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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 30 Octubre-Diciembre 1988 |
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FONAIAP DIVULGA No. 30 Octubre-Diciembre 1988 |
"La importancia del ajo (Allium sativum) en el mercado de hortalizas dado su consumo culinario en la dieta del venezolano, motiva cuidados permanentes en la producción de este rubro, ya que el empleo de semilla no seleccionada, procedente de las áreas fronterizas, ha ocasionado la propagación de plagas y enfermedades, y por ende, pérdidas económicas y la contaminación de los terrenos dedicados a la producción de ajo. A continuación se describe la experiencia de la Estación Experimental Mérida, en la producción de semilla de dos variedades de ajo: 'Morado peruano' y 'Criollo venezolano'." Gladys Ramos de Solórzano |
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Antecedentes La ausencia de un Programa de Producción de semilla de ajo en el país, ha ocasionado el uso de material no seleccionado, proveniente de diferentes zonas, especialmente del área fronteriza (Colombia). Los productores, año tras año, adquieren el material de siembra que necesitan en poblaciones cercanas sin la garantía fitosanitaria que debe prevalecer en esta fase del cultivo. Como consecuencia de estos hechos, la propagación de plagas y enfermedades, mayormente la enfermedad producida por el hongo Sclerotium Cepirovum, conocida como pudr1ción blanca, han minado muchos campos de cultivos, los cuales constituyen ras áreas agrícolas más importantes de los Andes merideños. En estas localidades se encuentran Bailadores y Pueblo Llano, y en esta última, la superficie sembrada con ajo es casi nula, mientras que en Bailadores, el uso de pesticidas para subsistir con la pudrición blanca es indiscriminado. En resumen, la situación antes descrita señala como problema más urgente, la obtención de semilla de ajo para futuras plantaciones. El FONAIAP -Mérida, desde 1986, ha venido multiplicando material de ajo libre de patógenos, basado en dos variedades conocidas como 'Morado peruano' y 'Criollo venezolano'. Estas experiencias han permitido encontrar respuestas favorables para el manejo agronómico del cultivo, tanto a nivel de campo, como a nivel de almacenamiento o manejo de la cosecha con fines de producción de material de siembra. Preparación de Semillas El material utilizado como semilla se seleccionó a nivel de campo, dejando que su estado de maduración o doblado y amarillamiento de follaje fuese avanzado. Durante esta etapa, se suspendió el riego para evitar problemas de superbrotamiento y facilitar el proceso de secado de los bulbos. Después de la recolección, el material se dejó extendido en sitio seco y ventilado, pero no expuesto directamente al sol. Al secar el follaje, se procedió al "espicado", práctica que consiste en el corte de raíces y de hojas a nivel del cuello de la planta. Este material (bulbos de ajo) fue desinfectado contra ácaros, sumergiéndolo durante cinco minutos en una solución de Omite, en dosis de 2,5 cc/litro. Luego, se dejó secar a la sombra y se espolvoreó con Brasicol o Ronilán para protegerlo del ataque de hongos. El almacenamiento para el proceso de grelado, se realizó colocando los bulbos desinfectados en sacos de malla (20 a 25 Kg. de semilla/saco), las cuales permanecieron en silos rústicos durante dos meses. El silo rústico; es utilizado comúnmente para el almacenamiento de semilla de papa en los Andes. Es una estructura metálica o de madera con techo, sin paredes, permitiendo la libre circulación del aire y entrada de luz difusa. A nivel del suelo debe permanecer un depósito de agua, con el fin de aumentar la humedad relativa presente en el silo. Después de dos meses de almacenado, se procedió a abrir algunos dientes para observar el tamaño del grelo; cuando éste presentó un tamaño algo mayor de la mitad de la longitud del diente, se procedió a la siembra. Preparación del Terreno y Siembra El sitio de siembra debe reunir las siguientes condiciones mínimas:
Para garantizar rendimientos superiores a 8000 kg/ha el rango de pH debe mantenerse entre 6.0 y 6.5. La aplicación de estiércol con suficiente antelación, que garantice su descomposición, ha dado excelentes resultados, ya que mejora notablemente la estructura y aireamiento del suelo. La preparación del terreno consistió en el levantamiento de camas o eras de 25 cm de profundidad y 1.20 m de ancho. Se trazaron hilos transversales en las eras, separados 10 cm y de 2 a 2.5 cm de profundidad. Los bulbos de ajo fueron desgranados y los dientes colocados (acostados) en los hilos, separados unos 5 cm entre ellos y cubiertos con una pequeña capa de suelo. Inmediatamente después de la siembra, se aplicó un riego ligero. Prácticas Agronómicas Para el control de malezas se aplicó el herbicida Koltar a razón de 2 cc/1 de agua, una semana después de la siembra. La aplicación del riego estuvo en función de las exigencias del clima, manteniéndose el suelo húmedo pero no empapado durante todo el ciclo del cultivo, a excepción del último mes, en el cual, la aplicación de riego debe ser reducida para evitar pudriciones y el problema del superbrotamiento. Fertilización Antes de la siembra es necesario el análisis rutinario de suelo con la finalidad de detectar los niveles de los nutrientes presentes en el mismo. Es recomendable fraccionar el nitrógeno 50% a la siembra y el resto 45 días después. El fósforo y el potasio se pueden aplicar totalmente al momento de la siembra. Ha dado buenos resultados la aplicación de sulfato de magnesio al 2% en aspersiones foliares, cada quince días y la aplicación de abono foliar quincenalmente hasta completar seis aplicaciones. Durante el período 1986-87 -88,
no se presentaron problemas de plagas y enfermedades. Sin embargo, se realizó control
preventivo mediante aplicaciones quincenales de Dithane Los rendimientos obtenidos fueron los siguientes:
El material proveniente de bulbillos aéreos, fue sometido al mismo proceso de grelado del ajo proveniente de bulbos subterráneos, no encontrándose ninguna diferencia en cuanto al tiempo requerido para la emisión del grelo.
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