FONAIAP   DIVULGA  No.  36                                                                                                                           Abril-Junio    1991

Manejo Reproductivo del ganado de Doble  Propósito Recomendaciones para su 
Mejoramiento  en la Zonas de Aroa - bajo Tocuyo

Oswaldo Rosendo

Méd.  Veterinarios FONAIAP PRODETEC Estación 
experimental Falcón. Coro

  En muchas fincas ganaderas de Venezuela, se ha hecho práctica común el establecimiento de programas integrales de medicina veterinaria preventiva, en los cuales el manejo reproductivo es una parte más del conjunto que conforma el programa. El mismo, no se aplica adecuadamente y en muchos casos se omite, debido a las dificultades originadas por la falta de instalaciones en la finca, el desconocimiento del personal encargado o la falta de metas claras dentro del plan de manejo técnico- administrativo de la finca. 

  Dentro de la economía de las fincas pequeñas y medianas de doble propósito, es imprescindible una larga y continua vida reproductiva de cada cabeza de ganado, que asegure la generación de los animales de reemplazo y al mismo tiempo la producción de un volumen diario de leche para el mercado, con la consecuente generación de ingresos. 

  PROBLEMAS DETECTADOS 

  A través del diagnóstico realizado previamente, se hizo evidente la necesidad de poner en marcha programas de manejo reproductivo en las fincas incluidas en el proyecto, en la zona del Bajo Tocuyo, para poder resolver los problemas que están incidiendo negativamente en el proceso productivo de la finca, disminuyendo la eficacia en las pariciones y aumentando las cargas de potreros con muy poca o ninguna producción. Entre estos problemas se detectan: 

-Forraje ausente, insuficiente y/o de mala calidad. 
-Fallas en la suplementación mineral. 
-Alimentación deficiente de los animales de reemplazo. 
-Prevalencia de enfermedades infecciosas como leptospirosis, brucelosis y vibriosis, de 63, 2.1 y 57% respectivamente. 
-Prevalencia de parásitos como trichomonas (14.2%), fasciola hepática (45%) y tripanosomas. 
-Deficiencias en los programas de vacunación preventiva contra brucelosis (cepa 19) y leptospirosis. 
-Ausencia de criterios y definición de prácticas de manejo reproductivo. 
-Instalaciones inadecuadas para la ejecución de las prácticas de manejo reproductivo. 

  PROPUESTA: ESQUEMA DE TRABAJO EQUIPO 

  Las experiencias y resultados de investigaciones previas en otras zonas y condiciones, así como los obtenidos en Bajo Tocuyo, a través del trabajo conjunto con el Servicio de Evaluación Genética de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UCV, a partir de 1989, con un grupo de fincas pequeñas (entre 15 y 30 vacas en ordeño), permiten establecer ciertos criterios y recomendaciones orientados a la mejora significativa de la eficiencia reproductiva de los rebaños. 

  Este paquete de recomendaciones requiere de un sistema de trabajo en equipo (propietarios, administradores, personal y médico veterinario) interactuando entre sí, bajo la modalidad conocida como Gerencia Participativa. 

   Cada uno de los participantes cumple con su responsabilidad y aporta soluciones para alcanzar la meta del éxito reproductivo, a diferencia de los sistemas de gerencia autoritarios característicos de las explotaciones tradicionales; en estos últimos el propietario-administrador es quien toma las decisiones, en muchos casos, de manera inconsulta con el médico veterinario. Por ello, sus recomendaciones no son efectuadas de manera conveniente y su papel se limita, en muchas ocasiones, a la atención de animales enfermos. Todo ello trae como resultado una baja productividad, la cual sólo podrá ser superada mediante la asignación de responsabilidades específicas. 

   Responsabilidades de la Gerencia 

   La responsabilidad gerencial, en los sistemas de producción estudiados, está representada por los propietarios, quienes normalmente no viven en la finca, lo cual resulta en una fuerte limitante para implantar un esquema de gerencia participativa. En este sentido, es imperativo que los productores participen y permanezcan en las fincas para propiciar la suficiente comunicación entre todos los participantes y garantizar una acertada y oportuna toma de decisiones. La Gerencia debe asumir y cumplir las siguientes funciones: 

* Asegurar la identificación correcta del rebaño y mantener los registros al día. 
* Disponer o dotar de las instalaciones mínimas para el manejo reproductivo: corrales y mangas. De acuerdo con los resultados obtenidos es imprescindible contar con una manga cuando el número de vacas al ordeño es superior a 80. 
* Garantizar la nutrición balanceada durante todo el año. 
* Criar racionalmente a los reemplazos. 
* Promover el mejoramiento genético del rebaño. mediante la utilización de toros de conocido grado de herencia europea, o totalmente puros, dependiendo del sistema de apareamiento seleccionado. 
* Promover la selección rigurosa de los reemplazos y el descarte de los vientres improductivos
* Asegurar la provisión oportuna de los materiales e insumos requeridos para el manejo reproductivo, 
* Supervisar la ejecución de las tareas planificadas dentro del programa de manejo reproductivo y de salud en general del rebaño. 
* Mantener un flujo de comunicación constante con el equipo de trabajo y consultarle antes de tomar decisiones que puedan afectar la eficiencia reproductiva del rebaño.

   Responsabilidades del personal 

  En la zona bajo estudio el personal generalmente está constituido por mano de obra familiar y el propio dueño, quienes deben cumplir con las siguientes tareas: 

* Registros de la fecha de parto, sexo de la cría, número del parto, pesaje de la leche, fecha de secado, enfermedades, abortos, exámenes y vacunaciones. 
* Registros de la detección de celos y/o monta. 
* Efectuar tratamientos reproductivos bajo la supervisión del médico veterinario. 

   Responsabilidad del Medico Veterinario

    Es a este  profesional a quien le corresponde la conducción  del  programa de manejo  reproductivo, ya  que  el campo de la  reproducción  animal es de su exclusiva  competencia, por la cual debe  asumir la planificación, supervisión y control del programa  reproductivo (en conjunto con  la gerencia y el personal) lo que  incluyen  entre  otras,  las siguientes responsabilidades.

* Palpaciones rutinarias. 
* Revisión y diagnóstico de las enfermedades del tracto reproductivo. 
* Aplicación de la terapéutica reproductiva 
* Selección de toros y/o semen, reemplazos y vientres de descarte. 
* Revisión e instrucciones a la gerencia en la adquisición de insumos para el programa reproductivo y sanitario en general. 
* Entrenamiento del personal en el manejo de registros, detección de celos y monta controlada. 
* Evaluación y ajustes periódicos del programa de manejo reproductivo. 

   Si se ha logrado que cada parte comprenda y asuma sus responsabilidades, y que efectivamente las cumpla de manera eficiente, será posible lograr el cambio técnico y administrativo necesarios para mejorar la eficiencia reproductiva de los rebaños. Esto sólo se podrá alcanzar a través del diálogo y la comunicación constantes entre propietario, administrador, personal y 1écnico encargado del programa reproductivo. 

   METAS y CRITERIOS DE EVALUACIÓN 

   Las metas que se persiguen con la implantación del esquema propuesto son las de lograr una óptima eficiencia reproductiva en el rebaño, y mantenerla a través del tiempo. 

   Los criterios para evaluar el desempeño son: el período de días vacíos y el intervalo entre partos. 

   El número de días vacíos es el parámetro más importante y se refiere al período entre el parto y la próxima concepción, el cual debe ser menor de los 100 días. En nuestro estudio de seis rebaños durante 1990, fue de 131 79 días, con una probabilidad de 66% de que las vacas se preñen después de los 100 días postparto. Esto refleja la gravedad del problema reproductivo y la necesidad de un esfuerzo continuo para mejorar la eficiencia reproductiva.

   Conseguir un intervalo entre partos menor de 13 meses, es consecuencia directa del indicador anterior, y por lo tanto refleja igualmente una situación que debe mejorarse. 

   La evaluación constante de estos parámetros debe aportar resultados que permitan iniciar los correctivos necesarios para lograr la reducción, tanto del período de días vacíos como del intervalo entre partos, a los niveles recomendados técnicamente.