (filtradores de fango, de extraen los residuos orgánicos que les de alimento; bisexuales, es decir, existen machos y hembras como sexos separados. Asimismo, se ha podido observar que ambos realizan migraciones diferenciales según su esté, madurez sexual, remontando los ríos tributarios al lago en los estadios maduros y regresando a las épocas posteriores al desove. Esta migración es aprovechada por los pescadores quienes calan sus redes en las desembocaduras ríos, obteniendo en estos casos su mayor captura detrimento de la reproducción y renovación , poblaciones. También se ha podido determinar que la época migración a los ríos y su posterior desove, ocurre entre los meses de enero a abril, que coincide con el período de entrada de aguas. Durante esta época pesca comercial presenta más de setenta por ciento de los peces capturados en estado de máxima madurez sexual. Por último, es importante hacer notar que la producción (o al menos la producción reportada inspectoría de pesca), ha caído drásticamente a p del año 1974. De los casi doce millones de kilogramos reportados para este año, sólo se reportaron para 1981 un poco más de cuatro millones. Si bien estas cifras no pueden ser tomadas con absolutas o definitivas, sirven de indicativos en cuanto a tendencias para evaluar su producción. En cualquier caso, toda la problemática que gira, al alrededor del manamana y el bocachico, sino también de todas las especies de peces que habitan en ella de importancia comercial o no, exigen medidas inmediatas que permitan un mejor aprovechamiento de potencialidad. En este sentido, es importante decir que mucho hacendados han venido practicando desde hace algún tiempo la siembra del manamana y bocachico en lagunas y pozos artesanales, lo cuales lleva a mantener un aporte constante de proteína animal a un bajo costo. Asimismo, en la actualidad el Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias (FONAIAP) ejecuta proyectos tendientes a conocer mejor los aspecto biológicos y pesqueros de estas y otras especies, con la finalidad de tratar de implementar medidas que permitan aprovechar eficientemente la potencialidad pesquera de la cuenca del Lago de Maracaibo. Todas las medidas que se implementen para controlar
la pesca en el Lago de Maracaibo permitirán, no sólo seguir conservando el manamana y el
bocachico, sino también, lograr que otras especies se conviertan n pescados populares. |
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