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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 31 Enero-Junio 1989 |
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FONAIAP DIVULGA No. 31 Enero-Junio 1989 |
Tradicionalmente considerado como un cultivo de clima templado. los intentos por cultivar manzanas en Venezuela se realizaron en las zonas más altas y más frías del país. Sin embargo. en los últimos 20 años se ha podido establecer que las zonas de altitud intermedia y no tan frías son las más apropiadas para el manzano siempre y cuando se realice la adecuada manipulación de la planta y se conozcan de manera precisa los factores agroclimáticos que permitan inducir exitosamente la floración y fructificación abundante de los árboles. En este articulo se reseña la experiencia general que se ha tenido con este cultivo así como los aspectos de manipulación de la arquitectura de la planta (agobio y poda) y su manejo agronómico (riego. fertilización y defoliación) para una mayor productividad. Edmundo E. Monteverde |
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Antecedentes En Venezuela, cuando se quería sembrar frutales de clima templado como el manzano, se buscaban las zonas más altas y más frías, bajo la presunción de que debían sembrarse ahí, porque estos cultivos proceden de zonas frías. Por eso en los Andes venezolanos se consiguen pequeñas plantaciones muy viejas y colecciones de diferentes especies, dispersas en el área, como en Pueblo Hondo, estado Táchira (2300 msnm). Con este mismo criterio, se sembró una plantación de manzano mucho mayor en el Páramo de Mariño, estado Mérida (2610 msnm). Estas áreas, además de ser frías casi todo el año, presentan el inconveniente de tener un número menor de horas luz, debido a la nubosidad que generalmente aparece muy temprano en la tarde. En los países de clima templado (30- 50° latitud), donde tradicionalmente se han sembrado esos frutales, las temperaturas durante el invierno son muy bajas (5- 0°C y menos), y el número de horas luz se reduce. En esta estación los frutales botan totalmente las hojas y las yemas de los árboles entran en un período .de "reposo" o "Latencia". En primavera, cuando la temperatura está alrededor de 18 - 200C, las yemas salen de ese período de "Latencia" ocurriendo la floración y cuajado del fruto. En el verano las temperaturas son altas (25 -40°C) y los días son largos; por el mayor número de horas luz, ocurre el desarrollo del fruto. En otoño las temperaturas comienzan a bajar nuevamente, incidiendo en el desarrollo de los factores de calidad del fruto, como son entre otros: color, sólidos solubles totales y acidez. Como se ve, los frutales en clima templado no están sometidos a frío permanente, sino a estaciones con diferentes temperaturas y luminosidad que permiten el desarrollo de los ciclos normales de los árboles. De allí que el doctor Gordon Edwards, de Australia, afirma que los "frutales de clima templado que han tenido éxito en el trópico, generalmente estén situados a alturas intermedias". Así tenemos el manzano Batu en Indonesia (800 -1200 msnm), Baguio y Spencer Farm en Filipinas (520 msnm) y los duraznos en la Colonia Tovar, Venezuela (1200 -1400 msnm). Aunque hay excepciones como es el caso de la uva en Maracaibo, Venezuela (40 msnm) y Bangkok, Tailandia (12 msnm). En los países de clima templado, tradicionalmente se tiene el concepto de que, las especies y variedades de frutales sembrados, requieren un determinado número de horas acumuladas de frío entre 5-7°C para romper la "latencia" de las yemas y que ocurra la floración. Según esto, hay especies y cultivares que tienen bajo, medio y alto "requerimiento de frío" (Cuadro1). Sin embargo, el doctor Edwards dice que el concepto de requerimiento de frío de los cultivares es irrelevante en el trópico y que cultivares con alto requerimiento de frío, son potencialmente tan buenos como los de bajo requerimiento de frío. Primeras siembras A partir de 1982, se comienza a renovar el interés en Venezuela por la siembra de frutales de clima templado, y en especial por el manzano, debido a que se da a conocer el material conocido como 'VC -1' o 'Castaño' que floreaba y producía bien a una altura alrededor de 500 m. esto estimuló a la compañía FRICA, la cual sembró, a partir de 1984, 10 ha de manzano en Miranda, estado Carabobo (620 msnm). Además, en el oriente del país, en Caripe, el país ha tenido en el cultivo del durazno y la uva estado Monagas (800- 1000 msnm), algunas partes de los Andes, en una finca en Tabay, estado Mérida (1500 msnm) comenzó a sembrarse el cultivar 'Anna' de origen israelí con bajo "requerimiento de frío".
En 1985 se celebra en Venezuela la Segunda Reunión de Grupo de Trabajo en Frutales de Clima Templado en el Trópico y el Subtrópico, patrocinada por la Sociedad Internacional de Horticultura (Fruticultura), debido al interés que el país ha tenido en el cultivo del durazno y la uva. Previamente, la Federación Nacional de Fruticultores había propiciado el primer encuentro de investigadores y productores de clima templado. Todo este conjunto de estímulos, ha llevado a que en Venezuela se hayan sembrado mas de 30000 plantas de manzano. Estas, en una gran proporción se han plantado en jardines de casas donde hay de 1 a 3 plantas, pero una parte importante se encuentran en fincas que han sembrado entre 100 y 3000( plantas). A pesar de que, a estas alturas, la experiencia del cultivo de manzano no ha sido totalmente exitosa, estamos convencidos que este cultivo puede serio tanto como ha sido la uva. Esto coincide con las conclusiones del doctor Edwards, después de haber recorrido el país y estudiado la información sobre alturas, temperaturas y precipitación: "En Venezuela se puede encontrar muchos sitios para el cultivo de manzano y con mayores ventajas, debido a que las precipitaciones son más bajas que los sitios de países que en el trópico, se han dedicado por más tiempo al cultivo, como Kenya, Tailandia y Filipinas. En esos países, el exceso de precipitación causa daños a la flor y aumenta la incidencia de enfermedades foliares", Además, añade, "hay muchos sitios potencialmente buenos, pero de los que no se dispone de la información climática". La experiencia adquirida en el manejo de una siembra de 4000 plantas de manzano en Salom, estado Yaracuy (810 msnm) con el material 'VC -l' y los cultivares 'Anna' y 'Dorsett Golden', permite señalar que el manzano en Venezuela es un cultivo posible. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo primero que debe hacerse es escoger un suelo con muy buen drenaje, tanto interno como externo, no compactado y preferiblemente en zonas pendientes como son los cerros que abundan en el país. Luego, deben seleccionarse algunos de los materiales de manzano que son mencionados como de "bajo requerimiento de frío": 'Anna', 'VC -l' y 'Dorsett Golden'. Habrá que añadir un material identificado como 'Uzcátegui' en los Andes y el cultivar 'Winter Banana' en Caripe. Aunque a mediano plazo no se debe descartar ningún otro cultivar por más "alto requerimiento de frío" que tenga. Induciendo la fructificación El árbol de manzano en el trópico no se puede sembrar y esperar hasta que produzca, hay que aprender a conocer los factores agroclimáticos que nos permitan "manipular" la planta para inducirla a fructificar. Estos factores, los hemos agrupado en la siguiente forma: 1) conducción de las ramas vs. poda; 2) riego vs. sequía; 3) defoliación vs. inductores florales; 4) floración vs abejas y 5) fertilización vs. no fertilización. A partir de aquí, trataremos en forma breve y precisa, de explicar qué deseamos decir con "manipular" la planta, tomando en cuenta estos cinco factores. Conducción vs. poda El árbol de manzano, en general, observa una tendencia a tener un mayor crecimiento vegetativo que de fructificación. Esto sucede tanto en los climas templados como en el trópico. La diferencia es que el manzano en el trópico tiene mayor número de días con temperaturas favorables para su crecimiento. Sin embargo, esto puede ser controlado a través d la conducción de las ramas y poda durante el pro ceso de formación de las ramas o esqueleto del árbol. La conducción de las ramas o "agobio" consiste en doblarlas en un ángulo de 45 a 600 de manera que se frene el crecimiento vegetativo. El ángulo de doblado debe estar dentro de ciertos límites, para impedir una excesiva brotación de yemas vegetativas que ocurre cuando el ángulo es mayor de 60° Esto debe combinarse con la poda, la cual tampoco puede ser excesiva porque la planta reacciona emitiendo muchos brotes vegetativos. En ambos casos un exceso de "agobio" y poda hacen que el árbol no fructifique o que lo haga muy escasamente. Todo este proceso debe manejarse durante los tres primeros ciclos de crecimiento del árbol. Si el "agobio" y la poda no se han hecho a tiempo, después será más difícil lograr una abundante fructificación. Riego vs. sequía Cuando se ha logrado formar el árbol con un buen esqueleto y está listo para soportar una producción comercial, se debe someter a un período de sequía o "castigo" para facilitar la defoliación. Este período de sequía puede variar de tres a seis semanas de acuerdo con la textura del suelo, ya sea este franco- arenoso o franco-arcilloso. De esta manera logramos 'engañar" al árbol, creándole condiciones aparentemente similares a lo que hace el frío en los países de clima templado. En nuestro país ese 'castigo" se aplica, por supuesto, durante la época seca, coincidiendo con los meses de temperaturas mínimas: diciembre, enero y febrero. Defoliación Cuando los árboles muestran las hojas amarillentas o quemadas por la falta de agua, el siguiente paso es defoliarlos. Esto se puede efectuar de manera manual, pero comercialmente se hace con urea al 8 -10% más un adherente al 0,25%, logrando así, eliminar las hojas. Al cumplirse el período de "castigo" y defoliación, los árboles se comienzan a regar. Una semana después las yemas comienzan a hincharse y en la semana siguiente ocurre la floración. Existen algunos productos químicos como la cianamida hidrogenada (Dormex) o el dinitro-orto cresol (Trifina), que mezclados con aceites minerales, logran incitar una mayor y más uniforme floración. Estos productos se aplican, de manera general, inmediatamente después de la defoliación de las plantas y al reiniciar el riego. Abejas Luego que los árboles han florecido, es importante la presencia de abejas que contribuyan a la polinización cruzada de las flores con el polinizador adecuado (Cuadro 1). Fertilización Al ocurrir el "cuajado" de más del 50% de las flores se comienza la fertilización. Esta debe hacerse de acuerdo con el contenido de nutrientes que haya en el suelo y en el momento oportuno. Si es realizada antes de la floración, se estimula a un mayor crecimiento vegetativo y se reduce la floración. Igual sucede cuando se aplican cantidades excesivas. Si observamos que la plantación ha tenido exceso de crecimiento vegetativo en meses anteriores, es preferible no fertilizar. Finalmente, queremos decir que los frutales de clima templado y, en especial, el manzano, responden favorablemente si se manejan adecuadamente los factores agroclimáticos en la producción. Esto lo hace un cultivo sumamente llamativo para aquellos productores interesados y con iniciativas en el campo de la fruticultura. |