FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 62  Abril-Junio 1999

  FONAIAP   DIVULGA  No.  62                                                                                                                    Abril-Junio   1999


Control fitosanitario en el cultivo del café

Marco A. Sayago

Investigador. FONAIAP-Centro de Investigaciones Agropecuarias
del Estado Táchira. Bramón, estado Táchira.


Muchos esfuerzos se han realizado en el sentido de introducir las técnicas agronómicas que comprenden el control de malezas, plagas y enfermedades. Actualmente disponemos de paquetes tecnológicos que permiten minimizar los efectos de estos factores limitantes en la producción. Los efectos de las malezas son bien conocidos por los caficultores, quienes se limitan en su mayoría a efectuar dos paleos anuales. Con el creciente costo y escasez de la mano de obra, es necesario buscar la alternativa más económica y la que cause el menor daño a las condiciones ambientales.

La incidencia de plagas en el cafeto es muy variada, las palomillas, escamas y nematodos atacan el sistema radical; los cortadores y taladradores, el tallo y las ramas; los cortadores y chupadores, las hojas y la broca, algunos frutos.

Estas plagas presentan muchos rangos de variación. Por ejemplo, el minador de la hoja es más común en la época de sequía, mientras que los cóccidos radicales lo son en la época de lluvias. La edad de la planta tiene su influencia, las plantas jóvenes posiblemente son más susceptibles a las escamas que las adultas. Otra relación son las características varietales; así, los arábicos compactos son más susceptibles a las escamas, áfidos, palomillas y nematodos, mientras que Canephora ha demostrado cierta tolerancia a plagas del sistema radical.

La amenaza de la broca en nuestro país demandará una mayor eficiencia y tecnificación de las plantaciones, haciendo que el cultivo sea más rentable, de tal manera que permita cubrir los gastos ocasionados por el control fitosanitario.

Dentro del problema enfermedades, las más importantes por la severidad de las infecciones son: la roya, cercospora, llaga negra, antracnosis, phoma, y otras como ojo de gallo y mal de hilachas que están ligadas a las condiciones ambientales. Recientemente fue señalada la mancha rosada.

Conviene indicar que el uso de productos químicos en los controles fitosanitarios rompe el equilibrio biológico del medio ambiente. Existen microorganismos e insectos benéficos que contribuyen al control natural, procurando hacer un uso mínimo de productos químicos.

Entre las malezas más comunes de la zona cafetalera del Táchira se mencionan: buenas tardes (Mirabilis jalapa), indio negro (Talilum paniculatum), suelda con suelda (Zebrina pendula), verdolaga (Portulaca oleracea), huevo de sapo (Physalis spp.), pasto pata de gallina (Cynodon dactylon), pasto Johnson (Sorgum halapense), alcanforina (Cyperus spp.), bledo o pira (Amaranthus retroflexus), cadillo (Bidens riparia), coneja (Oplismenus burmani), corocillo (Cyperus rotundus), chivatera (Spilanthes american), escobilla (Sida glomerata), golondrina (Drymaria cordata), hierba de puerco (Pseudoelephantopus fanckii), hierba mora (Solanum nigrum), lengua de vaca (Rumex obtusifolius), mastuerzo (Lepidum virginicum), mostaza silvestre (Brassica sp.), pega pega (Desmodium canum), rabo de zorro (Setaria lutescens), verbena (Verbena litoralis), venadillo (Conyza bonariensis), yantén (Plantago major), tripa de pollo (Euphorbia sp.), Isabeles, bejuco anequillo (Ipomea sp.) y trébol (Oxalis corniculata).

Control de malezas

La forma de control más común es el manual o mecánico, que consiste en realizar una limpieza con la ayuda de un machete, escardilla o pala; una limpia en verano y otra antes de la cosecha.

Control químico

Para este tipo de control hemos escogido el gramoxone, por ser un producto muy conocido. Su eficiencia estriba en la aplicación oportuna; es decir, cuando los brotes tienen un tamaño de 10 a 12 cm de altura. El gramoxone se aplica en cafetales mayores de un año. Es un herbicida de contacto que mata las malezas al tocarlas.

Primera aplicación

Previo a la primera aplicación debe hacerse una limpieza manual con pala, escardilla o machete y luego se procede a la preparación de la mezcla para la aplicación, la cual debe hacerse usando 2 l de gramoxone diluidos en 200 l de agua, agregando de 80 a 100 cm3 de Agral o Tritón.

Se debe usar un aspersor de espalda con boquilla TJ-8002, en sombrío temporal o permanente, cuidando que la mezcla no se ponga en contacto con los tallos, ramas y hojas del cafeto. Es preferible efectuar las aplicaciones por las mañanas. No aplicar en días lluviosos o cuando se produzcan fuertes vientos.

Segunda aplicación

Habrá que estimar un mes y medio a dos meses entre la primera y segunda aplicación. Debe observarse si hay rebrotes de las malezas. Use para la mezcla 2 l de gramoxone diluido en 200 l de agua, adicionando adherente.

Tercera aplicación

Debe haber un intervalo de dos a tres meses entre la segunda y la tercera aplicación. Observe si hay rebrotes. Para la preparación de la mezcla use 2 l de gramoxone diluidos en 200 l de agua, agregando adherente.

Las siguientes aplicaciones pueden realizarse después de un intervalo de tres meses, observando si hay rebrotes. Continúe aplicando dosis de 2 l de gramoxone en 200 l de agua y adicione adherente. El secreto está en observar rebrotes y proceder cuando tengan una altura de 10 a 20 centímetros.

Plagas: insectos-plagas

- Escamas

Escama verde (Coccus viridis Green); escama coma (Lepidosaphes beckii); escama globosa (Saissetia hemisphaerica); escama algodonosa (Icerya purchasi); chinche harinosa (Pseudococcus sp.).

Control: aplicar los siguientes productos: Lebaycid: 2 cc/l de agua; Dimecroa: 1 cc/l de agua; Basudín: 1 cc/l de agua.

- Cortador o rosquillo

(Feltia sp.); Agrotis repleta; Laphyma frugiperda; Prodenia eridania y P. latisfalcia.

Control: para la preparación de cebos envenenados: mezcle 60 kg de afredo, 15 l de agua, 1 l de insecticida y 2 kg de melaza.

- Bachacos

(Atta sp.)

Control: use A.C. Mirex (cebo envenenado), producto listo para aplicar en dosis de 25 a 250 g por bachaquero. Se esparce por los caminos más transitados por los bachacos.

- Palomillas

Atacan con preferencia las raíces de los cafetos y también las de los guamos, cambures, crotolarias, quinchoncho y malezas. Son insectos chupadores de poca movilidad que viven en simbiosis con las hormigas. Las palomillas pueden causar la muerte a los cafetos.

Control: colocar pastillas de fosfuro de aluminio, bajo nombres comerciales de Gastión y Phostoxín. Las pastillas se introducen en orificios de 10 a 30 cm de profundidad, según el tamaño de los cafetos y en las cercanías de las raíces se aplican de una a cuatro pastillas.

También se pueden aplicar los insecticidas siguientes: Lebaycid EC 2,5 cc/l de agua; Nuvacrón 60 EC 2,5 cc/l de agua; Basudín 1 cc/l de agua, en la base de la planta o en sus alrededores, palanqueando para favorecer la penetración del insecticida (aplicar 2 l de solución por hoyo).

Los productos aplicados en el platón pueden ser: Furadán (5 g/hoyo) y Temik 1026 (20 g/hoyo).

- Nematodos

Están diseminados en todas las zonas cafetaleras del país, su propagación está relacionada con el uso de materiales infestados.

Control: en plantaciones adultas debe efectuarse el platoneo para la aplicación de nematicidas. Las aplicaciones se hacne dos veces al año (abril-mayo), con uno de los siguientes nematicidas: Furadán 10 G, en dosis de 5 a 15 g/hoyo y Temick 10 G, a razón de 5 a 15 g/hoyo.

- Minador

(Perileucoptera coffeela Green)

Es la larva de una mariposa pequeña que ataca la hoja en la cual hace galerías o minas. La plaga es mucho más dañina a plena exposición solar, en zonas por debajo de 1.000 msnm y en época de verano.

Las continuas aplicaciones de productos cúpricos han producido condiciones favorables para los ataques del minador.

Control: se hacen aplicaciones de 300 l/ha, usando asperjadora de espalda, usando los siguientes productos comerciales: Lebaycid 50% CE, de 0,8 a 1,2 l/ha; Lorban 4E. LE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Dimethoato 40% CE, de 0,8 a 1,2 l/ha; Bidrín 50 S. LE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Cyolane 250 ELE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Belmark 200 cc en 300 l/ha; Decis 2,5 CE, de 200 cc en 300 l/hectárea.

Los insecticidas granulados Furadán 5% y Temik aplicados al suelo en el platón, en dosis de 20 a 40 g, han dado buenos resultados. Las dosis varían según la edad de la planta.

Enfermedades

- Roya del cafeto

(Hemileia vastatrix Berk & Br.)

Esta enfermedad se caracteriza por producir manchas en las hojas, las cuales se tornan de color amarillo, anaranjado y por debajo de ellas se observa un polvillo de color naranja, que es el síntoma característico de la enfermedad.

Control: para combatir esta enfermedad se usa control químico, efectuando de tres a cinco aplicaciones a partir de la entrada de lluvias, con intervalos de 30 días. Se realizan aspersiones con productos que tienen como base oxicloruro de cobre 50%, en dosis de 3 kg/ha, con volumen de 300 a 400 l de agua. Tambien se usan los fungicidas basados en óxido cuproso y otros como el caldo bordelés y el caldo vicosa.

También se puede controlar con aplicaciones al suelo de productos cúpricos más orgánicos como los ditiocarbomatos, alternados o en mezclas, igualmente fungicidas sistémicos: triadimefon (Bayletón) 25% PM; triadimenol (Bafidan); propiconazol (Tilt) y granulados como Triadifon, Triadimenol.

- Cercospora

(Cercospora coffeicola)

Es una enfermedad de amplia distribución en todas las zonas cafetaleras que afecta hojas, granos sobre plantas de todas las edades, con mayor incidencia en viveros y plantaciones sin fertilizar. En plantas afectadas causa defoliación y disminución notable y pérdida de la calidad del grano.

Control: como prevención es obligante el uso de fertilizantes. El control a nivel de viveros debe ser preventivo, pudiendo usar uno de los siguientes fungicidas: Antracol, Manzate, Dithane M-45 y Zinc, en dosis de 300 g/100 l de agua. Agregar 50 cc de adherente.

Además de los productos indicados para viveros, en plantaciones adultas pueden usarse fungicidas cúpricos (oxicloruro de cobre) en una solución de 500 g del producto en 100 l de agua, más 50 cc de adherente. Asimismo, fungicidas elaborados con óxido cuproso y otros como el caldo bordelés y el caldo vicosa. El Benlate, a razón de 60 g disueltos en 100 l de agua más 50 cc de adherente.

El Daconil y el Difolatán se pueden usar en dosis de 500 g disueltos en 100 l de agua, más 50 cc de adherente. Tilt al 0,1% también se puede aplicar.

- Antracnosis

(Colletotrichum coffeanum)

Considerada esencialmente una enfermedad de los frutos. Las lluvias son un factor determinante de la aparición de la enfermedad, la precipitación no sólo regula la producción y diseminación de las esporas, sino que también induce la floración del cafeto y en consecuencia, la cosecha. Normalmente, una plantación no puede producir dos floraciones, que coincidan con las lluvias. Como el período entre floración y madurez del fruto dura de siete a nueve meses, las cosechas se superponen. Esta circunstancia trae como consecuencia dos efectos: primero, el período de susceptibilidad de las cerezas se extiende considerablemente y segundo, la infección de una cosecha a otra constituye un riesgo todavía mayor.

Control: los ensayos conducidos por la Estación Experimental Táchira nos indican que los productos comerciales Benlate, Daconil o Difolatán, suministrados en dosis de 60 y 500 g/100 l de agua, respectivamente, son efectivos en este tipo de control. Se recomienda aplicar estos productos solos o combinados con fosfato diamónico, en dosis de 2 kg por cada 100 litros. Es contraindicado usar productos cúpricos.

- Ojo de gallo

(Mycena citricolor Berk y Court. Sacc)

Las plantas afectadas presentan síntomas en hojas, ramas y frutos. Esta enfermedad prospera en condiciones de alta humedad y baja temperatura, zonas nubladas, exceso de sombra y clima templado.

Control: regularizar la sombra, mediante entresaques y podas. El control químico puede realizarse con oxicloruro de cobre al 50%, Dacomil dosificado en 500 g/100 l de agua. También se recomienda Urbacid diluyendo de 30 a 40 g/100 l de agua y 50 cc de adherente.

- Phoma, quema o derrite

(Phoma costarricensis)

Afecta cafetos por encima de 1.200 msnm, ubicados en zon as de alta humedad ambiental y áreas nubladas.

Control: para controlar esta enfermedad se usan productos como Captan (orthocide 50) en dosis de 450 g/100 l de agua, más 50 cc de adherente; Benlate en dosis de 60 g/100 l de agua, y Difolatán en dosis de 500 g/100 l de agua.

- Mal de hilachas o koleroga

(Pellicularia koleroga)

Enfermedad que afecta a los cafetales sembrados en zonas bajas, temperaturas altas, sombrío denso y alta humedad permanente.

Control: para combatir esta enfermedad se usan productos basados en oxicloruro de cobre a 50%, en dosis de 500 g/100 l de agua y Benlate en dosis de 60 g/100 l de agua.

- Mancha mantecosa

(Colletotrichum sp.)

Esta enfermedad se presenta en forma aislada y es un enemigo potencial de las buenas cosechas.

Control: se aplica el mismo control químico que se indica para combatir la antracnosis.

- Mal rosado

(Corticium salmonicolor)

Es una enfermedad esporádica en nuestro país, por lo cual no se considera de gran importancia en el cultivo.

Control: se puede controlar mediante la eliminación de parte enfermas. El control químico se puede efectuar con oxicloruro de cobre al 50%, en dosis de 500 g/100 l de agua y agregándole 50 cc de adherente.

- Mal del talluelo o sancocho

Enfermedad que frecuentemente se puede presentar en germinadores y viveros. Infecta las plantitas en los germinadores, fosforito o chapola y puede llegar a ocasionar pérdidas de 50, 60 y 75 por ciento.

Control: para su control hay que proceder desinfectando los germinadores con Basamid, dosificando 50 g/m2 y colocando arena en el fondo. Para efectuar la siembra debe esperarse un mínimo de ocho días.

Otra alternativa puede ser soterrando la semilla y regando 10 litros por metro cuadrado germinado, con una solución de Dithane M-45 o Antracol. No deben usarse productos cúpricos, porque se corre el riesgo de atrofia y deformaciones. También afecta el crecimiento.

- Mancha circular de la hoja

(Sclerotium coffeanum)

Esta enfermedad fue detectada por primera vez en Venezuela, por investigadores del FONAIAP, en el distrito Escuque, estado Trujillo, durante el año 1989, en plantaciones de café Caturra rojo y Catuaí amarillo. Las plantaciones infectadas presentaban manchas de color negro, distribuidas en bandas circulares concéntricas y mostraban defoliación intensa.

- Llaga macana

(Ceratocysty fimbriata)

Se localiza en la parte aérea del tallo, produce amarilleo, marchitez, colapso de las hojas y muerte del cafeto.

Control: en el momento de podar usar pasta bordelesa (una parte de sulfato de cobre y seis partes de cal). La pasta se puede aplicar con brocha. Otra manera de controlar puede ser arrancando las plantas enfermas y quemarlas en el sitio, aplicando cal en el hoyo (2 kg/m2) y posteriormente desinfectar las herramientas.

Igualmente se puede aplicar Brassicol, en dosis de 2 litros al 2% un mes antes de la resiembra.

- Llaga negra

(Rosellinia bunodes)

Esta enfermedad aparece causando daño en la raíz, lugar donde aparecen manchas en forma de puntos negros.

Control: se aplica el mismo control que aparece señalado para la enfermedad denominada llaga macana.

- Llaga estrellada

(Rosellinia pepo)

Esta enfermedad es un tanto similar a la anterior, pero las manchas aparecen en forma de estrella.

Control: se le aplica el mismo que para el caso de la llaga macana.

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