FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 42   Enero-Abril  1993

  FONAIAP   DIVULGA  No.  42                                                                                                                          Enero-Abril    1993

 

La Pesca de arrastre y la captura incidental de Tortugas marinas

Luisa Franco, Rodolfo Álvarez . Investigadores FONAIAP EE Falcón Coro. 

Se precisa en este articulo que la captura de las tortugas marinas, por parte de la flota arrastrera, configura un porcentaje mínimo. En consecuencia, indica la necesidad de investigar el impacto de la pesca artesanal sobre la población de estos quelonios,  los cuales requieren mayores acciones de protección, así  como de su multiplicación mediante cultivo.


Son seis las especies de tortugas marinas en proceso de extinción: laúd o cardón, lora o guaraguá, boba, caguamo o cabezón, carey o parape,  verde y la Lepidochelys kempii.

Venezuela cuenta con un gran potencial de recursos pesqueros  tanto marinos como continentales, los cuales se vienen explotando con fines comerciales desde hace 60 años. Las pesquerías marítimas que se desarrollan desde el occidente hasta el oriente del país, han experimentado su máximo desarrollo durante la última década, como consecuencia de la expansión de las actividades efectuadas por las diferentes flotas encargadas de explotar los recursos marítimos a lo largo de nuestras costas.

Mucho se habla sobre las posibilidades del recurso pesquero como reserva alimenticia para el país; sin embargo, se ignoran los peligros y las consecuencias que conlleva una explotación irracional de la fauna marina. Por ello es prioritario implantar políticas de ordenación pesquera en nuestras costas para garantizar el uso racional de los recursos, tanto por la pesca de arrastre como por la arte  de arrastre como por la pesca artesanal. Una buena planificación de las actividades pesqueras con posibilidades de regeneración de los recursos es una solución eficaz para el hombre, pero las técnicas que se aplican actualmente han arrastrado prácticamente al borde de la extinción a numerosas especies en diversas áreas de nuestro mar territorial.

Una especie que se ha visto en declive en Venezuela, tanto en sus poblaciones como en sus lugares de reproducción, es la tortuga marina, aspecto que se ha achacado a la pesca de arrastre pero, sin embargo, en nuestro país se desconoce cuál es el impacto de esta pesca sobre las poblaciones de tortugas. La Fundación para la Defensa de la Naturaleza (FUDENA) reporta que las áreas cercanas a las islas oceánicas y franjas costeras con profundidades menores de 11 metros, son las de mayor abundancia de tortugas y en esas zonas la actividad de la flota arrastrera está vedada por la ley.

Los estudios realizados desde el año 1983 por FONAIAP  Falcón relacionados con la pesca de arrastre, estaban orientados a evaluar su efecto sobre las poblaciones de camarón, peces y moluscos. En 1991 surge un programa de investigación para determinar el impacto de la pesca de arrastre en Venezuela sobre las tortugas marinas, para lo cual se implantó un programa con técnicos a bordo de embarcaciones arrastre ras y recabar toda la información inherente a la faena de pesca que se de pesca que se denominaron cruceros.

En el Golfo de Venezuela para el año mencionado, se realizaron 14 cruceros de pesca exploratoria, representando un total de 2797 horas efectivas de arrastre equivalentes a 738 lances a profundidades que oscilaron entre 10,8 a 72 metros. Se observó una captura total de 194048 Kg., de los cuales 13896,41 Kg. (7,16%) corresponde al camarón asociado a una captura de fauna de acompañamiento de 180.187,50 Kg. (92,82%), representando 28, 72% a peces; 2,02% a calamares y 62, 10% de la fauna de acompañamiento no comercial. Asimismo, se reporta para el período de estudio que la captura de tortugas fue sumamente baja (5 Kg.) representando el 0,002% de la captura total, equivalente a la captura de una tortuga, Chelonia mydas de 30 cm de caparazón y 19 cm de ancho; la especie fue capturada en una profundidad de 21 ,6 metros. A través de los datos reportados, podemos deducir que el impacto de la flota arrastrera en la zona del Golfo de Venezuela sobre la población de tortugas marinas es insignificante.

Las tortugas marinas migran enormes distancias, alejándose de las zonas ricas en algas para aparearse en una playa lejana, donde carecen de alimentos y se encuentran expuestas a peligros imprevisibles.

En conversaciones sostenidas con pescadores falconianos, aseguran que desde Adícora, en la costa este de la Península de Paraguaná, hasta Casigua, en la costa occidental de Falcón, son zonas de nidificaciones de las diferentes especies de tortugas.

El momento cuando la hembra llega a la playa a poner los huevos, es aprovechado por los pescadores artesanales para capturar estos quelonios para consumo y comercialización, debido a lo gustoso y bien cotizado de su carne, a pesar de que en Venezuela está totalmente prohibida la explotación de este recurso marino.

En vista de los resultados obtenidos, se recomienda intensificar y fortalecer este programa de investigación e igualmente, crear un programa paralelo que permita medir el impacto de la pesca artesanal sobre estas especies marinas y aplicar verdaderos programas de protección para que no tengamos que sufrir lo ocurrido en otros países como el Japón, donde la pesca indiscriminada y sin control exterminó especies enteras, y el país se obligó a desarrollar programas de cultivos marinos, para preservar las restantes.

En general, no se dispone de datos que permitan dar estimado de la abundancia de estos recursos marinos en las costas falconianas. Sin embargo, los pescadores reconocen una notoria disminución de la población con respecto a diez años atrás.

Si la producción de tortugas marinas, especialmente la tortuga verde (Chelonia mydas), por ser un alimento tan apreciado y en la actualidad muy escaso, puede aumentarse por técnicas de cultivo y medidas de conservación apropiada, le espera un excelente mercado en toda el área tropical.

Emergen del mar buscando un lugar en la playa adonde no llegue el agua de las mareas. Después excavan un agujero en el cual depositan sus huevos. No será la única postura, días después repiten lo mismo en otra playa y así hasta dos o tres veces en total.

 

Después de una incubación de dos meses, un ejército de tortuguitas surgen de la arena y avanzan alocadamente hacia el mar. Resulta impresionante la atracción que despiertan entre sus múltiples depredadores naturales; entre ellos, los cangrejos, las aves y ciertos mamíferos.