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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 46 Julio-Diciembre 1994 | ||
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El Aborto bovino y el control de la Leptopirosis César Obando R., Pedro Ramos,
Alix Montoya, Vilma Cadenas
Investigadores FONAIAP. Instituto de |
La vacunación contra enfermedades infecciosas causantes de abortos, como es el caso de la leptospirosis, con vacunas desconocidas o cuyo control de calidad no se puede precisar, puede resultar peligroso en hembras gestantes, ya que puede aparecer el llamado fenómeno de cola, por el cual los antígenos de la vacuna no han sido totalmente inactivados, y terminan provocando la enfermedad, en vez de prevenirla. Se recomienda a los ganaderos no vacunar hembras preñadas que se encuentren en el último tercio de la gestación y exigir la certificación oficial de control de calidad de las vacunas a utilizar en sus rebaños. |
El aborto en bovinos es la terminación de la preñez antes de que el feto sea viable, y resulta del inicio del parto en forma prematura, cuando la relación materno-fetal normal es interrumpida. Puede ocurrir en cualquier etapa de la gestación, aunque es más frecuentemente observado durante la segunda mitad, aparentemente porque la mayoría de los abortos que se presentan durante la primera mitad no son notados y en dichos casos muchas vacas son tratadas como casos de infertilidad. Muchos factores han sido aso ciados con el aborto en bovinos y en forma general, se pueden clasificar en no infecciosos e infecciosos, lo que conlleva a que el diagnóstico se realice con precisión en apenas un 30% de los casos. El diagnóstico de laboratorio es especialmente necesario para determinar la presencia de agentes infecciosos. ya sea por el aislamiento del agente patógeno. la aparición o el incremento en los títulos de anticuerpos contra un determinado agente patógeno en muestras de suero recolectados en forma consecutiva. al momento del aborto y dos o tres semanas la causa es un agente infeccioso se debería establecer un programa de inmunización, en caso de que exista una vacuna adecuada. Sin embargo, una vacuna que no cumpla con los requisitos exigidos en los protocolos de control de calidad, pudiera en muchos casos, ser contraproducente Entre las enfermedades infecciosas que ocasionan aborto y de importancia para los criadores de ganado bovino, podemos mencionar a la leptospirosis, razón por la cual está indicada su prevención mediante un programa sistemático de vacunación. Entre septiembre de 1993 y enero de 1994, se tuvo conocimiento de dos fincas de ganado bovino, una en el Estado Portuguesa y una en el Estado Guarico, que experimentaron olas de aborto después de haber vacunado sus rebaños preñados contra la leptospirosis. El estudio y seguimiento de ambos casos permitió averiguar que las vacunas utilizadas fueron elaboradas por el mismo laboratorio, pero no se pudo determinar si correspondieron a un mismo número de lote, o por el contrario a. diferentes lotes y si muestras de dichos lotes habían sido sometidos a control oficial de calidad. En todo caso, los abortos se iniciaron a los 12 y 17 días después de la vacunación, en principio en forma esporádica y luego a razón de uno o dos abortos por día, independientemente de que fueran novillas o vacas adultas. El 80 y 20% de los abortos ocurrió en animales que se encontraban en el último y segundo tercio de gestación, respectivamente. Los abortos registrados llegaron a 58 (16%) del total de vacas gestantes, 27 en la finca ubicada en el Estado Portuguesa y 31 en la del río Guárico. El estudio practicado incluyó despistaje de Brucelosis y cultivo de secreciones uterinas de vacas abortadas, sin que se aislaran agentes bacteria nos de significación patológica. La inoculación de exudado de cavidad abdominal, macerado de órganos y suero de fetos abortados, en cultivos primarios de riñón fetal bovino, no pro- dujo alteraciones celulares que indicaran presencia de cepas vira les citopatogénicas. Las pruebas serológicas para rinotraqueitis infecciosa bovina, indicaron que este virus no fue la causa de la explosión de abortos. En relación con la leptospirosis, la serología mostró variaciones significativas en la concentración de anticuerpos en muestras pareadas y concentraciones de anticuerpos que alcanzaron niveles hasta de 1/3.200, específicamente contra el serovar Hardjo. Se encontraron niveles de anticuerpos más bajos contra otros serovares. La histopatología realizada en riñones de fetos abortados reveló necrosis colémica, congestión y hemorragia severa del parénquima. A nivel del hígado, proceso congestivo hemorrágico del parénquima y necrosis focal. A pesar de que no se realizó despistaje de otros agentes reconocidos como causantes de abortos, las pruebas realizadas y el inicio de los abortos dentro del período de incubación de la leptospirosis (15 -21 días), son bastantes indicativos de que el lote de vacuna empleado pudiera ser la causa de los mismos. En el caso de las vacunas contra leptospirosis, así como en muchas otras, un aspecto que se debe tener presente es que la inactivación de los antígenos se realiza con formol, inactivante de segundo orden,. el cual permite la posibilidad de que se presente el llamado fenómeno de cola. Este consiste en la persistencia de agentes infecciosos como consecuencia de fallas en el ajuste dela concentración del formol, temperatura, tiempo de inactivación y variaciones de pH en la suspensión a inactivar. En conclusión, deseamos recomendar a los criadores de ganado bovino que no vacunen contra la leptospirosis a hembras gestantes que se encuentren en el último tercio de gestación. De igual manera, deben exigir la certificación oficial de que los lotes de vacunas a comprar, para corroborar que los mismos han aprobado los controles de calidad. Las prácticas de prevención de enfermedades del rebaño deben ser objeto de cuidado técnico integral, el cual incluye entre otros aspectos: alimentación, estado sanitario y un programa sistemático de vacunación con su respectivo registro del lote de vacuna y certificado del control de calidad. |