FONAIAP   DIVULGA  No.  39                                                                                                                        Enero-Marzo   1992

En los Llanos Orientales el pasto swasi muestra gran adaptación y persistencia, a tal punto que sustituye a la paja peluda. De tales observaciones se encauzó el presente trabajo que muestra su producción y calidad en dos ciclos de la estación lluviosa y la determinante eficiencia de la fertilización con nitrógeno, como factor mejorador de la producción.

   Investigador FONAIAP-CENIAP-IIA, Maracay

La gramínea Digitaria swazilandensis, mejor conocida como pasto Swazi, se cultiva en los llanos orientales, y muy especialmente en la Mesa de Guanipa, demostrando gran adaptación a estos suelos de naturaleza arenosa, bien drenados y de baja fertilidad. A tal punto que en igualdad de condiciones; es decir, sin modificar el pH del suelo ni su fertilidad, ha logrado persistir y producir, sustituyendo a la paja peluda.

Un estudio, en el cual se basa el presente trabajo, indicó que la producción y calidad del pasto se incrementa significativamente con la adición de nitrógeno al suelo, aun con bajas dosis.

El mismo se realizó durante la estación lluviosa, la cual se dividió en dos ciclos: uno de alta precipitación, comprendido entre inicios de julio y finales de septiembre, y otro de baja precipitación comprendido entre finales de septiembre e inicios de diciembre. La fertilización básica consistió en 70 kg/ ha de P205 y 40 kg/ha de K20, aplicadas de una sola vez al inicio del ciclo uno, mientras que las dosis de nitrógeno probadas fueron: 0; 37,5; 75 y 112,5 kg/ha aplicadas al inicio de cada ciclo y después de un corte de uniformidad al pasto a 5 cm del suelo. Los cortes se realizaron a los 7, 14, 21, 35, 42, 49, 56, 63 y 70 días de edad para medir el rendimiento de materia seca, la fluctuación del contenido  porcentual de proteína cruda (%PC) y de nutrimentos digestibles totales (%NDT).

Rendimiento de materia seca (kg/ha)

Como puede observarse en el Cuadro 1, el rendimiento de materia seca aumentó a medida que la dosis de nitrógeno fue mayor en ambos ciclos, siendo mayor en el primer ciclo que en el segundo, debido a la mayor precipitación acumulada en el primero (492,8 mm) en comparación a 226,6 m m . acumulados en el segundo ciclo.

La eficiencia promedio en el primer ciclo fue de 13 kg de materia seca (MS) por kilogramo de nitrógeno aplicado, y de 9 kg de MS/kg de nitrógeno en el segundo, lo que indica que en la época de mayor precipitación se logra mayor eficiencia en la utilización del nitrógeno por el pasto.

El rendimiento de materia seca también presentó una tendencia creciente en relación con la edad del pasto, alcanzando su máximo (2105,75 kg MS/ha) a los 57 días en el primer ciclo, luego del cual se obtuvo un rendimiento decreciente; mientras que en el segundo, la 'máxima producción (1409,33 kg MS/ha) se alcanzó a los 52 días de edad. En el Cuadro 2 se presenta el rendimiento de materia seca, según la dosis de nitrógeno y la edad.

Es necesario indicar que aun cuando el rendimiento de materia seca sea mayor a las edades señaladas, no significa que éstas sean las óptimas, debido a que a esas edades el contenido de proteína cruda y de energía del pasto es bajo, por lo cual es conveniente buscar una edad en la que se puedan balancear los tres factores.

Contenido de proteína cruda (0/0)

El contenido porcentual de proteína cruda incrementó significativamente con la dosis de nitrógeno y decreció con la edad del pasto hasta los 56 días. El valor promedio más alto en el primer ciclo se registró a los 14 días con 17,96% y el menor a los 56 días con 5,39%; mientras que en el segundo, el valor más alto fue de 12,20% y el menor de 4,74% (Cuadros 3 y 4).

Sobre la base de la tasa de acumulación de materia seca del pasto durante cada ciclo, se determinó que la mejor edad para la utilización del mismo, en el primer ciclo, está entre los 28 y 35 días cuando se alcanzan valores de 197 ,35 y 186,85 kg de MS/día. A estas edades el contenido de proteína alcanzó valores promedios de 11 ,01 y 8,57%, los cuales se consideran adecuados desde el punto de vista de la alimentación de rumiantes.