FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 63 Julio-Septiembre 1999

  FONAIAP   DIVULGA  No.  63                                                                                                              Julio-Septiembre   1999


Riesgos potenciales de sales y/o sodio en suelos de la depresión del Lago de Valencia

Manuel Wagner, Mireya Mireles, Luis Nieves. 

Investigadores Gerardo Medina. Técnico Asociado a la Investigación
FONAIAP Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. 
Instituto de Investigaciones en Recursos Agroecológicos. 
Maracay.


Es particularmente reconocido el efecto de las sales solubles, especialmente las de sodio, sobre la fertilidad de los suelos cuando están presentes en cantidades no tolerables por los cultivos. La acumulación y la remoción de las mismas en el perfil están determinadas por la concentración y composición iónica de las aguas disponibles, el régimen de lluvias, las propiedades hidráulicas del perfil y el manejo de las aguas de riego (Villafañe,1993). En este sentido, los problemas de alta concentración de sales en el suelo se pueden resolver con prácticas de lavado, para lo cual es conveniente conocer las condiciones de drenaje del suelo en cuestión (Villafañe, 1996).

Al respecto, aun cuando en Venezuela existe un elevado grado de tecnología en la explotación del cultivo caña de azúcar, algunas de las prácticas utilizadas no están sustentadas por una investigación en drenaje, riego y rajado de soca, pues además de otros factores es ineludible su relación con el desarrollo de la planta, debido a las variaciones que se introducen al cambiar las propiedades químicas, físicas y biológicas en el suelo (Zérega et al.,1995). Particularmente, Dieleman y Trafford (1984) mencionan que el alto costo de obras de drenaje y la mala calidad del agua de riego utilizada, muchas veces limitan o impiden la aplicación de recursos tecnológicos que favorezcan la recuperación de suelos afectados por sales. 

Características geográficas, climáticas y de suelos 

      En el Cuadro 1 se observa que el cultivo caña de azúcar (Saccharum sp.), es explotado en parcelas ubicadas entre 10°  06' y 10°- 17' LN, valores que se adaptan a las condiciones óptimas (2° -32° LN y O° -33° LS) para explotar este cultivo (Benacchio, 1982). En relación con la altitud, este cultivo fue sembrado entre 400 y 510 msnm, cuyo rango óptimo de adaptación (0- 1000 msnm) coincide con lo referido por Benacchio (1982). El cultivo requiere además de 1000 a 2200 m m de precipitación por año, con un período de sequía que no supere 150 m m por año (Benacchio, 1982). 

      En las parcelas evaluadas se registraron precipitaciones variables (978,9 - 1284,1 mm/año), presentándose de dos a cinco meses secos (Wagner et al., 1998). Esto indica que el cultivo para las condiciones geográficas y climáticas donde fue explotado presentó limitaciones de déficit de agua, el cual debe ser compensado con la utilización del riego para lograr su adaptación definitiva. En este último aspecto se requiere aplicar láminas netas variables (26,2 -54,2 m m/riego)

      En el mismo cuadro se observa con relación a la textura del suelo una variación desde franco a arcilloso. En este aspecto se pueden agrupar los suelos en las categorías siguientes: 22,2% de las localidades presentaron texturas francas (CENIAP-F2 y La Linda-141 ), 22,2% texturas arcillosas (Los Bajos y Casa Blanca) y el resto de parcelas (55,6) presentaron texturas franco-arcillosas. 

    Por otra parte, se nota que 100% de las parcelas tienen problemas de drenaje interno, al presentar valores bajos de conductividad hidráulica (0, 16 -0,85 cm/h). 

Características y calificación del agua de riego 

     En el Cuadro 2 se nota que 22,2% de las parcelas estudiadas (Los Bajos y El Guásimo) respectivamente, presentan valores de salinidad potencial (5, 73 y 3,33 me/1). De acuerdo con los resultados obtenidos, estas aguas tienen problemas de salinidad al calificarse como aguas de segunda clase o condicionadas, por estar comprendidos sus valores entre 3 y 15 me/1 (Doneen, 1975) .También se observa en el mismo cuadro que 55,6% de las par- celas estudiadas (Tocorón-1, Tocorón-2, CENIAP-F2, La Linda-141, Casa Blanca) presentan exceso de bicarbonato, el cual va a promover de mediano a largo plazo la formación de bicarbonato de sodio residual (CSR), sal de alto riesgo de afectación de los suelos por sodio. Además, la característica de baja conductividad hidráulica de estos suelos (Cuadro 1 ), va a incidir de manera significativa en acelerar el proceso de sodificación de los mismos. 

      El alto costo de obras de drenaje y la mala calidad del agua de riego utilizada, muchas veces limitan o impiden la aplicación de recursos tecnológicos que favorezcan la recuperación de suelos afectados por sales. 

Solubilidad y composición salina del agua de riego 

      El contenido relativo de sodio en la solución del suelo, aumenta con la concentración de la misma y aumenta aún más si ocurre precipitación de sales de baja solubilidad (Villafañe,1998). Al respecto, en el Cuadro 3 se observa para todas las parcelas estudiadas la precipitación de sales de baja solubilidad (bicarbonato de calcio y bicarbonato de magnesio). Igualmente, se nota en 55,6% de las parcelas evaluadas (Tocorón-1,Tocorón-2, CENIAP- F2, La Linda-141 y Casa Blanca), la formación del bicarbonato de sodio. Como se mencionó anteriormente, se trata de una sal de alto riesgo en el suelo, ya que permite la acumulación de sodio, el cual ocasiona según (Dappo y Guitart,1975) dos tipos de problemas:

-Toxicidad en las plantas al ser absorbido,  alterando las funciones nutricionales e impidiendo la absorción del calcio. 

-Pérdida de la estructura del suelo, debido a la dispersión de las partículas origina- das por el sodio absorbido. Para contrarrestar el efecto nocivo del sodio, es recomendable de manera preventiva, aplicar en el agua de riego en cada parcela las siguientes dosificaciones de yeso: 

Tocorón-1 (13, 76 g/m3) 

Tocorón-2 (13, 76 g/m3) 

CENIAP-F2 (45,58 g/m3) 

La Linda-141 (35,26 g/m3) 

Casa Blanca (83,42 g/m3). 

Lámina de riego y drenaje interno

      Si las condiciones económicas de los parceleros lo permiten, es preciso determinar la posibilidad de utilizar prácticas de riego y/o drenaje interno, para eliminar del perfil del suelo las sales aportadas por el agua de riego y las que existan inicialmente en el suelo. En este sentido, en el Cuadro 4 aparecen las láminas de riego que deberían aplicarse en las siguientes parcelas: 

Tocorón-1 (55,5 mm) 

Tocorón-2 (48,7 mm) Tocorón-3 (44,6 mm) 

CENIAP-F2 (31,6 mm) 

La Linda-141 (42,6 mm) 

Los Bajos (60,2 mm) La Majada (32,8 mm) 

El Guásimo (44,3 mm) Casa Blanca (46J8 mm). 

   Igualmente, con el fin de prever los requerimientos de drenaje que garanticen el balance de las sales en el suelo, de tal manera que se obtenga un desarrollo óptimo del cultivo caña de azúcar (Saccharum sp.), es necesario proveer un sistema de drenaje interno en condiciones de régimen de flujo variable, capaz de eliminar el exceso de agua, cuyo diseño y posibilidades prácticas y económicas dependerán, tanto de requerimiento de lavado como de las propiedades hidrológicas e hidráulicas del perfil del suelo, especialmente de las lluvias, de la permeabilidad del suelo y de los ascensos y descensos de los niveles freáticos. 

 

Conclusiones 

-En 55,6% de las parcelas estudiadas, el agua de riego utilizada presentó una concentración de bicarbonato mayor a la suma de calcio y magnesio. Esto origina un exceso de bicarbonato que promueve la formación de bicarbonato de sodio residual, sal de alto riesgo de afectación del suelo por parte del sodio. 

-Las características de baja permeabilidad que poseen estos suelos, inciden de manera significativa en acelerar el proceso de salinización y/o sodificación de los mismos.

 -De no tomarse medidas preventivas, se pueden presentar en un tiempo perentorio, problemas potenciales de sodicidad en estos suelos. Al respecto, se sugiere aplicar en el agua de riego yeso como enmienda, acompañado de un adecuado plan de riego y drenaje interno que garanticen la eliminación de las sales. Esto incidirá de manera efectiva en mejorar la condición limitante. 

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