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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 31 Enero-Junio 1989 |
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FONAIAP DIVULGA No. 31 Enero-Junio 1989 |
La sigatoka amarilla es una enfermedad muy difundida en todas las zonas bananeras, a la cual son especialmente susceptibles los cultivares del subgrupo Cavendish, subgrupo Morado y los clones 'Titiaro' y 'Manzano'. Las pérdidas económicas que ocasiona la enfermedad son cuantiosas, pues los frutos de las plantas enfermas maduran precozmente con un tamaño reducido y un peso menor, obteniendo menos ingresos. Adicionalmente, el productor debe renovar las cepas enfermas con mayor frecuencia, lo que implica mayores gastos. En este artículo se presenta información detallada de los síntomas de la sigatoka, sus medios de propagación, las pérdidas que ocasiona, las posibles medidas de control y las prácticas culturales que ayudan a prevenir la aparición de la enfermedad. Alfonso Ordosgoitti F. |
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La sigatoka amarilla o sigatoka común, es una enfermedad causada por el hongo Mycosphaerella musicola Leach et Mulder. Los principales cultivares comerciales de bananos en el país son afecta- dos por este patógeno, los del subgrupo Cavendish, subgrupo Morado y los clones "titiaro" ' y 'cambur manzano' son susceptibles'; mientras que los plátanos y topochos son resistentes. Esta enfermedad de las hojas de los bananos se presenta en todas las regiones del mundo donde crece este cultivo y es conocida con muchos nombres comunes, tales como "candelilla" de la hoja, "quemazón" del follaje, "mancha cercóspora", "mancha por pseudocercóspora". En la región central del país el cultivo del cambur, especialmente el 'pineo gigante', se hace en forma intensiva. El abonamiento, el combate de malezas y el control de la sigatoka amarilla, son prácticas corrientes. De esta forma, les resulta a los agricultores mucho más conveniente poseer siembras bien atendidas que grandes plantaciones descuidadas. Se ha comprobado en experimentos que el control de la sigatoka amarilla mediante fungicidas, es una práctica que se paga por sí misma y deja, además un apreciable margen de ganancias. Sintomatología Las primeras señales de la sigatoka amarilla consisten en manchitas o pequeñas rayas amarillentas, que empiezan a salir en las hojas en sentido paralelo a las venas de las mismas, visibles sólo al trasluz y de 1 ,5 a 3 milímetros de longitud. Después de1res a siete días, el color se torna más vivo haciéndose un poco más visible. Pasados otros tres días se vuelve rojizo y luego cambia a marrón. En esta fase las rayitas llegan a sobrepasar los 12 milímetros de largo. A partir de este momento las manchas comienzan a ser perjudiciales, se les forma un borde negro y un centro gris, y los tejidos que las rodean, al ser intoxicados por el hongo, amarillean y terminan por morir. Las áreas infectadas se unen entre sí, con lo cual, si la infección es severa, se producen grandes áreas necróticas que cubren totalmente las hojas. Desde los primeros síntomas hasta la aparición del centro gris, transcurren de 10 a 60 días, de acuerdo con las condiciones ambientales del lugar donde se tiene la siembra. Al morir la hoja se pudre la vena central y el pecíolo, debido a la presencia de hongos secundarios y de bacterias. La hoja infectada se dobla por la base del pecíolo y queda colgando del pseudo tallo de la planta. En las plantas jóvenes las manchas tienden a ser más redondas y de unos 10 milímetros de diámetro cuando alcanzan su madurez. Propagación de la enfermedad La sigatoka amarilla resulta favorecida por las precipitaciones y alta humedad ambiental, por lo cual la presencia de la enfermedad obedece también el ciclo de lluvia y sequía. Al iniciarse la estación lluviosa, cuando la humedad del ambiente se hace alta, en las manchas ocasionadas por la enfermedad que se encuentran en las hojas viejas, ya sea en el suelo o bien colgando todavía de las plantas, se produce un tipo de esporas microscópicas del hongo, que los técnicos llaman ascosporas. Estas ascosporas son llevadas por las corrientes de aire al follaje de la misma plantación o de camburales distantes. Allí germinan y penetran en las hojas. De éstas, tan sólo las más jóvenes pueden ser infectadas. Así, las que todavía no se han abierto son más susceptibles que las que se abrieron anteriormente y éstas, a su vez, lo son más que las terceras y así sucesivamente. Para los fines prácticos, tan sólo las tres hojas más nuevas pueden considerarse susceptibles a ser infectadas por el hongo. Una vez que el hongo ha penetrado en la planta, empieza a causar en ellas su efecto perjudicial, produciendo toxinas que matan los tejidos de la hoja, dando como resultado la mancha que luego aparece en el sitio de la penetración. Desde la entrada del hongo hasta la formación de la mancha, más o menos de 1 cm de largo, con borde negro y centro gris, pueden transcurrir hasta dos meses. Si la humedad ambiental sigue siendo alta y la lluvia abundante, en el centro gris de esas manchas se originan millones de otro tipo de esporas microscópicas, llamadas ahora conidios. Estos últimos son transportados a las hojas vecinas por el salpique de1as gotas de lluvia y al cabo de cierto tiempo, producen en ellas manchas similares a las ya descritas.
Este proceso se repite varias veces durante la época húmeda. Al final, quedarán en el campo sólo las hojas que constituirán el foco de infección de los camburales de la zona, al iniciarse la próxima temporada de lluvias. Pérdidas que ocasiona Los efectos directos de la sigatoka amarilla sobre el follaje, están en relación directa con la cantidad de manchas presentes en las hojas. Los efectos indirectos de la enfermedad inciden en los racimos, al reducirse la superficie funcional de las hojas, debido a la presencia de numerosas manchas. En efecto, la planta debe poseer, por los menos, 12 hojas sanas que perduren durante toda la vida del tallo de la planta productora, para que el racimo se desarrolle plenamente y madure en 90 días. Ahora bien, una planta medianamente infectada por la sigatoka amarilla tiene, por lo regular, un área equivalente a tres 0 cinco hojas sanas, lo cual determina que el fruto madure precozmente, antes de que haya adquirido el tamaño y peso debidos. Entonces, los dedos quedan angulosos y delgados y con maduración irregular. En infecciones severas el área foliar útil puede reducirse al mínimo. Del mismo modo, la cepa (planta) sufre constantemente por efectos de la enfermedad, debilitándose y exigiendo al productor su renovación con más frecuencia, lo cual encarece el cultivo. El sabor de la fruta no cambia. Sin embargo, esta última no tiene el tamaño, el peso, ni la redondez normales, a consecuencia de lo cual se cotiza menos en el mercado. En el centro del país para abril de 1990, el mercadeo de cambures se realizaba sobre la base de varias unidades "cesta" o "huacal" que tiene una capacidad de 20 kg a un precio de 110 - 130 Bs., costando el kg de cambur en el sitio de embarque en el camión de 5,00 a 6,50 Bs. Esta misma "cesta" tiene un precio de venta para las fruterías y supermercados, de 170- 180 Bs., con un precio de venta a nivel de consumidor entre 10 y 12 Bs/kg de cambur semimaduro o maduro. Otra unidad de venta en la región central es por racimo de 25 a 30 kg, cargado en camiones con una capacidad entre 16 y 18.000 kg, a un precio por kg de Bs. 4,,00. En los meses de mayor intensidad de la sigatoka amarilla, o sea, de septiembre a enero, el agricultor que no controla la enfermedad tiene que entregar la cosecha o carga al precio más bajo, incluso a veces se ve precisado a dar "manos dobles" por el valor de una, ya que la rápida maduración de los racimos no proporcionó tiempo suficiente para desarrollarse y adquirir el peso y tamaño correspondiente. Medidas de control: El control de la enfermedad se puede lograr mediante aspersiones de productos químicos y prácticas culturales, las cuales son complementarias y se llevan a cabo conjuntamente para tener éxito en la operación. Las aspersiones pueden realizarse desde la tierra, utilizándose asperjadoras de espalda a motor, llamadas neblinadoras, o bien desde el aire, por medio del empleo de aviones o helicópteros. Cualesquiera sea el método utilizado, deberá realizarse a intervalos de tiempo recomendados y calibrando el equipo para la cantidad que se desea aplicar por hectárea.
Para el control de la sigatoka amarilla es necesario utilizar mezclas con los fungicidas apropiados, para evitar su uso continuo y provocar la tolerancia del hongo. Entre los tipos de mezclas tenemos: Fungicida sistémico + fungicida
protestante + aceite + emulsificante + agua. Las dosis de las mezclas más utilizadas son:
PRECAUCIÓN: El Bravo 500 no debe ser usado con aceite, ya que causa fototoxicidad. A continuación señalamos algunas mezclas y dosis utilizadas en Centroamérica para la aspersión aérea:
Con la finalidad de que los funguicida se distribuyan bien sobre la superficie de la hoja y no sean lavados por acción de las lluvias, es necesarios agregar a la aspersión un adherente-esparcidor, a razón de 1 cc del mismo por cada litro de agua. Para ello, pueden ser utilizados cualquiera de estos productos: adherente-esparcidor Dupont, Tritón B- 1956, Agral 90, Ortho Spray Sticker, etc. Los estudios realizados en los valles de Aragua mostraron, en plantaciones bien atendidas, que las plantas de cambur 'pineo gigante' producen durante la estación lluviosa, una hoja cada ocho o diez días. Esto significa que si queremos proteger adecuadamente nuestros camburales, debemos realizar aspersiones también cada ocho o diez días. Tanto el fungicida como el adherente-esparcidor, deben mezclarse por separado con un poco de agua antes de agregarles la totalidad de la misma. La aspersión debe practicarse con una máquina neblinadora de espalda, tratando de aplicar 200 litros de agua por hectárea. El chorro de aire con las gotitas de agua en suspensión debe dirigirse hacia arriba, entre el follaje y no directamente hacia las plantas, con el objeto de que se cubran preferentemente las hojas más jóvenes. Aspersiones con aceite Hace algunos años se descubrió que ciertos aceites derivados del petróleo, controlaban bien esta enfermedad, si se aplicaban regularmente. Desde entonces se ha investigado en este campo, tanto, que en la actualidad un alto porcentaje de la producción bananera en el mundo se realiza controlando la sigatoka amarilla con aceite o con aceites mezclados con fungicidas. Estos productos son elaborados por varias compañías petroleras y se consideran específicos. La operación consiste en asperjar sobre el follaje de los cambures, de seis a diez litros de aceite por hectárea, con una frecuencia que oscila entre 15 días y un mes. El aceite ejerce un efecto diferente al fungicida, pues no mata el hongo y su acción no la ejerce sobre la superficie de la hoja, sino dentro de ella, impidiendo la formación de la mancha; es decir, permite que el follaje quede sin infección. La aplicación de aceites puede realizarse desde la tierra. con la ya mencionada neblinadora de espalda a motor; o desde el aire, con aviones o helicópteros, pero teniendo mucho cuidado en no sobrepasar la dosis recomendada, pues podría causar fuertes daños al cambural. Los aceites pueden aplicarse también mezclados con fungicidas yagua. Para ello se utilizan emulsificantes para dispersar las gotitas de aceite en el agua, y la mezcla resultante se asperja desde el aire a razón de unos 50 litros por hectárea. En este caso no puede realizarse el tratamiento desde tierra, pues el daño causado en los racimos sería notable. Procedimiento para la preparación de mezcla con fungicidas - Llenar un barril con capacidad de 200 litros de agua hasta la mitad. - Disolver los fungicidas, según las dosis recomendadas, en baldes diferentes, con cierta cantidad de agua y utilizando siempre la mascarilla. - Si no se disuelven completamente se puede utilizar la mano, protegida por un guante de goma. - Mezclar los fungicidas y mantenerlos en agitación. - El aceite y el emulsificante también se mezclan en cubetas separadas. - Una vez realizadas correctamente estas operaciones, se agregan al barril y se termina de llenar con agua hasta el tope. - Adoptar el sistema de siembra en doble hilera, debido a que se obtiene mayor aireación, mayor luminosidad y podemos utilizar maquinaria para la aplicación de productos químicos. - Mantener un control de la población mediante un buen deshije. - Hacer el deshoje para evitar las fuentes de infección. - Construir los drenajes necesarios en la plantación con la finalidad de mantener bajos niveles de humedad. Medidas culturales complementarias La labor de control de la sigatoka amarilla no se debe emprender si no se mantiene el cambural en las condiciones adecuadas. Los factores que afectan el crecimiento de las plantas de banano, tales como carencia de abonos, riego deficiente, ataque de insectos, suelos pesados, exceso de malezas y mal drenaje, aumentan la predisposición de la plantación a la enfermedad. Igualmente, otras condiciones como son: distancia muy corta entre siembra, población excesiva de "hijos", demasiado "bajero" en la cepa, etc., contribuyen a una mayor incidencia de la sigatoka. Como norma general, podemos señalar las medidas siguientes: -Mantener un buen programa de fertilización. Comportamiento de cultivares Las pruebas de reacción de cultivares al hongo causante de la sigatoka amarilla en condiciones naturales de infección, dieron los siguientes resultados. Clones susceptibles: 'titiaro' (AA), cambur 'pineo enano' (AAA), cambur 'pineo gigante' (AAA), cam- bur 'valery' (AAA), cambur 'cobrero' (AAA), cambur 'criollo' (AAA), cambur 'lagunero' (AAA), cambur 'concha verde' (AAA), cambur 'agachado' (AAA), cambur 'morado' (AAA), cambur 'injerto' (AAA), cambur 'negro' (AAA), 'higaté' o 'cocos' (AAA), 'cuyaco' (AAA), 'lacatán' (AAA), 'pineo martinica' (AAA), 'ro~usta' (AAA), 'gros michel' (AAA), cambur 'manzano' (AAB), cambur 'manzano verde' (AAB). Clones resistentes: plátano 'hartón' (AAB), plátano 'hartón semienano', plátano 'hartón morado' (AAB), plátano 'hartón rojo' (AAB), plátano 'hartón negro' (AAB), plátano 'hartón pseudotallo rojo' (AAB), plátano 'dominico' (AAB), plátano 'dominica topocho' (AAB), 'tornasol' (AAB), 'mysore' (AAB). Clones altamente resistentes: topocho 'verde' (ABB), topocho 'enano' (ABB), topocho 'cenizo' (ABB), topocho 'tallo rojo' (ABB), topocho 'tallo negro' (ABB), topocho 'ice cream' (ABB), topocho 'pelipita', 'saba' y las especies Musa acuminata Colla, Musa balbisiana Colla, Musa ornata Roxb. y Musa textilis. Estas pruebas confirman que la resistencia a la enfermedad sigatoka amarilla, se incrementa según aumenta la participación de genomas de Musa balbisiana en la constitución genotípica de los clones. Considerándose los clones de topochos (ABB) y plátanos (AAB), sembrados comercialmente en el país, con una marcada resistencia a la enfermedad, con excepción de los clones de cambur 'manzano' (AAB) que reaccionaron como susceptibles. |