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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 31 Enero-Junio 1989 |
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FONAIAP DIVULGA No. 31 Enero-Junio 1989 |
En el aguacatero, al igual que en otros frutales perennes, las exigencias de nutrimentos para satisfacer sus procesos vitales de crecimiento, floración y fructificación, varían de acuerdo con la edad de la planta, ocurriendo éstos anualmente a lo largo de fases definidas. La fertilización tiene como objetivo satisfacer las exigencias en cada fase de la manera más efectiva y oportuna, para garantizar el mayor nivel de producción de la planta. A continuación se presenta la información necesaria para establecer un programa global de fertilización del aguacatero: cuánto extra una cosecha; las fases del ciclo productivo de la planta; cómo determinar cuanto fertilizante aplicar, como aplicarlo y cuándo, y cómo corregir las deficiencias más comunes de microelementos que pueden afectar el crecimiento v producción de las plantas. Luis Avilán Rovira
Ingeniero Agrónomo. M.Sc. Dr. Investigador V. Ciencias del Suelo FONAIAP -CENIAP. |
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La fertilización constituye una de las prácticas más eficientes para asegurar a la planta la posibilidad de expresar su potencial genético al producir frutos abundantes y de excelente calidad. En efecto, la finalidad de la fertilización es poner a disposición de las plantas las cantidades adecuadas de aquellos elementos esenciales, presentes en el suelo a niveles deficitarios, para que éstas puedan realizar sus funciones vitales (fisiológicas). ¿Cómo establecer un plan de fertilización para el aguacatero? En el aguacatero, al igual que en otros frutales perennes, las exigencias de nutrimentos para satisfacer sus procesos fisiológicos (crecimiento vegetativo, floración y fructificación) , varían de acuerdo con la edad de la planta. Durante las primeras etapas, el desarrollo vegetativo tiene mayor importancia que el de fructificación o producción de frutos y, posteriormente, esta relación se iguala o invierte. En la descripción del ciclo productivo del aguacatero se establecen los siguientes períodos: a) juvenil, correspondiente a los primeros 18- 24 meses de vida de la planta; b) crecimiento, caracterizado por el inicio de la producción de frutos y un acentuado crecimiento de la planta. La duración de esta etapa se estima de 3 a 5 años; c) plena producción, la cual se inicia a partir del quinto año y se caracteriza por abundantes floraciones y fructificaciones que al alcanzan su máxima expresión entre los 8 y 10 años de edad, y por último, d) período de producción, en el cual la planta mantiene los rendimientos del período anterior, pero con propensión a disminuirlos paulatinamente al pasar de los años, entre otros aspectos, por la incidencia de enfermedades. Por otra parte, anualmente en la planta se suceden fases de desarrollo vegetativo y productivo, conformado este último por los procesos de floración y fructificación caracterizados por exigencias nutricionales muy definidas y distintas entre sí. Las prácticas culturales y en este caso la fertilización, tiene como objetivo satisfacer las exigencias en las distintas etapas, por la cual transcurre el cultivo, garantizando así su mayor nivel de producción. En líneas generales, durante los procesos de crecimiento vegetativo, el nitrógeno (N) constituye entre los 16 "elementos esenciales" para la planta, el más estrechamente asociado a esta fase, mientras que los elementos fósforo (P) y potasio (K), lo están con los procesos de floración y fructificación. Es importante destacar que en fertilización, aunque se hace referencia con mayor énfasis sobre los tres elementos citados, exigidos en mayor cuantía por los cultivos y que se encuentran en menores cantidades en el suelo a disposición de las plantas, el resto de los elementos debe estar presente; de allí la denominación de "esenciales". De acuerdo con lo expresado anteriormente, el fruticultor, conjuntamente con el asistente técnico, debe tener presente los siguientes aspectos, al momento de establecer un plan de fertilización en un huerto de aguacatero:
a. Con relación al nivel de producción, tomando como base el "ciclo de vida" y los niveles de producción de frutos observados en fincas del país y los señalados en otros centros de producción, se establecen los siguientes rendimientos expresados en número de frutos por planta en correspondencia con la edad de las mismas (Cuadro 1 ).
b. Los análisis químicos de los suelos y de la planta (foliares), constituyen una de las técnicas más empleadas para la evaluación de las necesidades de fertilización de una plantación.
Es importante destacar que el muestreo de los suelos y/o plantas (foliares), constituye una de las fases principales, dependiendo de éste la utilidad que puedan prestar.
Por ello, en la toma de muestras de suelo debe examinarse el área en relación con su homogeneidad en cuanto a su topografía, color y tipo de suelo, textura, grado de erosión, tratos culturales anteriores, drenaje y otros aspectos de interés que junto a las características de producción, edad de la planta y estado fitosanitario del cultivo, faciliten diferenciar las muestras entre sí y la precisa y posterior recomendación. En el Gráfico 2 se instruye como realizar el muestreo de suelos. Este, como se puede apreciar, se efectúa seleccionando "al azar" algunos "sitios" o "árboles", según se trate, de terrenos sin plantar o de huertos ya fundados. De igual manera, el muestreo debe hacerse a dos profundidades: superficial de O -20cm y profunda de 20- 40 cm. En cada punto o planta seleccionada, se toma una porción de suelo o submuestra, la cual, junto a las otras submuestras de su misma profundidad al ser mezcladas constituirán la muestra compuesta que se enviará al laboratorio para su análisis. Esta muestra compuesta debe ser debidamente identificada.
El análisis foliar para evaluar el estado nutricional de. una planta, exige, al igual que los análisis de suelo, un buen muestreo: tipo de brote, edad de la hoja, parte de la planta a muestrear, época y número de hojas. Las experiencias en relación con el uso del análisis foliar en aguacatero, indican que los niveles o rangos establecidos para los diferentes elementos en la literatura mundial, salvo algunas excepciones, se adecuan bastante bien a las realidades en el país. Tomando en consideración el estado nutricional, la edad y el nivel de producción de una plantación establecida o de una superficie donde se pretenda iniciar un nuevo huerto, debemos considerar las siguientes interrogantes: ¿Con qué?, ¿con cuánto?, ¿dónde?, ¿cuándo y cómo debemos fertilizar?, sin olvidarnos del aspecto económico (costos) que involucra la adopción de esta tecnología. Para responder a estas preguntas, debemos conocer entre otros aspectos, sobre las cantidades que son extraídas por una cosecha de frutos, cuándo ocurren los distintos períodos de crecimiento, floración y fructificación, cómo se distribuye el sistema radical (raíces) bajo las condiciones de suelo donde están plantados o pretendemos plantar y bajo qué condiciones de la plantación se realiza el manejo. ¿Cuánto extrae una cosecha de frutos? Las magnitudes de los elementos extraídos por una cosecha de aguacate, se muestran en el Cuadro 2. Se observa que entre los macroelementos son, en orden de magnitud, el potasio (K), nitrógeno (N), fósforo (P) y el azufre (S) y, en menor cuantía, el calcio (Ca) y el magnesio (Mg). Vale destacar la elevada extracción del elemento azufre, el cual es indirectamente aportado mediante la fertilización, cuando se emplea como fuentes de nitrógeno, fósforo, potasio, sulfato de amonio (21% N y 23% S), superfosfato triple (45 P205 2% S) y sulfato de potasio (50% K2O 18% S). respectivamente. De igual manera, los resultados de extracción de nutrimentos por una cosecha y los ensayos de fertilización realizados en condiciones de campo con árboles en plena edad productiva (mayores de 4 años) han puesto en ,evidencia que los elementos potasio y nitrógeno, constituyen los más importantes a tener presente en un plan de fertilización del cultivo.
A continuación, en el Cuadro 3 se muestran resumidamente, las características de los síntomas carenciales (deficiencia) y de exceso (toxicidad), como también los niveles foliares (hojas) considerados como adecuados de algunos elementos esenciales en la nutrición de la planta del aguacatero.
Es necesario observar que la planta del aguacatero es muy susceptible a los cloruros, particularmente los de sodio (Na) y magnesio (Mg), los cuales causan daños que se manifiestan como quemaduras de las puntas y bordes de las hojas. Por ello, no debe utilizarse fertilizantes a base de cloruros, como el cloruro de potasio (KCl). En la Foto 1 se muestra el daño antes descrito, observado en huertos donde se emplea como fuente del elemento potasio, el cloruro de potasio. Por otra parte, siendo las raíces del aguacatero extremadamente sensibles a las altas concentraciones salinas, la aplicación de los fertilizantes deberá ser realizada en forma fraccionada o dividida para evitar dañarlas. ¿Dónde se debe aplicar el Fertilizante? La mayor concentración de las raíces finas de la planta se encuentra generamente entre la mitad del radio de la copa de la planta y la proyección externa de la misma. Esta es la zona donde debe localizarse el fertilizante para su mejor aprovechamiento por parte de la planta. En el Gráfico 3 se describe el área de aplicación del fertilizante. En relación con la época de aplicación del fertilizante debe señalarse, que en nuestras condiciones el aguacatero se caracteriza por presentar u n período de crecimiento casi continuo durante todo el año (9 a 10 meses), apenas interrumpido por los períodos de sequía, condiciones estas, que inducen o estimulan el proceso de floración. En términos generales, el período de floración se sucede en el país durante los meses de octubre a diciembre, dependiendo desde luego de las condiciones climáticas imperantes. Culminando el proceso de floración (ya se ha producido la fecundación), se da inicio al proceso de la fructificación, el cual, dependiendo del cultivar durará entre los 5 y 8 meses (raza antillarla) o entre los 6 y 8 meses (raza guatemalteca). Tomando en consideración la disponibilidad de agua en la aplicación del fertilizante, se sugiere realizarla de la manera siguiente: a. Natural: (1Iuvias) una vez iniciado el período de las lluvias se procederá a la primera aplicación de las dosis de fertilizantes señaladas en cada uno de los planes o sugerencias de fertilización establecidos. b. Riego: efectuar las aplicaciones del fertilizante uno o dos meses antes de la época normal de floración del cultivo, y el resto del abono durante la fase inicial e intermedia del desarrollo de los frutos.
Sugerencias de Fertilización .Tomando en cuenta la edad de las plantas y los niveles de producción de frutos, se sugiere realizar as aplicaciones de los fertilizantes de la manera siguiente:
Aplicación del fertilizante en forma fraccionada dos cuatro veces al año, para evitarle daños a las planta
Aplicación fraccionada en dos a cuatro porciones al año 2. Sobre 1a base de los resultados de ensayos realizados en campo, con árboles en plena producción (mayores de 7 años), se sugiere el siguiente plan de fertilización: aplicación en forma fraccionada:
Aplicando en forma fraccionada: 1/3 de la dosis del nitrógeno junto con el fósforo (P2>05)y el potasio (K20) aplicado antes de la floración. Segunda aplicación: 1/3 del nitrógeno, cuatro meses después y el resto, 1 /3 a los cuatro meses de la anterior: 3. .Empleando el criterio de fertilización por restricción", se recomienda aplica cada 60kg de fruta fresca producida, las siguientes cantidades de fertilización. 4. Tomando como base la edad de la planta, se recomienda el siguiente plan de fertilización, el cual puede ser ajustado, de acuerdo con los resultados le los análisis de suelo de la finca. La aplicación debe ser en forma fraccionada, como la descrita en casos anteriores.
El Laboratorio de Análisis de Suelo del FONAIAP región Central (CENIAP), tiene como niveles satisfactorios para los diferentes elementos analizados, los que se indican en el Cuadro 4.
Corrección de las deficiencias de algunos microelementos En el aguacate, las carencias de hierro (Fe), manganeso {Mn) y zinc (Zn), son las más comunes entre los microelementos, las cuales afectan acentuada- lente el crecimiento y la producción. Hierro (Fe) : Esta deficiencia nutricional es bastante común en los aguacateros cultivados en los suelos calcáreos o alcalinos (pH altos). En la Foto 2 se muestra las sintomatología de la misma. Para su corrección se recomienda la aplicación de quelatos en el suelo {hoyos), los cuales han mostrado ser los más eficiente. Para su aplicación debe ser considerada la edad de la planta, como se muestra a continuación:
Zinc (Zn) : La corrección de esta deficiencia puede efectuarse por aspersiones foliares. Se recomienda aplicación de 1 kg de sulfato de zinc en 400 litros de agua, más 2 kg de cal apagada humectante. Algunos investigadores indican, sin embargo, que las aspersiones foliares no son muy efectivas en aguacatero, debido a que las hojas maduras muestran una limitada capacidad para absorber y transportar las sales aplicadas por esta vía. Por ello, su corrección debe hacerse con aplicaciones al suelo del sulfato de zinc, a razón de 1 a 5 kg/árbol, dependiendo de la edad de la planta y el grado o intensidad de la eficiencia. Manganeso (Mn) : Esta deficiencia es muy común en condiciones de suelos alcalinos y su corrección puede realizarse a través de aspersiones foliares, a razón de 1 kg de sulfato de manganeso 400 litros de agua, más 2 kg de cal apagada y un agente humectantes. |