FONAIAP   DIVULGA  No.  30                                                                                                            Octubre-Diciembre    1988

EDITORIAL

El Cambio Tecnológico en la Agricultura  

  En estos momentos cruciales de nuestra historia, el país demanda como un todo, la urgente atención sobre la agricultura y su desarrollo sostenido a través de acciones trascendentes, que permitirán el auto abastecimiento alimentario y el mejoramiento de la calidad nutricional de nuestra dieta diaria.

  Lograr este cometido implica explotar con mayor eficiencia las 31 millones de hectáreas disponibles para la agricultura y la ganadería, generando al mismo tiempo, empleo, demanda de bienes y servicios y facilitando la integración regional y un desarrollo concertado. Adicionalmente, por medio de  la agricultura, la cría y la pesca, se pueden generar divisas con productos para la exportación como: café, cacao, plátanos, frutales, hortalizas, pescados, carnes y aves. Igualmente, la agricultura facilita la compleja labor de ordenamiento territorial y la conservación de los recursos naturales renovables. Finalmente, si se logra enrumbar la agricultura dentro de estrategias que articulen esas implicaciones, se podrán evitar las situaciones de compromiso de nuestra soberanía nacional, actualmente lesionada al depender de masivas importaciones de alimentos. 

  Uno de los procesos claves para lograr esta reorientación necesaria en la agricultura, es la transformación tecnológica de sus patrones de producción, permitiendo el incremento de la productividad por unidad de tierra explotada y por unidad de insumo utilizado y, por ende, por hombre ocupado. 

   El cambio tecnológico en la agricultura, complejo proceso que incluye no sólo modificaciones en el uso de insumos, sino también cambios en la conducta y en el conocimiento de los hombres encargados de realizarlo, se constituye en EL PRINCIPAL RETO DE LA INVESTIGACIÓN AGROPECUARIA MODERNA. Reto que comparte con la asistencia técnica y la capacitación rural, las cuales deben instrumentarse concertada e integralmente, coordinando sus esfuerzos y recursos a través de verdaderas estructuras orgánicas institucionales, que faciliten la comunicación y la concatenación de acciones orientadas hacia el objetivo final de generar , comprobar y transferir tecnologías adecuadas a nuestras condiciones agro ecológicas y socioeconómicas.