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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 40 Abril-Junio 1992 |
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FONAIAP DIVULGA No. 40 Abril-Junio 1992 |
Producción de semilla de cebolla y tomate De gran importancia para el desarrollo real de la agricultura nacional, la producción de semilla de hortalizas, debe promoverse en sus distintas variantes, ya que la empleada actualmente es importada en un alto porcentaje, constituyendo un tópico impostergable en el logro del autoabastecimiento alimentario. Este artículo, de interés para los productores, instruye sobre el manejo de estas dos hortalizas de gran consumo. Ramón Díaz, Gladys Ramos, Bernaldo León, Antonio Azócar. Investigadores FONAIAP EE Lara, Barquisimeto. |
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La producción de hortalizas en Venezuela se sustenta en el uso de cultivares foráneos que han mostrado cierta adaptación a las condiciones agroclimáticas de nuestras localidades donde se siembran hortalizas. Según la Dirección de Estadísticas e Informática del Ministerio de Agricultura y Cría, en 1991 se cosecharon hortalizas en 32558 hectáreas, con un volumen de producción de 431 toneladas. No existen datos precisos sobre la cantidad de semilla importada, pero se estima en aproximadamente 325.000 kg, ocupando los primeros lugares: cebolla, cilantro, zanahoria, patilla, melón, tomate y pimentón. El Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias dio inicio en 1987 a un proyecto de investigación, con el objetivo básico de generarla información necesaria para la producción de semillas de algunos rubros importantes como cebolla, tomate, calabacín, lechuga, patilla y melón. Se hace aquí una ligera descripción de los métodos empleados para la obtención de semillas de cebolla y de tomate. Cebolla Existen dos técnicas para la producción de semilla de cebolla, el método semilla-bulbo-semilla y el de semilla-semilla. Método semilla-bulbo-semilla Esta técnica es la que mejor se adapta a las condiciones tropicales y se basa en la producción de los bulbos madres en un ciclo, los cuales son vernalizados durante cierto período y luego sembrados en el campo para que al desarrollarse florezcan y formen semillas. Para la obtención de los bulbos madres, el manejo agronómico se efectúa como si fuese para consumo fresco, haciendo en la cosecha una selección de los bulbos sanos, almacenándolos durante 60 días a temperatura ambiente en un galpón con luz difusa. Luego son sometidos al proceso de vernalización* durante 60 a 80 días (Foto 1 ). Cumplido este proceso, los bulbos son sembrados para la obtención de la semilla (Foto 2). Como resultado de las investigaciones del FONAIAP,
se ha determinado:
1. Tamaño o peso óptimo del bulbo madre para
vernalizar: 5- 6 cm o 60- 100 gramos. Cronograma para la producción de semilla de cebolla: 1. Producción de bulbos madres: marzo, abril, mayo,
junio y julio. Método semilla-semilla Esta alternativa es más económica que la anterior, ya que el ciclo se acorta, pero en Venezuela sólo funcionaría en zonas por encima de los 3000 msnm. El esquema consiste en sembrarlos semilleros y trasplantar, de manera que cuando la plántula tenga el grosor de un lápiz reciba directamente el estímulo del frío y florezca. Tomate En 1991 se cosechó una superficie ligeramente superior a las 12000 ha; cuya siembra se realizó casi exclusivamente con semillas provenientes del exterior; sin embargo, siempre hay agricultores que obtienen su propia semilla, aún por sistemas rudimentarios y para los cuales se describe aquí la metodología para la producción (extracción) artesanal de semillas de tomate. De esta hortaliza es posible que el agricultor obtenga su propia semilla para utilizar en la próxima siembra, sin perder las características gen éticas y agronómicas de la variedad. Es indispensable que el productor siga las instrucciones siguientes:
En trabajos realizados por el FONAIAP en la Estación Experimental Lara, se determinó que el mejor método de extraer la semilla es mediante la fermentación, la cual consiste en macerar la parte interna de los frutos en un recipiente (pipote plástico de 100 litros) y dejarla fermentar por 48 horas (Foto 4). El proceso se realiza por fermentos lácticos y un hongo saprofítico, Geotrichum candidum, que forma una nata blanca en la superficie. Durante el período de fermentación las semillas aptas se hunden, quedando en la parte superior un jugo de color claro y restos del fruto que deben eliminarse. La semilla del fondo del recipiente debe ser lavada repetidas veces con agua corriente y luego colocarse en bandas de papel periódico para su secado. La semilla recién extraída puede sembrarse de inmediato puesto que no presenta ningún período de reposo.
Con el fin de reducir las enfermedades transmisibles por semillas es importante tratar las semillas con fungicidas y bactericidas. El almacenamiento de las semillas para siembras posteriores puede hacerse en envases de vidrio de color ámbar o de plástico. No se recomienda el uso de bolsas de papel, porque la semilla pierde en poco tiempo el vigor y la germinación. La semilla debe ser almacenada en sitios frescos y con baja humedad. Finalmente, se indica que la producción artesanal de semilla de tomate se puede hacer con doble propósito: como producto primario se obtendría la semilla, y el resto del fruto podría utilizarse para elaborar salsa de tomate casera, jugo, tomate deshidratado y otros. |