|
|||||
José
J. Marcano
*; Florencio
Paredes*;
|
Resumen: Sin
embargo, ante la apertura del mercado en los últimos años, el
potencial de la batata se ve incrementado. En este trabajo se
identifican los principales problemas agronómicos y fitosanitarios que
enfrenta la producción económica de este rubro en el estado Yaracuy. |
||||
La
producción de batata ( Ipomoea
batatas L. [Lam]) en el Estado Yaracuy la realizan pequeños y
medianos productores, con tecnologías que van desde mediana a mínima.
Los datos presentados en este trabajo sólo son un ejemplo de la
diferencia de comportamiento de los productores encuestados en el
diagnóstico en relación con su ambiente y con las posibilidades de
sembrar este cultivo.
La batata es una planta relativamente
rústica en comparación con otros rubros como la papa o el maíz. Este
atributo hace que la batata pueda ser sembrada en suelos con muy poco
valor agrícola para muchos cultivos. En muchos países tropicales, la
batata es un cultivo menor o secundario, no obstante el hecho de que
puede tener una alta producción de material comestible en un tiempo
relativamente corto. En Venezuela la explotación y consumo de este
renglón ha disminuido considerablemente en los últimos años; en
rendimiento y diversidad de usos la convierte en un cultivo con grandes
potencialidades. En nuestro país las bondades de este rubro no han sido
apreciadas, manteniéndose en una situación de marginalidad con un
consumo bastante bajo en comparación con otros rubros de raíces y
tubérculos en la dieta del venezolano.
El factor condicionante
Las limitantes productivas
De manera general, muchos productores
confían que la respuesta productiva de la batata está íntima- mente
ligada a la rusticidad del cultivo, este prejuicio incrementa los
riesgos de rendimientos del cultivo al obviarse, entre otros, los
problemas de suelos, plagas, enfermedades, etc. Algunos de los
mencionados por los productores que pudieran convertirse en factores
limitantes potenciales son:
-La presencia del picudo de la batata en
90% del área sembrada en el estado.
-Daños presentes en la raíz reservante
en fase de comedura, costras y galerías que ocasionan pérdidas del
producto.
-Variedades que no han sido renovadas en
muchos años, las cuales evidencian una reducción en los rendimientos,
lo que pudiera estar asociado a la presencia de virus. Son muy pocos los agricultores que plantan más de tres variedades (5% de la muestra), la mayoría plantan una o dos en función de la aceptación del mercado y el rendimiento de la misma. Generalmente los materiales utilizados son de cáscara morada o rosada. Muchos de los agricultores que siembran más de dos variedades (Figura 1), lo hacen por escasez de semilla y no por el desconocimiento de las mismas.
La mayoría de los agricultores emplean la
porción apical del tallo conocido como guía (entre 25 - 30 cm), que
obtienen de plantaciones normales; es decir, no existe ninguna tendencia
a plantar por separado materiales únicamente para "semilla".
Cuando falta material generalmente utilizan la otra porción del bejuco (Figura
2) en su parte media y final.
90% de los agricultores en la zona
fertiliza, aunque muchos de ellos lo hacen con desconocimiento de los
requerimientos nutricionales, lo que conlleva en la mayoría de los
casos a una pérdida del producto apilado (Figura 3),
traduciéndose en una pérdida económica de importancia.
Los síntomas de virus que se pudieran
constatar fueron pocos, según datos de apenas 15% de los agricultores
entrevistados. No obstante, se debe ser prudente con relación a esta
situación, ya que la misma solo está basada en síntomas visuales sin
otra forma de evaluación. Así que el no tener síntomas de virus en
las hojas, de ninguna manera significa que no exista el virus. Lo mismo
sucede con el amarilleo y encrespamiento, los cuales tampoco son
síntomas inequívocos de la presencia de virus (Figura
4). Toda esta observación requerirá naturalmente de información
posterior por especialistas. En
relación con la rotación de cultivos se puede observar que la
actividad de plantar batata para auto consumo siempre coincide con una
alternativa de conuco o en su defecto en terrenos momentáneamente
libres y, en muchos casos, en terrenos por lo general marginales para
otros cultivos. La posibilidad de sembrar batata en monocultivo no es
bien aceptada por los pequeños productores, los cuales siempre
consideraron que debía rotarse la plantación. Lamentablemente muchos
de ellos poseen poca tierra, por lo cual se ven obligados a sembrar
batata repetidamente sobre el mismo terreno. Esta práctica les impide
el aprovechamiento de los componentes agregados que pueda suministrarle
un cultivo anterior (Figura 5) La
utilización de un suelo suelto (franco o franco arenoso) aunado a la
rusticidad de la planta de batata, generalmente siempre está asociado a
elevar el potencial rendidor de la misma. Esta situación es del
conocimiento de los agricultores, por lo cual siempre existe entre ellos
la tendencia de seleccionar el suelo más adecuado. No obstante, la
escasez del mismo limita esta posibilidad, lo que conduce, en algunos
casos, a utilizar suelos marginales. En el Estado Yaracuy existe gran
variabilidad de suelos, incluyendo suelos adecuados donde se puede
mejorar la producción de raíces de batata. Un suelo suelto sin
impedimento físico en los estratos inferiores aparte de permitir una
buena infiltración disminuye los riesgos de pudriciones de las raíces (Figura
6).
En el caso de lesiones en las raíces, 60%
de los encuestados declararon tener pocos problemas con las pudriciones,
aunque cuando se cosecha tardíamente, éstas suelen incrementarse (Figura
7). Se pudo constatar en el campo que dichos ataques se debían al
picudo de la batata y la posterior infección por otros patógenos del
suelo. Con relación a las rajaduras, éstas se presentan en proporción
similar asociada, probablemente, a situaciones de suelo, riego o a la
presencia de complejos parasitarios (nematodos). En el grupo de insectos-plagas presentes se puede mencionar Metriona sp. (Coleóptera: Chrysomelidae), (Díptera: A gromizidae) y (Coleóptera: Silphidae). A pesar de la presencia de estas plagas del follaje (Figura 9), la masa vegetativa total del cultivo es tan grande que puede perfectamente soportar daños considerables, con muy poca incidencia en los rendimientos. En relación con las plagas de la raíz, el picudo de la batata (Cylas formicarius elegantalus) es el insecto que ocasiona más daño a nivel de las áreas sembradas en el Estado Yaracuy, a tal extremo que 90% de las mismas presentan infestaciones en mayor o menor grado (Figura 8). La costumbre de los productores de la zona de pasarse materiales de siembra unos a otros, agrava el problema que ocasiona este insecto. La mayoría de los productores para tratar de escapar, en parte, del ataque del picudo cosechan variedades tardías como precoces con la consecuente baja en los rendimientos. En las áreas infestadas por este insecto la cosecha tardía constituye un gran problema motivado a las pérdidas de raíces ocasionadas por infestaciones secundarias a partir de las perforaciones iniciales hechas por el insecto. Como se puede observar en la Figura 10, a excepción de las plagas de la raíz (específicamente el picudo), el cual es sumamente dañino, el resto de los problemas, por ahora, no llegan a constituir una limitante seria, tal como lo indican los valores de la frecuencia obtenida. |