|
FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 30 Octubre-Diciembre 1988 |
|
FONAIAP DIVULGA No. 30 Octubre-Diciembre 1988 |
Mercedes Moreira.
Ingeniero
Agrónomo. Investigador |
||||||||||
Los insectos pueden obtenerse usualmente por los métodos siguientes:
Para la captura directa se registran diversos lugares haciendo una buena revisión, para lo cual la persona que busca los insectos debe ser buena observadora. El conocimiento de hábitos de los insectos ayuda a veces a encontrarlos, así mismo los hospederos pueden ser de gran ayuda. El uso de cebos atrayentes permite lograr ejemplares insectiles de difícil captura. Entre los cebos se pueden citar: frutas fermentadas, jugos de frutas preparados con papelón, cerveza, alcohol; animales muertos, excrementos; flores de algunas plantas, por ejemplo el rabo de alacrán (Heliotropium sp.) es buen atrayente para ciertas mariposas; también algunos productos químicos se usan como atrayentes: salicilato de metilo, derivados de la urea, aceites vegetales tal como el aceite de Angélica, utilizado para la captura de dípteros; asimismo se pueden usar algunas proteínas naturales o sintéticas para cazar insectos, entre ellas se pueden mencionar: Nasiman 73, Buminal, y levadura de cerveza. Otro grupo de atrayentes usados comúnmente son los de tipo sexual los cuales son específicos se puede mencionar Trimedlure para capturar machos de Ceratitis capitata. La captura a la luz es la mejor manera de obtener insectos de hábitos nocturnos. Se requiere una luz blanca e intensa (lámpara de gasolina, bombillo de vapor de mercurio, o luz negra), debe disponerse de una lona o sábana blanca de fondo, la cual se instalará en un área despejada rodeada de buena vegetación. La cría de insectos permite la obtención de ejemplares frescos y perfectos; aportando alguna información sobre hábitos alimenticios, plantas hospederas, enemigos naturales, etc. Equipo para la captura
Las mallas pueden ser de diferentes tipos, generalmente llevan un aro de alambre fuerte, con mecanismo para sujetarlo al mango que puede ser de madera o de aluminio. El diámetro del aro varía según la clase de insecto que se desea cazar, la tela o bolsa debe ser flexible pero fuerte (nylon) y para evitar daños a los insectos muy activos. Los frascos para captura deben ser de tapa roscada y boca ancha para facilitar el manejo. Se usan de tres medidas, según el tamaño de los insectos a 1 capturar. La preparación de los frascos de captura se hace con cianuro de potasio o con éter. En el primer caso se coloca yeso o aserrín en el fondo del frasco y el cianuro se pone en medio del yeso o aserrín, encima se coloca una cubierta de celulosa o un disco de corcho. Debe manipularse con sumo cuidado en el caso del cianuro por tratarse de un veneno sumamente peligroso. La preparación de frascos con éter es como sigue: un tubo abierto por los extremos donde se pone un tapón de corcho y en el medio un disco ajustado de corcho. A un lado del disco se pone un algodón empapado de éter y del otro lado se coloca el insecto que deseamos matar. Para matar los insectos no debe usarse formol, ya que este producto los endurece y dificulta su montaje. Las pinzas que regularmente se usan son la de punta plana para manejar mariposas y una suave para insectos pequeños. El uso de los aspiradores permite la captura de insectos pequeños de movimientos rápidos; consiste en un frasco con tapón bihoradado, en cada orificio va insertado un tubo capilar de vidrio, uno más largo que el otro; por el tubo largo se hace la aspiración, por el corto se atrapa el insecto; en el tubo de aspiración en su extremo interior se coloca un pedacito de gasa para evitar la subida de los insectos. En casos donde el interés es la captura de insectos pequeños localizados en granos, harinas o en el suelo, deben usarse cribas o zarandas las cuales se consiguen de diferentes diámetros de la criba. Se selecciona la zaranda adecuada, según el material a examinar, moviéndose fuertemente de un lado a otro y los insectos presentes caen en una bandeja colocada debajo de la zaranda.
Conservación de los ejemplares Capturados los insectos deben manejarse cuidadosamente, manteniendo las mariposas separadas de los insectos fuertes y grandes. Las mariposas, libélulas y otros insectos frágiles o delicados deben colocarse en un sobre de papel tan pronto se maten. El montaje, bien sea del material fresco o reblandecido en cámara húmeda, puede ser directo para ejemplares de tamaño mediano o grande y en doble montaje si son muy pequeños. Con los insectos delicados como los lepidópteros se requiere una gran precaución para reblandecerlos, puesto que pueden cambiar de color fácilmente. El montaje se realiza de modo muy diferente según sean los insectos. Mariposas, taras, chicharras, libélulas u otros insectos que se pueden montar con las alas extendidas, requieren el uso de las tablas de montaje o entendedores y su buena. Preparación se adquiere con la práctica. Esta tabla consta de dos tablillas de madera alisada, entre las que queda una ranura para colocar el cuerpo; la base de esa ranura es de corcho donde se pueden clavar los alfileres. Se debe clavar el insecto en la ranura, de modo que el alfiler quede totalmente perpendicular y las alas, al estirarse, estén completamente horizontales por la base, para extender un insecto se usan tiras de papel algo más largo que la tabla de montaje y se sujetan con alfileres. Cada tira no mayor de 1 cm de ancho debe estar situada a poca distancia de la ranura y paralela a ésta, de modo que la base del ala de la mariposa quede libre a ambos lados; se coge el ala anterior cerca de la base y se le empuja suavemente hasta ponerla en posición correcta, o sea, que el borde de atrás forme un ángulo recto con la ranura; luego se lleva el ala posterior hacia atrás hasta que su borde delantero forme un ángulo bastante agudo con el borde trasero de la otra ala; luego de arreglar las alas se acomodan las antenas colocándolas paralelas al borde anterior de las alas delanteras y se fijan con alfileres. Debajo del abdomen se mete un pequeño pedazo de algodón para que se peguen en forma horizontal. Los lepidópteros más pequeños que están clavados sobre alfileres minuten (alfileres sin cabeza), se estiran sobre tablas pequeñas. Deben permanecer durante 4 a 6 semanas sobre las tablas a temperatura y humedad normales, pero se puede acortar el tiempo poniéndolos en armarios provistos de calor suministrado por medio de un bombillo.
A los coleópteros el alfiler se les clava por la mitad anterior del élitro derecho, de modo que la punta salga entre las patas media y posterior de ese lado ya los dípteros, por la mitad derecha del tórax se les clava sobre pedazos de anime, tan abajo que los animales quedan posados sobre el anime, se les acomodan las alas, las patas, el cuerpo y las antenas, manteniéndolas en la posición deseada con alfileres. Los insectos pequeños (dípteros y lepidópteros) se clavan con alfileres de acero muy cortos, finos y sin cabeza, luego se clavan en taquitos de poli poros o en cartoncitos y se colocan en un alfiler normal. El doble montaje más sencillo en el caso de insectos muy frágiles es pegándolos sobre pequeños rectángulos o triángulos de cartulina sostenidos con un alfiler por su base. Antes de pegarlo se extienden los apéndices, ayudándose con un pincel suave y luego se fija con una gota pequeña de goma que sea soluble al agua; se debe tener cuidado de no cubrir el insecto con goma, ya que puede ocultar características importantes para su identificación. Los insectos en los que también sean importantes las características de la parte inferior para su identificación, se fijan en cartoncitos que terminen en punta. El insecto se pega perpendicularmente al eje longitudinal de la placa, de modo que la punta de ésta no sobrepase el centro de su parte ventral. También se les puede fijar por el dorso. Después que estén extendidos, secar y luego desmontarlos y etiquetarlos. Los especímenes de Aleyrodidae, Coccidae y Diaspididae pueden ser conservados en la planta huésped. Acarina con excepción de las garrapatas, Siphonáptera, Aphididae, Aleyrodidae, Coccidae, larvas de Culicidae y algunos Trichogrammatidae, Mymaridae, larvas de Ixodidae, Argasidae y otros insectos pequeños se montan en láminas microscópicas removiéndole previamente su contenido interior. Con excepción de los especímenes de Aleyrodidae y Diaspididae, todos los grupos mencionados para el montaje en láminas microscópicas, además de Tephritoidea, Agromyzidae, Ichneumoidea, todos los insectos de cuerpo blando (incluyendo larvas y pupas) y la mayoría de insectos menores de 2 m m de longitud, pueden ser preservados en alcohol etílico o isopropílico al 70% (no debe usarse alcohol metílico o soluciones de formalina). Se recomienda cambiar el alcohol original a las 24 horas por alcohol fresco, debido a que el fluido interno tiende a diluir el alcohol. Los frascos deben llenarse hasta el tope con el preservante, recomendándose que sean suficientemente amplios para permitir el uso de pinzas o goteros para remover los insectos. Los tapones de goma, neopropeno o silicona son preferibles a las tapas. Las larvas deben ser hervidas antes de colocarlas en alcohol para evitar que se pongan negras. Todos los especímenes para que puedan alcanzar un pleno valor científico deben estar etiquetados. La información mínima que debe contener esta etiqueta es la siguiente: | ||||||||||
|