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FONAIAP DIVULGA > Colecci�n > N�mero 67 junio-septiembre 2000 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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FONAIAP DIVULGA No. 67:31-34 junio-septiembre 2000 |
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�lvarez J.D.*; �lvarez A.M.**; Agurto C.P.*** *Investigadora. Instituto
Nacional de Investigaciones Agr�colas. |
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Las tilapias son especies �cticas de gran importancia en la acuicultura, ya que poseen una serie de caracter�sticas que las hacen deseable y populares entre los acuicultores. Su cultivo es percibido como una gran empresa por aquellos que dictan las pol�ticas agroalimentarias del pa�s y por los inversionistas del sector (Alceste y Jory, 2000). Muchos pa�ses en v�as de desarrollo con climas tropicales y sub tropicales producen tilapias, porque �stas responden favorablemente a la aplicaci�n de nuevas tecnolog�as, tales como el mejoramiento gen�tico y la hibridaci�n (Alceste y Jory, 2000). Desde el punto de vista gubernamental esta actividad econ�mica es significativa para la producci�n de prote�nas, la generaci�n de empleos y el ingreso de divisas. El cultivo de tilapias, al igual que otros cultivos acu�colas, se ve afectado por las enfermedades, destac�ndose entre �stas las de etiolog�a bacteriana que son responsables de elevadas mortalidades en peces silvestres y cultivados (Paperna, 1996). El papel de estos microorganismos puede variar desde el de un pat�geno primario hasta el de un invasor oportunista, en un hospedero moribundo por causa de otra enfermedad (Richards y Roberts, 1978). Muchos de estos organismos pat�genos (Aeromonas hydrophiLa, Plesiomonas shigelloides, Pseudomonas fluorescens y Vibrio cholerae) son componentes usuales de la flora bacteriana de ambientes acu�ticos, por lo que es necesario contar con informaci�n relativa al tipo ya la diversidad espec�fica de la bacterioflora de peces sanos y de su entorno. Estos pat�genos potenciales ante una baja de las defensas org�nicas de los peces, causada por una serie de factores estresantes, ambientales y nutricionales, hacen al pez susceptible a una infecci�n. El uso de compuestos antimicrobianos en la producci�n de peces es un tema muy controversial, porque la posibilidad de que existan residuos en el ambiente acu�tico y en los tejidos de los peces, y que se desarrolle una resistencia bacteriana, encabeza la lista de los argumentos contrarios al uso no adecuado de ellos (Austin y Austin, 1993). Estudios
realizados Figura 1. Ejemplares de tilapia: a) Tilapia silvestre (Oreochromis mossambicus), b) Tilapia azul (O.niloticus), y c) Tilapia roja (tetrah�brido de 0. mossambicus x 0. urolepis hornorum x 0. niloticus x 0. aureus). Figura 2. Hepatomegalia en una tilapia silvestre procedente del Lago de Valencia Gr�fico 1. Resistencia a los antimicrobianos de las cepas bacterianas aisladas (Verde claro: condiciones de cultivo; verde oscuro: condiciones silvestres). Un bajo n�mero de cepas (n = 2) de la especie V. cholerae fue aislado de tilapias del lago de Valencia. Sin embargo, estos aislamientos no dejan de ser significativos, considerando la importancia de esta especie bacteriana para la salud p�blica (Colwell, 1996). Muroga et al. (1979: citados por Austin y Austin, 1993) reportan el aislamiento de una bacteria que coincidi� con la descripci�n de V. cholerae, en una epizootia ocurrida en ejemplares de "ayu" (Plecoglossus altivelis) en el r�o Amano de Jap�n. Al igual que en el trabajo de Islam e! al. (1991) y de Mendoza y Hern�ndez (1999), en este estudio, aunque en porcentajes menores, se obtuvo Plesiomonas shigelloides, tanto del intestino de las tilapias silvestres y cultivadas como del sedimento del lago de Valencia. Esta menor cantidad de aislados obtenidos, quiz�s se debi� a queen los dos primeros trabajos se utilizaron medios selectivos y diferenciales para el aislamiento bacteriano primario, que aumentaron la posibilidad de aislar esta especie; porque como es del conocimiento general, estos medios poseen componentes que evitan el desarrollo de muchas bacterias no deseables y que diferencian probables colonias de Plesiomonas shigelloides de otras especies bacterianas. Los resultados del trabajo de Shukla e! al. (1995), indican tambi�n que cepas de Vibrio cholerae serotipos 01 y no 01, y diferentes especies del g�nero Aeromonas conservan su potencial de virulencia, en t�rminos de enterotoxigenicidad, actividad hemol�tica y resistencia a los antimicrobianos durante su fase de latencia (fase no cultivable en medios de cultivos tradicionales), la cual es realizada en asociaci�n con el fito y zooplancton del medio. Se evalu� la sensibilidad a los antimicrobianos, siguiendo el m�todo Bauer e! al. (1966), observ�ndose que la resistencia a los 14 antimicrobianos estudiados fue mayor en ambientes de cultivo, detect�ndose multiresistencia a no menos de tres de estas sustancias (Gr�fico 1). El rango de resistencia en condiciones de cultivo estuvo entre 8 y 13 de los 14 compuestos probados, mencion�ndose la kanamicina, la eritromicina, la novobiocina, la penicilina G, el cloranfenicol, el trimetopriml sulfametoxazol, la estreptomicina, el �cido nalid�xico, la tetraciclina, la triple sulfa y la nitro-furanto�na. En el ambiente natural, el rango de resistencia estuvo entre seis y nueve de los compuestos estudiados, incluyendo el �cido nalid�xico, el �cido oxol�nico, la eritromicina, la estreptomicina, la kanamicina, la penicilina G, la tetraciclina, el trimetoprim/sulfametoxazol y la triple sulfa. Se registraron variaciones en la resistencia a estos compuestos en las diferentes especies bacterianas aisladas. Los dos ambientes dulceacu�colas investigados: uno silvestre, el lago de Valencia y el otro de cultivo, una granja comercial de tilapias, son un reservorio de bacterias potencialmente pat�genas (Aeromonas, Plesiomonas, Pseudomonas y Vibrio) que pueden afectar tanto a animales poiquilotermos como homeotermos, destac�ndose dentro de este �ltimo grupo el hombre. Este hecho tiene una doble importancia: a) porque la pesca furtiva de tilapias, que fundamentalmente se realiza a diario en el lago de Valencia, expone a los pobladores de sus regiones costeras y a los comensales de los restorantes de la regi�n central del pa�s, donde el producto es servido, a contraer diversas enfermedades, especialmente las gastrointestinales; b) porque los animales cultivados, a pesar de estar en condiciones de mayor control sanitario, tambi�n son portadores de bacterias pat�genas al pez y al hombre. Deben realizarse estudios complementarios para determinar la ecolog�a ( estacionalidad y ubicaci�n preferencial) y la prevalencia de las bacterias aisladas en los dos ambientes estudiados, as� como la enterotoxigenicidad de las bacterias de importancia en salud p�blica, aisladas en esta investigaci�n.
Bibliograf�a Alceste, C.; D. E. Jory. 2000. Best tilapia strains. Aquaculture Magazine. March/apriI2000. p. 80-84. Amlacher, E. 1970. Textbook of fish diseases. T. F.H. Publications Inc. Jersey City, USA. 302 p. Austin, B.; D. A. Austin. 1993. Bacteria fish pathogens-disease in farm and wild fish. 2nd Ed. Ellis Horwood Ltd. Chichester, England, UK. 384 p. Austin, B.; J. V. Lee. 1992. Aeromonadaceae and vibrionaceae. In: Identification methods in applied and environmental microbiology. Technical series of the Society for Applied Bacteriology. p. 163-182. Bauer, A. W.; W. M. M. Kirby; J. C. Sherris; M. Turk. 1966. Antibiotic susceptibility testing by a standardized single disk method. Am. J. Clin. Pathol. 45: 493-496. Colwell, R. R.; M. T. MacDonell; J. De Ley. 1986. Proposal to recognize the family Aeromonadaceae fam. Nov.lnt. J. Syst. Bacteriol. 36: 473-477. Holt, J.G.; N.R. Krieg; P. H. A. Sneath; J. T. Stanley; S. T. Williams. 1984. Bergey's manual of systematic bacteriology. Vol. 1. 8'h Ed. The Williams and Wilkins Co. Baltimore, Maryland. USA. 964 p. Holt, J. G.; N. R. Krieg; P. H. A. Sneath; J. T. Stanley; S. T. Williams. 1994. Bergey's manual of determinative bacteriology. 9th. Ed. The Williams and Wilkins Co. Baltimore, Maryland. USA. 787 p. Hugh. R. 1974. Technical improvement service. Number 18. In: Identification of glucose nonfermenting Gram-negative rods. 75th Annual Meeting of the American Society for Microbiology. NewYork, N. Y, USA. p.138-156. Islam, Md. S.; Md. J. Alam; S. I. Khan. 1991. Distribution of Plesiomonas shigelloides in various components of pond ecosystems in Dhaka. Bangladesh. Microbiol. Immunol. 35: 927-932. Koneman. E. W.; S. D.Allen; V.R. Dowell; W.M. Janda; H.M. Sommers; W. C. Winn.1988. Color atlas and texbook of diagnostic microbiology. 3rd Ed. J. B. Lippincott Company. Philadelphia. Pennsylvania. USA. 840 p. Mendoza, C. y P. Hern�ndez. 1999. Incidencia de Plesiomonas shigelloides en tetrah�bridos de tilapia (Orechromis sp.). Archivos Latinoamericanos de Nutrici�n. 49: 67-71. Paperna.I.1996. Parasites. infections and diseases of fishes in Africa. An update. CIFA Technical Paper 31. FAO. Rome, Italy. 220 p. Richards. R. H.; R. J. Roberts. 1978. The bacteriology of teleosts. In: Roberts. R. J. (Editor). Fish Pathology. Balliere. Tindall. London. UK. p 183-204. Shukla, B. N.; D. V. Singh; S. C. Sanyal. 1995. Attachment of nonculturable toxigenic Vibrio cholerae and Aeromonas spp. to the aquatic arthropod Gerris spinolae and plants in the river Ganga. Varanasi. FEMS Immunology and Medical Microbiology.12: 113-120. |
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