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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 45 Enero-Junio 1994 | ||
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Este trabajo describe el estado actual de los pastizales y las explotaciones en Bajo Tocuyo, de mejorar el manejo agronómico de los distintos forrajes para superar los rendimientos del sistema de ganadería de doble propósito, el cual tiene predomino en la zona Carlos Romero.
Investigador FONAIAP. |
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La ganadería bovina de nuestro país y en particular del estado Falcón, se desarrolla a base de pastizales naturales y/o cultivados; en la mayoría de los casos en condiciones de secano, razón por la cual la producción forrajera presenta fluctuaciones según la distribución de las precipitaciones, afectando la disponibilidad y calidad de forraje. A esta situación se suma el bajo contenido de nutrientes de los suelos que origina carencias de minerales en la dieta basada Únicamente en pastizales. Estas características son, en gran parte, responsables de los bajos niveles de productividad alcanzados por los sistemas de producción de la zona. El análisis de las limitantes a la producción de pastos comienza desde las condiciones agroecológicas, hasta el manejo dado a las especies forrajeras cultivadas, con miras a proponer esquemas de utilización de acuerdo con la modalidad e intensidad de la explotación ganadera. La evaluación del sistema de producción de ganadería bovina doble propósito acometida por el FONAIAP-Falcón en la zona de Bajo Tocuyo, ha permitido tener una visión completa de los elementos y/o subsistemas que interactúan para provocar el estado actual del mismo. Se ha verificado el rol fundamental que juega el manejo de pastos en la producción final de leche y carne. En este trabajo se presenta la panorámica general y actual de los pastizales en el área, comenzando por los aspectos agroecológicos (régimen de precipitaciones, topografía y características fisicoquímicas de los suelos) que determinan y modulan, junto con el manejo, la expresión productiva de las especies forrajeras. Se discute la evolución y adaptación de los principales pastos de la zona, destacando la colonización inicial por el pasto guinea (Panicum maximum) y su evidente decadencia como principal especie, debido a problemas de mal manejo y/o adaptación a las condiciones agroecológicas que limitan su persistencia en el tiempo. Se observa la sustitución parcial de esta especie por el pasto estrella (Cynodon spp.) y se presentan algunas alternativas de nuevas especies. Las limitantes agroecológicas y el manejo de pastos son responsables, en gran medida, de las características generales que presenta el sistema de ganadería bovina doble propósito en Bajo Tocuyo; principalmente en cuanto a la baja productividad (4, 1 l/vaca/día,220 a 1083 t/ha/año, con cargas animales entre 0,81 y 1 ,39 UA/ha/año. Características y estado actual de los pastizales en Bajo Tocuyo Aspectos agroecológicos La mayor parte del área se caracteriza por tener suelos con texturas de pesadas a livianas, pH ácidos, dificultad por drenaje, alta susceptibilidad a la erosión (algunos ya erosionados), topografías onduladas, colinosas y cerriles en la mayoría de las unidades agroecológicas (Cuadro 1); zonas planas en las vegas y planicies de explayamiento de los ríos, principalmente el río Tocuyo, con adecuada suplencia de humedad, pero en muchos casos son inundables. La fertilidad es de moderada a baja, presentándose deficiencias de fósforo, potasio y niveles medios de materia orgánica. La precipitación fluctúa entre los 800 y 1 500 mm/ año, alargándose el período húmedo en gran r'\arte del área entre 6 y 9 meses, y en Ir: s zonas más secas este período abarca tres y seis meses.
Principales especies forrajeras La ganadería bovina en esta zona ha sido desarrollada inicialmente basada en potreros de pasto guinea (Panicum maximum), el cual se propagó de manera rápida por toda el área, siendo considerada actualmente como una especie naturalizada, pero a pesar de su amplia distribución ha ido cediendo el paso particularmente a otras especies, como la estrella (Cynodon plectostachyus y C. nieimfuensis). Estas especies presentan rendimientos en la zona (Romero, 1983) que oscilan alrededor de 3000 kg MS/ha/corte, pero la estrella cosechada a frecuencias más cortas, lo que hace mayor su productividad por año, además ha demostrado mayor uniformidad a través del tiempo, sin dejar de crecer en alguna época del año a consecuencia de la sequía como sucede con la guinea en unidades agroecológicas del bosque muy seco tropical. En cuanto a fertilización, según ensayos realizados por el FONAIAP-Falcón, (Romero y Sánchez, 1993) recomiendan para pasto estrella, dosis de 50 unidades de N/ha cada dos a tres meses, según la zona, acompañada de una aplicación anual de 100 kg/ha de P 205 y 100 kg/ha de K2O. La desaparición o disminución de la guinea obedece a problemas de sequías prolongadas, aguachinamientos, ataques de candelilla, deficiencia de nutrimentos; ligados al sobrepastoreo como elemento de mal manejo. Esta situación pone en evidencia la falta de adaptación de esta especie en las condiciones de suelos pobres y sometidos a cargas animales altas en épocas críticas (Foto 1 ). Como respuesta a este problema se ha venido incrementando el uso del pasto estrella (Foto 2), pero éste responde bien y demuestra buena persistencia, principalmente en condiciones planas y relativamente buena fertilidad, pudiendo sin embargo, por su tipo de crecimiento rastrero, soportar mejor altas cargas animales. En algunas áreas de condiciones inundables se observa el pasto alemán (Echinocloa polystachya) y el pasto Pará o paja Páez (Brachiara mutica), pero restringido en pocas zonas. Esto significa que el problema de pastizal es en las áreas planas puede solventarse con pasto estrella; pero en condiciones de topografía irregular, colinosa, con suelos pobres aún no se ha resuelto, ya que ni la guinea ni la estrella persisten durante mucho tiempo, siendo necesaria la recuperación y renovación muy frecuente de los potreros. La consecuencia más grave de esta situación es la invasión de potreros por malezas, principalmente la paja cabezona (Paspalum virgatum), que se ha diseminado muy rápidamente al no encontrar competencia y ser favorecida por el sobrepastoreo al cual es sometido el pastizal. Existen formas de manejo muy diversas, pero en general se practica la rotación de potreros, con tiempos de ocupación y descanso muy variables y dependientes de las condiciones topográficas, tamaño de potrero, modalidad del sistema de producción (ceba, cría, doble propósito, leche, ). En los casos más intensivos (producción de leche) se usan tres a cinco días de ocupación y 21 a 28 días de descanso en pasto estrella; pero en condiciones de doble propósito y ceba, muchas veces se utilizan largos períodos de ocupación (30 a 180 días), debido al gran tamaño de potreros y la baja carga animal. Debido al deterioro del pastizal (basado en guinea) es necesaria una diversificación de especies para brindar al productor otras alternativas de plantas forrajeras. En tal sentido, se ha iniciado en el FONAIAP-Falcón la introducción de gramíneas como Brachiaria humidicola, B. brizantha, B. dyctioneura, Andropogon gayanus y leguminosas en las que figura la Leucaena leucocephala/a (bancos de proteínas). Estas especies han demostrado buena adaptación a las condiciones agroecológicas de la zona; principalmente la B. humidicola ha presentado gran rusticidad y agresividad invasora, que le permiten adaptarse a suelos ácidos de baja fertilidad, buena producción de forraje, cobertura densa y resistencia a plagas (Sánchez, 1993). En el trabajo a nivel de fincas que realiza el FONAIAP-Falcón, con la metodología de investigación-desarrollo. se ha podido detectar que algunas prácticas sencillas de manejo tales como rotación adecuada de potreros, control de malezas y fertilización pueden mejorar sensiblemente la productividad forrajera. Características generales de la ganadería en Bajo Tocuyo Tipo de explotaciones Según resultados del FONAIAP, a través de los proyectos de Diagnóstico Biosocioeconómico e Investigación-Desarrollo en Bajo Tocuyo, el principal sistema de ganadería bovina en toda el área es el doble propósito, con diferentes modalidades y tipos de explotación, identificándose los siguientes tipos:
I. Extensiva: superficie > 70 ha, baja carga animal, escasa producción de leche «200 kg/ha/año) y mano de obra familiar. Sin crédito. II. Carne: superficie > 70 ha, carga animal mediana, baja producción de leche (200-500 kg/ha/año) y mano de obra asalariada. Sin crédito. Buen nivel de equipamiento. III. Leche: en vías de intensificación, superficie 30 - 70 ha, producción de leche hasta 500 kg/ha/año y mano de obra familiar. IV. Intensiva: superficie variable (hasta 100 ha) I producción intensiva de leche (>750 kg/ha/año), alto consumo de alimento concentrado y mano de obra asalariada. Buen nivel de equipos. Fuerte endeudamiento. v. Subsistencia: superficie hasta 50 ha, producción de leche baja a intermedia (hasta 500 kg/ha/año) y mano de obra familiar. Bajo equipamiento. Estos tipos de fincas pueden variar de una zona a .otra en cuanto al tamaño y según la potencialidad del medió pueden hacer mejor uso de la tecnología y lograr mejores índices de productividad. Existen también grupos de productores muy intensivos en producción de leche, con alta utilización de capital y tecnología, asimismo explotaciones dedicadas exclusivamente a la ceba de animales criados y levantados en los llanos. El tipo de animal explotado corresponde principalmente a mosaicos, producto de cruces entre1as razas Criollas con Pardo Suizo, Holstein, .Cebú, etc., que según su pureza hacia las razas europeas presenta problemas de adaptación .al medio ambiente, baja productividad y baja tasa reproductiva, En la zona se trabaja actualmente en la obtención de ganado tipo Yaracal, a partir de cruces de Criollo y/o mosaicos con animales de la raza Holstein. Productividad Se presentan problemas de baja productividad por deficiencias en el manejo alimenticio (déficit de forrajes, en cantidad y calidad). El promedio general de producción de leche es 4, 1 I/vaca/día. En Yaracal, el FONAIAP, a través de1 proyecto Bajo Tocuyo, mediante seguimiento de fincas ha encontrado los siguientes promedios durante el periodo 1987 -1991: 220,3 - 1083,6 I/ha/año; 2,8 -6,3 I/vp/día: carga animal de 0,81 a j ,39 UA/ha/año. (vp: .vaca en producción). La alimentación se basa en el uso de pastos cultivados, principalmente guinea y. estrella; se suplementa con sales minera es y melazas en pocas cantidades. En algunas explotaciones intensivas se usan concentrados en vacas en producción. Tipo de productor Existe en la zona una gama de productores que reflejan la intensidad .de las explotaciones, así encontramos productores con un bueno nivel cultural (profesionales del agro. y otras especialidades) en fincas semiintensivas a intensivas; una alta proporción de productores con bajo nivel educativo y hasta analfabetas en explotaciones extensivas: y en muchos casos de subsistencia. Dependiendo del grado de desarrollo de cada área, existe asistencia técnica, tanto pública como privada; pero er1 general, en las áreas más difíciles y marginales se presta muy poca y es casi nula la asistencia al productor. Conclusiones La irregular distribución de las precipitaciones son el origen de una distribución también irregular de la producción forrajera, la cual es deficitaria durante gran parte del año en extensas áreas, especialmente en las zonas de transición entre bosque seco tropical y bosque muy seco tropical. Aunada a esta condición climática está el sobrepastoreo como elemento del manejo que agudiza la problemática, causando el deterioro del pastizal, invasión de malezas y erosión. Es necesario establecer una estrategia de producción, uso y manejo forrajero según la época del año, definiendo y caracterizando de esta manera los períodos de mínima y máxima producción, con el fin de planificar según las condiciones del área y el tipo de explotación, la realización de prácticas de conservación (henificación, ensilaje), diferimiento de potreros, siembra de cultivos de contingencia (sorgo, caña de azúcar, maíz), uso de residuos de cosecha, melaza, urea, bloques multinutricionales, fertilización, riego, etc. Igualmente, se deben considerar las alternativas para el establecimiento de nuevas especies forrajeras, como las Brachiarias. Estas acciones deben ir precedidas de un cambio de aptitud frente al déficit forrajero. Esto significa: pensar en las épocas críticas antes que aparezcan. Bibliografía FONAIAP-FALCON. 1993. Resultados del seguimiento técnico-económico de fincas. (Por publicar) |