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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 55 Enero-Marzo 1997 |
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FONAIAP DIVULGA No. 55 Enero-Marzo 1997 |
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Damelys Sanabria*; Tania Rodríquez**; Federico Barreto***; Aníbal Torres**** *Investigador. FONAIAP-Centro
de Investigaciones Agropecuarias del Estado Monagas. Maturín. |
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En los llanos orientales de Venezuela predominan las sabanas bien drenadas. Estos suelos se caracterizan por la pobreza nutricional y baja retención de humedad. Su mayor utilización y opción más favorable son sistemas de producción diversificados, que contemplan una, ganadería de doble propósito. La alimentación del rebaño bovino se fundamenta principalmente en la utilización de la vegetación nativa y de especies forrajeras mejoradas. Estas últimas han demostrado ser efectivas en el mejoramiento de la producción y productividad animal, pero enfrentan el problema de su elevado costo de establecimiento. Esta problemática es común para los llanos de América Tropical, por lo que los centros de investigación internacionales han dirigido buena parte de su trabajo a desarrollar germoplasma con tolerancia a las condiciones adversas prevalecientes en las sabanas tropicales. Como resultado de este esfuerzo se ha generado, entre otros, germoplasma de arroz de secano que es utilizado ampliamente tanto en Colombia como en Brasil, para abaratar los costos, del establecimiento de los pastos introducidos. El FONAIAP Monagas, basado en los antecedentes de las investigaciones internacionales, en 1990 inició observaciones en 18 líneas avanzadas de arroz, procedentes del CIAT, así como su comportamiento ante el encalado y dos niveles de fósforo y de potasio. Esta experiencia se realizó en el Campo Experimental Santa Bárbara del FONAIAP, caracterizado por una precipitación de 1.000 mm anuales, temperatura promedio de 26 "C, pH de 5,6 y bajos contenidos de fósforo, potasio, magnesio y zinc, contenido moderado de calcio y sin problemas de aluminio. La distancia de siembra empleada en esta primera fase fue de 0,20 m entre hileras y la cantidad de semilla entre 80 y 90 kg/hectárea. Investigación en MonagasEn 1990, la línea CT7072-43-1-4-1 -1 -M rindió 2 t/ha de grano de arroz, a pesar de las condiciones adversas, producto de la siembra tardía. Esta investigación continuó en 1991 y se incluyó la localidad de San Agustín de La Pica, con condiciones de suelo y precipitación diferentes (alrededor de 1.300 mm), donde se detecta alta incidencia de escaldado de la hoja (Monographella albeenscens)-y de Heimintosporium oryzae, especialmente en las parcelas con los mayores niveles de fertilización. No se encontró efecto favorable a la aplicación de 500 kg/ha de cal dolomítica, probablemente debido a su condición de selección y al moderado contenido inicial de calcio en el suelo. Los rendimientos se elevan hasta 4,5 tl/a. Las mayores producciones corresponden a las líneas CT1 0035-43-4-M-3 (4,5 t/ha), CT9903-39-5-M-4 (3,8 t/ha) y CT998-41-12-M-4 (3,7 t/ha). De ellas, destaca la primera por no presentar problemas de volcamiento, evidenciado en las dos localidades.
Los materiales tuvieron un comportamiento
diferencial a la fertilización. El 53,6% de ellos no respondió al incremento
de 65 a 1 000 kg/ha de P20. y de 60 a 100 kg/ha de K20. La línea CTO059-3-1
-M-4 fue la de mayor respuesta a la fertilización, con un aumento de 1,33 t/ha;
mientras que el material testigo, IAC 165, tampoco incremento la producción
al aumentar los niveles de fertilización mencionados, pero superó a los demás
genotipos en el tratamiento de menor fertilización, rindiendo 3,83 t/hectárea.
En 1992 se evaluaron los mismos
materiales, sin la aplicación de cal, en el Campo Experimental Santa Bárbara
y en la finca Padillero. Se consideraron dos niveles de fertilización
inferiores a los empleados en 1991. Los rendimientos en este
ciclo fueron inferiores al año anterior, debido a una menor disponibilidad de
agua, durante la etapa del llenado de granos y probablemente a la disminución
de la fertilización básica aplicada. Todos los materiales se comportaron de
manera similar en Santa Bárbara, mientras que en Padillero hubo diferencias
significativas.
En los dos años evaluados y en los tres
sitios experimentales, la línea GT9993-57-M-1 fue estable en su rendimiento
en grano, seleccionándose las seis mejores en función del rendimiento y
resistencia a plagas, enfermedades y acame.
En 1993 se intensificaron estas
observaciones, incluyéndose 100 líneas
adicionales remitidas por el programa de arroz del CIAT. Durante este periodo
destacaron 14 de ellas por producir entre 4 y 7 t de arroz.
En 1994 se amplía el área experimental y se aplica
una fertilización básica de 30 kg/ha de N, 80 de P20,, 80 de K20 y una aspersión foliar de sulfato de zinc al 1
por ciento.
En relación con el año anterior, la
mayoría de las líneas produjeron rendimientos en algunos casos similares y en
otros superiores, lo que confirma la tendencia de la producción en 1993.
Destaca la existencia de materiales con rendimientos por encima de 8 t/ha,
como lo fueron las líneas CT9907-5-3-1 P-4-2-M. CT9978-12-2-P-4-MP-M,
CTIO576-21-4M-2-MP-M (cuadros 1, 2 y 3). Para este año se introducen cambios
en el manejo agronómico, tales como disminución de la población de plantas
por hectárea, mediante el incremento de la distancia entre hileras a 25 cm,
reducción de la dosis del herbicida Ronstar de 4 a 3 litros por
hectárea, mejoras en las condiciones de drenaje y uso del subsolado para
corregir problemas de compactación.
En 1994 se inicia la investigación en el
CIAE-Anzoátegui, evaluando seis líneas sobresalientes en Monagas durante
1990-1992, 13 provenientes del Centro Nacional de Pesquisa de Arroz y Frijol
(CNPAF) de EMBRAPA (Brasil), seleccionados en función de su tolerancia a
sequía y dos materiales sembrados por agricultores de la zona. En este caso
se establecen parcelas de observación, distribuidas completamente al azar,
con dos repeticiones constituidas por hileras separadas a 50 cm, en un suelo
con 90% de arena hasta los 40 cm y en una fecha de siembra tardía.
A pesar de las condiciones críticas en las cuales
se desarrolló la experimentación, se obtuvieron resultados halagadores' En
principio, todos los materiales fueron superiores a los testigos locales. La
variedad Araguaia, proveniente de Brasil rindió en una repetición 1,8 t/ha;
de igual forma la variedad IAC-1 65, proveniente del CIAT, produjo hasta 1,5 t/ha. Asimismo, destacaron CNA7681,
CNA7890, Araguaia, Guaraní, Río Paranaiba, Carajas
y Caiapo, procedentes de Brasil y la línea CT9992-22-2-4-M1 6 del CIAT.
Los resultados mencionados motivaron a ampliar
las investigaciones en Anzoátegui para 1995, evaluándose en campo con tres
repeticiones, 61 materiales, 47 de ellos provenientes del CIAT, que
resultaron sobresalientes en las evaluaciones efectuadas por el FONAIAP-Monagas,
13 de los procedentes de CNPAF y un material local. Los resultados reflejan
un rango de variación del rendimiento entre 1.500 y 3.500 kg/ha. Entre los
materiales con producción de grano superior a los 3.000 kg destacan: CNA 71 1 9, CT1
1248-1 -1 -M-M, CT9978-12-22P-4-2-M y la variedad IAC 166, aunque con ligeros
problemas de volcamiento.
En el FONAIAP-Amazonas se iniciaron en 1995 y
continúan en 1996 observaciones similares, con el objetivo de evaluar las
posibilidades de su adaptación a ese ecosistema.
Este proyecto ha despertado el interés de
productores y otras instituciones, y es así que se han establecido relaciones
con la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), suministrándoles 84 genotipos
a ser evaluados a partir del presente año, en la zona noreste del estado
Bolívar. El estado actual de esta investigación permite concluir lo siguiente:
El arroz de secano, con bajos insumos,
constituye una alternativa válida de ser considerada en los sistemas de
producción de las sabanas bien drenadas de los llanos orientales. Considerando que en los llanos de Monagas, a nivel experimenta¡, se han logrado rendimientos superiores a 8 t/ ha, se vislumbra que el arroz de secano puede ser un cultivo primario en un sistema de rotación, sembrado a inicios del ciclo. de lluvias, que puede competir con el arroz de riego, debido a su bajo costo de producción. La tecnología generada destaca también por el impacto social que pudiera tener para las organizaciones económicas campesinas de! sector, por la importancia del arroz en la dieta de la población. La siembra del arroz conjuntamente con el pasto, es una práctica factible de ser utilizada en la región, ya que contribuye a la disminución de los costos de establecimiento de los pastos mejorados. Se destaca la necesidad de profundizar en la investigación y validar de inmediato a nivel dé finca de productores los avances obtenidos, con miras a efectuar ajustes en las prácticas agronómicas y análisis económico que definan su rentabilidad.
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