FONAIAP DIVULGA > Colecci�n > N�mero 22  Julio-Diciembre  1986

  FONAIAP   DIVULGA  No.  22                                                                                               Julio-Diciembre    1986


Suelos y Fertilizantes para C�tricos

Luis Avil�n, Ing. Agr. M.Sc. Dr.



La selecci�n de suelos para el establecimiento de un huerto de c�tricos, constituye un aspecto relevante por las implicaciones agro-econ�micas que la misma conlleva. La capacidad de producci�n, como la duraci�n del per�odo de vida �til de la planta, est�n estrechamente relacionadas, entre otras variables no menos importantes, con las caracter�sticas f�sico qu�micas presentes en el suelo. Las pr�cticas agron�micas empleadas para brindarle a la planta las mejores condiciones para que lleve a cabo las funciones fisiol�gicas vitales que le son propias (crecimiento, floraci�n y fructificaci�n), variar�n en su forma e intensidad de acuerdo al tipo y las caracter�sticas del suelo, y en consecuencia su incidencia dentro de los costos directos de producci�n del cultivo, ser� distinta en funci�n al suelo que se trate.

El suelo es el ambiente natural que le proporciona a la planta a trav�s de sus ra�ces, el anclaje, as� como los nutrimentos y el agua que le son indispensables para realizar sus funciones fisiol�gicas vitales. El espacio radical de un suelo se refiere al volumen del mismo, cuyas condiciones posibilitan el libre desarrollo de las ra�ces tanto en el sentido vertical o de profundidad y el lateral u horizontal del suelo, en busca de agua y nutrimentos.

Te�ricamente se puede indicar un tipo de suelo cuyas caracter�sticas permitan a la planta un m�ximo de efectividad en cuanto a su desarrollo y producci�n. Sin embargo, en la pr�ctica, es muy raro encontrar suelos que re�nan todos los requisitos se�alados en la teor�a. Por esta raz�n, en la mayor�a de los casos, el agricultor debe adoptar el manejo de sus plantaciones a las condiciones reales de su parcela ya las necesidades de la planta.

Factores  a considerar  en la selecci�n de suelo  para  c�trica.

Antes de establecer un huerto, se deben examinar los factores de suelo que puedan afectar el futuro de la plantaci�n, tales como: profundidad, drenaje, textura, estructura y fertilidad y grado de alcalinidad o acidez (pH).

Profundidad del suelo: Se ha demostrado que una planta no puede alcanzar un crecimiento y una producci�n m�xima, si no tiene suficiente espacio o volumen de suelo para desarrollar su sistema radical; a�n cuando act�en en forma �ptima todos los dem�s factores ambientales que influyen en su crecimiento.

En este sentido, es importante conocer la "profundidad efectiva", la cual se define como el espesor del suelo que exploran las ra�ces y que determina la capacidad de reserva de agua y suministro de elementos para nutrici�n de las plantas. Entre los factores que determinan la profundidad efectiva de un suelo, se mencionan: el nivel superior de la mesa de agua (nivel fre�tico ), la presencia de capas compactadas y la secuencia textural en el perfil del suelo. (Fig. 1).

Figura 1. Patrones generales de distribuci�n del sistema radical en funci�n de la profundidad efectiva de los suelos.

De acuerdo a la profundidad efectiva de los suelos se puede se�alar su grado de limitaci�n (v�ase Cuadro 1) para el cultivo de las c�tricas y los frutales en general, especialmente en las especies arb�reas. A manera de ejemplo, analicemos dos situaciones extremas de profundidad efectiva:

a) Suelos superficiales: por las caracter�sticas de estos suelos, se puede pronosticar que existiera poca capacidad de anclaje de las plantas, limitadas reservas de agua y de elementos nutritivos a disposici�n de la planta. Por esto, las plantas presentar�n mayor susceptibilidad al volcamiento por acci�n de los vientos, a sufrir sequ�a por la presencia de per�odos cortos de verano; y, a menudo, deficiencia de nutrimentos. Desde el punto de vista econ�mico, el manejo de este tipo de suelos implica elevados costos de producci�n; aparte de que el desarrollo y la producci�n de las plantas, as� como la longevidad de las mismas, se ver�n sensiblemente limitadas. El agricultor que planta bajo estas condiciones debe tener un amplio conocimiento de las t�cnicas de fertilizaci�n y riego.

b) Suelos profundos: por las caracter�sticas de estos suelos se puede pronosticar: que las plantas tendr�n amplia capacidad de anclaje y, por consiguiente, mayores reservas de agua y de elementos nutritivos, as� como un desarrollo normal y por lo tanto, mayor producci�n. Adem�s, los costos de manejo del cultivo, bajo estas condiciones ser�n extremadamente bajos.

CUADRO 1. Relaci�n entre la profundidad efectiva de los suelos, el grado de limitaci�n e intensidad de algunos factores agron�micos y econ�micos a considerar.

Clase de "Profundidad efectiva" del suelo

Profundidad (cm)

Grado de limitaci�n

Intensidad de los factores1

Nulo

Ligero

Moderada

Severo

Muy severo

R

F

E

Muy superficial

Inferior a 25

 

 

 

 

x

M y A

M y A

M y A

Superficial

25 a 50

 

 

 

x

 

A

A

A

Moderadamente superficial

50 a 75

 

 

x

 

 

M

M

M

Moderado

75 a 100

 

 

x

 

 

M

M

M

Moderadamente profundo

100 a 200

 

x

 

 

 

M

B

B

Profundo

200 a 300

x

 

 

 

 

B

B

B

Muy profundo

Superior a 300

x

 

 

 

 

M y B

M y B

M y B

1. Factores agron�micos: riego (R) y fertilizaci�n (F), Econ�micos (E), Alto (A), mediano (M), Bajo (B), muy alto (M y A), muy bajo (M y B).

Drenaje: Las c�tricas requieren de suelos con excelentes condiciones de avenamiento, que permitan la circulaci�n del agua y del aire en su interior. De all� que la permeabilidad -aptitud de los suelos para dejar penetrar el aire o el agua debe estar comprendida dentro de ciertos l�mites. Si la permeabilidad es excesiva (gran avenamiento) el agua se filtra con rapidez y se pierde en las capas m�s profundas del suelo, sin ser aprovechada por las ra�ces. y si la permeabilidad es insuficiente o baja, la gran cantidad de agua retenida por el suelo desplazar� al aire y por consiguiente al ox�geno, causando (de acuerdo con la duraci�n de la situaci�n) desde da�os leves hasta la muerte por asfixia de las ra�ces.

El color de un suelo no influye en su drenaje y aireaci�n, pero refleja estas condiciones y, por lo tanto, es una caracter�stica que debe ser estudiada. Las diferencias en el color del suelo se deben, en parte, a diferencias en el grado de hidrataci�n y oxidaci�n de los elementos minerales que lo conforman como, por ejemplo, el caso del hierro.

Los compuestos de hierro menos hidratados y altamente oxidados son  de color rojo  intenso y los suelos con un  color rojo brillante, tiene excelentes condiciones de aireaci�n. Los colores pardo-anaranjado, pardo y amarillo se originan  por  hidrataci�n de los compuestos de hierro  y reflejan  una  aireaci�n  ligeramente inferior  y una   exposici�n  prolongada a periodos  de humedad elevada.

En  condiciones anaer�bicas (ausencia de aire u  oxigeno),  se produce de los compuestos de hierro, lo que conduce a colores gris mate, azul, incluso verdes, en el suelo. La presencia de moteados o peque�as manchas, ocurre bajo condiciones de alternativas aer�bicas y anaer�bicas, generalmente por la presencia de una masa de agua fluctuante o inundaci�n superficial peri�dica.

Textura y estructura. Los c�tricos se adaptan muy bien a una amplia gama de clases, texturas y tipos de estructura; no obstante, las propiedades de ciertos suelos pueden facilitar o dificultar su manejo en relaci�n a determinado cultivo.

La textura se refiere a la cantidad y al tama�o de las part�culas (arena, limo y arcilla) contenidas en el suelo, siendo la misma una caracter�stica pr�cticamente estable.

Los suelos de textura arenosa (arena fina y muy fina) formados por part�culas de di�metro inferiores a 0,25 mm, pueden presentar serios problemas a lo penetraci�n de las ra�ces. Las capas de arena muy gruesa tampoco son utilizadas por las ra�ces, pues la baja retenci�n de humedad y fertilidad que poseen, no son un ambiente adecuado para el desarrollo de las ra�ces.

En los suelos arcillosos predominan las part�culas finas; por esta raz�n, los poros de estos suelos son muy peque�os y por lo tanto, el aire y el agua circulan con dificultad. Los suelos con un contenido superior al 28% de arcilla no son recomen. dables para c�tricos. Las clases texturales ubicadas entre los extremos antes mencionados, son las m�s adecuadas para los c�tricos. (Figura 2).

Figura 2. Carta para la determinaci�n de la textura de los suelos.

La estructura o grado de agregaci�n de las part�culas del suelo debe ser tomada en consideraci�n, en raz�n de que ella determina: la facilidad de penetraci�n de las ra�ces, la aireaci�n y el drenaje interno de los suelos; Aquellos suelos fuertemente estructurados o sin estructura pueden presentar dificultades para el cultivo de los c�tricos.

Fertilidad y pH de los suelos. La planta de c�trica, adem�s del carbono (C), hidr�geno (H) y el ox�geno (O) que toma del aire y del agua, requiere para realizar sus funciones vitales, de los siguientes elementos esenciales: nitr�geno (N), f9sforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), azufre (S), boro (B), manganeso (Mn), cinc (Zn), cloro (CI), molibdeno (Mo), cobre (Cu) y hierro (Fe). Su disponibilidad para ser aprovechadas por las ra�ces, est� estrechamente ligada al pH de los suelos. (Figura 3). Para las c�tricas, como para la mayor�a de las plantas, los suelos comprendidos entre pH 5,5 y 7 ofrecen el adecuado ambiente para un mejor desarrollo.

Figura 3. Relaci�n entre pH y disponibilidad de elementos (Malavolta, 1976).

En pH bajos, adem�s de producirse la solubilizaci�n del aluminio (Al) y la elevaci�n de la concentraci�n de hidr�geno (H), los cuales pueden afectar directa e indirectamente el desarrollo de las ra�ces, disminuyen la disponibilidad de algunos elementos, como en el caso de la fijaci�n de f�sforo por el aluminio, en forma no aprovechable por la planta.

En pH altos, se produce la insolubilizaci�n de la mayor�a de los cationes (Fe, Cu, Mn, Zn) y la fijaci�n de algunos elementos, como el f�sforo (P), todo lo cual afecta el crecimiento de la planta y, en consecuencia, sus rendimientos.

Fertilizaci�n. Los suelos pueden ser naturalmente pobres en elementos o pueden empobrecerse debido a la extracci�n de nutrimentos por la planta. De ah�, que la fertilizaci�n consiste en poner a disposici�n de las plantas las cantidades adecuadas de aquellos elementos esenciales o nutrimentos, presentes en el suelo a niveles deficitarios, para que puedan realizar sus actividades de crecimiento, floraci�n y producci�n de frutos.

En el Cuadro 2, se muestran las cantidades de nutrimentos que son extra�das por una tonelada o por un saco (40 kg, aproximadamente) de frutos frescos; pudi�ndose observar que los elementos nitr�geno (N) y potasio (K) presentan las mayores cantidades. Es importante destacar que las p�rdidas de un suelo no se deben solamente a lo extra�do por las cosechas, sino que existen otras causas, como la p�rdida por el arrastre de las aguas, la erosi�n, etc. y, por otra parte, debido a que las plantas requieren de nutrimentos para formar los nuevos tejidos: ra�ces, ramas, hojas, etc. Se estima que lo extra�do por una cosecha, representa una tercera parte del total de nutrimentos requeridos por una planta para cumplir sus procesos vitales en forma satisfactoria.

CUADRO 2. CANTIDADES DE NUTRIMENTOS O ELEMENTOS MINERALES EXTRA�DOS POR UNA TONELADA O POR UN SACO (40 Kg.) DE FRUTOS FRESCOS DE NARANJA.

 

Nutrimentos Minerales

S�mbolo qu�mico

Kilogramos por tonelada

Gramos por saco

Macroelementos

Nitr�geno

N

2,04

76

F�sforo

P

0,18

7

Potasio

K

1,85

60

Calcio

Ca

0,71

21

Azufre

S

0,17

6

Magnesio

Mg

0,16

5

Microelementos

Boro

B

0,0059

0,088

Cloro

CL

0,0377

1,000

Cobre

Cu

0,0004

0,048

Hierro

Fe

0,0068

0,264

Manganeso

Mn

0,0014

0,112

Molibdeno

Mo

Trazas

0,00032

Cinc

Zn

0,011

0,036

Un programa de fertilizaci�n, para que sea eficiente, debe responder a estas cuatro interrogantes: �Con cu�nto?, �Con qu�?, �Cu�nto? y �C�mo fertilizar?, sin olvidar el costo que involucra esta operaci�n. 

�Con cu�nto fertilizar? El establecimiento de las cantidades de fertilizantes a ser empleados es un problema para cuya soluci�n deben conocerse ciertas informaciones que ayuden a su determinaci�n, entre las cuales podemos citar: las caracter�sticas f�sicas y qu�micas de los suelos, estado nutricional de los suelos y plantas del huerto, edad de la planta y nivel de producci�n, cultivar y patr�n empleado.

Las caracter�sticas f�sicas y qu�micas de los suelos, como ya antes fue comentado, influyen sobre el desarrollo de las ra�ces a trav�s de sus efectos sobre: a) la humedad y aireaci�n del suelo; b) dificultad mec�nica a la penetraci�n y desarrollo de las ra�ces y c) la toxicidad de algunos elementos, entre otros aspectos. Suelos que presenten limitaciones de orden f�sico (excesiva retenci�n de humedad, compactaci�n, etc) limitan el desarrollo y la actividad de las ra�ces, impidiendo que las mismas puedan absorber los nutrimentos en �l presentes.

La evaluaci�n del Estado Nutricional del huerto se efect�a a trav�s del an�lisis qu�mico de suelos y plantas. El muestreo o la manera de realizar la toma de la porci�n representativa de los suelos y de las plantas, constituye uno de los aspectos m�s importantes para la validez de esta t�cnica.

Figura 5.  Localizaci�n  del fertilizante en suelos planos (a) y en  terrenos con pendiente (b). En  estos  �ltimos localizar el fertilizante  en una zanja en forma de media luna y en la  parte superior de la misma.

a) Muestreo de suelos. Para efectuarlo, se debe examinar el �rea a ser estudiada en relaci�n a la homogeneidad, en cuanto a: topograf�a, color, tipo de suelo, textura, grado de erosi�n, drenaje, y otras caracter�sticas que puedan servir de gu�a para diferentes unidades de muestreo y de las muestras entre s�, para una posterior recomendaci�n. La toma de la muestra se debe realizar en la proyecci�n de la copa y considerando dos profundidades, superficial (O a 20 cm) y profunda (20 a 40 cm). Cada muestra debe estar conformada por varias submuestras, las cuales al ser mezcladas dan origen a la denominada 'Muestra Compuesta'. Las sub muestras se toman en puntos escogidos al azar en varios �rboles siguiendo dos direcciones.

b) Muestreo de plantas. El diagn�stico foliar (hojas) se considera como uno de los procedimientos m�s avanzados para evaluar el estado nutricional de un huerto. En la t�cnica del muestreo se debe considerar: a) edad de la hoja (4 a 7 meses); b) tipo de rama (ramas con o sin frutos); c) posici�n de la hoja en el �rbol (parte media de la copa); d) �poca de muestreo; e) tama�o de la hoja y f) n�mero de hojas, entre otros aspectos no menos importantes, como son cultivar patr�n empleado, etc. En la que se indica la manera de realizarlo, tomando en el huerto �rboles al azar, en dos direcciones, en forma similar al muestreo de suelos.

En el Cuadro 3, se muestran los valores de interpretaci�n de los contenidos foliares. Es importante se�alar que, para la evaluaci�n del estado nutricional, el tenor de un elemento en forma aislada no puede dar una informaci�n verdadera, siendo deseable conocer tambi�n los tenores de , los otros elementos. Esto se debe a que entre ellos ocurren m�ltiples interacciones en forma de antagonismos o sinergismos. Esto �ltimo quiere decir, que la presencia de un elemento act�a disminuyendo o promoviendo la absorci�n de otro, lo cual se refleja en un menor o mayor tenor presente en la hoja.

CUADRO 3. NIVELES DE LOS CONTENIDOS FOLIARES BASADOS EN HOJAS DE 4 A 7 MESES DE EDAD EN BROTES DE RAMAS TERMINADAS CON FRUTOS (CHAPMAN, 1960).

Elemento

Unidad materia seca

RANGO

Deficiente

Satisfactorio

Exceso

Nitr�geno

%

0,60 - 1,90

2,20 - 2,70

3,60

F�sforo

%

0,70

0,12 - 0,18

0,30

Potasio

%

0,15 - 0,30

1,00 - 1,70

2,00

Calcio

%

2,0

3,00 - 6,0

7,00

Magnesio

%

0,05 - 0,15

0,30 - 0,60

1,00

Azufre

%

0,05 - 0,13

0,20 - 0,30

0,50

Boro

ppm*

15

50 - 200

250

Hierro

ppm

40

60 - 150

?

Manganeso

ppm

5 - 20

25 - 100

300 - 1000

Cinc

ppm

4 - 15

25 - 100

200

Cobre

ppm

0,01 - 0,05

0,10 - 3,0

100

* ppm = partes pon mill�n.

En el Cuadro 4, se presentan las caracter�sticas visuales que pueden ayudar a constatar la deficiencia de un elemento en la planta, durante el diagn�stico nutricional de huerto. 

 

CUADRO 4. CLAVE PARA LOS S�NTOMAS DE DEFICIENCIAS NUTRITIVAS EN LOS �RBOLES C�TRICOS**

I. Los s�ntomas aparecen con la vegetaci�n nueva.

Elemento que falta

A. Color parejo en toda la l�mina foliar.

1. Crecimiento reducido, frecuentemente con aspecto maloso.

 

 a) Hojas nuevas de color verde claro hasta amarillo-verdoso; desarrollo detenido

nitr�geno

 b) Hojas nuevas de color muy claro, amarillo-verdoso hasta amarillo, marcadamente m�s amarillo que en el caso anterior

azufre*)

c) Hojas nuevas con manchas vidriosas que se ponen transparentes; frutos con protuberancias duras, gomosas en la c�scara.

boro

d) Hojas verdes, encrespadas u onduladas a lo largo del nervio central

potasio

2. Crecimiento m�s fuerte que el normal hasta exagerado.

 

a. Hojas generalmente grandes y de color verde muy oscuro; excrecencias gomosas en los frutos y bordes de los segmentos frutales.

cobre

B. Las hojas presentan un mosaico en el que los nervios central y secundarios son m�s oscuros que el tejido que queda entre ellos.

 

1. Hojas de menor tama�o, acuminadas, con un mosaico verde muy contrastado a lo largo del nervio central y de los nervios secundarios principales; el tejido entre los nervios es de un verde muy p�lido o amarillo; frutos chicos.

cinc

2. Hojas de forma y tama�o m�s o menos normales.

 

a. Verde oscuras a lo largo del nervio central y de la nervadura secundaria; el tejido entre los nervios de un verde m�s claro hasta gris�ceo; el mosaico no est� n�tidamente delimitado; hoja de color mate.

manganeso

b. Reticulado fino de nervios verdes sobre fondo verde muy claro hasta amarillo o blanquecino. Crecimiento fuertemente reducido; com�nmente hay muerte de ramillas.

hierro

c. Reticulado fino de nervios verdes sobre fondo verde claro; hojas grandes, frecuentemente deformes. Frutos con excrecencias gomosas; goma en los ejes de los segmentos.

cobre

II. Los s�ntomas aparecen en las hojas maduras e influyen generalmente en la producci�n de frutos.

 

A. El color palidece, extendi�ndose paulatinamente este fen�meno desde sectores localizados. 

 

1. La p�rdida de color comienza en la parte m�s ancha de la hoja, en forma paralela al nervio central, extendi�ndose despu�s de modo que la base de la l�mina foliar permanece verde, generalmente hasta una etapa muy avanzada de la deficiencia.

magnesio

2. El color palidece a lo largo de los bordes de la hoja desde donde va invadiendo las �reas situadas entre los nervios.

calcio*)

B. El color palidece sin un comienzo localizado.

 

1. La decoloraci�n comienza con manchas amarillo-verdosas y amarillas salpicadas sobre toda la hoja, la que en algunos casos se vuelve completamente amarilla.

nitr�geno

2. Decoloraci�n de la hoja hasta un verde apagado y que pasa eventualmente a amarillo-naranja; en casos extremos se forman superficies secas en las hojas. 

f�sforo

*) Descripci�n  basadas s�lo en las  observaciones logradas en cultivos artificiales los  antecedentes todav�a no son  tan  completos  como para darles un valor definitivo  en  este resumen.
**) Tomado de Kampfer, M y H.  Uexkull. Bolet�n N� 1,1963

  

En relaci�n a la "edad de la planta y nivel de producci�n", es importante tener presente, que las exigencias nutricionales de 12 misma var�an de acuerdo con su edad y por ello el ciclo de vid, productivo de la planta debe ser del conocimiento del fruticultor y del t�cnico. 

Las c�tricas presentan cuatro per�odos de vida, a saber: crecimiento, plena producci�n, producci�n y senilidad. 

Per�odo de crecimiento: este per�odo se sit�a entre los dos y seis a�os de edad de la planta. Se caracteriza por un aumento acentuado del �rea foliar o follaje, surgimiento de los primeros frutos y, posteriormente, aumento paulatino de la producci�n de los mismos.

CUADRO 5. RENDIMIENTOS ESTIMADOS, EXPRESADOS EN N�MEROS DE FRUTOS EN FUNCI�N DE LA EDAD DE LAS PLANTAS Y EL NIVEL DE PRODUCCI�N EXPRESADO.

Cultivar

Nivel de Producci�n

N�mero de frutos por planta

A�os de edad

3

4

5

6

7

8

9

10

'Washington Navel' o 'California'

Alto

20

60

150

200

300

400

500

600

Medio

15

45

112

150

225

300

375

450

Bajo

9

26

65

86

129

172

215

260

'Valencia'

Alto

30

90

200

300

450

600

750

900

Medio

23

68

150

225

340

450

560

680

Bajo

14

40

88

132

198

264

330

400

Nivel de producci�n

A = Alto: mayor o igual a 5 Kg/m2 de frutos.
M = Medio: alrededor de 3,5 Kg/m2 de frutos.
B = Bajo: igual o inferior a 2 Kg/m2 de frutos.

Per�odo de plena producci�n: se inicia a partir del sexto a�o de vida de la planta y se caracteriza, porque los �rboles alcanzan su m�xima eficiencia productiva, lo que ocurre alrededor de los 8 a 10 a�os de edad. Durante este per�odo se establece una relaci�n estrecha entre el incremento del follaje de la planta y el n�mero de frutos producidos. 

Per�odo de producci�n: durante este per�odo, la planta tiende a mantener los niveles de producci�n alcanzados durante el per�odo anterior o a incrementarlos en forma directa. No obstante, la eficiencia productiva de la planta (n�mero de frutos/metro cuadrado de follaje) disminuye, debido a que los incrementos en tama�o de los �rboles no est�n relacionados en forma directa con la producci�n de frutos. 

Este per�odo se inicia a partir de los 12 a 14 a�os de edad de la planta y puede prolongarse hasta los 18 a 20 a�os, de acuerdo con el mantenimiento de la plantaci�n. 

Per�odo de senilidad: se�ala el comienzo de la etapa final y se caracteriza por una acentuada disminuci�n de los rendimientos. Se inicia alrededor de los 20 a�os de edad o posteriormente, dependiendo del estado fitosanitario de la planta y el cuidado de la plantaci�n en los per�odos anteriores. 

En los Cuadros 5 y 6, se muestran los rendimientos por planta de acuerdo al sistema de plantaci�n empleado. Estos datos pueden ser utilizados como 'referencias' o 'patrones de comparaci�n' para evaluar el nivel de producci�n de un plantel de c�tricos. 

�Con qu� fertilizar? En el mercado nacional se ofrecen productos que son fuente de un elemento en especial (fertilizantes simples) o en forma combinada los elementos en mayor proporci�n (N, p y K) exigidos por la planta (f�rmulas). 

La selecci�n de una u otra fuente depender� de las caracter�sticas de los suelos. 

�C�mo fertilizar? La forma de aplicar un fertilizante, constituye un aspecto importante relacionado con la eficiencia del mismo. La aplicaci�n puede ser hecha en el suelo o en la planta, siendo la primera la m�s usualmente empleada. 

En general, los estudios realizados en el pa�s relacionados con la distribuci�n del sistema radical de los c�tricos, indican que la mayor concentraci�n de ra�ces finas y por lo tanto con mayor capacidad de absorci�n, se encuentran localizadas entre la mitad del radio de la copa y la proyecci�n externa de la misma. En esta zona es donde se debe efectuar la colocaci�n del fertilizante, para que sea mejor aprovechado. 

La aplicaci�n de fertilizantes por v�a foliar, aunque constituye un excelente medio para suministrar nutrimentos a las plantas, se considera un medio complementario a la fertilizaci�n en el suelo y como un medio para las correcciones r�pidas de deficiencias nutricionales, en especial micro nutrientes. 

Sugerencias de fertilizaci�n para los c�tricos. Tomando como base los diferentes programas de fertilizaci�n existentes para el cultivo, las exigencias nutricionales que tiene la planta en funci�n de su edad, y las experiencias realizadas en el campo por algunos investigadores del pa�s, se sugiere el siguiente plan de fertilizaci�n, el cual debe ser ajustado de acuerdo con la presencia de elementos disponibles determinados a trav�s del an�lisis de suelo. (Cuadro 7).

CUADRO 7. PLAN DE FERTILIZACI�N DE ACUERDO CON LA EDAD DE LAS PLANTAS. 

Edad de la planta
(a�os)

gramos/a�o/planta

N

P2O5

K2O

Al plantar (1)

50

25

25

2

80

80

40

3

120

120

80

4

160

160

120

5

200

200

200

6

300

250

300

7

400

300

400

8

600

350

600

9

800

400

800

10

1000

450

1000

(1) Al momento de plantar aplicar todo el f�sforo y el potasio, mezclado con el suelo, en el fondo del hoyo, El nitr�geno parcelarlo en aplicaciones de 10 gramos cada dos meses.

 

CUADRO 8. FORMA DE AJUSTAR LA DOSIS DEL FERTILIZANTE EN FUNCI�N DEL AN�LISIS DE SUELO.

Elemento

Contenido en el suelo ppm (1)

Nivel de Interpretaci�n

Dosis del fertilizante a aplicar

F�sforo

0 - 10

Bajo

Completa

11 - 20

Medio

2/3

21 o m�s

Alto

1/3

Potasio

0 - 80

Bajo

Completa

81 - 120

Medio

2/3

120 o m�s

Alto

1/3

(1) Soluci�n extractora Olsen
ppm: partes por mill�n.

En el Cuadro 8, se indica como debe ser efectuado el ajuste en relaci�n al contenido de f�sforo y potasio determinado en el an�lisis de la muestra. En el Cuadro 9, la �poca de aplicaci�n dl los fertilizantes, tomando en consideraci�n la edad de las plantas como se explica a continuaci�n:

Durante los primeros dos o tres a�os, la edad de la planta las cantidades que se han indicado en el plan de fertilizaci�n  puede ser fraccionadas  en tres aplicaciones a intervalos de cuatro meses, hasta  completar la cantidad total recomendada por a�o.

Primera aplicaci�n. Se suministrara al suelo la dosis  total de  f�sforo, la mitad de la do de potasio y un tercio del nitr�geno. Esta primera aplicaci�n hace antes del inicio del brote nuevas ramas. 

Segunda aplicaci�n. Se realizar� a los 4 meses de la primer aplicaci�n. Se suministrar� la segunda mitad de la dosis de potasio y un tercio de la dosis de nitr�geno. 

A partir del cuarto a�o, las plantaciones podr�an ser fertilizadas en dos �pocas durante el a�o. La primera, antes de la floraci�n principal, suministrando la dosis total de f�sforo y la mitad del potasio y nitr�geno. La segunda aplicaci�n tendr� lugar 4 meses despu�s de la primera, aplicando el resto del nitr�geno y la otra mitad del potasio. (Cuadro 9).

CUADRO 9. �POCA DE APLICACI�N DE LOS FERTILIZANTES DE ACUERDO CON LA EDAD DE LAS PLANTAS.

A�o

Elemento

�poca de aplicaci�n

Al establecer la plantaci�n

Cuatro meses despu�s

Tres s cuatro meses despu�s

Primero

Nitr�geno

1/3

1/3

1/3

F�sforo

Todo

--

--

Potasio

1/2

1/2

--

 

Inicio brotaci�n

Cuatro meses despu�s

Tres a cuatro meses despu�s

Segundo y tercero

Nitr�geno

1/3

1/3

1/3

F�sforo

Todo

--

--

Potasio

1/2

1/2

--

Cuarto en adelante

Nitr�geno

1/2

1/2

--

F�sforo

Todo

--

--

Potasio

1/2

1/2

--