FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 47   Enero-Marzo  1995

  FONAIAP   DIVULGA  No.  47                                                                                                                         Enero-Marzo  1995

ASPECTOS AGRONÓMICOS DEL CULTIVO DE LA CAÑA PANELERA 

Edith Hernández*

Investigador Fonaiap - Ceniap del estado Táchira. Bramón

RESUMEN:

La caña panelera ocupa un lugar muy importante en la economía rural del táchira, no solo por el área sembrada y su importancia conservacionista, sino tambien por los empleos querecta e indirectamente genera y el valor alimenticio de la panela en si. El FONAIAP ha generado un paquete de las recomendaciones que han sido probadas a lo largo de los últimos años, que permitan la producción eficiente y rentable de caña panelera, especialmente con las variedades que se señalan en este articulo, siempre y cuando se apliquen todas las recomendaciones agronómicas petinentes.


Caña Panelera

 El cultivo de la caña de azúcar con fines paneleros se remonta en el Estado Táchira a generaciones y épocas anteriores, predominando todavía un sistema de explotación tradicional y de proceso artesanal.

El desarrollo tecnológico del cultivo de la caña se inicia por parte del Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias, mediante la selección de cultivares para las diferentes condiciones agro ecológicas, en la producción de caña y panela, acompañado de un manejo agronómico acorde con las condiciones de nuestras zonas paneleras.

 Importancia de la caña panelera

 La importancia de su explotación se manifiesta por:

  • ser uno de los principales cultivos agroindustriales en la economía rural tachirense.

  • el área sembrada que ocupa,

  • la generación de empleo directo (campo y trapiche) e indirecto,

  • ser un cultivo conservacionista y diversificador de la economía cafetalera,

  • el valor nutricional de la panela,

  • el uso directo e indirecto de productos y subproductos en la alimentación humana y animal,

  • su papel como mejorador de las condiciones físicas de los suelos.

  Preparación del terreno:

 Se inicia con la adecuación del área a sembrar, preparación manual con pica y/o azadón, preparación con arado de vertedera a tracción animal o con maquinaria pesada. En el caso de los suelos de ladera se recomienda la labranza mínima, donde sólo se rotura el surco donde vaya semilla (Foto 1).

 Surcado:

 En suelos de ladera se orienta en curvas a nivel y / o surcos orientados a través de la pendiente, formando la hilera de cepas de caña una barrera natural a la escorrentía. La profundidad del surco es de 0,15 a 0,20 m y el ancho de 0,20 m. Estas condiciones en el proceso de siembra permitirán un buen anclaje a la planta.

  Sistema de siembra:

Se recomienda en hileras y la distancia entre hilos dependerá de la ubicación de la finca sobre el nivel del mar.  

El control de malezas debe ser integral, alternando la aplicación de los métodos cultural, manual o mecánico y químico.  

El control cultural se ejerce con un buen manejo agronómico del cultivo; es decir, preparación eficiente de suelos, sistema de siembra y distancia entre hileras ade- cuados, uso de semilla de buena calidad, fertilización oportuna y suficiente, riego oportuno y control integrado de plagas y enfermedades.  

El control manual se hace con pala, azadón o machete y es el más utilizado, aunque depende del estado de crecimiento de las malezas y maltrata en ocasiones los rebrotes o hijos secundarios y terciarios de la cepa.  

El control químico se hace con herbicidas específicos. Los productos y las dosis dependen de la edad de las malezas, preparación del suelo, época de aplicación y tipo de malezas (hoja ancha o angosta). El FONAIAP- Táchira ha evaluado con éxito las siguientes mezclas:  

  • 3 kg de Gesapax H-80 + 4 litros de Banvel; -3 litros de Gesapax H-600;

  • 4 kg de AMEZOL.

Estas mezclas deben diluirse en 400 litros de agua por hectárea.  

Sazonado, maduración y cosecha  

Los mayores rendimientos se obtienen cuando la caña está bien sazonada. Esto sucede al final del período vegetativo y debe coincidir con sequía moderada (agosto) y oscilaciones mayores o iguales a 10° entre la temperatura máxima y mínima (día-noche).  

Existen otros parámetros que influyen en el proceso de sazonado y maduración de la caña de azúcar: edad, temperatura, condiciones del cultivo, variedad y altura sobre el nivel del mar a la cual esté ubicada la finca. Así, por ejemplo, cuando la altura aumenta, disminuye la temperatura, alargando el período vegetativo y viceversa.  

Estos factores influyen también en la concentración de sacarosa, a baja altura la concentración es menor y ésta va aumentando a medida que se incremente la altura sobre el nivel del mar, llegando hasta un máximo teórico de 26 por ciento.  

Tomando en cuenta todo lo anterior, se recomienda realizar la cosecha de la siguiente manera:

  • de O a 600 msnm entre 10 a 12 meses,

  • de 600 a 1.000 msnm entre 12 y 14 meses,

  • de 1.000 a 1.300 msnm entre 15 y 18 meses.

Existen dos sistemas de corte: por parejo y por desguíe o despadronamiento. El FONAIAP recomienda el sistema por parejo, donde el manejo técnico utilizado permite el crecimiento y maduración de los tallos a una misma edad.  

El sistema de corte por despadronamiento o desguíe se utiliza en los cultivos tradicionales, donde entresacan los tallos maduros, pudiéndose hacer cortes posteriores. Los dos métodos de cosecha implican cortes al ras del suelo para garantizar la vida útil de la soca (Fotos 3 y 4).

 Esta tecnología, producto de la investigación realizada por el FONAIAP garantiza rentabilidad al productor. Se encuentran en desarrollo trabajos que permitirán abordar claramente las debilidades encontradas en el proceso de fabricación (trapiche), Esto nos permitirá ensamblar tecnologías de campo e Industria para lograr un producto final con mejores condiciones de presentación comercial, salubridad y valor nutricional, estimulando así la demanda del producto, la competitividad entre productores y logran- do mejores condiciones socioeconómicas al productor ya su familia.

 Así, por ejemplo, zonas por debajo de 600 msnm, a 1 ,50 m entre hilo, entre 600 y 900 msnm, a 1 ,40 m y por encima de 900 msnm, hasta 1,30 m. Donde la pedregosidad o árboles interfieran el sistema de siembra, se permite disminuir la distancia entre hilera para compensar la población de plantas por hectárea. Los sistemas de siembra se conocen como hilera simple, hilera doble, cadena simple y cadena doble y dependerá de la calidad de la semilla y preparación del suelo. En el sistema de siembra recomendado (hilera simple), la semilla se coloca en el fondo del surco y debe ser de muy buena calidad, con una densidad de 3 a 4 esquejes de 3 yemas cada uno por metro lineal o de 9 a 12 yemas funcionales por metro lineal. Cuando la semilla no proviene de semilleros, debe utilizarse una densidad mayor de 12 yemas/metro lineal. La semilla debe cubrirse con una capa de suelo de 2 a 5 cm para no afectar la germinación.

 Selección de semilla Por ser la caña de azúcar una planta altamente heterocigota (que en condiciones normales no produce semilla), se propaga asexualmente por trozos de tallo denominados esquejes, cuyo tamaño depende del número de yemas. Un esqueje debe poseer entre tres a cuatro yemas y son características de una buena semilla estar libre de enfermedades y plagas, tener una edad comprendida entre siete y nueve meses, garante de alta pureza varietal y estado nutricional adecuado. La semilla proveniente de semilleros reúne normalmente estas características.

 Semilleros Los semilleros se establecen de acuerdo con los requerimientos de semilla o del área a sembrar. Una hectárea de semillero produce semilla para 10 ha comerciales de caña de azúcar.

 El semillero debe estar en un área próxima a las fuentes de agua ya la casa del productor, protegido de posibles daños de animales. Además, se le da un trato especial en cuanto al manejo (preparación de suelos efectiva, fertilización rica en nitrógeno, control de malezas eficiente y permanente y uso del riego si es necesario), ya que se espera material vegetal de excelente vigor y calidad. El éxito de una plantación comercial está en su semilla.  

Variedades

La variedad juega un papel primordial en el éxito de un cultivo de caña panelera. Actualmente existen variedades adaptadas a pisos altitudinales específicos, como resulta- do de las investigaciones del FONAIAP. As í, por ejemplo, se recomienda para zonas productoras entre 900 y 1.400 msnm, las variedades PR 61632, POJ2878yPR 692176; entre 600 y 900 msnm, las variedades PR 692176, 87549, 84362, 876226 y por debajo de 600 msnm ,las variedades PR 692176 y 84362. Existen variedades que sostienen su potencial productivo en diferentes áreas, pero con pérdida gradual de su capacidad de producción, como la variedad POJ 2878. Debe observarse la susceptibilidad de la '8 4362' a la roya de la caña de azúcar (Puccinia melanocephala Sydow), aunque un buen manejo del cultivo supera esta dificultad.

 Cuando el productor desee nuevas variedades de gran adaptación a su zona, debe consultar al FONAIAP- Táchira en Bramón, donde se le informará y dotará de una pequeña cantidad de semilla, así como de las recomendaciones técnicas para su multiplicación. Cuando la variedad recomendada sea conocida, se seleccionarán los mejores tallos de la plantación para el semillero básico.

 Épocas de siembra

 En zonas donde no hay disponibilidad de riego, se debe sembrar al inicio de lluvias y si hay disponibilidad de riego, en cualquier época del año de acuerdo con la zona.

 Fertilización Se recomienda hacer un muestreo de suelos representativos y realizar un análisis de suelo en el Laboratorio de Suelos del FONAIAP-Bramón, el cual hará las recomendaciones específicas de fertilización y/o enmienda, dosis y época de aplicación, según los requerimientos de cada lote a explotar con caña de azúcar.  

Control de malezas Se ha determinado que el período más crítico de competencia entre malezas y cultivo se corresponde con el de siembra, hasta el macollamiento (aproximadamente 4 a 5 meses), etapa en la cual el cultivo "cierra" las hileras y controla de manera natural la emergencia y el crecimiento.