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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 42 Enero-Abril 1993 |
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FONAIAP DIVULGA No. 42 Enero-Abril 1993 |
Nancy Boscán de Martínez. Investigadora FONAIAP-CENIAP Como continuación de la entrega anterior, en esta parte se exponen propiamente los controles: legal, cultural, mecánico, químico y biológico -destacándose la técnica del insecto estéril, TIE- que constituyen el manejo integrado aplicado a la mosca de las frutas. |
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Control legal Las medidas de tipo legal, que permiten controlar la dispersión de una plaga son esenciales en todo programa de atención fitosanitaria. Cualquier programa de manejo integrado de plagas debe estar apoyado por regulaciones que coadyuven a ampliar el área de influencia de las recomendaciones técnicas y que además eviten que regiones libres de ciertas plagas sean infestadas. El control legal se ejecuta a través de cuarentenas, permisos para movilización de frutas (guías fitosanitarias), certificados de origen, certificación de huertos, certificado de tratamiento a determinado producto agropecuario, fumigación, tratamiento con cloro, fungicidas, etc. Su rango de acción es muy amplio, ya que comprende acuerdos internacionales, nacionales, regionales y locales. Como apoyo de programas de manejo integrado de moscas de las frutas se recomiendan las siguientes medidas legales:
Se sugiere que, a través de un organismo nacional de productores, se apoyen estas medidas fitosanitarias. Además, que se ejerza una presión constante a las uniones regionales y locales para que acaten y apliquen las medidas de control recomendadas. Control mecánico-cultural La base de cualquier programa de manejo integrado de plagas la debe constituir una adecuada atención técnica al cultivo. Es importante utilizar variedades de frutales que estén perfectamente adaptadas a la región y aplicar las recomendaciones técnicas que procedan. Una adecuada distancia entre árboles e hileras, una apropiada distribución dentro del lote de terreno, fertilización, riego y podas oportunas. Un árbol vigoroso y sano siempre será más tolerante al ataque de plagas que uno mal atendido. Además, un buen manejo agronómico permitirá las épocas de fructificación de acuerdo con las necesidades del mercado, obteniendo mayores precios. El control mecánico-cultural es un mecanismo sencillo, con costos económicos y efectos ecológicos mínimos. Está al alcance de cualquier productor y es muy útil para pequeñas propiedades o huertos familiares. Su implantación, en el caso de moscas de las frutas, puede, en ocasiones controlar hasta un 60 - 80% de la población de la plaga. Un aspecto que afecta directamente a los programas, es la cantidad de los frutales presentes en un área determinada. Recordemos que estos insectos afectan una gran gama de frutos. Es por ello, que si se desea tener un huerto de mangos, naranjas, guayabas y además, diferentes variedades de cada cultivo, se debe tener presente que ello facilitará el crecimiento masivo de las poblaciones de moscas que los atacan. La razón es sencilla; si se tiene mango temprano, intermedio y tardío, la época de fructificación va a extenderse por seis a siete meses. Si a esto se suma que en el huerto se siembra naranja, jobo y guayaba, habrá fruto disponible durante todo el año y, consecuentemente, la plaga durante el mismo tiempo. Para el control mecánico-cultural se recomiendan los siguientes aspectos:
Aspectos primordiales dentro del control mecánico- cultural, lo constituyen la recolección y enterrado de toda fruta caída y madura en el árbol que no se vaya a comercializar. Al enterrar el fruto caído (muchas veces larvado) estaremos matando las larvas y evitando que las hembras grávidas ovipositen. Esta sencilla medida puede reducir drásticamente la infestación endémica en un huerto. Se recomiendan las siguientes acciones y medidas:
Control químico Para el combate de las moscas de las frutas es posible hacer aplicaciones selectivas. Estas se logran mediante la combinación de un cebo con un tóxico. El beneficio de este tipo de aplicación consiste en no afectar a otros insectos que pueden ser benéficos y de esta forma se minimiza el efecto sobre el equilibrio de los ecosistemas. Los insecticidas recomendados son del tipo Malathión, ya que éstos, además de ser efectivos contra las moscas de las frutas, son de baja toxicidad para el hombre, sus animales domésticos y son poco residuales. El cebo más confiable es la proteína hidrolizada, debido a su mayor atracción, pero, a falta de ésta, es posible utilizar productos de fermentación como las melazas. Debido a su selectividad y poder de atracción, esta mezcla no se aplica con una cobertura total, sino que se puede aplicar en bandas alternas. Otra alternativa es la aplicación en mancha a los troncos de los árboles. La época de la aplicación dependerá de la situación específica de cada lugar. En general, se recomienda efectuarlas con un intervalo de 8 a 15 días durante la época de fructificación. No es conveniente hacerlas al momento de la floración, aun cuando el trampeo indique la presencia de la plaga, ya que el contacto de la gota con la flor puede ocasionar la caída de éstas. Tampoco deberán hacerse después de la época de fructificación, ya que entonces la presencia de las moscas no provoca daño económico. Las aplicaciones pueden hacerse en forma aérea o terrestre. Las mezclas y dosis recomendadas aparecen en la siguiente tabla:
Equipo y forma de aplicación Al efectuar la aplicación de un cebo tóxico, el equipo utilizado en estas operaciones no es importante. Sin embargo, se debe poner énfasis en el cubrimiento y tamaño de la gota, la cual debe ser de mediana a grande. El equipo a utilizarse por vía terrestre puede ser una bomba de mochila o de presión con motor. En aplicaciones aéreas se emplean aviones y helicópteros adaptados con soportes que tienen pocas boquillas. En un sistema de manejo integrado de plagas, la decisión de aplicar o no, está en función de los umbrales económicos. En el caso de las moscas de las frutas, esos umbrales deben ser determinados para cada caso particular en función a las condiciones ambientales, de producción y de mercado. En general, se recomienda intensificar las aspersiones en la orilla de los huertos y en zonas de hospederos alternos o silvestres, ya que se ha encontrado en varias ocasiones que la mayor parte de las moscas que atacan un huerto vienen de fuera, y son los árboles de las orillas los más atacados. Deberán seguirse siempre las medidas de seguridad recomendadas para el uso de insecticidas. Control biológico Es una alternativa más dentro de un programa de manejo integrado de moscas de las frutas. Desde un punto de vista económico es muy conveniente y puede resultar poco costoso. Ventajas
Desventajas
Las investigaciones realizadas en control biológico han sido únicamente en parasitoides, aunque éstos presentan un potencial de incremento no muy elevado. Se han hecho importaciones de parásitos del extranjero y algunas especies se han encontrado en forma natural en el país. Entre los géneros importantes tenemos Biosteres, Syntomosphyrum, Pachycrepoideus, Dirhinus y Tetrastichus. Aun con todas las dificultades que presenta el control biológico, es perfectamente factible su utilización en un programa de manejo integrado de moscas de las frutas, y su acción sería en hospederos silvestres y semicultivados que crecen cerca de los huertos, que no tienen ninguna medida de control y se encuentran altamente infestados por la plaga. Los parasitoides aquí ejercerán un control significativo al reducir las poblaciones que posteriormente migrarían a los huertos comerciales. Cuando se pretende implantar el control biológico, es necesario estudiar a fondo los parasitoides que están actuando en forma natural y decidir si es necesario mantener las especies existentes, incrementarlas o bien crear algunas especies con características de parasitismo bastante aceptable o introducir otra especie de parasitoide. Técnica del insecto estéril (TIE) La técnica del insecto estéril fue ideada hace más de 25 años y desde entonces ha sido aplicada con éxito para el control y erradicación de algunos insectos-plagas, destacando entre ellos, las moscas de las frutas y el gusano barrenador del ganado. Consiste en la cría y esterilización a nivel de laboratorio, de grandes cantidades (millones) del insecto que se desea combatir, los cuales, al ser liberados en el campo se cruzan con individuos silvestres y gracias al proceso de esterilización al que fueron sometidos, impedirán la descendencia del insecto-plaga, reduciendo de esta manera las poblaciones en el campo. La técnica que se aplica en este tipo de control es muy sofisticada y costosa. Generalmente, los programas que se establecen funcionan y están apoyados por organismos internacionales como la FAO, OEA, IAEA y además están financiados por varios países. Cualquier proyecto de esta naturaleza debe contemplar una región entera y aplicar todas las medidas de manera generalizada y amplia. En México existen dos programas que emplean la técnica del insecto estéril para el control de moscas de las frutas, Anastrepha ludene, producida en el Laboratorio de Cría y Esterilización, en Monterrey-Nuevo León (recientemente desaparecido y actualmente en Mission, Texas) y Ceratitis capitata (Wid) por el Programa Preventivo contra la Mosca del Mediterráneo, en Tapachula-Chiapas. Aunque su aplicación está limitada a ciertas condiciones especiales, han sido muy efectivas en la erradicación de brotes aislados y en mantener al país libre de este insecto-plaga. Cuándo emplear la técnica del insecto estéril Las situaciones bajo las cuales esta técnica puede ser utilizada son diversas:
Estas situaciones se presentan constantemente en el caso de las moscas de las frutas, ya sea como plagas exóticas introducidas accidentalmente o como plaga que migra o se desplaza de zonas infestadas a las áreas libres. Una grave limitante que tiene esta técnica, en la mayor parte de las áreas, es que allí subsisten varias especies de moscas de las frutas, por ejemplo: Anastrepha. Si nosotros erradicamos una especie o disminuimos sus niveles drásticamente, facilitaremos la invasión del nicho abierto a otras especies. Tendríamos que liberar moscas estériles de todas las especies presentes y esto implicaría costos demasiado altos. En el caso de la mosca del mediterráneo Ceratitis capitata, sí ha sido efectiva la técnica TIE en Centroamérica (México y Guatemala), donde los niveles de erradicación están cercanos al 100%. En estas áreas geográficas sólo C. capitata es la especie presente y/o dominante. A grandes rasgos, la estrategia de erradicación mediante la técnica del insecto estéril, comprende las siguientes fases:
Bibliografía
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