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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 38 Octubre-Diciembre 1991 |
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FONAIAP DIVULGA No. 38 Octubre-Diciembre 1991 |
Juan B. Pineda, Jesús M. Avila Por ser el girasol un cultivo de la época de verano en el Estado Portuguesa. pueden ocurrir enfermedades. especialmente en raíces y tallos, causadas por patógenos como Macrophomina phaseolina, Fusarium oxysporum y Sclerotium rolfsii. Durante los años 1989 y 1990. en la Estación Experimental Portuguesa se realizaron muestreos en cinco localidades para determinar la incidencia de estas enfermedades en el cultivo del girasol. determinándose los niveles de infección para cada enfermedad. Como resultado de esta investigación. se recomiendan técnicas que permiten reducir la incidencia de patógenos. entre las cuales se mencionan la selección de fecha de siembra apropiada. la adecuada densidad de siembra. una buena preparación del suelo y una fertilización ajustada a los requerimiento de cultivo. |
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En el Estado Portuguesa el gira sol se siembra en la época del verano, en la cual ocurren enfermedades en raíces y tallos causa das por algunos patógenos que están entre los pocos asociado con suelos secos. Allí predomina la presencia de hongos tales como Macrophomina phaseolina Fusarium oxysporum, en porcentajes que van desde el 2 al 20% de acuerdo con muestreos realizado durante los años 1989 y 1990. En zonas muy localizadas se presentan infecciones moderadas de Sclerotium rolfsii, causante de pudrición blanda y marchitez de plantas en girasol (Cuadro 1).
La enfermedad puede ser favorecida cuando el potencial de agua del suelo es deficitario para la planta, pero no afecta al patógeno, progresando rápidamente después de un período crítico como ocurre con el secamiento causado por M. phaseolina. Esta situación es predisponen a la enfermedad si ocurre entre. A veces, la infección pasa inadvertida hasta que la resistencia de la planta es sobrepasad como consecuencia de los bajo potenciales de agua, en cuyo tiempo el patógeno se disemina prácticamente sin obstáculos. El control de estas enfermedades por los métodos convencionales resulta déficit. No obstante, s incidencia puede ser disminuida en gran parte teniendo en cuenta algunas medidas como: * La selección de la fecha de siembra apropiada. * La buena preparación del suelo que permita un buen desarrollo de la raíz. * Adecuada densidad de siembra. * Fertilización ajustada a los requerimientos del cultivo. * Evitar la siembra en suelos que pierdan rápidamente la humedad, como es el caso de los suelos arenosos. Fecha de Siembra La fecha de siembra es muy importante en las condiciones de Portuguesa, ya que si es muy temprana o muy tardía puede contri buir a provocar déficit hídrico favoreciendo la aparición de enfermedades; En siembras muy tempranas densas y con alta cantidad di nitrógeno, las plantas crecen más vigorosas y consumen el agua más rápido estimulando el déficit hídrico y la enfermedad en la época seca; sin embargo, esto puede ser compensado con una mayor separación entre los hilos de siembra o mayor distancia entre las plantas. Por el contrario, si la siembra es tardía, en el suelo no habrá la suficiente cantidad de agua que ellas requieren para su funcionamiento, debilitándose y siendo más propensas a infecciones de patógenos. La selección apropiada dependerá entonces de las condiciones de humedad que presente el suelo, tales que permitan su rotura sin formar grandes bloques que luego dificulten su desagregación o incrementen el número de pases de rastra, aumentando la pérdida de humedad desde el suelo. Algunas fechas recomendadas, teniendo en cuenta las condiciones climáticas de las diferentes localidades donde se cultiva el girasol en el Estado Portuguesa, son las siguientes: Colonia Turén: primera quincena de noviembre. El Gateao: segunda quincena de noviembre. San Nicolás: 15 de noviembre al 15 de diciembre. Guanarito: diciembre. Densidad de Siembra La población de plantas o densidad del hospedero afecta directamente la incidencia de la enfermedad, al modificar el número de plantas disponibles en el campo para contactar al patógeno. También hay que considerar que si el sistema radical es muy denso y con muchas ramificaciones laterales, como es el caso del girasol, aumenta la probabilidad de con tacto de las raíces con tas estructuras patogénicas presentes en el suelo, lo cual podría favorecer la infección. Por tanto, el espacio entre plantas es muy importante y debe ser el ideal para permitir una buena población de plantas; en general, la población óptima debe estar alrededor de las 65000 plantas/ha (entre 5 y 6 Kg. de semilla) que significa unas seis plantas por metro al inicio del cultivo, de manera que a cosecha lleguen entre tres y cuatro plantas por metro.
Cuadro 2 se puede observar la tendencia a un incremento en el porcentaje de infección a medida que la población de plantas en el campo es mayor. Preparación del Suelo La preparación de suelo debe ser profunda, hasta unos 30 cm, de manera tal que permita una buena penetración y desarrollo del sistema radical. Si la labor es superficial se forma 'una capa compactada bajo el suelo preparado, lo cual impide la penetración de la raíz en forma óptima y ésta tiende a doblarse horizontalmente, sufriendo daños y heridas que permiten la entrada de muchos patógenos por el tejido afectado. En suelos con piso de arado puede utilizarse el subsolado, preferiblemente antes de la siembra del maíz, cuando éste es el cultivo predecesor. Si se hace aradura profunda. debe rastrearse de inmediato para evitar la pérdida de humedad del suelo. En las zonas de Guanarito y San Nicolás es muy importante la reparación profunda, ya que esto permite la incorporación y descomposición de restos vegetales, los cuales si se dejan en el campo Superficialmente pueden permitir el desarrollo saprofítico del hongo patógeno Sclerotium rolfsii, causante de la pudrición blanda del cuello en girasol, y muy abundante en esas localidades. Fertilización La fertilización puede influenciar el desarrollo de la enfermedad, afectando directamente el vigor, crecimiento y resistencia del hospedero, e indirectamente la sobrevivencia de patógenos y la microflora del suelo. La fertilización nitrogenada incrementa la tasa de crecimiento de la planta, retarda la maduración y es esencial para la producción de aminoácidos, proteínas y hormonas de crecimiento; constituyentes que están estrechamente relacionados con la resistencia o la susceptibilidad a enfermedades. El elevado aporte de nitrógeno amoniacal (urea) puede provocar un desarrollo excesivo de la planta, ocurriendo un rápido consumo del agua disponible y, en consecuencia, un déficit hídrico, lo cual es un factor predisponente a la enfermedad. En la zona de Guanarito se emplean hasta 350 Kg. de urea al momento de la siembra, lo que se considera excesivo, teniendo en cuenta que el girasol extrae del suelo aproximadamente 100 kg de nitrógeno, algo equivalente a 200 Kg. de urea por hectárea. El potasio es otro elemento muy importante para el girasol y debe ser suministrado a las dosis requeridas, ya que su deficiencia está asociada a una alta incidencia de Macrophomina phaseolina. Se considera que se extraen unos 240 kg de potasio/ha durante el ciclo del cultivo. |