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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 33 Enero-Junio 1990 |
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FONAIAP DIVULGA No. 33 Enero-Junio 1990 |
Miguel A. Oliveros
Ingeniero Agrónomo. M.Sc. Investigador III. Semillas. |
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La semilla certificada ,e los principales cultivos que se producen en el país (maíz, sorgo, caraota, papa, maní, soya, ajonjolí y otros), es uno de los insumos más importantes en cuantO a rentabilidad y constituye la tecnología de más fácil adopción para los agricultores. Durante los últimos años, un alto porcentaje de agricultores han incrementado sus ingresos debido a la calidad de la semilla usada. Motivo por el cual se justifica la realización de importantes esfuerzos para la promoción del uso de semilla certificada. Los productores corren mucho riesgo cuando usan semilla no certificada, debido a la incertidumbre en su comportamiento, presencia de contaminantes, malezas incorporadas y por ser portadoras de agentes nocivos para la agricultura nacional. De acuerdo con lo anterior, se considera prioritario prever dentro de los planes de desarrollo agrícola del país, el uso de semilla certificada como requisito indispensable para el otorgamiento de créditos agrícolas por parte de los entes financieros oficiales y privados. Igualmente, considerar a las empresas privadas productoras de semillas y aseguradoras agrícolas, como promotoras del uso de tan importante insumo. Las experiencias obtenidas en otros países, nos muestran que la mejor forma de producir y comercializar semilla ha sido mediante la participación de la empresa privada. Por estar consciente que la semilla certificada es un insumo muy importante en el incremento de la producción y que ayuda significativamente a mejorar el ingreso neto en la actividad agrícola, se debe contribuir a que las empresas de semilla se les dé el sitial correspondiente. La participación directa de dichas empresas en el proceso de adopción, se manifiesta proporcionando la cantidad y la calidad de semilla acorde con la demanda y promocionando el uso de la semilla certificada nacional.
Alternativas sugeridas para el uso de semilla certificada nacional En Venezuela se hacen importantes esfuerzos para promover el uso de semilla certificada y más aún, para producirla por considerar que es una actividad de vital importancia para el país. Sin embargo, se requiere de algunas alternativas para alcanzar los objetivos deseados. 1. Los especialistas del FONAIAP y las empresas de semilla podrían participar con las asociaciones de productores para la promoción de consenso de producción entre agricultores semilleristas (cooperadores), con el fin de incentivar la adopción del uso de semilla certificada nacional. 2. Buscar que la empresa privada conjuntamente con organizaciones oficiales como el MAC, CIARA, INAGRO y el FONAIAP, unan esfuerzos con los organismos crediticios, para promover a la semilla certificada nacional como un requisito para la obtención del crédito y del seguro agrícola, mediante acciones relacionadas con charlas, días de campo, publicaciones, ciclos de conferencias y otros. En estos eventos participarían: a. El personal de asistencia técnica oficial y/o privado, principales responsables de la adopción de tecnologías, quienes deben conocer de las ventajas que ofrece el uso de semilla certificada para poder promocionarla ante los usuarios. b. Los agricultores como consumidores finales del producto, son los primeros beneficiados de la semilla; por lo tanto, deben estar informados sobre las características de una semilla de calidad; deben estar convencidos que las semillas certificadas nacionales, tienen las cualidades necesarias para garantizar su producción, lo cual les motivará a emplearlas. c. las empresas expendedoras de agroquímicos, agentes importantes en la distribución de semillas en el país, como grupo convencido de las ventajas que ofrece el uso de semillas certificadas, deben cuidar que las semillas mantengan su identidad gen ética y cumplan con los requisitos mínimos de germinación, pureza y sanidad, evitando que sean portadores de agentes nocivos a la agricultura nacional. Por lo tanto, deben cumplir con todas las normas de cultivo, acondicionamiento y almacenamiento, establecidos en los reglamentos de comercialización y certificación para ofrecer un producto de alta calidad, ya que ello les ayudaría a impulsar su venta ya lograr mayores beneficios económicos. 3. Fomentar la constitución de asociaciones o empresas productoras de semilla con el propósito que la producción, además de estar destinada a satisfacer las necesidades de otros usuarios, la semilla se comercial eficientemente dentro de los socios de la empresa o de la asociación. 5. Promocionar la producción de semilla certificada mediante: -La producción y la multiplicación de variedades promisorias, a través de los programas de transferencia de teología, donde se muestren variedades superiores a que tradicionalmente siembra el agricultor. Ello se logra, después de someterse por parte del FONAIAP a tres años evaluación en ensayos racionales dentro de un número localidades suficientemente representativas de las lO de producción. -La selección de agricultores líderes, es importante sean varios a objeto de fomentar una eventual competer -La garantía en el suministro de semillas básicas, semilla de secado, acondicionamiento, almacenamiento y asistencia técnica. De la calidad de semilla básica depender. aceptación de este insumo parte de los agricultores. mismo, se deberá garantizar un buen servicio de procedimiento, incluyendo el tratamiento, envasado y etiquetado de la semilla a precios razonables, haciéndose también necesario establecer un precio. Las prácticas agronómicas y de aislamiento, para garantizar la calidad de la semilla en el campo, son responsabilidad del técnico de la empresa productora de semilla, supervisadas por funcionarios del Servicio Nacional de Semillas del FONAIAP (SENASEM), quienes tienen por ley junto con Sanidad Vegetal, la responsabilidad de supervisar todas las etapas de producción y comercialización de la semilla. El SENASEM dispone de un conjunto de cuerpos legales constituido por resoluciones y reglamentos, los cuales conjuntamente con la Ley de Defensa Sanitaria Vegetal y Animal, establecen las bases para el control de calidad. |