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Gustavo Martínez (Investigador) |
Resumen |
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Las musáceas han estado muy arraigadas a la historia de nuestro país, al punto de encontrarse involucradas en los procesos socio económico actuales (considerándose el plátano y el cambur elementos esenciales en la dieta del venezolano). El cultivo del plátano para 1991 tuvo una producción nacional de 507.000 t, siendo los estados Zulia y Barinas los de mayor producción; mientras que la del cambur fue de 1.170.000 t, radicada mayormente en Aragua, llegando a cubrir la demanda interna y el excedente destinado a la exportación. La producción de ambos cultivos ha sido afectada por la, enfermedad sigatoka negra. (Mycosphaerella fijiensis), la cual causa un daño considerable en plantaciones de plátanos y cambures en la zona occidental del país (sur del Lago de Maracaibo). En los actuales momentos se encuentra en el estado Yaracuy, lo cual representa una gran amenaza para las plantaciones presentes en el estado Aragua.
Todo lo anterior refleja la necesidad de buscar un aumento sustancial en la productividad y calidad de los mismos, lo cual va a estar directamete relacionado con los beneficios que obtendrá el productor y sólo podrá ser cubierto mediante la selección de materiales altamente productivos y resistentes al ataque de plagas y enfermedades. Para ello, es necesario la generación y/o mejoramiento de tecnologías que permitan un óptimo aprovechamiento de los recursos existentes y la conservación del germoplasma (o banco de genes) para tal fin. En los últimos años, los productos de estos cultivos han logrado penetrar los mercados de Europa y Norteamérica, por ser considerados fuentes principales en carbohidratos y minerales (1 ). Bajo este enfoque, las musáceas tienen gran importancia en las regiones tropicales del mundo, al punto tal que la economía de algunos países se basa exclusivamente en la comercialización de estas frutas (3). El mantenimiento de la diversidad biológica es uno de los objetivos fundamentales de cualquier nación. Esto ha conducido al desarrollo de actividades interinstitucionales a nivel mundial para el cumplimiento de este objetivo. Por lo tanto, el grado en el cual una colección represente esta diversidad genética, es mucho más importante que el tamaño de dicha colección (6). Con el progreso de las civilizaciones se ha puesto en evidencia el proceso de desaparición de la variabilidad gen ética, que es parte del fenómeno denominado erosión genética, y que engloba tres factores: (a) la destrucción o modificación de los centros de origen de los cultivos o centros de variabilidad, (b) el desplazamiento de las variedades tradicionales por las variedades modernas y (c) la actual presión ejercida sobre geneticistas y mejoradores para generar variedades de mayor producción, que hacen que estas variedades modernas sean genéticamente más uniformes con una base más estrecha, haciéndolas más susceptibles (en algunos casos) a las plagas y enfermedades (5). Estos planteamientos dejan ver la urgente necesidad de conservar todos los recursos gen éticos que sean posibles, ya que el problema no es sólo superar las imitaciones de las variedades actuales, sino preverlas de las futuras. La única fuente actual de genes que puede solucionar estos problemas es la que se encuentra inserta en el germoplasma que se proceso plantas silvestres a cultivadas (5) Preservando la biodiversidad La agricultura moderna debe tener como punto central de desarrollo los bancos de germoplasma, considerándose que los recursos genéticos están sometidos a riesgos de perderse o disminuir por destrucción del hábitat, desastres naturales o negligencia humana (6). Perspectivas Las razones que han motivado la preservación, estudio e instalación de un banco de germoplasma de musáceas a nivel nacional, son evidentes: 1) Cultivo básico en la dieta del venezolano 2) Importancia económica a nivel mundial 3) Evidencias de pérdidas de muchos clones en los principales bancos de germoplasma a nivel mundial. 4) Consolidar y sistematizar, estudios gen éticos coordinados, a fin de obtener soluciones a problemas de producción y de sanidad vegetal. En este sentido, es necesario realizar evaluaciones constantes, a fin de explorar posible variabilidad clonal. Dichas evaluaciones están en función de los siguientes aspectos: 1) Características cualitativas y cuantitativas de racimos. 2) Estudios de los ciclos de floración y cosecha. 3) Capacidad de encepamiento. 4) Resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades. 5) Cuantificación de material vegetal post-cosecha. Las mutaciones somáticas en plátanos y cambures han originado una gran cantidad de formas, muchas de las cuales tienen un alto valor agronómico. La mayoría de los plátanos y cambures actualmente explotados a nivel mundial son producto de una selección de variantes somáticos (2).
Perspectivas El enfoque planteado en relación a los bancos de germoplasma en general, implica la instalación de uno con todas las colecciones (Banco Central) y la creación de Bancos Regionales en los cuales su estructura deberá de estar basada en la recolección de especies propias de cada región en particular, haciendo énfasis en aquellas que puedan tener un valor comercial significativo para cada zona en particular. Todo ello se deriva del alto costo de mantenimiento de una colección a nivel de campo, siendo un requisito indispensable la réplica de dicha colección en una zona distante como una medida de seguridad. Adicionalmente, queda abierta la posibilidad de crear una colección a nivel de cultivo in vitro (Ver Figura1). Los estudios taxonómicos, morfológicos y evaluativos de clones y cultivares de musáceas se iniciaron en nuestro país en 1965, bajo la tutela del Investigador Oscar Haddad (actualmente personal jubilado del FONAIAP) y en la actualidad se cuenta con 121 registros de introducción que cubren un área de 21.892 m2, que pueden ser utilizados con fines de mejoramiento genético. Estas introducciones comprenden: 26 clones de plátanos El Investigador Oscar Haddad logró obtener los clones CENIAP 58 (AAA) y CENIAP 59 (AAA), los cuales son producto de una selección masal del grupo cavendish. A nivel del Banco de Germoplasma (libre crecimiento y diferentes distancias de siembra) obtuvo una producción de 95 t/ha y de 77 t/ha respectivamente, lo cual al compararlos con el promedio nacional de 25 t/ha da un incremento de 70 y 52 t/ha, e inclusive al hacer comparaciones con el estado Aragua (que es la zona de mayor producción), cuyo promedio fue de 56 t/ha, se observa una marcada diferencia. Se tiene previsto realizar ensayos regionales a nivel de los productores.
(Continuará). |