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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 35 Enero-Marzo 1991 |
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FONAIAP DIVULGA No. 35 Enero-Marzo 1991 |
Humberto A. Rodríguez, Herman A. Nass A.
Ingeniero Agrónomo. M.Sc. Investigador
II. |
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El cultivo del arroz (Oriza sativus L.) es afectado por numerosos y diferentes enemigos naturales, encontrándose entre éstos un extenso grupo de agentes infecciosos que causan distintas enfermedades, las cuales en determinadas condiciones ambientales constituyen uno de los factores limitantes de mayor importancia en la explotación de este cereal. La actividad desarrollada por estos entes (hongos, bacterias, virus, etc.) en los órganos invadidos (hojas, tallos, inflorescencias, semillas) originan disminuciones, tanto en la calidad como en la cantidad de la cosecha. La magnitud de las pérdidas económicas se encuentra determinada por los niveles de susceptibilidad de las variedades sembradas y por el tipo de manejo agronómico que ellas reciben. Enfermedades de mayor importancia En las áreas arroceras de Venezuela las enfermedades causadas por hongos son las más numerosas, y entre éstas se encuentran la mayoría de las más importantes. La amplia distribución de alguna de ellas y la aparición localizada de otras conforman un panorama fitopatológico muy variable, pero la incidencia y severidad de las más destructivas promueven reducciones en los rendimientos que pueden alcanzar hasta e170% y obligan al agricultor a tomar medidas preventivas durante el ciclo de lluvias. Según los últimos trabajos de investigación conducidos por los técnicos del FONAIAP, las enfermedades más comunes e importantes en este cultivo son las siguientes: Piricularia (Pyricularia oryzae): constituye el principal problema fitopatológico del arroz, debido a que el hongo manifiesta gran capacidad destructiva y desarrolla rápida adaptabilidad en las nuevas variedades ya los fungicidas específicos. Los ataques críticos ocurren en plántulas y floración; las lesiones foliares típicas son alargadas con extremos puntiagudos, de bordes marrón-rojizo y centros grisáceos. La extensión y confluencia de varias manchas producen secamiento parcial o total de la lámina foliar. Las lesiones paniculares se localizan en el pedúnculo, ramificaciones y estructuras florales. Comúnmente la infección ocurre en la base de la panícula (cuello o nudo ciliar) provocando el necrosamiento y estrangulamiento del área afectada. Los ataques tempranos, antes de emerger la panícula, originan granos vanos; mientras que los tardíos, los producen livianos y yesosos. Helminthosporiosis (Drechslera oryzae, Bipolaris oryzae, Helminthosporium oryzae): se encuentra asociada con baja fertilidad del suelo y daños radicales por insectos. El hongo infecta en cualquier etapa del cultivo; sin embargo, las incidencias más críticas a la planta ocurren al final del cultivo. Las lesiones foliares varían desde pequeños puntos hasta manchas circulares u ovales que se distribuyen casi uniformemente por toda la lámina foliar; la coloración marrón inicial se torna más clara en el centro y aparece con frecuencia un halo amarillento. A nivel de panícula el fitopatógeno invade el cuello, raquis, ramificaciones y granos (glumas), originando manchas marrones cubiertas por crecimiento del hongo. Esto disminuye el rendimiento y la calidad molinera. Escaldadura de la hoja (Rhynchosporium oryzae): es común en todas las áreas arroceras, particularmente en los últimos años la incidencia y, severidad se ha incrementado. Aun cuando se reconoce como un fitopatógeno débil, este hongo produce grandes secamientos de la lámina foliar. Generalmente, las lesiones se localizan en las puntas de las hojas. Al principio las manchas presentan una apariencia húmeda, luego se desarrollan áreas de color verde oliva o marrón claro. Las manchas típicas presentan una zonificación característica de bandas claras y oscuras. Pudrición de la vaina (Sarocladium oryzae, Acrocylindrium oryzae): es una de las pudriciones que se presentan con mayor frecuencia en arroz. Dado que en los últimos años ha habido un estable incremento en cuanto a su incidencia, el hongo actualmente merece especial atención en los programas de mejoramiento del arroz. Los daños se visualizan en las vainas de las hojas superiores, particularmente en la llamada bandera, en forma de manchas oblongas con centros grises y bordes marrones, llegando en algunos casos a cubrir toda el área de la vaina. En infecciones severas, las panículas no emergen totalmente o lo hacen parcialmente acompañadas por pudriciones que impiden la producción de granos. En el lado interno de las vainas afectadas se desarrolla un polvillo blanco o rosado que corresponde a las estructuras del hongo. Manchado del grano, asociado a un complejo de hongos y bacterias (Helminthosporium, Sarocladium, Alternaria, Epicoccum, Fusarium, Rhynchosporium, Pseudomonas glumae, P. fuscovaginae, P. siringae pv. oryzico/a): ocupa un lugar muy significativo en la problemática fitopatológica de este rubro, debido a que la actividad de tales microorganismos reducen la viabilidad y rendimiento de la semilla certificada, particularmente. Los síntomas en las glumas varían dependiendo de la clase de microorganismos asociados y el avance de la infección. En, algunos casos se presentan manchas marrones o negras que cubren parcial o totalmente la superficie; en otros, se observan pequeños puntos. En nuestras condiciones, el Helminthosporium oryzae se encuentra con mayor frecuencia, observándose grandes lesiones cubiertas por estructuras del hongo. Hoja blanca: es la única enfermedad del arroz de origen viral conocida en Latinoamérica, cuyo agente transmisor es el insecto saltahojas llamado sogata (Sogatodes orizicola). Aun cuando en la actualidad su intensidad es baja, la presencia del agente causal y de insecto vector sitúa a esta enfermedad como una de las más importantes, además del efecto devastador de la misma. Los síntomas de hoja blanca difieren según la variedad atacada y edad de la planta infectada. Se caracterizan por áreas cloróticas o lesiones típicas de un mosaico que al fusionarse forman bandas amarillentas paralelas a la nervadura central con secamiento de la lámina foliar. En algunos casos la hoja se torna completamente amarillenta, previo al total secamiento. Es frecuente observar plantas infectadas con las panículas deformadas, y torcidas, espiguillas de color marrón y esterilidad parcial o total; de igual forma se forman granos alargados y delgados. También es frecuente ver macollas sanas y enfermas en una misma planta, notándose en estas últimas una coloración más clara, tallos más delgados y menor tamaño (achaparramiento) en comparación con las macollas sanas. Enfermedades de menor importancia Cabe mencionar que, además de las anteriores, se presentan otras enfermedades con muy baja incidencia, de aparición esporádica o de ataque en determinadas áreas geográficas, las cuales, en términos generales, se consideran sin importancia económica. Entre éstas podemos señalar las siguientes: Podredumbre de la vaina (Rhizoctonia sola ni): produce lesiones elípticas o irregulares de color blanco grisáceo en la vaina foliar, encima de la superficie del agua (riego) o del suelo (secano). Los mayores ataques se han conseguido en el estado Barinas. Pudrición del tallo (Sclerotium oryzae o Helminthosporium signoideum): se inicia en la vaina, cerca del nivel del agua, con lesiones negras; posteriormente se desarrollan masas oscuras de micelio del hongo y vetas negras a lo largo del tallo. Igualmente, aparecen pequeños esclerocios negros en la parte interna y externa de la vaina afectada. En el estado Guárico (Calabozo) se ha presentado en niveles altos. Cercosporiosis (Cercospora oryzae): se caracteriza por lesiones largas y delgadas de color marrón oscuro, localizadas en el área intervenal de la lámina foliar. Mancha ojival (Drechslera gigantea o Helminthosporium oryzae): deforma oval a irregular con centro necrótico de color claro y borde marrón oscuro. Alternaria (Alternaria padwiicki): se caracteriza por una mancha en forma de anillo de borde marrón y centro claro. Espiga erecta: es una enfermedad de tipo fisiológico asociada a diversos factores del suelo, lo cual produce esterilidad total. Daños causados por nematodos: es muy probable que ciertos síntomas que esporádicamente se presentan en campo sean producidos por algunos géneros asociados a este cultivo (Hirsmanniella, Aphelenchoides, Ditylenchus), tales como amarilleos foliares, pudriciones radicales, deformaciones y esterilidad de la panícula. Medidas de Control El control de las principales enfermedades del arroz se efectúa, básicamente, mediante la resistencia varietal, aplicación de fungicidas y prácticas culturales. Fundamentalmente, éstas se dirigen a la piricularia y al manchado del grano. Las medidas que aquí se apliquen inciden en mayor o menor grado al resto de las enfermedades. En la actualidad las variedades que se siembran (Cimarrón, Araure-1 , Araure-4) manifiestan diversos niveles de susceptiblidad a la piricularia, siendo 'Araure-1' la más susceptible y 'Araure-4' la más resistente, tanto a nivel foliar como en la panícula. De igual forma sucede con el manchado del grano, es decir, que la presencia y daño responde a la época de siembra y la variedad. Sin embargo, las mayores infecciones se han registrado en 'Araure-4'. El control químico de piricularia es un método muy efectivo y comúnmente usado en nuestro país. Aunque puede haber pequeñas modificaciones, las aplicaciones para proteger la panícula generalmente se realiza al inicio de la emergencia y, luego, después de siete a diez días. Con frecuencia, en las variedades muy susceptibles, es recomendable una, aspersión entre 25 y 30 días de edad del cultivo. En relación con los fungicidas, existen en el mercado varios productos con ingredientes específicos para minimizar los daños originados por piricularia, cuyos rangos de eficacia van, desde mediana hasta altamente eficaces. Los compuestos kasugamicina (Kasumín) y blasticidina (SLAS) fueron los primeros fungicidas (antibióticos), después se incorporaron otros como el edifenphos (Hinosan), el cual es un órganofosforado. Desde hace varios años se han desarrollado nuevos productos específicos con alta eficacia, tales como triciclazole (Sin), prochloraz (Octave), isoprothiolane, probenazole, pyroquilón, fthalide. Algunos de estos últimos fungicidas se encuentran en el mercado nacional. Dado que el uso continuo de un mismo ingrediente activo específico contra P. oryzae pueden originar cepas resistentes, se recomienda la mezcla o alternancia con otros ingredientes activos. El benomil (Senlate), manzate, propineb (Antracol), Dithane son algunos de los fungicidas que también se pueden utilizar para contrarrestar el surgimiento de resistencia. Los ataques de helminthosporiosis. como constituyente del complejo de microorganismos asociados con el manchado del grano, se reducen con las aspersiones de mezclas de carbamatos, edifenphos (Hinosan), después de emerger las panículas. Recientemente, se ha encontrado con el fungicida iprodione (Kidan) una alta eficacia en el control del manchado del grano. Las prácticas culturales inciden, en mayor o menor grado, en la intensidad de las enfermedades del arroz. Por lo tanto, el manejo adecuado provee ciertas condiciones adversas a los agentes causales, lo cual se transforma en una medida de combate. Cabe destacar que el manejo apropiado del riego, control oportuno de malezas e Insectos, uso de semillas certificadas, fertilización adecuada y corrección de micro nutrimentos, ejercen notable influencia en el desarrollo de las enfermedades, al retardar la inoculación y diseminación de los patógenos y reducir la predisposición de las plantas a las enfermedades. Además, permiten que las variedades cultivadas expresen la máxima productividad.
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