FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 49   Julio-Septiembre  1995

  FONAIAP   DIVULGA  No.  49                                                                                                                 Julio-Septiembre  1995


Manejo del cultivo de maíz en el estado Monagas

  Audberto J. Millán*; Miguel A. Oliveros*

*Investigador. FONAIAP-Centro de Investigaciones Agropecuarias del Estado Monagas. Maturin.

 RESUMEN:

En este artículo se presentan las técnicas recomendadas, consecutiva e integralmente para la producción tecnificada de maíz, partiendo de la elección de la semilla proveniente de cultivares adaptados a la zona, hasta la destrucción de la soca.


La buena producción de un cultivo es el resultado del uso de una buena semilla certificada, debidamente identificada y proveniente de cultivares adaptados a la zona, así como de la aplicación adecuada ya tiempo del conjunto de prácticas culturales durante su ciclo vegetativo. El rendimiento está en relación directa con la semilla utilizada y el sistema de manejo aplicado.

Preparación de tierras:

 El objetivo de la preparación de tierras es acondicionar un lecho para que la semilla germine y emerja sin dificultad, logrando una superficie uniforme, con un suelo libre de terrones y malezas; al mismo tiempo que se eliminen pupas y larvas de insectos por la acción directa de la misma preparación, la presencia de pájaros, la acción del sol y la incorporación de residuos de cosecha. La preparación se debe hacer en forma escalonada en el tiempo, para permitir así la germinación de las semillas de malezas, que luego eliminarán con el siguiente pase de rastra. En suelos de sabanas, generalmente, se requiere de tres a cuatro pases de rastra. Si se detecta la presencia de un piso de rastra se necesita proceder a romperlo con un pase profundo de arado. Estas labores deben realizarse con un estado apropiado de humedad en el suelo, de manera que los implementos profundicen y se evite la producción de polvillo, elemento causal de la formación de costras superficiales y de la compactación del suelo y que dificulta la emergencia de las plántulas, al ocurrir las primeras lluvias.

Fertilización, siembra

 La cantidad de fertilizantes a aplicar depende de los resultados de los análisis de suelos, servicio que en esta entidad federal presta el Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y la Universidad de Oriente. El fósforo y el potasio se deben aplicar al momento de la siembra, al igual que la mitad del nitrógeno, y la otra mitad como reabono. Debe considerarse el uso de micro elementos, ya que éstos están limitando la producción de maíz en el Estado Monagas.

Sembrando en época temprana se aprovecha mejor la humedad durante el ciclo del cultivo, se reduce la incidencia de plagas y enfermedades y se cosecha con menos problemas de cosechadoras por la disponibilidad de las mismas.

La época de siembra adecuada para el cultivo de maíz de secano es aquella a partir de la cual pueden ocurrir precipitaciones que sumen entre 600 a 800 mm bien distribuidos, desde la siembra hasta la formación y llenado de los granos.

En Monagas, la época de siembra más adecuada está comprendida entre finales de mayo y primera quincena de junio, pudiéndose extender hasta finales de junio.

La densidad de siembra apropiada está entre 45.000 a 55.000 plantas por hectárea. Esto se logra sembrando entre cinco a seis semillas por metro lineal sobre la hilera y con 80 a 100 cm entre hileras. La distancia promedio entre plantas debe ser de 16 a 20 cm, para lo cual se requiere una cantidad promedio de 16 Kg de semilla por hectárea.

Debe utilizarse semilla certificada de la variedad o híbrido mejor adaptado a la zona. El tamaño y forma de la semilla no influyen en los rendimientos, pero sí debe adquirirse de acuerdo con el tipo de plato de la sembradora que se va a utilizar en la siembra.

Los cultivares más recomendados son los híbridos: CENIAP PB 8, CENIAP 69, CENIAP 81, CARGILL 633, PROSECA 71, HIMECA 2000, HIMECA 91 y las variedades Flor Amarillo y la Máquina del CENIAP.

Control de malezas

 Este control debe hacerse en forma preemergente (antes de emerger las malezas y el cultivo. Se han obtenido resultados satisfactorios con atrazinas, aunque, si hay presencia de gramíneas, se recomienda mezclar 1,5 a 2,0 Kg de atrazina con 3 litros de alaclor o con 31 de pendimethalin por hectárea. Si se observa la presencia de restos de malezas al momento de la siembra, se debe añadir a la mezcla 1 o 2 Lts de gramoxone, dependiendo de la cantidad de restos de malezas presentes.  

En forma postemergente, sólo podrá hacerse la aplicación de atrazinas, si las malezas no han pasado de la etapa de dos hojas como máximo.

Reabono

Esta labor se debe efectuar cuando las plantas tengan aproximadamente 40 cm de altura (30 a 35 días después de la siembra), utilizando urea o sulfato de amonio, evitando hacerla con fórmula completa.

Control de plagas y enfermedades

Las plagas deben ser manejadas en forma integrada, y para ello es necesario considerar los aspectos siguientes:

1. Destruir socas  
2. Preparar bien la tierra  
3. Control eficiente de malezas 
4. Sembrar temprano

Atendiendo estas cuatro consideraciones se logra que la incidencia de las plagas sea más tardía, cuando el cultivo esté bien desarrollado y por lo tanto, con mayor capacidad de tolerar los daños que éstas puedan causar.

Si es necesario aplicar el control químico debe hacerse oportunamente; y no esperar que la plaga se establezca en la plantación, ya que su control posterior será más difícil y más costoso.

Los cultivares de maíz existentes en el mercado muestran tolerancia o resistencia a las enfermedades más comunes que lo atacan, como punta loca, complejos virales (enanismo, achaparramiento, raya fina), manchas foliares, pudriciones de tallo y raíz, carbón de la espiga, etc.

Por ello es necesario practicar un manejo de cultivo que incluya prácticas culturales que minimicen la incidencia del inóculo, disminuyendo la fuente de los mismos y produciendo condiciones desfavorables para su incidencia, como se indica a continuación:

  • Control de socas

  • Adecuada preparación de tierras

  • Control de malezas

  • Uso de semilla certificada

  • Fertilización adecuada

  • Densidad de población óptima, acorde con el tipo de suelos

  • Época de siembra temprana

  • Control de insectos vectores  

Cosecha

 Esta debe realizarse cuando la humedad del grano esté entre 18 y 20%. Una guía para conocer si el grano ha alcanzado la madurez fisiológica, es la mancha o punto negro que aparece en el sitio de unión del grano con la mazorca, o que la línea de leche (línea de secado) que se observa en la parte posterior del grano, esté cerca de la base. El maíz requiere de mayor atención durante los primeros 40 días de su ciclo, cualquier falla cometida durante este período, no se podrá corregir posteriormente.

  Destrucción de socas

 Con la finalidad de evitar la proliferación de plagas que pupan en los tallos, como la diatrea, o en el follaje como el medidor, se deben incorporar los restos de plantas o socas inmediatamente después de la cosecha, mediante un pase de rastra. Con esta práctica también se eliminan plantas y residuos de cosecha, donde permanecen muchos agentes causales de enfermedades.