El reabono Completa 
  ¿es una  práctica recomendable?

Este artículo responde a su interrogante afirmando la superioridad de la forma tradicional de abono frente a otras variantes de fertilización, que al ser evaluadas presentaron reducción de los rendimientos e incremento de los costos de producción.

Audberto José Millán 
Belkis Moreno 
Investigadores FONAIAP. EE Monagas.

Los productores de maíz y sorgo en el estado Monagas utilizan sistemas de producción muy peculiares. Frecuentemente hacen cambios en los paquetes tecnológicos que aplican, bien sea emulando a otros, poniendo en práctica alguna idea propia o tomada de alguna publicación. Generalmente, estos cambios se realizan sin un análisis de las consecuencias de los mismos, aumentando los costos de producción y, a veces, incurriendo en pérdidas por mal uso de los mismos. 

La práctica de fertilizar y reabonar es uno de los casos más frecuentes. Esta se realiza de formas muy diversas. La tradicional: consiste en aplicar todo el fósforo, el potasio y la mitad del  nitrógeno al momento de la siembra, y la otra mitad del nitrógeno entre los 25 y 30 días en sorgo y los 30 días en maíz. Las variantes: que consisten en fraccionar el fertilizante, la mitad durante la siembra y la otra mitad con el reabono, fertilizando completo a los 10 días después de la siembra y, finalmente, aplicando la mitad a los 10 días y la otra mitad con el reabono. También, reabonar con urea, con fórmula completa o con una mezcla de urea con fórmula y otras combinaciones. 

Con el fin de determinar las bondades de las diferentes formas y épocas de aplicación del fertilizante, estas prácticas se evaluaron con el sorgo en la localidad de Punta Gorda del municipio Ezequiel Zamora, al noroeste del estado Monagas, en un suelo de textura franco- arenosa, de pH 5,5 y con moderada retención de humedad. Los resultados mostrados en los Cuadros 1 y 2, indican que aun cuando con algunas de las prácticas hubo respuesta al nitrógeno, la forma tradicional de  fertilizar superó a las demás formas, notándose la  reducción drástica  del rendimiento cuando se  fracciona el fertilizante, se aplica tardíamente y se reabona con formula.

El análisis económico de las formas de fraccionar la aplicación (cuadro 3) refleja que  con la utilización de cinco de ellas, se incrementan los costos de  producción, por requerirse al menos una aplicación adicional de abono. Asimismo, con este análisis se  evidenció la superioridad de la practica tradicional (aplicar el abono, con un reabono con urea a los  25 días) que  supero a la segunda mejor practica ( el  fraccionamiento del abono a los 10 y 15 días sin el  reabonamiento con nitrógeno) en 675 Kg./ha, lo que  se traduce en  un ingreso adicional de 7965 bolívares por hectáreas.