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| FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 22 Julio-Diciembre 1986 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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FONAIAP DIVULGA No. 22 Julio-Diciembre 1986 |
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Antonio J. Sánchez S,
Luis Bascones,
Aníbal Rosales |
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Lo antes expuesto revela la importancia que tiene la selección apropiada del área de siembra, donde las características y propiedades de los suelos juegan un papel fundamental debido a que, conjuntamente con el clima, son determinantes del patrón y la variedad a usar, del programa de fertilización a seguir y la distancia de siembra a utilizar. Existen publicaciones en donde se analiza la importancia de la selección de suelos para las cítricas y, en sentido general, se dan recomendaciones sobre las características que deben reunir los sucios para ese cultivo. Sin embargo, no se establecen relaciones específicas entre características de los suelos y la producción o desarrollo de las plantas. En relación a estos últimos aspectos para el área de los Valles Altos de Carabobo se han realizado algunas investigaciones (1), (5) y (6) que permiten establecer más claramente el papel de las características de los suelos en el desarrollo o potencial de producción de las plantas de naranja. El suelo constituye la parte superior de la corteza terrestre que sirve de sostén a las plantas y como medio a través del cual las raíces absorben agua y los elementos nutritivos requeridos para el crecimiento y la producción. El cumplimiento de estos propósitos por parte del suelo va a depender en buena medida de las características y propiedades de las diferentes capas u horizontes en que se diferencia el perfil o corte longitudinal del suelo desde la superficie hasta más o menos dos metros de profundidad. Lo adecuado del suelo (o parte de su profundidad) para las plantas, depende del tipo de cultivo y del efecto que tenga la interacción de las características físicas y químicas de los horizontes del perfil sobre las propiedades que favorecen la libre expansión o crecimiento de las raíces. En relación a la naranja merecen especial atención las características que tienen influencia en el movimiento de agua y de aire en el suelo debido a que el buen drenaje es la propiedad más importante que deben reunir los suelos para ese cultivo. En este sentido la interacción de la textura o granulometría del suelo, con la estructura o porosidad deben ser muy analizadas para los diferentes horizontes del perfil. Por experiencia de otros países (4 y 7) se señala que los suelos adecuados para cítricos no deben presentar obstáculos para el desarrollo de las raíces en por lo menos un metro de profundidad; se indica además que las cítricas que se siembran en suelos profundos y de buen drenaje, sustentan plantas bien desarrolladas, de buena producción y de larga vida. Investigadores de México (3) y de Florida USA (2) encontraron una estrecha correlación entre el vigor o crecimiento de la parte área de la planta con la profundización del sistema radical. En trabajo realizado en los Valles Altos de Carabobo (5) se indica que el área o volumen de exploración del suelo entre 60 y 90 cm de profundidad del suelo es determinante para el buen desarrollo de las plantas de naranja. El vigor de la planta, medido en términos del desarrollo de la copa y del tronco, el cual que es un buen índice de la producción que ésta puede alcanzar, está directamente relacionado con el volumen de suelo que exploran las raíces y la cantidad de agua y nutrientes que en condiciones naturales o por prácticas de manejo tenga la planta a su disposición. ESTIMACIÓN DEL DRENAJE A TRAVÉS DEL COLOR DEL SUELO En las Figuras 1 y 2 se hace un esquema de la influencia del nivel freático en el desarrollo de las plantas, tomando como base una transecta o corte topográfico estudiado en la finca El Juncal de la localidad San Roque del Municipio Miranda del estado Carabobo.
En dicha transecta se pudo observar la relación entre la altura del nivel freático durante la época de lluvia, con el desarrollo de las plantas y la variación de la topografía del terreno. Aquí se demuestra, además de la influencia del drenaje del suelo en el desarrollo de la planta, la importancia de las variaciones locales de la topografía del terreno, como guía para el muestreo de los suelos y para el manejo de las plantaciones. Es importante también destacar, la importancia que tiene el color del suelo (presencia de colores grises) para reconocer en el campo problemas de drenaje interno del perfil de suelo. En la Figura 2 se puede observar, que las plantas de mayor crecimiento se ubican en suelos donde las coloraciones grises aparecen por debajo de un metro de profundidad, considerándose como un suelo moderadamente bien drenado; en las de mediano crecimiento los colores grises se observan a partir de 58 cm y el suelo se considera imperfectamente drenado y en las de bajo crecimiento los suelos son escasamente drenados con colores grises casi desde la superficie predominantes a partir de los 35 cm de profundidad. Para una mejor ilustración sobre determinaciones de color del suelo la Figura 3 muestra una hoja de la carta Munsell, la cual presenta una serie de anotaciones sobre las variables que se combinaron para dar lugar a los colores (el matiz, la pureza y la intensidad). En la carta Munsell soil chart, los colores del suelo se organizan en 10 hojas o láminas como lo mostrado en la figura 3; cada una de las cuales se puede identificar diferentes componentes lugar al color: El matiz es constante para cada hoja y es designado por un símbolo ubicado en la parte superior derecha de cada hoja con los siguientes valores: 2.5 R, 5 R, 7.5 R, 10 R, 2.5 R, 5 YR, 7.5 R, 10 YR, 2.5 Y, 5 Y. Dichos símbolos tienen relación con la predrominancia de los colores rojos (R) o amarillo (Y) o combinaciones de ambos (YR}. La pureza se refiere a la relativa claridad del color y se simboliza con una numeración variable ubicada en la escala vertical de cada hoja, donde se indica como "value". Los valores inferiores a 4 corresponden a los colores más oscuros que luego se van haciendo más claros cuando aumenta la numeración. La intensidad está relacionada con la relativa intensidad del color respecto al gris y se simboliza con números en la escala horizontal de cada hoja donde se indica como "chroma". Los colores más grises se sitúan hacia el lado izquierdo de la tabla, generalmente los valores inferiores a 2; cuando los valores son mayores que 2 los colores tienden a marrones, oliváceos, amarillos o rojizos. Para la denominación del color, se utiliza una simbología como la usada en las Figuras 1 y 2, que esta constituida por el matiz, seguido por una fracción donde el numerador es la pureza (value) y el denominador es la intensidad (chroma) ejm: 7.5 YR 5/10. El color, como se ha venido mencionando, sirve para inferir las condiciones de drenaje de los suelos, así por ejemplo: colores grises o combinaciones de colores moteados de grises con pardos, amarillos o rojizos indican deficiencias de drenajes; mientras que solamente colores pardos, amarillos o rojizos son indicativos de buen drenaje.
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