FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 55  Enero-Marzo  1997

  FONAIAP   DIVULGA  No.  55                                                                                                                         Enero-Marzo  1997


La  mejor manera de controlar la mastitis bovina

Eduardo Noquera A*


* Investigador. FONAIAP.  Centro  de  Investigaciones  Agropecuarias del  Estado Zulia.
 Estación  Local  El  Guayabo.


El término de mastitis se refiere a la inflamación de la glándula mamaría en la-vaca, lo que provoca la alteración de las características físicas, químicas y bacteriológicas de la leche y la modificación del tejido glandular. Por lo tanto, se produce una reducción en la cantidad de leche producida. Aunque la mastitis ocurre esporádicamente en todos los mamíferos, adquiere mayor importancia económica en las vacas lecheras y es, sin duda, la enfermedad más importante con la cual debe enfrentarse la industria lechera.

Incidencia económica de la mastitis

La estructura de precios que rige para la leche, según publicación en Gaceta Oficial de la República de Venezuela, de fecha septiembre 17 de 1996, es la siguiente:

TIPO DE LECHE                                PRECIO MÍNIMO AL PRODUCTOR

Leche caliente                                                133 Bs./litro

Leche fría (24 horas)                                      122 Bs./litro
de reductasa

Leche fría (más de 4 horas)                             133 Bs./litro
de reductasa

Bono por contenido de grasa 0.50 Bs./litro superior a 3,2%.

Además, el productor recibe adicionalmente un bono que pagan algunas empresas a los que participan en programas nacionales de control y erradicación de brucelosis, tuberculosis y que sean fincas con menos de 10% de mastitis subclínica.

De acuerdo con esta estructura de precios, un productor que tenga una vaca que le produzca 8 litros en el ordeño de la mañana y 6 litros en la tarde (1-4 litros por día); si se paga la leche fría con más de cuatro horas de reductasa, la cual sería un tipo de leche premium a 133 Bs/litro, tendríamos 14 litros x 133 Bs. = 1.862/día y 55.860 Bs/litro/mes. Suponiendo que esa vaca presente mastitis, el productor dejaría de percibir esas cantidades por vaca/día/o mes.

En el ejemplo anterior se evidencia que la mastitis es un problema, sobre todo económico en la ganadería venezolana, ya que además de la pérdida por la enfermedad hay que sumarle a los otros costos, el tratamiento curativo,

Los resultados de un estudio en el cual se tomó en cuenta el índice CMT, corno indicador de la severidad de la mastitis en un rebaño y él índice CMT. BRIAR (bajo riesgo/alto riesgo)*, realizado en dos fincas de El Guayabo, al sur del Lago de Maracaibo, tomando en cuenta el nivel de tecnificación, forma de ordeño y sin menoscabo de cuál tipo de ordeño es el más recomendable o mejor (Cuadro l), señalan la vía para establecer la mejor manera de controlar la mastitis bovina A y B.

* El índice de CMT considerado como deseable, es de 0. 5, mientras menor sea, menor será la magnitud de la mastitis.
El índice CMT BRIAR debe ser tan alto como sea posible. Estos índices dan un perfil de la situación del rebaño.

Resultado de dividir el número de cuartos de ubre con negativo, trazas o una cruz, llamado grupo bajo riesgo sobre el número de cuartos de ubre que dieron resultados de dos o tres cruces, llamado grupo de alto riesgo.

¿Cuál es la solución?

La solución, en gran parte, radica en establecer medidas profilácticos y/o de higiene en el ordeño.

Medidas profilácticas

1. Higiene en el ordeño para evitar la transmisión de gérmenes de una vaca a otra:

Las vacas deben ser bañadas en conjunto antes del ordeño. Esto hace que se estimule el defecado y la micción, evitando que lo hagan durante el ordeño. Lavado de ubres en forma individual y secado con papel absorbente. Con esto no sólo se les quita el lodo y el estiércol de la piel, sino que también se estimula la baja de la leche. 

2. Realizar un buen ordeño con un escurrido total de la leche en la ubre. Al finalizar el ordeño debe aplicarse un senador en el orificio del pezón, para evitar la penetración de gérmenes que infecten la ubre.

3. Revisión periódica de los pezones y del equipo de ordeño cuando sea mecánico. Sustituyendo pezoneras viejas y agrietadas por ser fuente de infección. Al finalizar el ordeño, pasar las pezoneras por una solución desinfectante. Cuando el ordeño es manual, el ordeñador debe lavarse las manos con agua y jabón y luego sumergirlas en una solución desinfectante.

4. Además de estas medidas profilácticas se debe realizar al rebaño, cada cierto tiempo, el California mastitis test (CMT). Esta es una prueba para determinar mastitis en rebaños, más que en vacas individualmente.

5. Tratar correctamente los casos clínicos. Ordeñar a fondo y a mano los cuartos afectados y aplicar tratamiento curativo. Las vacas con mastitis deben ordenarse al final.

6. Establecer un programa de secado. Al secar una vaca se debe aplicar un tratamiento con antibióticos, especialmente en vacas con antecedentes de mastitis. Con esta práctica se reducen las infecciones en el parto siguiente