|
FONAIAP DIVULGA > Colecci�n > N�mero 27 Enero-Marzo 1988 |
|
FONAIAP DIVULGA No. 27 Enero-Marzo 1988 |
�ngel E. Armas V. |
El grado de adelanto que puede aspirar o alcanzar un pa�s est� en funci�n, casi lineal, del apoyo e impulso que se le de desarrollo de tecnolog�as propias o a la adaptaci�n aquellas tecnolog�as extranjeras comprobadas como efectivas en las condiciones donde se van a implantar la creaci�n de tecnolog�as significar� una producci�n de insumos a gran escala, de mayor calidad y seguramente a m�s precio; con generaci�n de fuentes de trabajos estable con salarios que mejorar�n la condici�n m�dico-social del trabajador. La industria av�cola venezolana, desde el punto de vista tecnol�gico, se puede considerar que aplica pr�cticas modernas en sus proceso de producci�n, logrando producciones satisfactorias y eficientes. Sin embargo, gran parte de esa tecnolog�a es adaptada y se hace necesario el desarrollo de la tecnolog�a aut�ctona que incluya sistemas de manejos adaptados a climas c�lidos, donde juega papel importante el dise�o de las construcciones, tipo y material del techo (especial para cubrir las olas de calor en zonas como Maracaibo), un mejor conocimiento de las materias primas nacionales y c�mo su utilizaci�n, por parte de los animales, puede ser afectada por los diversos factores ambientales. Se requiere ampliar los estudios sobre las enfermedades de las aves, su control y prevenci�n a trav�s de la producci�n de vacunas nacionales, revisi�n de los sistemas de cr�a de otras especies de aves (patos, pavos, gansos, codornices y guineas), que comienzan a ser una buena fuente de producci�n de prote�na animal y escasamente se conoce c�mo explotarlos eficientemente y c�mo caracterizar el comportamiento productivo del material gen �tico que se emplea, incluyendo el nativo. La avicultura ha adquirido relevante importancia en los a�os de la econom�a nacional, ya que m�s del 50% de la prote�na de origen animal proviene actualmente de la avicultura, debido principalmente al incremento en precio que ha tenido lugar en las otras fuentes competitivas (carne de bovinos, ovinos, cerdos, pescados, etc.). Esta industria representa una inversi�n superior a 6 mil millones de bol�vares, proveniente casi en su totalidad del esfuerzo del sector privado y est� conformada por cerca de 900 granjas de las cuales 50 son utilizadas en la cr�a de material gen�tico importado (abuelos y padres). Es capaz de producir 290 millones de kilogramos de pollos y 2 mil ochocientos millones de huevos al a�o. Como puede observarse, esta industria produce casi la totalidad de las necesidades de huevos de consumo y de carne de pollo actuales, pero se estima que para los a�os venideros, debido al incremento de la poblaci�n y al hecho de que los precios de estos productos resulta muy inferior a las otras fuentes proteicas de origen animal, el consumo per c�pita ser� muy superior. Por ello, ser� necesario tomar ciertas previsiones a fin de que el d�ficit que pueda presentarse sea superado sin recurrir a importaciones. Es indudable que la excelente eficiencia de la industria, que es capaz de producir alta calidad a bajos precios y una bien incentivada planificaci�n de nuevas empresas, evitar� esto. Los altos precios que han alcanzado estos productos, en el mercado internacional, abren grandes posibilidades para la exportaci�n. El enfoque de los diversos problemas que afectan esta pujante industria venezolana, en recientes eventos cient�ficos y tecnol�gicos. se concentr� principalmente en: 1. La falta de materia prima para la elaboraci�n de alimentos concentrados; la producci�n nacional es capaz de aportar el 28% de las necesidades. Las importaciones se realizan en forma irregular y se le atribuye a la falta de una pol�tica definida del gobierno y de las empresas industriales del ramo; tambi�n, a la falta de planificaci�n por parte de las instituciones encargadas de estos asuntos. 2. El aumento en los costos de producci�n (construcci�n, mano de obra, medicinas, etc.) y la falta de sinceraci�n de los precios han provocado que el crecimiento de esta industria no sea mayor. 3. Importaciones sin planificaci�n ni consulta. El incremento de la poblaci�n provoc� un consumo mayor de pollos de engorde, que s�lo pudo ser cubierto con importaciones. Sin embargo, se realizaron con cierta ligereza, ocasionando, al final, excedentes y desajustes en la producci�n nacional. A estos puntos debemos agregar que existe: a) una alta dependencia de las importaciones; la totalidad del material gen�tico base es importado. Los progenitores para la producci�n de pollos de engorde son importados en forma de pollo 88, y van a dar origen a las l�neas paternas y maternas nacionales respectivamente y �stos �ltimos son los que van a producir los huevos f�rtiles. Es decir, se importan los abuelos. Tambi�n se pueden importar los padres directamente. En el caso de los gallinas ponedoras se importan los reproductores para la producci�n de huevos f�rtiles, destinados a producir ponedoras. b) Tambi�n se importa gran parte de los ingredientes utilizados en la elaboraci�n de alimentos para aves. Esta cifra alcanza casi el 70% del valor total. Todo esto configura una situaci�n que casi la convierte en una industria de ensamblaje. A pesar de la velocidad con que este sector de la producci�n agr�cola se desarrolla, se ha podido observar, en estos dos �ltimos a�os, que el aumento progresivo del costo de los insumos en esta industria, sin compensaci�n efectiva en los precios al productor, han reducido los m�rgenes de comercializaci�n y ha hecho que disminuya el entusiasmo por esta actividad. Cierto n�mero de peque�os granjeros comienzan a retirarse y subsisten los m�s desarrollados con ganancias marginales. Sin embargo, en un estudio realizado en la Universidad Central de Venezuela (Facultad de Agronom�a), se advierte que existe un gran diferencia en cuanto a la rentabilidad. Los granjeros independientes logran hasta el 40%, mientras que aquellos integrados (dependientes de los grandes consorcios), s�lo alcanzan el 16%. Tambi�n se aprecia en este trabajo las buenas ganancias que se derivan de la comercializaci�n del pollo. Otros puntos negativos han sido las importaciones durante los per�odos de escasez, sin una adecuada planificaci�n, lo que ocasion� desajustes no s�lo a los productores, sino tambi�n en las plantas incubadoras, mataderos y cavas de almacenamiento. Es muy claro que la demanda de estos productos continuar� en aumento y el pa�s debe planificar cuidadosamente el crecimiento que sufrir� esta industria a fin de evitar las crisis que puedan acarrear malestares a este importante rengl�n que contribuye con m�s de 16% del producto territorial bruto (PTB). Se considera que actualmente la industria av�cola genera, directa e indirectamente empleo a m�s de 250 mil personas. El cr�dito utilizado ha sido obtenido mayoritariamente por la banca privada, siendo muy peque�a la ayuda del sector oficial (no mayor al 15%). En su aporte nutricional estos productos av�colas significan una excelente fuente de prote�na de alta calidad biol�gica, una buena fuente de �cidos grasos insaturados, de hierro, calcio, f�sforo, teniendo tambi�n gran contenido de amino�cidos esenciales, requeridos en la dieta diaria. TECNOLOG�A DE LA PRODUCCI�N AV�COLA Tecnol�gicamente se puede considerar a Venezuela como un pa�s con una industria av�cola moderna, din�mica, de controles sanitarios eficientes. A pesar de ello, es necesario refinar las tecnolog�as actuales y hacerlas m�s propias con la finalidad de favorecer una expansi�n m�s segura y confiable. Alimentaci�n y Nutrici�n En la alimentaci�n y nutrici�n de las aves se emplean ingredientes con los cuales se logran mezclas muy eficientes, pero existe una gran dependencia del abastecimiento externo, especialmente de soya y ma�z. El gobierno ha estado subsidiando estos ingredientes con el objeto de mantener precios bajos en los productos av�colas; en la actualidad esto resulta muy oneroso para el pa�s por la gran fuga de divisas. La nueva pol�tica cerealera ha favorecido que se disminuya notablemente la importaci�n de granos. Los minerales y pigmentantes, por una serie de razones casi desconocidas, se producen en muy peque�as cantidades que tambi�n las importamos, agravando la situaci�n. Las vitaminas y micro ingredientes, indispensables en las dietas, y, a pesar de incluirse en peque�as cantidades, deben ser importadas, contribuyendo a encarecer la raci�n. El 95% de los criadores usan alimentos ya elaborados. Las raciones iniciadoras tienen cerca de 22 a 23% de prote�na y 2900 calor�as. Las terminadoras 18% y 3000 calor�as. Para ponedoras se suministra un solo tipo de alimento con cerca de 17% de prote�na y 2700 calor�as. Los fabricantes no est�n obligados a declarar sus f�rmulas, s�lo deben ajustar sus contenidos de prote�na y un m�ximo de fibra. El Estado tiene control sobre estos productos. La �nica gu�a del criador es el rendimiento productivo que observa en sus aves. Manejo Las pr�cticas de manejo en general, as� como el equipo utilizado y el dise�o de las construcciones, parecen ser apropiadas para ser de esta actividad un buen negocio. Se conocen bastante bien las densidades m�s favorables, se emplean equipos autom�ticos que favorecen un alto aprovechamiento del alimento y el material usado como cama (concha de arroz o viruta), resulta satisfactorio. A pesar de que el dise�o de los galpones permite una buena ventilaci�n y su orientaci�n favorece que se disminuya el efecto solar, existen en el pa�s zonas ecol�gicas de temperaturas ambientales que exceden los valores del rango de termo neutralidad m�xima en las gallinas que es 72�C, (es el caso de Maracaibo) y es en estos sitios donde los cambios en las construcciones se orientan hacia una instalaci�n con f�cil ventilaci�n para ayudar a las aves en su proceso de termo-regulaci�n. Estas altas temperaturas ambientales resultan cr�ticas en algunas zonas del pa�s y tienen una definitiva influencia sobre la productividad. Cuando las temperaturas alcanzan valores superiores a 27�C, las aves comienzan a sufrir un marcado efecto sobre su rendimiento y los costos de producci�n aumentan. Las aves deben tomar mayores cantidades de agua y consumen menos alimento. Cuando estas temperaturas aumentan a valores cercanos a 37�C, la postura baja dr�sticamente y algunas mueren por sofocaci�n. En regiones como Maracaibo es frecuente que se presenten estas situaciones en ciertas �pocas del a�o. Los efectos de las altas temperaturas se pueden resumir as�: mayor consumo de agua, mayor temperatura corporal, mayor frecuencia respiratoria, menos consumo de ox�geno, menor presi�n sangu�nea, menos pulso, baja actividad de la tiroides, bajo nivel de calcio en la sangre, menos consumo de alimento, menos peso corporal, menos producci�n de huevos, peso del huevo inferior, c�scara m�s delgada y menor calidad interna del huevo gen�tica Manejo Gen�tica La explotaci�n intensiva de aves en el pa�s se ha desarrollado, con escasas excepciones, sobre la base del material gen �tico importado. Este material viene al pa�s en forma de huevos f�rtiles o de pollos 88, que al llegar a adultos son utilizados, por cruzamiento, para la formaci�n de los h�bridos que ser�n explotados comercialmente como pollos de engorde o gallina ponedora. Estos h�bridos pueden ser obtenidos a trav�s de la importancia de progenitores (abuelos) o por medio de reproductores (madres). En su mayor�a este material proviene de los Estados Unidos, obtenido a trav�s de trabajos gen�ticos de consanguinidad y cruzamiento. Al final de su vida �til son reemplazados por nuevas importaciones, ya que su naturaleza gen�tica va a favorecer segregaciones que pueden resultar inconvenientes en las siguientes generaciones. Para la producci�n de pollos de engorde se importan el Vantress, Arbor Acres Cobbs Hubbard, principalmente. En la producci�n de pollitas para postura, los m�s utilizados son la Sex-Link, Golden Hubbard, Warren Sex Sal Link y la Leghorn Shaver. Sobre el rendimiento de este material en el pa�s no se tiene informaci�n muy precisa, tampoco existe informaci�n oficial sobre el rendimiento de la producci�n en carnes de pollos de los grupos importados. Las compa��as importadoras tienen un mejor control sobre la productividad de estos grupos por medio de registros muy estrictos, y, se�alan que bajo condiciones de manejo y alimentaci�n adecuada, se puede esperar producciones de 240 huevos/gallinas/a�o (en otros pa�ses alcanzan 270 o m�s). Este tipo de informaci�n s�lo es posible conseguirla en granjas muy organizadas. Gran parte de la producci�n proviene de razas que producen huevos rosados (Warren, Sex-Link y Hubbard). Las gallinas de huevos blancos, se ha podido comprobar, tiene tendencia a poner mayor n�mero de huevos ya un consumo de alimentos significativamente inferior. Sin embargo, las preferencias del p�blico por el huevo rosado han hecho que el blanco tenga muy poco valor en el mercado. T�cnicas de procesamiento y comercializaci�n de los productos av�colas En la industria av�cola la continuidad de la eficiencia productiva, debe asegurarse hasta las fases de procesamiento y comercializaci�n, con el objeto de garantizar al consumidor la obtenci�n de un producto econ�mico y de �ptima calidad. En Venezuela, a pesar del vertiginoso crecimiento y empuje de la avicultura, existen graves problemas que limitan y distorsionan la rentabilidad de la producci�n, y, paralelamente, la carencia de las m�s elementales normas de categorizaci�n y control en los productos av�colas finales, los coloca como una fuente potencial de peligros para la salud, prest�ndose a frecuentes fraudes al consumidor. En el a�o de 1976, en un estudio conjunto del CONICIT y la Gerencia T�cnica del FONAIAP, se determin�, que dentro del rubro aves entre las dos actividades que resultaron con prioridad n�mero 1, destacaba el procesamiento y comercializaci�n de los productos av�colas, por constituir un �rea de investigaci�n sin antecedentes en el pa�s y donde la industria y organismos de comercializaci�n oficiales, en los �ltimos a�os se ha visto desbordada por numerosos problemas en la fase postcosecha. Entre ellos se destaca la utilizaci�n racional de los mataderos; p�rdidas cuantiosas de productos (carne y huevos), por falta de t�cnica para la conservaci�n de los mismos; carencia de una pol�tica de transformaci�n de productos frescos en productos no perecederos (huevos en polvo, huevos l�quidos, huevos congelados) ; falta de promoci�n y orientaci�n del consumo de productos av�colas; elevados precios en la elaboraci�n del producto final como consecuencia del mal uso del recurso f�sico y humano; contaminaci�n creciente del ambiente por falta de controles y aportes a los productores con el fin de atender la contaminaci�n, etc. El creciente aumento del consumo per c�pita de carne de aves y huevos, nos indican la existencia de un potencial aumento de la producci�n que exige la creaci�n e innovaci�n de din�micos canales de comercializaci�n y la puesta en pr�ctica de una tecnolog�a mejorada de manejo. Si se perfeccionan las t�cnicas de procesamiento, los servicios, la calidad y sanidad de estos productos, aumentar� racionalmente la producci�n y consumo de huevos y carne de aves, sin que esto represente un alza en el costo de los mismos. Se trata, entonces, de no aplicar medidas simplistas y acomodaticias en los precios a nivel de productor o consumidor, sino que mediante la intervenci�n de la ciencia y la tecnolog�a se logre un producto m�s eficiente, donde la aplicaci�n de las leyes econ�micas de la producciones a gran escala sean una constante. De esta manera, se pueden producir mayores cantidades de carnes y huevos, sin que se tenga necesariamente que realizar cambios violentos en la fijaci�n de precios a granjeros o consumidores. La correcta manipulaci�n de los huevos a consumo directo, contempla los aspectos de producci�n, recolecci�n, empaque, transporte y comercializaci�n a objeto de que lleguen al consumidor en un estado tal, que el grado de deterioro de la calidad inicial (grado de frescura) y sus caracter�sticas organol�pticas y valor nutritivo, sea lo menos posible. Adem�s de las implicaciones higi�nico-sanitario y de la falta de uniformidad de los productos av�colas que se comercializan, uno de los puntos que m�s nos concierne investigar, es el relacionado con la baja rentabilidad que presenta hoy la industria av�cola en esta etapa de la producci�n como consecuencia de la subutilizaci�n de la capacidad instalada de los mataderos y otras dependencias del procesamiento comercializaci�n. Patolog�a aviar No es muy abundante el n�mero de datos epidemiol�gicos que afectan la productividad de esta industria y su incidencia econ�mica. En el Ciclo de Conferencias (enero de 1981), se presentaron datos sobre la mortalidad en las enfermedades m�s importantes, haciendo estimaciones sobre las p�rdidas econ�micas y los gastos atribuibles. El autor informa que en la producci�n de pollos de engorde, s�lo por complejo respiratorio se gastaron, por concepto de tratamiento y mortalidad, cerca de 24 millones de bol�vares. Estas cifras son muy superiores en el caso de ponedoras, alcanzando la cantidad de 148 millones de bol�vares, siendo la entidad causante las enfermedades de marek y coriza. Es indudable, estas cifras se�alan que el problema de las enfermedades en la industria av�cola, provocan p�rdidas de gran consideraci�n, las cuales se requiere atender con prontitud, si observamos que s�lo se tiene un estimado de p�rdidas en algunas enfermedades y que �stas alcanzan los 172 millones de bol�vares. Si se contara con un buen y organizado sistema de informaci�n sobre p�rdidas producidas, estas cifras ser�an de 20 a 30% o superiores. INVESTIGACI�N Casi toda la investigaci�n en esta �rea la realizan los centros de investigaci�n del Estado, las universidades y los institutos tecnol�gicos. Las compa��as fabricantes de concentrados, laboratorios y criadores, realizan tambi�n algunas pruebas de campo y poseen buenos laboratorios y, en algunos casos, asesoramientos de grandes consorcios internacionales, pero sus resultados no son publicados. Es escasa la literatura relacionada con este rengl�n. Los resultados de los experimentos son publicados, generalmente, en revistas especializadas (Agronom�a Tropical, Veterinaria Tropical, Revista Veterinaria). En las Memorias Anuales del Ministerio de Agricultura y Cr�a, aparecen avances y resultados de los trabajos realizados durante el a�o. Otros, son presentados en Congresos internacionales y en revistas de circulaci�n mundial. Las publicaciones de las compa��as, tienen m�s que todo funci�n divulgativa, con recomendaciones de manejo y promoci�n de sus productos (animales, medicinas, alimentos, etc.). La Federaci�n de Avicultores publica tambi�n una revista (Revista FENAVI) de amplia distribuci�n entre los criadores. Nutrici�n Muchas pruebas se han realizado en el pa�s (FONAIAP, UCV), empleando ingredientes nacionales, que sustituyen los materiales importados, logr�ndose combinaciones que han resultado muy halagadoras. Sin embargo, los industriales, han puesto muy Poco ,inter�s en los resultados, ya que utilizando materia prima Importada y subsidiada, logran, como. ya se menciono, un excelente producto que tiene como n�cleo principal la combinaci�n ma�z-soya. Pero, debido a los problemas cambiarios, por la baja del precio del petr�leo, los nutricionistas deber�n buscar la soluci�n con el empleo de nuestros propios ingredientes. Se producen en el pa�s una gran cantidad de productos de los cuales se tiene algunas informaci�n y que con prueba estudios profundos, se podr�n incorporar a las raciones para aves. Dentro de ese grupo podemos mencionar, las harinas de man�, ajonjol�, algod�n, coco, palma, como fuentes proteicas; yuca, sorgo, arroz, como fuentes de carbohidratos; tambi�n fuentes animales como harina de sangre, pescado, carne subproductos del pollo y plumas, as� como minerales, l fosforita y otros raros fosf�ticos, con los cuales se comienzan a realizar estudios de evaluaci�n. El FONAIAP tiene para ofrecer abundante informaci�n experimental sobre el uso de estos ingredientes, especialmente en raciones para pollos de engorde, ya que �sta e transportable con peque�as modificaciones, para la elaboraci�n de raciones para ponedoras. Igualmente, se han estudiado las relaciones de nutriente (energ�a/prote�na y Ca/P) en nuestras condiciones. Es mi importante mencionar aqu�, que tambi�n existen en el pa�s una gran cantidad de subproductos de distintas fuentes, las cuales son factibles de ser incorporados en raciones, previo estudio de su composici�n. Ya varios pa�ses han puesto un gran inter�s en el desarrollo de tecnolog�as que permitan procesar esos subproductos y hacerlos utilizables como alimento para las aves a bajos precios. Pero, para lograr un uso apropiado de todos estos ingredientes es necesario contar con una tecnolog�a que incluya an�lisis qu�micos con equipo moderno y eficiente (analizador de amino�cidos) y desarrollar t�cnicas efectivas evaluaci�n por medio de estudios de digestibilidad y completar las pruebas de campo. S�lo de esta manera se tendr� un conocimiento preciso del valor nutritivo de nuestros ingredientes y se podr� incluirlos en la mezclas alimenticias apropiadamente Gen�tica La investigaci�n en este campo es muy reducida; la gran facilidad de adquisici�n del material gen �tico en el exterior, su rendimiento satisfactorio, en nuestras condiciones no ha favorecido la atenci�n de entes gubernamentales. Sin embargo, ya pesar de que es peque�a su incidencia sobre los costos de producci�n (cerca del 15%), la dependencia es casi del 100%. Es importante se�alar, que recientemente, en los sitios de origen de gran parte del material que traemos, han aparecido brotes de enfermedades altamente contagiosas que obligaron a interrumpir las importaciones desde hace casi tres a�os, con el consiguiente malestar que significa desviarlas hacia otras fuentes. Este riesgo tambi�n juega un papel muy importante en el desarrollo de nuestra industria av�cola. Casi toda la investigaci�n en este campo la ha realizado el FONAIAP a trav�s de su Unidad Experimental de Aves, ubicada en la Escuela Pr�ctica de Agricultura (INAGRO). Esta ha consistido principalmente en la evaluaci�n de materiales importados, de material criollo y sus cruces. Como material criollo se ha seleccionado grupos con el car�cter NA, cuello desnudo o piroca, y esta caracter�stica hace a estos grupos m�s adaptables a condiciones de climas c�lidos. En otros pa�ses, como Francia, Estados Unidos y otros, consideran a este tipo de aves de gran potencial, especialmente en climas calientes. Es abundante en las zonas del Caribe, M�xico y Brasil. Sin embargo, por razones de variada �ndole estos trabajos se han limitado a la depuraci�n, selecci�n de peque�as poblaciones, m�s que todo con la idea se inicia el trabajo de cruzamiento. El primer cruce con la raza Leghorn dio resultados promisorios (promedio de producci�n de 231 huevos, y algunos alcanzaron hasta 285 huevos en el a�o). Se contin�an estos trabajos aunque a muy baja escala (poblaciones peque�as) con el cruce con otras razas, y conservando el material original bajo una selecci�n muy cuidadosa. Estos mismos trabajos se han iniciado con pavos. Tambi�n la Facultad de Agronom�a (UCV) realiza estudios similares. T�cnicas de Procedimiento Es muy poca la tecnolog�a a ofrecer en esta �rea, ya que no existen todav�a normas de categorizaci�n y control de calidad de los productos av�colas. Se necesita informaci�n sobre el grado de influencia que los factores de producci�n desarrollan sobre calidad de carnes, antes y despu�s del procesamiento: evaluar el efecto sobre la calidad de los huevos derivado del manejo de los factores de producci�n; desarrollar medidas eficaces para evitar el deterioro de los productos durante la comercializaci�n; estudiar las t�cnicas para la utilizaci�n y transformaci�n de subproductos. Patolog�a Avilar La Secci�n de Patolog�a Aviar del Instituto de Investigaciones Veterinarias, realiza la investigaci�n en esta �rea. Han sido identificado los agentes etiol�gicos, se han elaborado vacunas de enfermedades como New Gastle, Viruela y Bronquitis, han sido probados sus respectivos planes de vacunaci�n. Tambi�n fueron identificados los agentes etiol�gicos de enfermedades respiratorias cr�nicas, micoplasmas y coriza {GAG), y se emplean medidas preventivas y curativas eficaces. Se utilizan vacunas importadas para las enfermedades de Marek y Gumboro, as� como tambi�n se han desarrollado planes de vacunaci�n efectivos. Se cuenta con f�rmacos para prevenir y controlar enfermedades parasitarias como la Goccidiosis. En enfermedades como Salmonellosis se aplican rigurosas medidas, para evitar su diseminaci�n, especialmente con materiales importados. Se hace necesario, un desarrollo de pr�cticas de diagn�sticos m�s �giles y seguros, para un mejor control de las enfermedades, con el objeto de facilitar el control de brotes y preparar personal en estas actividades para ampliar la cobertura nacional. Organizar un sistema de recolecci�n de informaci�n, creando laboratorios en zonas de mayor densidad de animales, que facilite la cuantificaci�n de las dosis y puedan planificarse programas preventivos m�s efectivos con la finalidad de establecer prioridades en la investigaci�n av�cola. |