FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 40   Abril-Junio  1992

  FONAIAP   DIVULGA  No.  40                                                                                                                           Abril-Junio    1992


Caraota, producción artesanal de semilla 
Una alternativa para pequeños y medianos productores

Se destaca la importancia de la producción de semilla en el cultivo de la caraota, como factor básico para el incremento de sus rendimientos y ahorro de divisas. Se analizan los sistemas de producción con énfasis en el no convencional, como una alternativa para superar el 10% de producción actual de semilla certificada. Asimismo, se aportan recomendaciones al pequeño productor, oportunas para el fortalecimiento de la producción artesanal de semilla de esta leguminosa de gran consumo masivo.

María Elena Morros

Investigadora FONAIAP. EE Lara


La caraota (Phaseolus vuigarisL.) es un componente de gran importancia en la dieta de la población latinoamericana por su alto contenido de proteína (22%} y calorías (390 cal/100 g). Aparte de su valor en la estrategia alimentaría, es un cultivo de gran importancia en los programas de rotación, por su capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico, como mejorador de la fertilidad de los suelos y abono verde. En nuestro país, la caraota constituye, junto con el maíz y la yuca, la base de la alimentación de la población rural; su cultivo se realiza en todo el territorio nacional con diversos grados de intensidad (BCV, 1978). De acuerdo con el Anuario Estadístico 1987, Venezuela produjo para esa fecha 30697 t de caraota bajo una superficie de 60190 ha con un rendimiento promedio de 510 Kg./ha, lo cual significó que para satisfacer la demanda nacional se importaran  28277 t del grano, representando una fuga de divisas del orden de los 72926 millones de bolívares.

Los rendimientos de este cultivo señalados a nivel nacional son muy bajos. Sin embargo, la caraota tiene un potencial de producción superior a las 4 t/ha. Esta diferencia tan marcada entre la productividad actual y potencial, se atribuye, en parte, a la carencia de semilla de calidad, al ataque severo de plagas y a problemas nutricionales de suelo.

Analizando las perspectivas que tiene el cultivo de la caraota en nuestro país, tenemos:

-Es un cultivo de amplia distribución agroecológica y de consumo masivo.

-Es un rubro tradicional que forma parte de la dieta del venezolano, constituyendo un suplemento necesario para la dieta basada en cereales.

-Es una fuente importantísima de proteína de alta calidad y bajo costo.

-En la actualidad los precios a nivel del productor son atrayentes.

-Entre las causas que limitan sus rendimientos, tenemos:

-Desconocimiento de sus exigencias agroecológicas, evidenciado en siembras dentro de áreas no aptas.

-Alta incidencia de plagas, incrementándose esto por la poca disponibilidad de variedades resistentes a las principales plagas locales.

-La no aplicación de prácticas agronómicas adaptadas al cultivo.

-Ausencia de un programa de asistencia técnica y crediticia para el cultivo.

Un aspecto restrictivo a destacar es la escasez de semilla de buena calidad. La mayoría de los productores utilizan semilla de la cosecha anterior o intercambiada entre vecinos, desaprovechando las ventajas que lleva implícita su utilización.

La semilla como factor clave en el sistema de producción

La productividad de la caraota afronta una grave limitante en el uso de la semilla de mala calidad, expresada en un material que carece de pureza genética, como consecuencia del cruce natural o de la mezcla de semillas de diferentes tipos, así como por problemas fitosanitarios, insectos-plagas y semillas de malezas que se incrementan cosecha tras cosecha. Utilizar un material de mala calidad asegura la diseminación de plagas, aumenta el riesgo de presentar bajo poder germinativo y que todo el esfuerzo concluya en bajos rendimientos.

Producción de semilla

 Una semilla de buena calidad es aquella que tiene pureza, tanto varietal como física-botánica, un alto porcentaje de germinación y está libre de organismos patógenos, tanto interna como externamente (CIAT, 1980). Para producir una semilla de caraota de buena calidad se deben cumplir con ciertos requisitos, entre los cuales tenemos:

-Disponer de semilla varietalmente pura, la cual puede ser de una variedad tradicional o de una mejorada.

-Contar con una semilla libre de patógenos.

-Seleccionar un sitio con ambiente adecuado para evitar el desarrollo de patógenos.

-Ubicar un lote del campo donde no se haya sembrado caraota durante el año anterior, y que el lote para semilla esté separado de la siembra comercial por lo menos 50 m para evitar contaminaciones.

-Manejar adecuadamente el lote de semilla, lo cual implica:

 

a. Buena preparación del suelo.

b. Utilización de una densidad de población  del orden de las 140.000 plantas/ha, lo cual se traduce en una mayor producción de inspección técnica de cultivares de caraota en condiciones de cosecha. semilla por planta, se reduce la diseminación de enfermedades, facilita la remoción de plantas enfermas o atípicas y las inspecciones de campo.

c. Uso de fertilizantes previo análisis de suelo.

d. Riego adecuado y oportuno.

e. Control de malezas e insectos- plagas.

-Remover plantas enfermas y/o atípicas  esto, además de prevenir contaminaciones, elimina las ya existentes en campo.

-Realizar la cosecha oportunamente. Esta se debe iniciar cuando las semillas tengan una humedad entre un 18 y 20%, evitando cosechar las vainas que estén en contacto con el suelo.

-Efectuar la trilla manual o mecánica, evitando mezclas con otras variedades y daños mecánicos a la semilla.

-Manejar  adecuadamente  la  semilla   postcosecha,   mediante secado  limpieza,  tratamiento preventivo y almacenaje.

Sistemas o formas de producción de semillas

La organización para producir y distribuir la semilla de caraota, en  nuestro país, va desde el sistema convencional de producción y mercadeo bajo la supervisión del Estado, apoyado en una compleja red de instituciones públicas y privadas, hasta el sistema tradicional. En éste, la mayoría de los pequeños productores siembran, año tras año, semilla de la cosecha anterior o producto del intercambio entre vecinos. Así, entre una forma y otra, existe una falta de organización, de tipo intermedio, que impide mejorar la calidad de la semilla sembrada por la mayoría de los productores.

En este sentido, podemos señalar tres sistemas de producción y distribución de semilla.

a. Tradicional
b. Convencional
c. No convencional

a. Sistema tradicional: el productor utiliza semilla proveniente de la cosecha anterior o producto del intercambio entre vecinos. La alternativa de mejoramiento de este sistema consistiría en la difusión y aplicación de prácticas culturales sencillas como la eliminación de plantas enfermas, cosecha oportuna, secado natural, trilla manual, etc. Estas recomendaciones tienen como propósito hacer que los pequeños productores aprovechen eficientemente el potencial genético de los materiales criollos y puedan  autoabastecerse de semilla de mejor calidad en comparación con la que acostumbran utilizar.

b. Sistema convencional: opera apoyado en una compleja red de instituciones públicas y privadas para generar la semilla certificada, la cual es producida por agricultores particulares bajo la supervisión del FONAIAP. A través de este sistema sólo se ha logrado cubrir el 10% de los requerimientos de semilla certificada de caraota, indicando que el sistema de producción y distribución de semilla que impera es el tradicional.

c. Sistema no convencional: los agricultores desarrollan estrategias de producción y distribución de materiales de siembra con características cualitativas que se asemejan al sistema convencional, siguiendo normas y patrones acordes con su realidad. En este  sentido, se clasifica la semilla como mejorada. El objetivo primordial del sistema es establecer esquemas de producción y distribución locales con la finalidad de satisfacer las necesidades de semilla de buena calidad en regiones de poco acceso a aquella certificada o donde su utilización no resulte viable por razones culturales, económicas u otras. Importa aclarar que un sistema no es excluyente de otro; todo lo contrario, en muchos casos se presentan similitudes e interacciones entre ellos, así como complementariedad en su adopción.

La producción de semilla a nivel de pequeños productores, por la vía no convencional, conocida también como producción artesanal de semilla, revela la necesidad de fomentar estrategias para la producción y comercialización de excedentes de semilla, con la calidad superior a la que se acostumbra usar. La producción artesanal de semilla es una manera de sistematizar el proceso tradicional con el apoyo de la tecnología existente y adecuada en todas las fases del proceso: siembra, selección, eliminación o descarte, cosecha, secado, trilla, almacenamiento y venta.

Funcionalidad de los sistemas no  convencionales

No existe un esquema único que se pueda aplicar para la organización de los sistemas no convencionales   de producción de semilla, ésta obedece a las necesidades y potencialidades locales de cada grupo de productores.

En los sistemas no convencionales se ha demostrado una mayor eficiencia del trabajo a través de organizaciones asociativas con apoyo oficial, programas o proyectos que pueden reducir las barreras para alcanzar los objetivos propuestos. Este sistema se basa en formas menos rígidas de producción dentro de una política que tenga más fines sociales que económicos, donde las normas de certificación o control tienen una acción más orientadora que fiscalizadora. Mediante este sistema el pequeño productor puede autoabastecerse de semilla de una calidad superior a la que acostumbra sembrar, sin grandes riesgos y con posibilidades de que adopte las recomendaciones técnicas, ya que la tecnología a implantarse es una práctica factible, a disposición, al alcance cultural y económico del pequeño productor.

Las alternativas para lograr el autoabastecimiento, dependerán de las condiciones particulares del productor o del grupo de productores seleccionados. En este sentido, se plantea:

-Trabajar con la semilla del productor

-Cambiar de semilla

Se debe conocer la realidad del productor, ya que su desconocimiento puede ocasionar la selección de una estrategia errónea, que impediría la adopción de la tecnología propuesta. El trabajar con pequeños productores, en pequeñas unidades agrícolas, demanda la presentación de tecnologías apropiadas a su sistema de producción. En otras palabras, los técnicos deben estar convencidos que el cambio se logrará, siempre que sus recomendaciones se adapten a las condiciones ecológicas y socioeconómicas en que está inserto el pequeño productor.

Si la alternativa es mejorar la semilla del propio productor con el fin de que se autoabastezca, se tiene la ventaja de no demandar gastos y no cambiar el tipo a la que el agricultor está habituado. En este sentido, los aspectos más importantes a considerar son los siguientes:

  • Seleccionar una parte del lote sembrado para la producción de semilla.

  • Tratar de sembrar en una época en la cual la cosecha coincida con la de sequía.

  • Seleccionar las mejores plantas para cosechar.

  • Eliminar plantas enfermas y atípicas. 

  • Aplicar recomendaciones para la cosecha, secado y almacenamiento.

  • Recomendar la trilla manual.

  • Tomar la semilla de vainas sin manchas y granos bien formados.

  • En el lote destinado para semilla, utilizar una densidad de plantas menor, evitando así la diseminación de las enfermedades y facilitando el entresaque.

  • Enseñar al agricultor pruebas sencillas para evaluar la germinabilidad del material.

En el caso de plantearse la necesidad de cambiar la semilla, el pequeño agricultor logrará autoabastecerse mediante la multiplicación de una cantidad mínima de semilla mejorada. Para esto la investigación debe encaminarse a difundir variedades que se adapten a las condiciones culturales de los pequeños agricultores, evaluando en su terreno su adaptación y productividad antes de ser difundida.

Multiplicar una semilla mejorada no es difícil ni costoso. Con antelación, el agricultor puede plantearse una décima parte de la superficie, autoabasteciéndose, para la próxima siembra, de semilla de buena calidad a un bajo costo. Clave y decisiva es que la nueva variedad a introducir haya sido probada a nivel de productores, lo que garantizaría la evaluación de la variedad en un determinado medio ecológico y cultural, familiarizando, además, al agricultor con la nueva semilla.

Los sistemas no convencionales requieren, sin lugar a dudas, de actividades tanto iniciales como complementarias para asegurar su éxito. En este sentido, se realizarán:

  • Diagnóstico inicial sobre el tipo de semilla utilizada en el área.

  • Establecimiento de programas de capacitación a los técnicos sobre tecnología de semilla,  orientada a sistemas no convencionales.

  • Formación de equipos multidisciplinarios e interinstitucionales (investigadores, agentes de extensión) para lograr una mayor cobertura del programa en el espacio y en el tiempo.

  • Capacitación para agricultores con el fin de demostrar las ventajas del uso de semilla de buena calidad

  • Obtención de semilla básica y certificada en cantidad suficiente para suministrar a los grupos seleccionados.

  • Realización de actividades de divulgación en áreas o grupo de productores vecinos al  programa con el fin de lograr un efecto multiplicador.

Para el MIP (trampas con feromonas, platos con pega, parásitos, insecticidas biológicos y químicos, medidas culturales, etc.), logrando probar su factibilidad de uso y su excelente efectividad para reducir el número de aplicaciones de insecticidas en un ciclo de cultivo. 

En el Cuadro 1 se puede observar el grupo de medidas de control utilizados en el programa de manejo integrado de plagas en tomate en el Valle de Quibor, discriminadas por su efecto sobre cada una de las plagas. Los resultados más resaltantes de esta experiencia, como se puede ver en los cuadros anexos, son: 

 

Cuadro1. Medidas de control utilizadas en programa de manejo integrado de inserto - plagas en el cultivo de tomate, en el valle de  Quibor. FONAIAP - Lara. 1990.  

Medidas de control

Inserto-Plaga

Destrucción frutos

Destrucción
Soca

Tramp. 
com Feromora

Tramp. amarilla
Adhesivas

Uso
Trichogramma

Uso de  insecticidas
Quimicos

 Uso
insecto. Biolog.

Mirador grande de hoja phthorimeca operculella  

 

x

x

 

x

x

x

Mirador pequeño de  hoja scrobipalpula absoluta  

 

x

 

 

x

x

x

Perforador del fruto  Neuleucinodes elegantalis  

x

x

 

 

x

x

x

Pasador de la hoja liriomyza spp.

 

x

 

x

 

 

 

* Bacillus thurigiensis   


Cuadro 1.a. Referencial tecnológico del manejo  integrado de plagas utilizado en siembras de tomate de Quibor 1989-1990.

Medida   de control

Insecto - Plaga  

Cantidad/ha

Época de colocación  o aplicación

Trampas amarillas adhesivas 

Liriomyza sp.

100

En  semillero después de la germinación en el campo a los dos días después del trasplante

Trampa de agua con feromona sexual sintética

Phthorimaer opecuella

20

En  semillero después de la germinación en el campo a los dos días después del trasplante

Liberación de Trichogramma sp.

Scrobipalpula absoluta 
Phthorimiea operculella Neoleucinodes elegantalis

100 pulg2

A la semana después del trasplante

Destrucción de frutos  con perforaciones de entrada.

Neoleucinodes Elegantalis

 

Desde el inicio de fructificación

Destrucción  de socas

para todas las especies insectiles

todo el lote

Al final de la cosecha

Insecticidas químicos

Para las cuatro especies de plagas

Dosis de la etiqueta

Umbral económico de infestación

Insecticidas biológicos

Las tres especies lepidópteros.

Dosis de la etiqueta

Umbral económico de
infestación.


Cuadro 2. Validación  de un programa de manejo integrado de plagas  en  siembras comerciales de tomate en el valle  de Quibor. estado Lara de  Venezuela. 1989-1990.

 

MIP

MIP

MIP

MIP

Manejo tradicional

Manejo tradicional

Localidad

los Ejidos del Hato

El Pueblito

El Pueblito

El pueblito

El Vigiadero

Los Ejidos del hato

Superficie

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

Ciclo de Siembra

03-03-90 al 21-05-90

19-01-90 al 25-04-90

13-06-90 al 21-09-90

15-05-90 al 
24-08-90

03-10-89 al 
22-04-90

01-05-90 al 
28-08-90

número de aplicaciones

Insecticidas

Fungicidas

9 11

11 6

17 6

16 8

20 18

26 26

Incluidos  en las aplicaciones de insecticidas


Cuadro3. Efecto de las medidas de control usadas en  la validación del Mip en tomate. Quibor, estado Lara. Venezuela 1989-1990.

 

MIP

MIP

MIP

MIP

manejo tradicional

manejo tradicional

Localidad

Los Ejidos del Hato

El Pueblito

El Pueblito

El pueblito

El Vigiadero

Los Ejidos del hato

Superficie

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

ciclo de Siembra

08-03-90 al 21-05-90

19-01-90 al 
25-04-90

13-06-90 al 
21-09-90

15-05-90 al 
24-08-90

03-10-89 al 
22-04-90

01-05-90 al 
28-08-90

Efectos de las Medidas de control usadas

Captura de Liriomyra sp. (Trampas adhesivas)

34.458

42.117

62.329

47.908

-

-

Captura de adulto machos de p. operculella (trampa con feromonas)

8241

11.903

17.533

10.472

-

-

Parasitismo de Thichogramma sobre N. elegantalis.

48%

18%

33%

16%

-

-

Parasitismo de Trichogramma sobre N. operculella y S. absoluta

42%

9%

10%

43%

-

-

fruto destruidos

3235

898

3817

1873

-

-


Lara  Venezuela. 1989-1990

 

MIP

MIP

MIP

MIP

manejo tradicional

manejo tradicional

localidad

los Ejidos del Hato

El Pueblito

El Pueblito

El pueblito

El Vigiadero

Los Ejidos del hato

superficie

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

1 ha

ciclo de Siembra

08-03-90 al 21-05-90

19-01-90 al 25-04-90

13-06-90 al 21-09-90

15-05-90 al 
24-08-90

03-10-89 
al 
22-04-90

01-05-90 
al 
28-08-90

Numero de cosechas

9

16

14

11

8

5

Numero de huacales cosechados

471

986

434

578

377

168

Relación beneficio/costo

2,07

2,45

1,64

2,14

0,03

0,572