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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 37 Julio-Septiembre 1991 |
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FONAIAP DIVULGA No. 37 Julio-Septiembre 1991 |
Para incorporar a los productores de la franja maicera a un gran propósito nacional de hacer un uso más racional de la tierra en función de su conservación, se deben introducir y evaluar tecnologías confirmadas como efectivas para aumentar la aumenta la capacidad nutricional de los suelos y su contenido de materia orgánica, sin destruir la microflora, insectos útiles y helmintos con manejo agronómico, y técnicas de retención de suelos que garanticen la bondad a largo plazo de la capa arable. Augusto Aponte*, José
Tablante**,Jorge Escalona**, Alexis Pérez*,
* FONAIAP- EE Lara, Barquisimeto |
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Antecedentes Las actividades ligadas a este proyecto se iniciaron en septiembre de 1985 en la hacienda Santa María (antes Mata Gorda), a 66 km de Puerto Ayacucho, en la vía hacia Caicara del Orinoco, donde sólo se consigue una delgada capa de suelo arenoso, bajo en materia orgánica, bajo contenido de arcilla, con poca capacidad de retención de nutrientes, encima de rocas graníticas y donde predomina la gramínea Trachypogum guyanensis de escaso valor nutritivo para la ganadería. Allí se perseguía incrementar el contenido de materia orgánica y nutrimentos del suelo con la adición de residuos de cosecha y especies leguminosas rastreras, con el fin de promover un nuevo horizonte "A" encima de las erosionadas sabanas actuales y, así, servir a una explotación ganadería silvo-pastoril, con franjas de frutales y palmas amazónicas como fuente de alimento y sombra para la cría y los moradores de la localidad. Esta actividad fue suspendida por falta de apoyo logístico y económico en febrero de 1986, pero en la actualidad, el FONAIAP cuenta con un Campo Experimental en Pintado, Departamento Ature, a 20 km de Puerto Ayacucho, donde se ha planificado continuar esta actividad a partir de 1992. Importancia La tecnología moderna que se viene utilizando en la producción comercial de maíz y otros cereales, si bien por un lado, ha contribuido a incrementar los rendimientos en semilla, por otro, está provocando un serio deterioro a y el ambiental. En el caso del maíz se puede afirmar que si no controla químicamente la maleza en el momento de la siembra no se aplican fertilizantes, no habría cosecha, ya que las malezas nocivas ahogarían al cultivo y s suelos empobrecidos darían entes raquíticas sin capacidad para formar buenas mazorcas. En la medida que se desee incorporar a los productores de maíz a un gran propósito nacional de hacer un uso más racional de la tierra, en función de su conservación para el futuro.; se deben introducir y evaluar tecnologías confirmadas como efectivas para aumentar la capacidad nutricional de los suelos y su contenido de materia orgánica, sin destruir la microflora esencial, preservando la bondad permanente de la capa árabe. Aparte del estiércol, la materia orgánica proveniente de residuos de cosecha, conjuntamente con los cultivos de cobertura, brindan una opción tecnológica apropiada para enfrentar el problema técnico y económico que surge para los pequeños productores que ya no pueden seguir financiando el precio elevado de los agroquímicos. Por falta de información, la mayor parte de los residuos de cosecha del maíz y de la caña no se están aprovechando racionalmente y una buena proporción de esos valiosos materiales se quema todos los años en el país. En este trabajo se presentan resultado obtenidos en tres localidades del estado Yaracuy con residuos de cosecha de caña, maíz y con hojas de pinos, desde 1987 hasta 1989. En esas tres localidades, el contenidos de materia orgánnica es bajo, como el caso de gran parte de los suelos amazónicos del Territorio Federal Amazonas y del Estado Bolívar, por el cual estos avances pudieran servir como marco de referencia para futuros trabajos en el áreas aludida. Objetivos. Implantar un modelo de asociación y rotación de cultivos con desechos orgánicos, que permita conservar las condiciones fisiquímicas del suelo, controlar malezas y promover el autoabastecimmiento del nucleo familiar. Resultados Residuos de caña y pino: los resultados de este proyecto se presentarán por año y localidad. Así en cuadro 1 se muestran los resultados obtenidos durante tres año 1987 con una sola cobertura de tamo de caña (30t), se detectó un ligero descenso por debajo del testigo en el rendimiento del maíz híbrido "PB-8" del orden del 9,37% pero la segunda y la tercera aplicación de esta materia orgánica en proporción de 60 y 90t permitió un incremento del mismo maíz híbrido en proporción de 7,99 y 23,33%, respectivamente. Para los años 1988 y 1989, en sabana de Parra, con una sola aplicación de tamo de caña hubo un incremento de los rendimientos en el orden de 2,96 y 6,71%, respectivamente, por encima del testigo (Cuadro 1). Igualmente, para ese mismo período en sabana de Parra, se observó un incremento de los rendimientos de 21 ,23 y 17 ,40% por encima del testigo con dos aplicaciones de tamo de caña en proporción de 60 t/ha. En el Cuadro 2 se presentan los resultados con tamo de hojas de pino. Se observa que todos los tratamientos que recibieron hojas de pino, alcanzaron cifras en kilogramos de maíz por hectárea que superaron al testigo en proporción de 17,8; 2,39 y 35,21% cuando las dosis del tamo de hojas de pino era de 20, 40 y 60 toneladas por hectárea, respectivamente. El in cremento de 3684 kg/ha en maíz conseguido con las 60 t/ha de hoja de pino, aun cuando es resultado de un solo año de prueba, merece ser destacado para futuras evaluaciones. En el Cuadro 2 se aprecia la cantidad de malezas clasificadas en gramíneas y hojas anchas cuando el maíz híbrido 'PB-8' se trató con tamo de caña y de hoja de pino, en diversas aplicaciones. En el caso del tamo de caña, ca a razón de 60 y 90 t/ha, respectivamente. En el tratamiento con tres aplicaciones de residuos de caña no se presentó ninguna maleza. También, en el caso del tamo de pino, es a partir de la segunda dosis cuando se comienza a demostrar la ventaja de esta materia orgánica sobre el herbicida para controlar malezas. El herbicida utilizado fue el Gesaprín en dosis de 3 litros por hectárea. Residuos de maíz: en el Cuadro 3 se presenta el porcentaje de larvas en cogollero, contadas en tres fechas durante el ensayo de labranza con restos de maíz en siembra de maíz híbrido 'Baraure blanco' en Yaritagua. Todos los tratamientos que recibieron residuos de cosecha de maíz presentaron porcentajes de larvas de cogolleros más bajos que el testigo, el cual no fue tratado con esa materia orgánica. En el caso del experimento con suelo no rastreado, los promedios de infestación más bajos se observaron en la parcela con tamo de maíz alterno y en la que recibió dos aplicaciones de esa misma materia orgánica. En el experimento con suelo rastreado, la menor incidencia de larvas también se presentó en el tratamiento que recibió dos dosis de restos de cosecha de maíz. En el suelo compactado del experimento sin rastrear, se presentó menor incidencia de larvas de cogollero que en el suelo más suelto del experimento con labranza y se logró un control más eficiente que el testigo con dos y tres aplicaciones de esta materia orgánica presentó menor incidencia de larvas de cogollero que en el suelo más suelto del experimento con labranza. Implicaciones Conservacionistas Esta metodología de aprovechamiento de los residuos de cosecha agrícola, que ha demostrado su eficiencia en suelos de formación reciente al norte del país, debe ser de mayor utilidad en suelos al sur del Orinoco, formados, fundamentalmente, por el desgaste de materiales graníticos antiguos y muy meteorizados, donde predomina un alto porcentaje de arena, muy poca arcilla, bajo contenido de materia orgánica y muy poca capacidad de retención de nutrimentos y humedad, ya que podría promover la formación de un nuevo 1orizonte superficial encima de las sabanas desgastadas. En las áreas semiáridas de Lara y Falcón, cultivadas con hortalizas y donde la evaporación triplica la precipitación promedio anual, los suelos varían desde arcilloso, franco-arcilloso hasta franco-arenoso y arenoso, teniendo común bajo contenido de materia orgánica. Por lo tanto, esos suelos también mejorarán en su estructura con la adición de materia orgánica en forma de cobertura. Esta técnica de aprovechamiento de residuos de cosecha, no sólo protege al suelo de la erosión, sino que también contribuye a reducir la tasa de evaporación ya conservar la humedad, lo cual a su vez puede favorecer un ahorro substancial 3n el volumen de agua de riego Jara levantar los cultivos en esas regiones semiáridas donde se obtiene la mayor producción de hortalizas en Venezuela.
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