FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 25  Julio-Septiembre  1987

  FONAIAP   DIVULGA  No.  25                                                                                                              Julio-Septiembre    1987


El Cultivo  del Quinchoncho  en Venezuela: 
situación  actual  y tecnología disponible

"Una de las leguminosas  comestible más  ricas  como alimentos  para el hombre, no ha  recibido  nunca  la debida atención en los  planes  gubernamentales de fomento y producción."

Augusto  Aponte, Manuel Salas. Ingeniero agrónomo. 
Jorge Escalona. Perito agropecuario.
Carlos  Colina,  Domingo García. Técnico Superior PRODETEC FONAIAP-Yaracuy.


INTRODUCCIÓN

El quinchoncho (Cajanus cajan L. Millsp), conocido anteriormente como (Cajanus indicus Spreng) pertenece a la familia leguminosae. Esta especie fue introducida en Venezuela en el siglo XVI durante la época de la colonización española. Desde esa época ha venido desempeñando un papel muy importante en los huertos familiares y conucos del campesino venezolano como cultivo asociado de maíz y yuca. Dicho cultivo aporta abundante fertilización nitrogenada al suelo, por su capacidad para fijar nitrógeno atmosférico con ayuda de las bacterias del género Rhizobium. 

Una vez que el quinchoncho se ha establecido, sus hojas van cayendo continuamente, contribuyendo a mejorar el contenido de materia orgánica del suelo y, conjuntamente con la sombra densa de su follaje, ayuda eficazmente al control biológico de la maleza del terreno en los callejones. Las semillas secas de es te cultivo con 21% de proteína, y las verdes con 8%, están llamadas a comportarse como "la ubre" para densos sectores del medio rural y urbano que no tienen poder adquisitivo para conseguir proteína de origen animal de buena calidad. 

El cultivo del quinchoncho es esencialmente campesino, proveyendo un rico grano grano para el autoconsumo, y fuente de ocupación temporal para casi toda la familia.

Áreas Ecológicas 

El cultivo del quinchoncho se consigue distribuido en pequeñas parcelas en todo el territorio nacional. Solamente en el estado Nueva Esparta no se han detectado plantaciones de esta leguminosa. Según el Anuario Estadístico Agropecuario 1980 del Ministerio de Agricultura y Cría, la superficie sembrada de quinchoncho descendió de 14186 ha en 1970 a 6624 ha en 1980. Simultáneamente con el descenso de la superficie sembrada y de la producción nacional, ha habido un incremento de la importación de este grano, procedente de África y Santo Domingo. Esta información únicamente la reporta el manual de comercio exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante las tres últimas décadas, la mayor producción de este rubro se ha concentrado en los estados Carabobo, Cojedes y Portuguesa. 

Situación del Cultivo 

En las experiencias de siembras comerciales de quinchoncho en Belisa II, estado Yaracuy, durante los años 1983, 1984 y 1985, en superficies de 20, 100 y 300 hectáreas, respectivamente, se demostró mediante la dirección técnica del MAC, FONAIAP, CORPOOCCIDENTE y el IAN, que este cultivo no sólo se adapta a la rotación con maíz a salidas de agua y en período de sequía (octubre-marzo), sino que también se ajusta muy bien a las operaciones de siembra y cosecha mecanizada con las maquinarias convencionales disponible en la zona.

Exceptuando las experiencias mencionadas, se puede decir que en el resto del país la mayoría de las áreas sembradas responden al patrón de las siembras en pequeña escala con tecnología tradicional, sin mecanización, con siembras en mayo, al inicio del invierno y cultivares de ciclo largo (7 meses). Para 1980, las 6624 ha sembradas dieron una producción de 3447 tm, para un rendimiento de 520 kg/ha, según el Anuario Estadístico Agropecuario 1980 del Ministerio de Agricultura y Cría. Informaciones recabadas por la Sección de Leguminosas en la Estación Experimental de Yaracuy, indican que el precio de venta de la semilla seca durante 1986 osciló entre 6 y 10 bolívares por kilogramo y el de la semilla verde, entre 15 y 25 bolívares. Hasta la fecha no existe semilla certificada de este cultivo en el mercado.

Variedades 

Para el momento de redactar esta información, la Sección de Semillas del FONAIAP no se ha pronunciado oficialmente acerca de la solicitud de elegibilidad para las líneas Lara 98-1 y Táchira 401 , obtenidas por la Sección de Leguminosas en la Estación Experimental Yaracuy. En igual situación de espera por elegibilidad, se encuentra la línea precoz San Nicolás, obtenida en la Estación Experimental Portuguesa. Las siembras comerciales de quinchoncho en el estado Yaracuy, antes referidas, se efectuaron con la línea Lara 98, pero debido a los bajos rendimientos obtenidos en semilla durante 1986, atribuibles entre otros factores a siembras tardías efectuadas en diciembre, contrario a la recomendación técnica; los precios bajos a que se pagó la producción nacional (entre 6 y 10 Bolívares), conjuntamente con la presencia de un gran volumen de grano importado en el mercado nacional, los productores de Belisa decidieron no conservar semilla de esta línea para la siembra 1986-1987. Por tales razones, no se cuenta con semilla en suficiente cantidad y calidad para las siembras del período seco 1986-1987. De allí que sea necesario efectuar las previsiones técnicas, conjuntamente con la Sección de Semilla del FONAIAP y los productores interesa dos, para multiplicar las semillas que den apoyo a las siembras comerciales del período 1987-1988. 

Sistema de Siembra

En las operaciones mecanizadas de siembra de quinchoncho se puede utilizar la sembradora de chorro corrido de cultivos múltiples y la sembradora a tranco de maíz. En esta última sembradora, deben adecuarse los orificios del plato al tamaño y forma de la semilla de quinchoncho. La semilla se puede colocar a una profundidad de 3 a 4 cm. Para la siembra en rotación con maíz, a salidas de agua, se recomienda dejar una población de 20 plantas por nietro y una separación de 0,7 metros entre hileras. En el estado Yaracuy se ha venido recomendando la cantidad de 30 Kg./ha en las siembras comerciales mecanizadas. Para las siembras en monocultivo en mayo, al inicio de las lluvias se recomienda 1,5 metros de separación entre hileras y 5 plantas por metro para las variedades de ciclo largo. Para variedades precoces se aconseja 1 metro entre hileras y 20 plantas por metro lineal. En las siembras asociadas con maíz o yuca se puede mantener la cifra de 5 plantas por metro lineal, pero dejando una mayor separación entre las hileras, de 2 a 3 metros. 

Sistema de Cosecha 

Cuando más del 95% de las vainas de la plantación de quinchoncho están completamente secas, se puede iniciar la cosecha con la misma máquina combinada que se utiliza en la cosecha del sorgo y el arroz. Deben tomarse precauciones para reducir pérdidas por caídas y daños mecánicos a las semillas. A los fines de la cosecha de vainas tiernas, debe esperarse que el grano llene totalmente la celda y predomine en él, un color verde intenso, el cual se ajusta a las exigencias de los consumidores y de la industria enlatadora y de congelados.

Principales Limitantes 

De acuerdo a los datos del Anuario Estadístico Agropecuario del Ministerio de Agricultura y Cría, la superficie destinada al cultivo del quinchoncho ha venido descendiendo desde 1970. Por otro lado, se ha notado un incremento de la importación de esta leguminosa en el país. Esta situación ha generado que el quinchoncho tenga una demanda inelástica, que por los momentos no ofrece garantía de ingresos altos para el productor de granos secos. Hasta el presente, no existe ninguna campaña oficial que promocione en los sectores urbanos las ventajas nutritivas del quinchoncho como grano fresco y seco. Esto sería muy importante, ya que por lo general, los principales consumidores de quinchoncho provienen del sector rural. Aun cuando los productores organizados de la empresa Belisa II en el estado Yaracuy, han formulado diversas peticiones ante los organismos oficiales competentes (FCA, ICAP), no han conseguido financiamiento para una planta enlatadora y congeladora de quinchonchos tiernos, la cual pudiera ser fuente de grandes beneficios económicos para los campesinos de la región Yaracuyano y un modelo agroindustrial extrapolable a otras regiones del país.