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Resumen Este pez, apreciado por su carne y de importancia en la pesca deportiva, se desarrolla muy bien en ambientes lagunares, resiste condiciones adversas en estanques y su alimentación puede solventarse con la provisión de peces forrajeros. Los alevines de dos de sus especies más abundantes son aptos para ser sembrados en embalses y cuerpos acuáticos destinados a la pesca deportiva. |
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Los pavones pertenecen a la familia Cichlidae, una de las más importantes en cuerpos de agua dulce en el neotrópico. Los cíclidos en general son peces de colores brillantes, fácilmente reconocibles por tener una sola narina a cada lado de la cabeza y por presentar una línea lateral comúnmente dividida en dos segmentos. La boca es protráctil y provista generalmente de labios gruesos, tienen un gran sentido de la territorialidad y defienden celosamente su espacio vital, particularmente durante la época del desove. constituyen un grupo de peces que se caracterizan por tener hábitos reproductivos complejos como es el caso del cortejo cuando entran en celo y cuidado parental de la cría. Del género Cichla se han registrado en Venezuela tres especies: Cichla orinocensis, C. temensis y C. intermedia. Son muy codiciados por el buen sabor de su carne y desde el punto de vista deportivo tienen mucha importancia, ya que su pesca constituye un gran atractivo entre los amantes de este deporte. Ocupan naturalmente las aguas llamadas negras (río Caroní y claras o transparentes (río Cinaruco). Estas aguas se caracterizan por tener un pH ácido, generalmente entre 4.6 y 6, muy pocos minerales o nutrimentos disueltos, una visibilidad normalmente buena (hasta 2 m) y temperaturas moderadas entre 25 a 30°C. En Venezuela estas aguas existen en el Estado Bolívar (ríos Orinoco y Caura), en el Estado Amazonas, en algunos ríos del Estado Apure (Capanaparo y Cinaruco), en el río Aguaro del Estado Guárico y otros afluentes del río Orinoco con condiciones parecidas, como por ejemplo algunos morichales del oriente del país (Taphorn y Barbarino). Los pavones se desarrollan muy bien en ambientes lagunares, de ahí que se hayan adaptado muy bien en algunas represas del país como Camatagua y Tamanaco (Aragua), Las Majaguas (Portuguesa) y Burro Negro (Zulia), entre otras. En cuanto a su fecundidad (número de óvulos contenidos en la gónada), como en casi todos los otros peces de la misma familia, es más bien baja en comparación con otras especies que realizan movimientos de tipo migratorio, como es el caso de carecidos de importancia comercial (cachama, palometa, morocoto, entre otros), así como ciertos bagres de cuero. Según estudios realizados por el autor; en el río Cinaruco durante el año 1989, se determinó la fecundidad para un ejemplar de la especie Cichla temensis de 59,4 cm de longitud total, el cual contenía 10.906 ovocitos, mientras que para cinco ejemplares de C. orinocensis, cuyas longitudes total es oscilaban entre 31 ,3 y 26,5 cm la fecundidad promedio fue de 5.194 ovocitos. Es de hacer notar que la baja fecundidad está asociada al cuidado parental que dan los adultos a la cría. En relación con su alimentación, el pavón es de hábitos carnívoros, alimentándose de otros peces vivos de menor tamaño, así como de invertebrados como el camarón de agua dulce; razón por la cual su cultivo intensivo o semiintensivo se hace difícil sino se tiene una fuente permanente de peces forrajeros. En la Estación Piscícola Papelón se determinó que en cautiverio se puede reproducir en cualquier época del año, aunque durante el ciclo anual puede haber picos de mayor época reproductiva, al igual que en su medio ambiente. A continuación señalamos los resultados obtenidos del estudio del pavón en confinamiento en la estación antes indicada: En cierto día del mes de abril de 1992 se trajo un lote de 14 pavones del embalse Las Majaguas, ubicado al norte del Estado Portuguesa. Estos ejemplares se confinaron en un estanque de 600 m2, siendo la composición de la captura de nueve c. orinocensis y cinco c. temensis, con una mortalidad de dos por cada especie en los primeros días después del transporte efectuado en un tanque de fibra de vidrio de 3.000 I de capacidad. Con respecto al valor promedio de algunos parámetros fisicoquímicos del agua de la laguna, objeto del ensayo, se obtuvieron los siguientes datos: La tabla indica que los pavones confinados en el estanque toleraron muy bien valores de oxígeno relativamente bajos por la mañana, baja transparencia y altos valores en la temperatura, sobre todo en horas de la tarde, por lo que esta experiencia parece indicar que es un pez resistente a condiciones extremas de oxígeno disuelto, temperatura y transparencia, en contraposición con la creencia que existe de ser exigente en cuanto a los parámetros arriba mencionados. Es de señalar que en un muestreo efectuado por varios días consecutivos en el mes de agosto del mismo año, los pavones toleraron condiciones drásticas, ya que estuvieron en una lámina de agua de 60 cm de profundidad, con una elevada turbidez, sometidos a estrés por varios días por efecto de la pesca ya una temperatura que llegó a alcanzar los 33°C en la tarde, sin que se registrara mortalidad alguna. Esta tolerancia a ciertas condiciones adversas permite aseverar que una vez suministrada su alimentación con peces forrajeros [se pueden conseguir fácilmente en el medio natural como es el caso de la vieja o pico 'e frasco (Caquetaia kraussi), el camarón de río (Macrobrachium amazonicum) y pequeños carácidos, el pavón, en sus dos especies más abundantes, es apto para su cultivo con la finalidad de que los alevines obtenidos sean sembrados en embalses y cuerpos acuáticos destinados para la pesca deportiva. Sin embargo, es necesario evitar su cría en zonas inundables que permitan su fuga durante la época de inundación a ríos o caños de regiones donde no se encuentra en forma natural, con el fin de evitar posibles desplazamientos ecológicos de esta ictiofauna. Bibliografía TAPHORN, D. y A. BARBARINO. 1993. Evaluación de la situación actual de los pavones (Cichla spp.J, en el Parque Nacional Capanaparo-Cinaruco, Estado Apure, Venezuela. En: Natura No.96. p. 10-23. |