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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 22 Julio-Diciembre 1986 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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FONAIAP DIVULGA No. 22 Julio-Diciembre 1986 |
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M.Sc. Dr. Luis Avilán Rovira |
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El criterio empleado para la selección de estos distanciamientos estará basado en el espacio de terreno que la planta cubrirá cuando llegue a su estado adulto. Vale destacar que, como consecuencia de la presencia de la enfermedad de la tristeza, en la región citrícola de los valles altos de Carabobo y Yaracuy, para el cambio de porta- injerto o patrón, como un medio para su control, se estuvo intercalando entre las plantas de la hilera una nueva, por lo cual las plantaciones quedaron finalmente a 8m. x 4m., ó 7m. x 3,5m., dependiendo del distanciamiento original. Los incrementos de producción por unidad de área, obtenidos por los fruticultores, aun considerando la merma en los niveles de rendimientos en planta por efecto de la enfermedad, ha motivado a los agricultores a la adopción en los nuevos plantíos de distancias más cortas, inicialmente 8m. x 4m., y actualmente 6m. x 4m. En el Cuadro 1, se muestra el número de plantas o la densidad de plantación que se obtiene empleando los diferentes distanciamientos.
Es importante señalar que esta inquietud observada en nuestros fruticultores hacia el establecimiento de marcos estrechos de plantación, tiene una gran similitud en lo experimentado en otros centros de producción mundial de este frutal, desde hace unas cuantas decenas de años atrás. Una de las razones fundamentales que ha motivado esta situación, lo constituye y es la base de los sistemas modernos de plantación, el obtener el retorno más rápido de los capitales invertidos, el incrementar la eficiencia de los recursos empleados (suelo, mano de obra, etc) y el mecanizar o semimecanizar todas las prácticas de cultivo, incluyendo la labor de cosecha. Un mejor conocimiento del ciclo de vida productivo de la planta, así como de los aspectos fisiológicos vitales que intervienen en el proceso de desarrollo de la misma, han servido para sustentar y avalar las modificaciones de los marcos o sistemas tradicionales de plantación. El estudio del comportamiento del árbol de naranjo en nuestras condiciones, cuyos resultados se presentan en el Cuadro 2; indican que el mismo se caracteriza, tomando como base la superficie lateral o follaje productivo de la planta y el número de frutos, en una disminución en la eficiencia de fructificación a partir de los 10 años de edad. Es decir, aunque la planta continúa incrementando su tamaño en altura y ancho de la copa, la producción de frutos no se incrementa en la misma magnitud, como sucedía en los primeros años de vida de la misma.
Entre los 2 y 10 años de la planta se establece una estrecha relación entre el incremento del follaje (superficie lateral) y la producción de frutos, la cual cambia, como antes fue mencionado, por razones de índole fisiológico. El crecimiento y la producción de frutos dependen del exceso de carbohidratos sintetizados sobre la cantidad de carbohidratos consumidos por la respiración (fotosíntesis neta). Mientras que la fotosíntesis bruta (fijación del CO2) tiene lugar durante el día, la respiración procede ininterrumpidamente durante las 24 horas y en las condiciones tropicales, como las nuestras, caracterizada por altas temperaturas nocturnas, la respiración se intensifica con un mayor consumo de carbohidratos. Ello trae como consecuencia, que a mayor volumen de follaje, mayor tasa de respiración y pérdida de energía; y aunado a ello, la ganancia de energía está disminuida por efecto del autosombreamiento de la planta debido a las características en medio tropical del crecimiento alargado de sus ramas. En la Figura 1, se muestra como es la variación en las dimensiones de la planta, el el transcurso de su ciclo de vida en nuestras condiciones. Tomando como base, la superficie lateral o follaje productivo el número de frutos y el % de área cubierta por plantas en función a la edad y el número de árboles o la densidad de plantación por unidad de área (1 ha) se puede establecer las comparaciones entre los diferentes marcos de plantación. Como se puede observar en el Cuadro 3, a medida que se incrementa el número de árboles se incrementa en igual magnitud las diferentes variables consideradas (superficie lateral, número de frutos y % de área cubierta), estableciéndose ya para los 6 años una diferencia cercana al 50% superior entre el sistema de mayor densidad (6m. x 4m. = 417 PL/ha) y el de menor densidad (7m. x 7m. = 204 PL/ha).
Este hecho tiene una serie de implicaciones de orden económico que es importante destacar:
En relación a este aspecto se debe tomar en consideración que, al disminuir el área libre, los costos directos de producción por concepto de control de malezas, disminuyen sustancialmente. En general, se estima que el control de malezas representa e 20% de los costos directos de producción en una plantación de baja densidad. Por otra parte, es importante tener en consideración que los costos generados por la mano dc obra (jornales) en una plantación de alta densidad no representan un incremento en la misma magnitud, cuando se le compara con los empleados en un sistema de baja densidad. Entre las desventajas que presentan estos sistemas está que exigen, en contraposición, un manejo del cultivo más tecnificado, tal como eficientes sistemas de riego, fertilización, control de plagas, etc. Entre los argumentos generalmente empleados, por quienes se oponen a la utilización de estos "modernos" sistemas de plantación en nuestro medio, podríamos señalar los siguientes:
Este hecho, traería como consecuencia, una cierta disminución en los rendimientos por planta y por otra parte, la necesidad de emplear la técnica de la poda para eliminar o disminuir la competencia. El efectuar la operación de la poda además de sus costos, exige el conocimiento técnico de cómo y cuándo llevar a cabo esta práctica, lo que vendría a constituirse aparentemente en un problema que limitaría el uso de los sistemas de alta densidad de plantación. Al respecto, se deben destacar unos aspectos
de singular importancia relacionados con la selección del "Patrón o porta-injerto" a ser utilizado en el establecimiento de los sistemas con alta densidad de
plantación y en general con el desarrollo de la fruticultura moderna en el Trópico. En nuestro medio, las constantes y elevadas temperaturas (26°C a 29°C) inducen a las cítricas a un continuo y rápido desarrollo vegetativo durante casi los 12 meses del año interrumpido solamente por los períodos de sequía que inducen a la floración de las mismas. A mayor vigor del material o patrón seleccionado, menor será el lapso de tiempo para que el auto sombreamiento se haga presente, con las consecuencias fisiológicas que inducen a disminuir la producción, como ya fue mencionado. Vale destacar que un árbol de cítrica de 5 años de edad en nuestras condiciones, alcanza las mismas dimensiones que uno con 10 años de edad plantado en condiciones subtropicales. En consecuencia, en nuestro medio tropical la tendencia en la selección debe ser revertida, nuestro "patrón ideal" en relación al vigor , debe ser aquel cuya tasa de crecimiento sea menor. Los sistemas que consideran una alta densidad de plantación tienen como requisito básico que el patrón sea de poco vigor con el objeto de evitar que, además de la competencia existente por autosombreamiento en la planta, se le agregue la competencia por espacio y luz con las copas de las plantas situadas a su alrededor . A modo de información, vale la pena destacar que el concepto moderno en la siembra de frutales tiende a considerar como factor más importante en la explotación la superficie o follaje de fructificación, pasando a un plano secundario el número de plantas o pies, por estar éste más estrechamente ligado a la producción. En este sentido, la investigación está orientada hacia la determinación del "seto" más apropiado, en cuanto a sus dimensiones. En general, se indica que los setos de 1,80 m. de ancho y 3,97 m. de alto, espaciados a 2,44 m. entre sí, son los más eficientes. (Ver figura correspondiente).
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