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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 34 Julio-Diciembre 1990 |
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FONAIAP DIVULGA No. 34 Julio-Diciembre 1990 |
La naturaleza, su belleza y el resguardo de sus recursos por parte del hombre, es un tema de indiscutible actualidad nacional, siendo necesario multiplicar esfuerzos para preservar su propia evolución y para el encuentro de su flora y su fauna a través del tiempo. Loma de León es un ejemplo a mantener por lo que sucintamente describe este artículo. Rómulo García., Marlene Salazar de Rodríguez., Roberth Smitho.
Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Investigador II. Ecología. |
En Venezuela la extensión total de la zona semi-árida es aproximadamente 40000 km2, es decir, un poco menos del 5% del área del país. Sin embargo, en esa extensión se encuentra el 22% de los centros poblados con más de 1000 habitantes. Esta situación señala una presión poblacional de la mayor importancia por la fragilidad de los ecosistemas de esa zona caracterizada por una lenta recuperación una vez perturbados. En la actualidad no existen programas integrados de conservación y ecología que sirvan de base para un desarrollo fundamentado en la característica ecológica en la región bajo estudio. Basado en lo anterior, se realizó un estudio de la vegetación en la zona semi-árida denominado "Loma de León, un estudio de la vegetación en una zona semi- árida de Venezuela y su relación con el caprino y la conservación". Dicha investigación tuvo una duración de siete años, en donde se estudiaron los siguientes parámetros: 1. Descripción y determinación de la clase de vegetación, utilizando fotografías aéreas de escala aproximada de 1 :25000 de la misión 020207, en donde se delimitaron las siguientes unidades de vegetación como: bosque denso, bosque ralo, matorral alto denso, matorral bajo denso, matorral ralo, tierra descubierta. 2. Se hizo un estudio de las especies vegetales más comunes en Loma de León. 3. Se midió la biomasa foliar (con y sin pastoreo de caprinos), utilizando un muestreador especial ideado por la sección de ecología del FONAIAP-Yaracuy, que mide biomasa foliar en el extracto de O a 1 ,50 m (midiendo un volumen de 100 cm horizontalmente por 150 cm2 de alto). 4. Se determinó el efecto del ramoneo de caprinos en la vegetación a mediano plazo (siete años) . 5. Se midió el efecto erosivo del pastoreo de caprinos en el ecosistema bajo estudio. 6. Se hicieron mediciones de densidad absoluta en algunas especies de fauna. 7. Se realizaron dos exclusiones al pastoreo (matorral bajo denso y matorral alto denso), para medir la capacidad de recuperación y la erosión natural del ecosistema. Una vez finalizada dicha investigación las recomendaciones fueron expuestas en el IV Congreso Venezolano de Conservación, realizado en Maracaibo donde la recomendación No.3 considera prioritario: "Loma de León posee una vegetación muy particular y paisajes importantes, se cree conveniente declararlo como Monumento Natural de la República de Venezuela, para permitir estudios científicos posteriores y para el disfrute del público". Basándose en esta investigación y mediante decreto de la Presidencia de la República, el Presidente Carlos Andrés Pérez decretó: el sitio conocido como Loma de León, situado al sur-oeste de la ciudad de Barquisimeto, es declarado Monumento Natural de Venezuela el día 9 de agosto de 1990, según decreto No.638 publicado en la gaceta oficial de la República de Venezuela". Este decreto considera a Loma de León como un accidente topográfico localizado en la zona árida del estado Lara, poseyendo una flora rica y representativa (exclusiva del estado Lara) como son: dos Mimosa, una Eugenia y una Opuntia, ninguna de las cuales está descrita botánicamente según R. Smith y el profesor Rivero. Además constituye un sitio de refugio de especies de su fauna autóctona y en peligro de extinción como es el caso del cardenalito, ya que 'Loma de León es rica en especies vegetales como bubita amarilla, bubita negra y guatacaro, consideradas como su alimento predilecto. Además, en Loma de León existen reductos de venados, cachicamos, váquiros, onzas, guacharacas, zorras, tigritos, cardenalitos, perdices, etc., que para el año 1900 eran especies animales comunes en zonas semi-áridas. Con la instauración del Monumento Nacional se lograría preservar los nichos ecológicos de esta fauna, permitiendo así que éstos vivan, proliferen y dispersen hasta las zonas semi-áridas circundantes a este Monumento Nacional que tendría un área aproximada a las 8000 hectáreas. |