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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 34 Julio-Diciembre 1990 |
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FONAIAP DIVULGA No. 34 Julio-Diciembre 1990 |
*Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Investigador III. |
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En muchos países como Australia, Colombia, Tailandia y otros del sureste asiático, se ha utilizado con éxito el secado natural de la yuca,, para facilitar el manejo y mercadeo de un producto que, una vez cosechado, resulta altamente perecedero. Esta es la razón por la que los productores de este cultivo, tienen como costumbre dejarla en la tierra hasta el momento de ser consumida. Existen diferentes tratamientos para almacenar las raíces de yuca, los cuales, aparte de ser costosos no garantizan la conservación por tiempo prolongado. Hasta el presente la forma más económica y duradera para el secado de raíces de yuca, consiste en la utilización de la luz solar y el viento. El interés prestado a la yuca en los últimos años por algunos países a nivel mundial, motivó gran parte el establecimiento de centrales deshidratadores y otras plantas similares en nuestro país importadas desde Brasil, Francia, Inglaterra, etc., con la finalidad de fabricar harinas y pellets fundamentales. Actualmente la mayoría de funcionando, obedeciendo a problemas de diversas índoles, entre los que figuran: bajo precio de recepción de yuca, problemas de mercado de algunos productos elaborados por la competencia con otros productos como el sorgo, problemas de plantas como defectos de mecanismos y equipos (lavadoras, picadoras, sistemas de secado, disponibilidad de agua, etc.), altos costos de operación, establecimiento en la mayoría de los casos de una sola línea de producción, pérdidas en la recepción de la materia prima y muchos otros. La anterior situación ha creado serios inconvenientes en el mercado de la yuca, debido a que la industria artesanal de casabe y el mercado de el consumo fresco, no son suficiente para absorber la producción nacional actual, registrándose cuantiosas pérdidas anuales de este producto y una disminución progresiva de la superficie sembrada. Dadas las actuales circunstancias, el secado natural se presenta como una alternativa para aliviar el problema de paralización de plantas procesadoras y abrirle camino a la yuca hacia la industria de alimentos para animales. El proceso de secamiento de la yuca al sol puede hacerse de dos formas, en piso de cemento y en bandejas. Secamiento en piso de cemento Las raíces de yuca, previamente lavadas y picadas, se esparcen uniformemente sobre la superficie con un rastrillo; que puede ser de madera o plástico; al principio los trozos de yuca se voltean cada dos horas aproximadamente. En condiciones favorables de luz solar los pisos de cemento pueden tolerar una carga de hasta 15 kilogramos por metros cuadrado. Durante la noche los trozos de yuca son apilados y se cubren con plástico o lona para protegerlos del rocío o la lluvia, al día siguiente se vuelven a esparcir. Cuando los trozos de yuca se quiebran con facilidad (como una galleta) y el color de la pulpa es blanco opaco (sin brillo) están suficientemente secos para ser almacenados. El secamiento en estas condiciones se lleva a cabo de manera similar a la del café: se esparce la yuca en capa delgada sobre el piso de cemento volteándose la capa de trozos de yuca periódicamente de manera que éstas se sequen uniformemente. Secamiento en bandejas Este método sólo es recomendable en lugares donde las condiciones ambientales permitan un corto tiempo para el secado. Una vez lavadas y picadas las raíces, los trozos de yuca se esparcen sobre unas bandejas cuyos fondos posean dos tipos de malla metálica o plástica. Una, tipo gallinero de orificios grandes para darle mayor soporte y, otra tipo mosquitero (malla fina) para evitar que los trozos pequeños de yuca caigan al suelo. Las bandejas son colocadas en forma inclinada para aprovechar la velocidad del viento, las mismas se apoyan en una estructura tipo mesa que puede estar fabricada de bambú. Las dimensiones de las mismas pueden variar aunque deben estar dentro de un tamaño que sea fácilmente manejable por una persona, una de las dimensiones recomendadas es la de 0,9Q x 1 ,80 m x 5,5 cm de profundidad. En estas condiciones el tiempo de secado de los trozos de yuca es más corto que el empleado en el piso de cemento, pudiendo reducirse en ocasiones hasta la mitad. Durante la noche los trozos de yuca son apilados y se cubren con plástico o lona para protegerlos del rocío o la lluvia, al día siguiente se vuelven a esparcir. Cuando los trozos de yuca se quiebran con facilidad (como una galleta) y el color de la pulpa es blanco opaco (sin brillo) están suficientemente secos para ser almacenados. El secamiento en estas condiciones se lleva a cabo de manera similar a la del café: se esparce la yuca en capa delgada sobre el piso de cemento volteándose la capa de trozos de yuca periódicamente de manera que éstas se sequen uniformemente. Durante la noche, si los trozos de yuca aún no están secos, las bandejas son apiladas una sobre otra, tapando la de arriba con una lona plástica o cualquier, objeto impermeable, hasta el día siguiente cuando se continúe el proceso que finalizará logrando las condiciones de secado requeridas. Especificaciones del ensayo de secamiento para rodajas de yuca Localidad: Yaritagua, estado Yaracuy. Horas diurnas requeridas para secar hasta un contenido de humedad de 14%: Piso de concreto: 5 kg (10 h), 10 kg (14h). Condiciones climáticas promedio para todo el período del ensayo: Temperatura máxima: 33°C
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