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| FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 62 Abril-Junio 1999 | |||
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FONAIAP DIVULGA No. 62 Abril-Junio 1999 |
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Tonny Quijada Láres* * Investigador FONAIAP |
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Los controles sanitarios de las garrapatas tienen gran importancia en las explotaciones bovinas. El problema es serio, en algunas regiones de Venezuela, donde se cuestiona -tanto desde el punto de vista técnico como económico- el uso de baños intensivos como método de control y donde se hace un indiscriminado uso de compuestos químicos (en lo que modo de aplicación, concentración o dosis utilizadas se refiere), trayendo como consecuencia el desarrollo de resistencia a algunas cepas de Boophilus microplus, su alto costo, contaminación de productos y subproductos, sumando condiciones de deterioro ambiental. En este artículo se reseña un trabajo que se realizó en tres fincas ganaderas de doble propósito en Carora, estado Lara y a partir del cual se derivan algunas sugerencias para su control. Las garrapatas (Acari: Ixodida) son ectoparásitos de hábitos hematófagos de la mayoría de los vertebrados terrestres y constituyen uno de los parásitos de importancia económica para las ex-plotaciones bovinas, en virtud de sus efectos patógenos, tanto por los efectos directos: acción traumática, tóxica, infeccciosa y expoliatriz; como indirectos, que incluyen disminución en la producción de carne o leche, deterioro de pieles, muertes por enfermedades, debilitamiento de los animales. Como consecuencia, ocurre retardo en el crecimiento en los jóvenes, baja conversión de alimentos en carne o leche y dificultad en la aclimatación de razas especializadas. Debe destacarse que la garrapata es el único transmisor de la babesiosis bovina. La garrapata Boophilus microplus se alimenta sobre el animal por un período de tres semanas, pasa por los estadíos de larva, ninfa y adulto. En las últimas 24 horas aumenta su tamaño más de cinco veces, se llena de sangre, se desprende y cae al suelo, donde busca un sitio adecuado para desovar. En Venezuela, la distribución geográfica de la especie B. microplus, conocida en nuestro medio como "venaera" o "coloradita" es muy común, reportándose en los estados Aragua, Carabobo, Guárico, Falcón, Yaracuy, Zulia, estados llaneros y Lara, entre otros. Tienen la particularidad de decrecer en época de lluvia y se elevan en la época de sequía. Antecedentes En estudios realizados por el Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias del Estado Lara, en la región de Las Yaguas, Carora, estado Lara, se observó una alta incidencia de garrapatas y un elevado uso de productos garrapaticidas. Los gastos sanitarios por concepto de estos productos son los de mayor proporción y dan idea de la importancia que tiene para el productor la presencia de garrapatas en la finca. Todo ello, unido a la transmisión de la babesiosis al rebaño, que se refleja por antecedentes de casos clínicos y muertes, fue lo que motivó a realizar un estudio del comportamiento de la fluctuación poblacional del B. microplus en rebaños bovinos sometidos a tratamientos garrapaticidas, así como la relación con algunos factores indicadores como el factor época y el manejo (baños, frecuencia, productos, etc).
Descripción de la región y sistemas de producción ganadera predominantes El área ocupa una superficie aproximada de 13.500 ha, pertenece políticamente al municipio Torres del estado Lara, con una precipitación promedio de 750 mm anuales, con dos picos de lluvia, mayo-junio y octubre-noviembre (clima semiárido) y una temperatura promedio de 26 °C. El sistema predominante es la ganadería de doble propósito con animales mestizos (grupos heterogéneos) resultado del cruzamiento de las razas criollas, cebuínas (Brahman) y especializadas (Pardo Suizo). Esquema de trabajo Para verificar el comportamiento de los ectoparásitos se hicieron contajes quincenales del total de garrapatas grandes (teleoginas) presentes en toda la superficie de vacas, en las tres fincas, las que se describirán como A, B y C. Se seleccionaron cinco vacas por finca sobre la base de un sistema aleatorio simple. Estos animales eran sometidos a tratamientos garrapaticidas periódicos, a través de baños de aspersión manual con productos comerciales. Se analizaron los factores: época, baños garrapaticidas (número, frecuencia, principio activo y forma de aplicación).
Resultados En la finca A se aplicaron 21 baños acaricidas/año, con productos derivados de cipermetrina, observándose una elevación de las poblaciones de garrapatas en los meses de mayo, octubre y noviembre, debido al distanciamiento mayor de 15 días de intervalo entre baños (Figura 1). En la finca B, el nivel pico de teleoginas más importante fue en el mes de febrero, coincidiendo, al igual que en la finca anterior, con la época de sequía (Figura 2). También se efectuaron 21 baños acaricidas/año, pero con rotación de dos productos derivados de cipermetrina. Esta finca presentó una mayor infestación de garrapatas, debiéndose a un mal uso de los acaricidas, lo que trae como consecuencia una baja efectividad de los productos y cantidad inadecuada de la solución utilizada para los baños por animal. No se descartan tampoco probables problemas de resistencia de las garrapatas que se presumen deben estar influenciando dicha situación. El comportamiento de la población de garrapatas en la finca B (Figura 2), resalta aún más el efecto que la ausencia de precipitaciones pareciera tener sobre las poblaciones de garrapatas, al observarse que en los meses de enero, febrero y marzo (menor precipitación) aumentó el número de teleoginas. No obstante, en el período de mayor precipitación (mayo- noviembre) se observaron ciertas fluctuaciones, muy particularmente a partir de los meses de agosto, octubre, noviembre y diciembre (Figura 2). Estos incrementos parasitarios se debieron al alargamiento de los intervalos entre los baños y el efecto de lavado del producto por acción de la lluvia durante este período, que hace que disminuya el efecto residual que tiene el producto sobre las garrapatas.
En la finca C también aumentó la infestación en los meses de enero y febrero, coincidiendo con la época de menor precipitación (Figura 3). En esta finca se aplicaron 16 baños acaricidas con productos basados en cipermetrina. En contraste a las fincas A y B, esta finca presentó la menor infestación de garrapatas por animal. Este hecho, probablemente, se debió al efecto conjunto de un mejor uso de los productos acaricidas y semiestabulación de los animales. No obstante, en el período de mayor precipitación, al igual que la finca A y B, se reafirma que en los meses de septiembre, octubre, noviembre e inicios de diciembre, se aprecia una elevación en las poblaciones de garrapatas. Estos aumentos se justifican por la ausencia de baños acaricidas y disminución del período lluvioso Por el contrario, entre los meses de mayo-agosto, las poblaciones de garrapatas decrecieron a muy bajo nivel, debido a las precipitaciones caídas en el sector; sin embargo, a partir de septiembre las poblaciones comenzaron a recuperarse a un bajo nivel, debido a que el componente baño acaricida estuvo ausente o el intervalo entre los baños fue mayor. Se realizó un análisis de varianza en relación con el factor época entre las tres fincas bajo estudio, resultando altamente significativa (P < 0,01), indicando que ambos factores actúan en forma interdependiente. En las dos épocas, no hay un comportamiento similar entre las tres fincas estudiadas. En la época de sequía se destaca un mayor nivel de infestación por teleoginas para la finca B, al compararla con las otras dos fincas y donde la finca C es la de menor infestación. En la época de lluvias el comportamiento en la finca B sigue siendo significativamente (P < 0,01) la de mayor ectoparasitosis. Se observa una clara situación, donde el manejo en la estación seca determinó diferencias altamente significativas (P < 0,01), en el número promedio de teleoginas por animal entre las tres fincas, mientras que en la época de lluvias tendieron a tener promedios muy cercanos. Conclusiones y recomendaciones
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