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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 34 Julio-Diciembre 1990 |
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FONAIAP DIVULGA No. 34 Julio-Diciembre 1990 |
Pedro Salazar
Ingeniero Agrónomo, M.Sc. Investigador I. |
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PRACTICAS AGRONÓMICAS Antes de discutir las prácticas agronómicas que se le deben suministrar al maíz, importa resaltar algunas necesarias exigencias climáticas para un buen desarrollo. La temperatura ideal está entre 24 y 30°C, con una mínima de 13°C, a temperaturas inferiores el maíz crece muy lentamente. En relación con la altitud de siembra, presenta mejor adaptación desde 0 a 1 200 msnm, en el estado Trujillo se observan pequeñas siembras a alturas superiores a los 2000 msnm, las cuales corresponden a razas adaptadas de ciclos superiores a los siete meses. Se debe disponer de buena humedad en el suelo durante la germinación y floración. La planta de maíz necesita mayor cantidad de agua desde 15 días antes del espigamiento hasta que esté completamente llena la mazorca (con granos lechosos). Durante el desarrollo el cultivo necesita, dependiendo de las condiciones ecológicas, entre 300 y 500 mm de precipitación. El maíz requiere de alta luminosidad, por lo tanto las densidades utilizadas deben ser tales, que la intercepción de las hojas a la luz solar sea máxima. En relación con el suelo, el maíz se da mejor en suelos profundos, con un buen drenaje interno y externo, fértiles, de texturas medianas (francos), el pH debe estar entre 5,5 y 7,0; con la finalidad de conservar el suelo la pendiente debe ser mínima. Preparación del Terreno Con la preparación del suelo se busca, fundamentalmente, aportar las mejores condiciones a la semilla para que la germinación y crecimiento de las raíces se realice lo más óptimamente posible (con buena disponibilidad de agua y oxígeno), también se desincorporan malezas y se controlan insectos. Generalmente se recomienda un pase de arado cada dos o tres años, dos pases cruzados de rastra y otro antes de la siembra, que pueden servir para incorporar el fertilizante. Labranza Mínima En algunas áreas del país, por el excesivo laboreo del suelo y en otras por la presencia de pendientes que favorecen la erosión hídrica (estados Yaracuy, Guárico y Anzoátegui), se viene produciendo un deterioro acelerado del suelo (sellado, encostramiento superficial, compactación, erosión hídrica y eólica) que limita y disminuye la potencialidad de la tierra. Con el propósito de superar los problemas señalados se ha venido utilizando la tecnología de la labranza conservacionista (labranza cero, labranza mínima o cualquier tipo de labranza que propenda a la conservación del suelo), esta tecnología es reconocida como el medio más económico y efectivo para controlar la erosión. Para el caso de la labranza mínima tenemos: 1. Pasar rotativa al rastrojo existente, lo más bajo posible. 2. Aplicar herbicida de contacto (Paraquat) para controlar las malezas que estén creciendo, también se puede usar gliphosate (sistémico) y conjuntamente se añaden herbicidas residuales y selectivos al cultivo. Los herbicidas, tanto el de contacto, Paraquat (gramoxone) y los residuales como Atrazín (Gesaprín, Limpia-maíz, Capsatracín) y el Pendimetalín (Prowl 330 E) se aplican antes o después de la siembra antes de la germinación del maíz. La siembra se realiza removiendo el suelo solamente en el hilo de siembra. Esto se consigue con el uso de un disco acanalado y afilado, que va alineado delante de la sembradora convencional. El disco acanalado corta la maleza y remueve el suelo en una franja angosta y la sembradora va depositando la semilla en esta franja. Si hay invasión de malezas cuando el cultivo está en desarrollo, se pueden realizar aplicaciones dirigidas de Paraquat (gramoxone) o de Round-Up (gliphosate). Generalmente, los rendimientos obtenidos con la labranza mínima han sido superiores a los obtenidos con la labranza convencional, pero éstos dependen mucho de las condiciones ambientales que se presenten durante el ciclo de siembra. Épocas de Siembra En la mayor parte del país, la siembra se realiza entre mayo y junio. Sin embargo, el estado Trujillo es un caso particular por presentar un régimen de precipitación bimodal. Los productores realizan la primera siembra en marzo y la segunda en agosto-septiembre. La primera época presenta mayores riesgos, ya que las precipitaciones son menos abundantes y más erráticas. La segunda época de siembra es la más favorable para el cultivo. Con la finalidad de tener una guía del comportamiento de las precipitaciones en el estado, se anexan las curvas respectivas por distrito. Sistemas de Siembra En explotaciones pequeñas las siembras se hacen con "coas". Generalmente para suelos de baja fertilidad se recomiendan hileras a 0,8 m, a 1 m y sembrar dentro de la hilera la semilla necesaria para obtener 40000 plantas por hectárea. Para el caso de los Llanos de Monay, en un suelo con baja fertilidad, los mejores rendimientos se obtuvieron con 50000 plantas/ha, utilizando maíz loca 'Chuco blanco' (2900 kg/ha), e cual es de porte alto. Este ensayo fue realizado en enero de 1989 y para la época de llenado de granos le faltó un riego, lo que pudo haber afectado el rendimiento. Generalmente en las parcelas que se siembran con "coas", deben distanciarse los surcos a 0,80 m y sembrar cada 50 cm (paso corto) las semillas necesarias para que se desarrollen dos plantas por punto, lo cual representa 50000 plantas por hectárea. En el caso de siembras mecanizadas en suelos fértiles y con cultivares de porte bajo, la densidad efectiva está entre 60 y 70000 plantas por hectárea. Para ello se calibra la sembradora para que siembre diez granos por metro lineal en hileras separadas a 0,90 m (esta es la abertura de los picos de las cosechadoras), lo que dará una densidad inicial de 111111 plantas/ ha, pero tomando en cuenta el porcentaje de germinación y los factores ambientales, llegarán a cosecha entre 60 y 70000 plantas por hectárea. Calibración de Sembradoras
n = Número de vueltas dadas a la rueda propulsora (10) P = Perímetro de la rueda propulsora H = Distancia entre hileras Si la densidad de siembra es menor que la deseada, cambiar el plato sembrador por uno de mayor número de celdas o cambiar el piñón de la rueda propulsora por uno de mayor número de dientes. Fertilización En Venezuela el uso de fertilizantes en el cultivo del maíz es generalizado. El consumo de fertilizantes ha llegado hasta 95 kg/ ha/año, lo cual es aceptable. Sin embargo, esto ha repercutido definitivamente en mejoras de la productividad, ya que existen muchas fallas en su administración, como por ejemplo: suministro de fórmulas completas o simples que no son las más acordes con las exigencias del cultivo aplicaciones a destiempo, etc. Con el nuevo precio de los fertilizantes es imperativo hacer un uso más racional de los mismos, tomando en cuenta algunas consideraciones: 1. Las aplicaciones de determinados elementos y sus cantidades, siempre deben basarse en los resultados del análisis de suelo. 2. El maíz aprovecha mejor los fertilizantes cuando
los suelos son profundos, bien drenados, con pH cercano a la neutralidad. Para que la
respuesta sea eficaz es muy importante que el suelo posea buena humedad. 4. La aplicación del fósforo se debe hacer completa al momento de la siembra, ya que la planta lo necesita a partir de las primeras etapas de su desarrollo. 5. Para lograr respuesta favorable a la fertilización es importante considerar, si estamos utilizando variedades o híbridos, la densidad de siembra apropiada y un control oportuno de malezas e insectos. 6. Por último, un aspecto fundamental en la aplicación del fertilizante, cuando se utiliza sembradora-abonadora, es aplicarlo en bandas laterales, paralelo a la hilera de maíz, a 10 cm de separación de ésta y 5 cm por debajo de la semilla. De esta manera la planta lo utiliza más eficientemente. Las aplicaciones al "voleo" se pueden realizar incorporando el fertilizante con el último pase de rastra, pero al quedar disperso y con poca humedad el terreno, se le dificulta a la planta alcanzar los elementos y si no. se realiza un control satisfactorio de malezas, ésta se verá desfavorecida. Es frecuente conseguir productores que piden recomendaciones de fertilización sin haber solicitado un análisis del suelo. Generalmente se sugieren unos 400 kg/ha de la fórmula 12-24-12 aplicados al momento de la siembra y 150-200 kg/ha de urea como reabonamiento a los 30 días de edad del cultivo. Para tener una idea de la extracción de elementos por parte del cultivo, se ha determinado que para una producción de 4000 kg/ha, se requieren las siguientes cantidades aproximadas: 110 kg de nitrógeno (N) REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DEL CULTIVO DEL MAÍZ El maíz requiere para un buen desarrollo de 16 elementos: provenientes del aire y del agua (carbono, hidrógeno y oxígeno), los cuales representan aproximadamente el 90% de la materia seca; provenientes del suelo: macroelementos (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre; microelementos (hierro, manganeso, zinc, boro, cobre, molibdeno y cobre). Nitrógeno: la planta lo necesita durante todo su período de crecimiento, lo absorbe casi todo en forma de nitratos (NO3-), el cual es fácilmente lavado. Así mismo, pequeñas cantidades de amonio (NH4+), nitritos (NO2-) y formas orgánicas. Se pueden distinguir tres fases marcadas en la absorción de nitrógeno: 1. Desde la germinación hasta los 15 días toma aproximadamente 8% del total. 2. A partir de los 15 días comienza a aumentar la velocidad de absorción hasta un máximo que ocurre durante la aparición de la espiga, hasta este momento la planta ha extraído alrededor del 60% de sus necesidades de nitrógeno. 3. Cuando aparecen las "barbas" desciende la velocidad de extracción y comienza una emigración de parte del nitrógeno (de hojas a tallo) hacia los granos. En suelos ácidos se debe aplicar fertilizantes que no produzcan mucha acidez residual (nitrato de amonio-NH4NO3, urea CO (NH2)2, nitrato de calcio Ca (NO3)2). En suelos alcalinos se puede utilizar fertilizantes que produzcan acidez como sulfato de amonio (NH4)2SO4. Fósforo: al igual que el nitrógeno, es un constituyente de todas las células vivas. Favorece el desarrollo radical y el crecimiento inicial. Su absorción aumenta en forma lineal, desde la germinación hasta la floración y luego empieza a descender Se encuentra bien distribuido en toda la planta. En el momento de la formación del grano comienza a movilizarse hacia éstos. Cuando ocurre deficiencia, casi siempre se manifiesta mientras las plantas no llegan a los 60 cm, ya que las plantas jóvenes necesitan más fósforo y el sistema radical está en desarrollo. Fertilizantes fosfatados más comunes: superfosfato triple Ca (H2PO4)2 con 45 a 47% de P205, fosfato de amonio, NH4H2PO4 con 11% de N y 48% de P205 y fosfato diamónico, (NH4) HPO4 con 18% de N y46% de P205. Potasio: es esencial para el metabolismo celular (crecimiento celular, producción de azúcares, almidones y proteínas), influye en la absorción de algunos otros elementos. La planta lo absorbe desde su nacimiento, alcanzando su máximo desde los 20 días antes de la emergencia de los estilos (barbas) hasta los 18 días posteriores a la emergencia de éstos. El 25 o 30% del potasio se encuentra en los granos. Fertilizantes potásicos: cloruro de potasio (KCl) con 62% de K20, sulfato de potasio K2804 con 48% de K20, nitrato de potasio KNO3 con 13,8% de N y 46% de K20. |