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  FONAIAP   DIVULGA  No.  36                                                                                                                           Abril-Junio    1991


El Cultivo del Arroz Densidad de Siembra, Control de Malezas y Fertilizaci�n

Sobre la base de los experimentos realizados en arroz durante los �ltimos a�os, en la regi�n centro-occidental, a continuaci�n se ofrecen recomendaciones para racionalizar el empleo de semillas por hect�rea, evitar los riesgos por fitotoxicidad en el control de malezas y la utilizaci�n eficiente y oportuna de los fertilizantes. Se espera que estas recomendaciones sean de utilidad al productor y oportunamente se ampliar�n las recomendaciones al respecto.

Orlando P�ez Nerderr


Ingeniero Agr�nomo. Investigador IV. FONAIAP-Estaci�n
 Experimental Portuguesa. Acarigua


   Es obvia la importancia y el beneficio econ�mico que para el agricultor tiene la siembra de adecuadas cantidades de semilla de arroz en sus campos comerciales. Para garantizar esta �ptima densidad es necesario el uso de una semilla con buen porcentaje de germinaci�n y libre de simientes de malezas nocivas. 

    Densidad de Siembra 

   Los trabajos de investigaci�n llevados a cabo en la Estaci�n Experimental Portuguesa, con relaci�n a las diferentes variedades comerciales de arroz, revelan que cantidades de semilla en el orden de 120 a 130 kg/ha, son suficientes para el mantenimiento de una buena poblaci�n en campo. Sin embargo, en vista de la generalizaci�n del sistema de siembra al voleo y en atenci�n a ciertas p�rdidas de semilla que conlleva esta metodolog�a de trabajo, es recomendable ajustar la cantidad antes mencionada a un m�ximo de 140 kg/hect�rea. 

   El uso de densidades de siembra superiores a la se�alada trae consigo problemas relacionados con la competencia dentro del cultivo mismo, determinando, al final del ciclo de cultivo, plantas con menor desarrollo, escaso macollamiento y con espigas m�s cortas que las de una planta normal. Igualmente, las altas densidades de siembra dan lugar a la creaci�n de ambientes favorables para el desarrollo de enfermedades fungosas y criaderos de plagas, dado el crecimiento tupido que se observa bajo estas condiciones. Por lo dem�s, resta se�alar que este crecimiento profuso limita la eficacia de los agroqu�micos, al mismo tiempo que, asociado con una alta fertilizaci�n nitrogenada, favorece el volcamiento de plantas en campo. 

   Las observaciones relativas a un estudio de densidades de siembra para las variedades 'Cimarr�n' y 'Palmar', entre otros aspectos, ofrecieron los siguientes resultados: 

   Control de Malezas

   Dentro de los diversos aspectos que conforman el manejo agron�mico del arroz en la zona centro-occidental, el diagn�stico regional sobre el cultivo, elaborado por t�cnicos de FUDECO, APROSCELLO, CIAT y FONAIAP detect� como problem�tica de primera importancia la referente al control de malezas. Al respecto cabe destacar que esta situaci�n reviste mayor gravedad en arroces sembrados bajo condiciones de riego complementario, en comparaci�n con los sembrados bajo condiciones de riego integral. 

   En atenci�n a los diversos g�neros y especies de malezas presentes en los arrozales, se han realizado evaluaciones experimentales de los diferentes herbicidas espec�ficos para el cultivo, tanto preemergente como postemergente, con el fin de observar el grado de efectividad en el control de malezas y su efecto fitot�xico sobre el arroz. El an�lisis de estas observaciones manifiesta mucha variabilidad en  el modo y el grado de acci�n de estos productos que en su mayor�a ofrecen buenas perspectivas de uso. 

   Por sobre cualquier otra consideraci�n, la efectividad de un control qu�mico de malezas est� m�s garantizada en la medida que haya estado precedida de una buena preparaci�n de suelos, al mismo tiempo que exista un adecuado manejo de las aguas de riego. 

   La aplicaci�n del herbicida en el momento adecuado tiene mucha importancia para lograr un mejor control de malezas, ya que las aspersiones tard�as conllevan la necesidad de utilizar dosis m�s altas, con riesgo de grave fitotoxicidad para el cultivo y una deficiente efectividad del herbicida. 

   En la actualidad, la fase experimental respecto al control de malezas mantiene la evaluaci�n de rutina de los nuevos herbicidas que se incorporan al mercado, dentro de los cuales se encuentran algunos con presentaci�n de polvos mojables.

   Igualmente, en relaci�n con algunos productos preemergentes se ha estudiado su  efectividad al ser aplicados directamente sobre la l�mina de agua en con condiciones de presiembra. La me metodolog�a de trabajo consiste en que una vez preparado el terreno y estando completamente lleno el pa�o de riego, se procede a cerrarlo para lograr la estabilizaci�n de la l�mina. A partir de ese momento puede efectuarse la aplicaci�n del herbicida correspondiente y, al cabo de cuatro d�as, se procede a la siembra del arroz, ya bien con semilla seca o semilla pregerminada. Al respecto, se ha constatado que bajo estas condiciones de siembra no hay efecto fitot�xico. Posterior mente a la siembra se inicia el desag�e del campo. Los resulta dos obtenidos en este �ltimo caso han sido altamente positivos  para algunos herbicidas en particular.

   Paralelamente a estos trabajos, las actividades experimentales se han orientado tambi�n hacia el control integrado de malezas que consiste, b�sicamente, en la aplicaci�n conjunta de herbicidas preemergentes y postemergentes, asperjados en forma temprana, cuando el cultivo se encuentra alrededor de los 10 a 12 d�as de edad. Con esta metodolog�a se tiende a reducir las dosis de ambos tipos de herbicidas y con ello atenuar el efecto fitot�xico del preemergente. Las observaciones de una serie de mezclas en este sentido han arrojado, igualmente, resultados muy positivos. 

   En todo caso, la idea de conformar un control de malezas lo m�s efectivo posible y de menor costo es la meta que se persigue con este tipo de actividades de investigaci�n. 

   Fertilizaci�n 

   La aplicaci�n de fertilizantes al cultivo de arroz manifiesta respuestas altamente positivas. Al respecto, se estima que en el caso particular del nitr�geno puede lograrse un incremento en la producci�n de arroz paddy de 20  y  40 kg por cada kilo que se aplique del elemento.

   En l�nea  generales, lo requisitos de nitr�genos, f�sforo y potasio para  la regi�n  centrooccidental pueden  ubicarse en el  orden de 80  a 100 unidades  de n,  50  a 60 unidades de p y  50des de potasio. Sin embargo, esa trav�s del an�lisis qu�mico del suelo que nosotros podremos establecer cual ser� la tendencia de respuesta del cultivo ante la aplicaci�n de una determinada cantidad de un elemento en particular. 

   En el caso concreto de los elementos f�sforo y potasio se mantiene la recomendaci�n de aplicarlos en el momento de la siembra. No obstante, cabe destacar que su incorporaci�n posterior a esta labor, alrededor de 15 a 18 d�as despu�s, tambi�n ofrece respuestas positivas de significaci�n. 

   En cuanto al nitr�geno, se ratifica la idea de Que su aplicaci�n fraccionada en dos partes debe coincidir con la m�xima expresi�n de macollamiento y con el momento previo al inicio interno de la formaci�n de la pan�cula; aspectos que corresponden, aproximada y respectivamente, con los 25 y 50 d�as de edad del cultivo. 

   En algunos suelos el an�lisis correspondiente puede revelar la conveniencia de aplicar una tercera dosis nitrogenada, la cual, con resultados positivos, debe realizarse alrededor de los 60 d�as.

   La  incorporaci�n  del nitr�geno  se recomienda efectuarlas en condici�n  de inundaci�n, con una lamina de agua  muy delgada, con  la finalidad de lograr r�pidamente su incorporaci�n  a las zonas m�s profundas adyacentes al �reas radical.

   Debe tomarse en cuenta que per�odos alternos, muy frecuentes o pronunciados, de inundaci�n y sequ�a del campo de cultivo resultan negativos para lograr mayor eficiencia en el aprovechamiento del nitr�geno. 

   Actualmente, en virtud de las diversas modalidades de trabajo presentes en la explotaci�n arrocera regional, las actividades experimentales sobre fertilizaci�n consideran la ejecuci�n de pruebas que atienden, por una parte, al estudio de la eficiencia de utilizaci�n del nitr�geno bajo diferentes condiciones de riego, concretamente las formas de inundaci�n permanente y el mantenimiento de suelo saturado o moje; y por otra, la evaluaci�n de la eficiencia de aprovechamiento de N-P-K bajo diferentes formas de aplicaci�n del abono.

 

Diferentes densidades de siembra en arroz utilizando las variedades Cimarr�n y Palmar

DENSIDAD DE SIEMBRA
(Kg/ha)

VARIEDAD

N�MERO PROMEDIO DE HIJOS POR PLANTA

100

Cimarr�n

3.6

Palmar

2.8

120

Cimarr�n

3.0

Palmar

2.2

140

Cimarr�n

2.4

Palmar

2.0

 

Prueba del fertilizaci�n ed�fica de la variedad experimental de arroz Cimarr�n

Tratamiento

A 25 DDS

A 50 DDS

A 60 DDS

RENDIMIENTO

(Lote)

(Kg/ha de Urea)

(Kg/ha)

1

200

200

-

6.960

2

200

200

50

7.300

3

125

125

50

7.555

4

125

125

-

6.880

DDS = D�as despu�s de la siembra