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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 28 Abril-Junio 1988 |
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FONAIAP DIVULGA No. 28 Abril-Junio 1988 |
"Esta es una enfermedad que apareció en los camburales de Aragua hace más de 25 años, pero se ha extendido a todo el territorio, ya que es causada por un virus que también es el responsable del Mosaico Común en el pepino. Sin embargo, no es difícil mantener a raya la enfermedad, si se toman las medidas preventivas que se recomiendan en este articulo." Alfonso Ordosgoitti F. |
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La clorosis infecciosa es una enfermedad causada por un virus por primera vez en Venezuela en 1960, en los alrededores de Cagua, estado Aragua. Para 1965 ya se encontraba en casi todas las regiones del país que producen cambur 'pineo', del mismo clón de cambur que se siembra en los Valles de Aragua. Actualmente está presente en todo el territorio nacional y sobre la mayoría de las especies de cambur y plátanos sembrados en Venezuela, especialmente en cambur 'pineo enano', 'pineo gigante', 'plátano hartón', 'topocho enano', 'topocho pelipita', 'mysore' y Musa balbisiana Colls. Como el virus causante de esta enfermedad es el mismo que origina el "mosaico común" en los pepinos, conocido en el país desde hace mucho tiempo, se supone que desde esta hortaliza, en forma directa o a través de otros hospederos, el virus llegó a los bananos al darse las condiciones necesarias para ello. No se sabe cuáles serían estas condiciones, pero sí que por alguna circunstancia no se habían presentado anteriormente. Debido a la severa infección que ocasionó la enfermedad en los brotes observados en los Valles de Aragua en 1961 y 1962, se pensó que iba a significar un duro golpe para el cultivo del cambur. Los experimentos, observaciones y estudios nos han enseñado que, en plantaciones bien atendidas y que sigan las recomendaciones formuladas para su control, las pérdidas se reducen a cantidades insignificantes.
Sintomatología Los síntomas de la clorosis infecciosa dependen mucho de la intensidad de la infección sufrida por la planta y de la edad de la misma. A continuación se describen tal como aparecen comúnmente en el campo. Corrientemente, las plantas jóvenes enfermas muestran un rayado clorótico transversal en las hojas, con enrollamiento del margen de las mismas. La hoja adopta en este caso, una posición erecta y rígida; otras veces, el rayado es muy marcado ya manera de bandas, van tomando un color marrón oscuro que da un aspecto de quemado al follaje el cual muere posteriormente. El ancho de la hoja infestada varía de normal a muy angosto, o bien la mitad de la lámina normal y la otra mitad más estrecha. Este último caso se ha observado con frecuencia en plantas jóvenes. En ocasiones, las hojas del cogollo permanecen enrolladas. Al cortar longitudinalmente el pseudotallo de estas plantas; se observa una pudrición del cilindro central que baja hasta el cormo y termina por causar la muerte de la cepa. Tales síntomas suelen presentarse durante la estación lluviosa. El tamaño y desarrollo de la cepa y los racimos, son afectados muchas veces en forma tal que el pseudotallo apenas se levanta 1 metro o menos del suelo. Para producir un racimo raquítico que madura con sabor corriente, pero que carece totalmente de valor comercial, tardan dos o más años. En otros casos, una cepa enferma puede aparentar ser tan vigorosa como las demás y con magnífica producción. Tan sólo se nota como síntoma de la enfermedad, una que otra hoja, incluso a veces una sola, con alguna raya de puntos cloróticos. Organismo Causal Como se dijo anteriormente, el agente causante de la clorosis infecciosa es el mismo virus que produce el "mosaico común" en el pepino, y también enfermedades similares en melón, patilla y auyama, además de muchas malezas comunes. Se ha comprobado que en nuestro medio, los áfidos pulgones del pepino (Aphis gossypii y Myzus persicae), transmiten el virus desde estas plantas susceptibles. También es posible que otras especies de áfidos actúen como vectores, tal como ocurre en otros países. Por observaciones de campo, se piensa que el origen de la mayor parte de las plantas enfermas se encuentran en la siembra de "semilla" infectada. La distribución tan rápida de la enfermedad se debió, probablemente, a que Aragua ha sido centro de distribución de semillas para todo el país. En esta zona, los insectos vectores se han comportado con poca eficacia para transmitir el virus a cambur, pero pudo ser que en la plantación del cambur, se intercalacen otros cultivos susceptibles como pepino, patilla y otras cucurbitaceas. En este caso, sí es frecuente encontrar plantas enfermas provenientes de "hijos" que, al parecer, se sembraron sanos. Control Las medidas de control de esta enfermedad son relativamente fáciles y los resultados obtenidos por los productores de cambur al seguirlas, son muy halagadores. A tales efectos, se recomienda tomar las medidas siguientes:
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