| FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 60 Julio-Diciembre 1998 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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FONAIAP DIVULGA No. 60 Julio Diciembre 1998 |
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Importancia del control de malezas en las sabanas orientales. Miguel A. Oliveros; Audberto J. Millán; Dorgelis A. Villarroel
Investigadores. FONAIAP-Centro de
Investigaciones Agropecuarias |
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Existen varias definiciones para el término malezas. Entre ellas se pueden mencionar las siguientes:
Las malezas son plantas que interfieren en el bienestar del agricultor. A través del tiempo, el agricultor vio la necesidad de combatir las plantas indeseables, ya que se dio cuenta que una manera de incrementar los rendimientos de las cosechas, era controlando las malas hierbas, las cuales dañan a los cultivos tanto o más que los insectos, debido a que compiten por nutrimentos, agua, luz y espacio, además de ser reservorios de plagas y enfermedades durante todo su ciclo, y dificultan la cosecha de los mismos. La importancia del control de malezas en la producción mundial de alimentos está firmemente sustentada, es una realidad evidente. En la actualidad, para lograr una producción económicamente rentable, sostenible y de calidad, es indispensable el control de malezas y se debe prestar mucha atención a este problema, sobre todo cuando se trata de la producción de materiales genéticos de alto rendimiento. El control de malezas es un problema mundial, ya que dichas plantas limitan al rendimiento de los cultivos. Debido al fenómeno de latencia, muchas semillas de malezas permanecen en el suelo por períodos prolongados de tiempo y germinan cuando las condiciones son favorables; por ejemplo, cuando se elimina la cubierta vegetal con la preparación de tierras. Las malezas poseen un conjunto de características que hacen difícil su control; algunas desarrollan un sistema radical muy extensivo y profundo que les permiten extraer humedad de las capas más profundas del suelo. Otras, poseen órganos de reserva especializados de diversa constitución que les permite una alta capacidad de regeneración y resistencia a la destrucción repetida de sus partes aéreas, lo que no sucede con muchos cultivos. El uso extensivo de los herbicidas provoca cada vez mayores perturbaciones ecológicas, que a la larga se traducen en una disminución del rendimiento, por cuanto alteran la biología del suelo e inducen la relación de especies de malezas resistentes a los diferentes tipos de herbicidas. También los residuos ocasionan problemas. Sin embargo, si estos productos químicos son correctamente utilizados, son pocos los efectos negativos que puedan ocurrir por su uso prolongado. El constante progreso de la investigación y desarrollo de nuevos productos hacen que el mercado de los herbicidas sea un comercio activo, en el cual se encuentran involucrados casas comerciales e industriales que se encargan de la elaboración y venta de estos productos. Dada la gran diversidad de herbicidas y formulaciones ofrecidas al público, en algunos casos, el productor se encuentra confundido y muchas veces no compra el más adecuado, sino el más barato. Pero también existen situaciones extremas donde la misma persona encargada de su distribución y venta no posee el conocimiento claro del modo de acción y uso racional del producto. Muchos herbicidas con igual principio activo se venden con diferentes nombres comerciales, dependiendo de la casa productora. A manera de ejemplo podemos señalar el atrazin, que se vende con los nombres de: Gesaprín, Limpia maíz, Atrazina, entre otros. Todo esto, como es natural, trae confusión entre los usuarios y aún entre los mismos técnicos del agro. La aparición de los herbicidas ciertamente ha revolucionado la práctica del combate de malezas, pero hay que conocerlos bien para usarlos con éxito. La reducción en la producción agrícola, causada por la presencia de malezas ha ido en aumento y esta competencia es la interferencia más común y perjudicial, ya que las malezas son plantas de hábito competitivo y agresivas, que interfieren en el comportamiento de las plantas cultivadas. Mientras más intensa sea la competencia, mayor será la reducción del rendimiento, especialmente si la población de malezas es abundante y las condiciones ambientales son favorables para un crecimiento vigoroso de las plantas. La distribución y dominancia de las malezas está condicionada por factores ecológicos, como la altitud, la temperatura, el régimen de lluvias y las condiciones edáficas. Algunas veces la semejanza entre las semillas de las malezas y las del cultivo, hace difícil la separación mecánica, favoreciéndose así la dispersión. Esta circunstancia es especialmente importante cuando se intenta la introducción de materiales genéticos de alto rendimiento. Aunque el control de malezas constituye un recurso tecnológico para elevar substancialmente la producción y productividad de los cultivos, el simple hecho de probar compuestos químicos para determinar su efectividad de control e inocuidad, no es suficiente. Se debe tomar en cuenta la seguridad humana y la preservación del ambiente, claramente establecida a través de la obtención de información de los herbicidas y sus residuos en el ambiente. ¿Por qué es necesario un buen control de malezas? Un buen control de malezas es necesario por muchas razones:
En síntesis, controlar malezas es clave para el éxito comercial de los cultivos, aunque ellas deban ser combatidas sin pensar en aniquilar hasta la última maleza, ya que se debe trabajar no "contra" sino "con" las malezas, tratando de mantener y manipular una cierta población de malezas en sus campos que no afecten seriamente sus cultivos, ni lo hagan antieconómico. De allí que ha aparecido y se ha difundido un nuevo concepto: manejo de malezas o control integrado de malezas. Por último, debemos señalar que en el control integrado de malezas no es "contra" los herbicidas, sino a "favor" del hombre. Los herbicidas más usados en las sabanas orientales son: Lazo, Prowl y Dual, en dosis de 3 l/ha. En algunas zonas se mezclan con Afalón cuando existe la presencia de malezas de hoja ancha. Es deseable aplicarlos con o inmediatamente después de la siembra. Generalmente se usan en los cultivos de soya, girasol, maní, ajonjolí, caraota, frijol, maíz, sorgo y algodón; sin embargo, cuando se siembra sorgo, el Prowl debe aplicarse en forma de post-emergencia, cuando las plántulas tienen de dos a tres hojas. En maíz y sorgo se utilizan atrazinas, en dosis de 2 - 3 kg/hectárea. Consideraciones en el control de malezas según el cultivo Algodón El período crítico de competencia de las malezas en el algodonero va desde los 20 hasta los 40 días de edad del cultivo, para un período vegetativo de 150 días y ello se debe a que el algodón tiene un desarrollo inicial muy lento, mientras que las malezas tienen un crecimiento más rápido. Por lo tanto, las malezas deben ser controladas durante ese período, de lo contrario los rendimientos pueden disminuir hasta en 30 por ciento. Las malezas favorecen condiciones ambientales de humedad que causan pudrición de las cápsulas y manchas de las fibras, o afectan su calidad al mezclarse las fibras con semillas de malezas, como la pega-pega (Desmodium tortuosum) y el cadillo (Cenchrus spp.). Cultivos de ciclo corto En cultivos como caraota, frijol, girasol, maíz, maní y sorgo, las malezas constituyen uno de los principales factores que reducen sus rendimientos, los cuales pueden oscilar entre 15 y 40%. Su competencia con el cultivo es especialmente crítica durante las primeras cinco semanas. Numerosos estudios han demostrado que el rendimiento de la mayoría de los cultivos anuales es reducido, cuando se le permite a las malezas competir con ellos entre la tercera y quinta semana de la emergencia; es decir, el cultivo debe permanecer libre de malezas las primeras cinco semanas de su ciclo, de allí la importancia de efectuar un control adecuado de las malezas para evitar que el cultivo sea afectado por la competencia. Soya Las pérdidas en rendimiento de grano, causadas por la competencia con las malezas, pueden alcanzar hasta 80% en los países tropicales, debido a que la población de malezas es más abundante, el número de especies competitivas es mayor y las condiciones ambientales favorecen el crecimiento vigoroso y la reproducción continua de las malezas. La soya tiene un crecimiento inicial más rápido que el de muchas malezas, pero después de alcanzar 15 cm de altura, su crecimiento se hace más lento que el de varias especies de plantas indeseables, por lo cual es aventajada en la utilización de los factores de crecimiento. La soya es una planta C3, mientras que la mayoría de las malezas que crecen asociadas con este cultivo, especialmente en los trópicos, son especies C4; por esta razón están en desventaja competitiva con las malezas adaptadas al trópico. Las plantas C4 son fotosintéticamente más eficientes, evolucionan en los trópicos y están adaptadas a condiciones alternantes de sequía y humedad. Estas plantas utilizan el agua más eficientemente, lo cual es una ventaja cuando la humedad del suelo es escasa. Cuando el agua es abundante, su crecimiento rápido las capacita para competir con plantas de crecimiento más lento; y por otro lado, son más competitivas porque tienen temperaturas óptimas más altas para la fijación del CO2 y para el crecimiento que las plantas ineficientes en fotosíntesis. Posiblemente esto se debe a que la fotorespiración de las plantas ineficientes aumenta con la intensidad de la luz, temperatura y la deficiencia de humedad. Girasol Requiere un control de malezas desde la siembra hasta que el cultivo presente de ocho a diez hojas. Recomendaciones de herbicidas, dosis y época de apliación para diversos cultivos en la zona de sabanas
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