FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 60  Julio-Diciembre 1998

  FONAIAP   DIVULGA  No.  60                                                                                                                               Julio Diciembre  1.998


La alfalfa criolla: alternativa forrajera para los ganaderos de
La Mesa de Guanipa

Adalberto Flores* y Iraida Rodríguez**

* Empresario privado. El Tigre, estado Anzoátegui.
** Investigador. FONAIAP-Centro de Investigaciones Agropecuarias
del Estado Anzoátegui. El Tigre.


La especie Stylosanthes capitata Vog., comúmente denominada alfalfa criolla, capica o simplemente capitata, constituye un fruto más de la labor investigativa que realiza el FONAIAP en el Centro de Investigaciones Agropecuarias del Estado Anzoátegui, en el rubro pastizal.

Entre las características más resaltantes de la alfalfa criolla destacan su excelente valor nutritivo, adaptación a suelos ácidos de textura arenosa y el aporte de nitrógeno, como producto de la fijación simbiótica. Además resalta su facilidad para establecer asociaciones con gramíneas como Brachiaria dictyoneura (pasto ganadero), B. decumbens (pasto barrera) y Andropogon gayanus (pasto sabanero). Ante estas cualidades se ofrece al sector ganadero esta nueva variedad de leguminosa forrajera, como una alternativa para mejorar las pasturas nativas e introducidas. También puede ser usada como banco de proteínas.

Origen y descripción morfológica

Esta leguminosa es originaria de Suramérica y ha sido encontrada específicamente en los llanos orientales de Venezuela y en los cerrados de Brasil.

Es una especie semiperenne, de tallos erectos, cilíndricos y ramificados. De enraizamiento profundo (Foto 1), con abundantes raíces laterales finas, donde ocurren con frecuencia los nódulos.

Presenta flores muy pequeñas, de color amarillo brillante, las cuales se agrupan en inflorescencia en forma de cabezuelas terminales. La alfalfa criolla proviene de la mezcla de cinco ecotipos seleccionados en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Stylosanthes capitata CIAT 1315, 1318, 1342, 1693 y 1728).

Adaptación

Es tolerante a la sequía y ha demostrado ser resistente a la quema, por lo menos al comienzo del período lluvioso y cuando el fuego es rápido. Muestra poca tolerancia a los suelos de pH alcalino con altos niveles de calcio.

Siembra

Es necesario preparar un ambiente adecuado para la plántula que emergerá. Para ello se recomienda un primer pase de rastra o un arado al final del período lluvioso del año anterior a la siembra o al inicio de las lluvias del año a sembrar. Se deja descomponer la materia orgánica incorporada y se procede a la preparación definitiva, con uno o dos pases de rastra. De esta manera se logra también un control parcial de malezas.

Debe evitarse la excesiva preparación del suelo, por el peligro que representa en suelos arenosos. La siembra debe hacerse preferiblemente a inicio del período de lluvias. El uso semilla de buena calidad asegura una población uniforme. Lo más recomendado es usar semilla escarificada, a razón de dos a tres kg/ha. Si se usa semilla no escarificada debe emplearse una cantidad de cuatro a seis kg/ha. Hay que procurar que no quede muy profunda, tapándola ligeramente. Se puede sembrar sola o asociada con una gramínea.

La primera forma puede hacerse al voleo o en surcos separados, a 50 cm y a chorro corrido dentro del surco, lo cual es muy conveniente para producir semilla y para ser usada en forma estratégica como banco de proteína.

La siembra asociada con gramíneas es lo más recomendable; para ello se puede sembrar una mezcla de las dos especies, procurando realizar una distribución uniforme de las semillas. Otra forma de sembrar una asociación es por medio de hileras alternas con la gramínea.

Fertilización

Esta debe estar basada en función de los análisis del suelo, siguiendo las recomendaciones del laboratorio o del técnico asistente. Sin embargo, aunque la alfalfa criolla puede crecer en suelos de muy baja fertilidad, se recomienda aplicar 40 a 50 kg/ha de fósforo (P2O5), 20 a 30 kg/ha de potasio (K2O), 10 a 20 kg/ha de magnesio (Mg) y 10 a 20 kg/ha de azufre (S).

Si se tiene disponible roca fosfórica (fosforita), aplicarla a razón de 400 a 500 kg/ha, más 20 kg/ha de P2O5 de una fuente más soluble como superfosfato triple; de esta manera se aplica calcio suficiente para cubrir los requerimientos de este elemento y se tiene fósforo disponible, por lo menos durante los tres primeros años.

Para asegurar la persistencia y el desarrollo normal de nuevas plántulas, se recomienda una fertilización de mantenimiento cada dos años, que puede ser 50% de la cantidad aplicada al momento de la siembra. Si se usó fosforita no es necesario el reabono con fósforo, esperando tener un efecto residual por cuatro o cinco años. Si no inocula, aplique de 20 a 25 kg N/ha cuando las plántulas inicien su crecimiento.

Inoculación

La alfalfa criolla no requiere de inoculación con una cepa específica, porque por lo general forma asociaciones simbióticas con rizobios nativos, pero en casos excepcionales puede ser necesario inocular la semilla, para lo cual se debe contactar al técnico asistente.

Producción de forraje

Esta leguminosa presenta una buena producción de forraje, tomando en consideración la baja fertilidad de los suelos a los cuales se adapta, así como los bajos niveles de fertilización recomendados. En cultivos puros, bajo condiciones de corte, en suelos bien drenados, se han obtenido rendimientos de 1,5 a 2 t/ha de materia seca (MS) por corte, en el período o época lluviosa, y 200 a 300 kg/ha en la época seca, para un período de crecimiento de nueve semanas.

En asociación con pasto sabanero (Andropogon gayanus) y bajo pastoreo, con períodos razonables de descanso, la producción anual de materia seca obtenida en diversos ensayos ha variado entre dos y tres toneladas por hectárea.

Producción de semilla

La semilla puede mantener viabilidad por más de un año si se le trata con fungicidas e insecticidas y se almacena en condiciones adecuadas. Las semillas no escari-ficadas presentan menor porcentaje de germinación por dureza de la cubierta. Los rendimientos varían entre 75 y 300 kg/ha de semilla en legumbres para la cosecha mecánica, los cuales pueden aumentar en 50% cuando se hace manualmente, con una pureza de 98% después de trillada y una germinación de 55%, la cual aumenta si se escarifica con ácido sulfúrico.

En la mesa de Guanipa se han logrado rendimientos de 200 kg/ha con cosecha mecanizada (fotos 3 y 4). Estos rendimientos se pueden incrementar con una fertilización bien orientada.

Valor nutritivo

Por tratarse de una leguminosa, la alfalfa criolla tiene un valor nutritivo mayor que cualquier gramínea adaptada a nuestras sabanas, gracias a su alto contenido de proteína y algunos minerales.

Experiencias en Colombia y Venezuela han permitido establecer valores de 12 a 18% de proteína cruda, con una diges-tibilidad que varía de 55 a 60%. El contenido de fósforo varía entre 0,12 y 0,18% y el de calcio, entre 0,90 y 1,0%. Las inflo-rescencias poseen un valor casi tan alto como las hojas y son muy consumidas por el ganado en la época seca.

Producción animal

En general esta planta es muy apetecida (Foto 5). En asociación con pasto sabanero y bajo pastoreo continuo, con cargas de uno y dos animales por hectárea para las épocas de sequía y lluvias, respectivamente, se han obtenido ganancias anuales de 170 y 200 kg de peso animal/ha, lo cual representa un aumento por animal de 50% cuando se le compara con la producción en la gramínea pura. No se le conoce efecto tóxico sobre las especies animales rumiantes y no rumiantes que la consumen.

En experiencias realizadas en los estados Guárico, Anzoátegui, Monagas y Bolívar, la alfalfa criolla ha demostrado una excelente capacidad para asociarse con gramíneas como Andropogon gayanus, Brachiaria decumbens (Foto 6), Brachiaria dictyoneura (Foto 7) y B. humidicola.

Con la asociación se tiene la ventaja de aprovechar la fijación del nitrógeno por la gramínea y se mejora la oferta del forraje, en calidad y cantidad. Cuando se le ha asociado con pasto sabanero, se ha encontrado que el contenido de proteína de esta gramínea se ha elevado en 1 a 2%, comparándola con la gramínea sola. También se ha observado que los animales pastoreando esta asociación acortan la edad al primer parto, así como los intervalos entre partos.

Manejo y utilización

El manejo de la alfalfa criolla, especialmente asociada, deber ser cuidadoso para asegurar su persistencia. Durante el establecimiento en asociación con gramíneas de porte alto como el pasto sabanero, se recomiendan pastoreos ligeros con carga animal baja, para que consuman la gramínea y disminuyan el efecto de la sombra. La pastura bien establecida se puede usar bajo pastoreo continuo, pero también se recomienda el uso de pastoreo rotativo o alterno. Puede manejarse con una carga de dos animales por hectárea en época de lluvias y reducirla a la mitad, en la época seca.

Experiencias en la mesa de Guanipa permiten recomendarla para el pastoreo de caballos. También se puede usar como cultivo de cobertura en frutales, donde puede ser cosechada para uso inmediato en mezcla con pasto repicado, molida o peletizada, o bien usada como heno de alta calidad. No se recomienda la quema, porque retarda su recuperación y afecta su persistencia.

Plagas y enfermedades

La alfalfa criolla es resistente al ataque del barrenador del tallo (Caloptilia sp.), que afecta severamente a otros Stylosanthes. También es moderadamente resistente al perforador de botones (Stegasta bosquella), que causa reducción en la producción de semilla. Durante la floración es atacada por chinches vaneadores.

Además, se ha observado que es muy tolerante a la antracnosis (Colletotrichum spp.) enfermedad muy común que ataca a especies del género Stylosanthes.

 

IMAGENES

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Imagen 1
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Imagen 2
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Imagen 3
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Imagen 4
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Imagen 5
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Imagen 6
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Imagen 7

Las imágenes son propiedad de los autores del artículo

LEYENDA

Imagen 1. Planta de alfalfa criolla mostrando la raíz pivotante profunda.
Imagen 2. Potrero de alfalfa criolla.
Imagen 3. Semilla de alfalfa criolla recién cosechada.
Imagen 4. Cosecha mecanizada de semilla de alfalfa criolla.
Imagen 5. Animales pastoreando sobre alfalfa criolla asociada con gramíneas.
Imagen 6. Alfalfa criolla asociada con Brachiara decumbems
Imagen 7. Alfalfa criolla asociada con Brachiara dictyoneura.