Veterinaria Tropical 17: 15-29. 1992

CONDICIONES IDEOGRAFÍAS DEL ESTADO MÉRIDA EN RELACIÓN
CON LA EXPLOTACIÓN DE LA TRUCHA Salmo gairdnerii

 Sabrina Sette de Uzcátegui*

*CORPOANDES. Apartado 94
Mérida ,5101, Venezuela

Recibido: Abril 29. 1992


RESUMEN

 La trucha Salmo gairdnerii ha tenido una gran aceptación en la Región Andina, por lo cual en el lapso 1987-1988 se procedió a evaluar en forma preliminar el recurso hídrico del estado Mérida- Venezuela, seleccionando y priorizando aquellos cursos con características favorables para la explotación truchícola, identificando los cursos de agua más apropiados para cada actividad, y estimando la capacidad potencial de producción anual. Se visitaron 219 cursos de agua, que representan el 70% de los 315 del estado Mérida. Durante el primer reconocimiento se descartaron 93, considerando el relieve, topografía, la temperatura del agua, el caudal en época de sequía y la accesibilidad a las zonas. Posteriormente, mediante la evaluación por los análisis de campo y de laboratorio, considerando parámetros físico-químicos del agua se seleccionaron 46 cuerpos de agua. El 63,04% tienen caudales mínimos que solo permiten explotaciones truchícolas artesanales, el 34, 78% servirían para explotaciones comerciales en pequeña escala y el 2,18% para explotaciones comerciales de mediana escala. Las zonas Chama Alto y Alta Noreste I presentan las mejores condiciones. 

INTRODUCCIÓN 

La mayor parte de los componentes hidrográficos de la Región Andina, se originan entre los 3 600 y 4 700 msnm. 

La Cordillera de Mérida presenta una extensión de 460 km en dos importantes Sierras: La Culata al Noreste y la Nevada al Sureste, de los cuales nacen aproximadamente 65 ríos y 250 quebradas o riachuelos con un total de 315 cursos de agua (Codazzi, 1940). La mayoría de estos últimos presentan condiciones físico-químicas favorables para la trucha. 

El objetivo fundamental del presente trabajo ha sido evaluar preliminar- mente, para 1987-1988, los recursos hídricos del estado Mérida e identificar y seleccionar los cuerpos de agua con condiciones favorables para explotaciones truchícolas en una o en varias de sus diferentes etapas: producción de huevos embrionados, levante y engorde, según los parámetros establecidos para el desarrollo de cada una de estas actividades. Sobre esta base será posible estimar la capacidad de producción anual en cada sistema analizado e indicar el tipo de explotación más adecuada. 

Este estudio tiene carácter preliminar, y solo, puede darnos una visión general del potencial real del desarrollo de la actividad truchícola en el estado Mérida. Un estudio definitivo implicará el seguimiento de las condiciones de temperatura, pH, turbidez, caudal, coliformes fecales y totales (NPM), biocidas, demanda bioquímica de oxígeno (DBO), concentración de oxígeno disuelto, aptitud biológica, identificación de invertebrados acuáticos (bentos y periphiton) y otros parámetros químicos por un lapso de por lo menos cinco años, según la opinión de diversos autores, entre otros Blanco (1984). Se recomienda, realizar los análisis básicos (pH, turbidez y temperatura) durante los doce meses del año, por ser estos valores los que representan mayores variaciones. Los análisis de caudal, los químicos y los biológicos pueden realizarse en aquellos meses en los cuales ocurren el inicio, el pico y la culminación de los períodos de lluvia y de sequía. Este seguimiento podría reducirse a uno o dos años si se asume que existe aptitud biológica para el cultivo de la trucha en la parte alta del estado Mérida, en vista de la existencia de truchiculturas y de truchas en algunas quebradas analizadas.

 Al momento de iniciar el presente trabajo, no se tenía ni siquiera una idea de las condiciones actuales del medio hídrico y de su entorno, así que se planeó un estudio preliminar para el reconocimiento de campo ron tomas puntuales de muestras en aquellos cuerpos de agua considerados, subjetiva- mente apropiados para el cultivo en cuestión. 

Área de Estudio

 Este trabajo fue realizado en los cursos de agua del estado Mérida teóricamente con valor potencial para el desarrollo truchícola.

 Por razones prácticas el estudio se realizó sobre la base de la decisión del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), según el cual se divide el territorio del estado Mérida en ocho Unidades Estadales para el Desarrollo Agrícola (VEDA): Zona Alta Noreste I, Zona Alta Noreste II, Zona Chama Alto, Zona Chama Medio I, Zona Chama Medio II, Zona Pueblos del Sur, Zona Valle de Mocotíes, Zona Sur del Lago (parte alta). En estas zonas se seleccionaron aquellos municipios que presentaban alturas teóricamente aptas para el cultivo de la trucha, superiores a los 1500 msnm, y que no estaban sometidos a limitaciones de uso por las autoridades competentes.

El área de estudio abarcó altitudes entre los 1 420 a los 4 080 msnm, correspondiendo a diversas zonas de vida: bosque seco, húmedo y muy húmedo, montano bajo, bosque húmedo y muy húmedo montano, bosque muy húmedo y pluvial montano, bosque seco premontano y muy seco tropical (Ewell et al., 1968); con regímenes de precipitación diversos y diferentes índices de pluviosidad y de cantidad total de precipitación anual (Sette, 1988).

MÉTODOS

 Se realizó un primer reconocimiento de campo en 219 cursos de agua, 70% de los 315 estimados en el estado Mérida, investigando el relieve, topografía, temperatura del agua, caudal en época de sequía, y la accesibilidad a las zonas, teniendo presente las limitaciones y potencialidades de uso de tierras yaguas, establecidas por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (MARNR), el Instituto de Parques (INPARQUES) y las Leyes y los Reglamentos que regulan la materia. 

Por zonas, los cursos visitados se distribuyen de la siguiente manera:

 

ZONAS N° CURSOS DE AGUA %

ALTA NOROESTE I

34  15,53 

ALTA NORESTE II

47  21,46

CHAMA ALTO

54  24,66 

CHAMA MEDIO I

43  19,63

CHAMA MEDIO II

09  4,11

PUEBLOS DEL SUR

 20  9,13

VALLE DE MOCOTIES

08  3,65 

SUR DEL LAGO 

04  1,8

 TOTAL

219  100,00

De estos 219 cursos de agua, durante el primer reconocimiento se descartaron 93, quedando 126 en la primera selección: 

 

ZONAS N° CURSOS DE AGUA %

ALTA NOROESTE I

14  11,11 

ALTA NORESTE II

16  12,70

CHAMA ALTO

27  21,43

CHAMA MEDIO I

35   27,73

CHAMA MEDIO II

09  7,14

PUEBLOS DEL SUR

16   12, 70

VALLE DE MOCOTIES

05  3,97 

SUR DEL LAGO 

04  3,17

 TOTAL

126  100,00

 Se evaluaron mediante análisis de campo y de laboratorio.

 Análisis de Campo 

Comprende la recolección de datos relativos a: 

a) Temperatura, considerando con óptima para el engorde de la trucha la de 15°C y para la producción de huevos embrionados entre 8° y l0°C. Se utilizó un termómetro de mercurio, realizándose mediciones, según el caso, varias veces en un día o cada vez que el sitio fuera visitado.
b) Caudal (por el método del flotador. La precipitación no es uniforme en todas las zonas (Sette, 1988). Se presentan distribuciones de tipo bimodal, monomodal o intermedio, según la zona y la altura. Esto influye directamente en el caudal de los cuerpos de agua, que disminuye hasta el punto crítico, en la época seca.

 En lo posible se realizaron las mediciones en el período seco. 

Aun cuando existen discrepancias entre los diferentes autores, se tomo como base el patrón establecido por Bioter, según el cual el caudal mínimo para la producción de una tonelada de truchas al año es de 20 litros/segundo.

 Con el fin de tener un cierto margen de seguridad, si los caudales llegasen a disminuir mucho más de lo detectado en 1988. 

Para calcular la capacidad de producción, se consideró e150% del caudal mínimo en la época seca, conforme a lo dispuesto en las normas que regulan el uso de tierras y aguas. 

c) pH, la medición se hizo por el método potenciómetro. Se consideró como valor óptimo para el desarrollo de la trucha el entre 6,5 y 7,5; y el aceptable el entre 5 y 7,9. 

Los tres factores considerados varían durante el año, y de un año a otro; así que será necesario un seguimiento por un período prudencial; también en consideración de que los datos obtenidos corresponden a muestras puntuales (1 a 3), durante períodos entre tres y seis meses.

 Análisis de Laboratorio 

Se tomaron muestras de agua por quebrada, en envases de plástico de un litro etiquetados, siguiendo las técnicas comúnmente utilizadas.

 Las muestras fueron procesadas en el Laboratorio de Espectroscopia Molecular , Departamento de Química de la Facultad de Ciencias, Universidad de Los Andes y en el Laboratorio del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS-Mérida). Se analizaron los siguientes parámetros: 

a) Conductividad (microsiemens/cm) por el método de chequeador de agua. Se consideró como límite máximo tolerable 600 ms/cm (Blanco, 1984). 
b) Calcio (ppm) por el método de Espectroscopia de absorción Atómica llama aire acetileno. Se tomaron como valores óptimos los valores entre 60 y 120; y como aceptables los entre 6 y 59 y los entre 121 y 160 (Nisbet, 1970). 
c) Cloruros: (ppm) por el método analizador selectivo de iones. Se consideraron valores óptimos, aquellos por debajo de 20, y, aceptables, aceptables, aquellos entre 20 y 50 (Arrigón, 1984).
 e) Turbidez (ppm), se consideraron perjudiciales, valores superiores a las 6 ppm (Bioter).
 f) Dureza y alcalinidad total (ppm): se consideraron como valores óptimos los entre 100 y 150 para la alcalinidad y 150 para dureza total.
 g) Índice Langeleir: los valores aceptables y óptimos de los parámetros físico- químicos varían según los diferentes autores; así, es importante señalar que para el presente estudio se tomó como base la información correspondiente a: Arrigón, Bioter, Blanco.

 En la totalidad de las áreas visitadas la actividad económica predominante es la agricultura. Por esta razón, se descartaron aquellos cursos de agua que tienen peligro inminente de contaminación, especialmente por la disposición de aguas servidas o del bote de desechos y basura, situaciones que se observaron en las zonas de Bailadores, Pueblo Llano y Las Piedras. 

En muchas zonas se presentaron conflictos para el uso de aguas, utilizada tanto para consumo humano como para riego: fundamentalmente en la época de verano, los usuarios tienen problemas por escasez. Esta situación, también fue considerada, en el momento de selección y descarte, principalmente en las zonas Alta Noreste I, Alta Noreste II, Chama Alto y Valle de Mocotíes.

 Salvo contadas excepciones, las áreas visitadas están bastante alejadas de los principales centros poblados y de servicios, las vías de acceso se encuentran en pésimas condiciones; todo lo cual se agrava por las características de relieve montañoso con fuertes pendientes que caracteriza al estado Mérida en general. Estos hechos fueron valorados, también, en el momento de selección y descarte. 

Las condiciones de relieve montañoso limitan, en gran parte, la disponibilidad de tierras aptas para instalaciones truchícolas; las cuales, están permitidas en terrenos con pendientes máximas del 20% y, por vía de excepción del 35%.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN 

En los Cuadros 1 y 2 se presentan los datos obtenidos. 

Los caudales de los cursos de agua del estado Mérida presentan drásticas disminuciones en la época seca, así que la mayoría de los 126 visitados, sólo tienen capacidad para instalaciones truchícolas artesanales. Solo una minoría podría ser utilizada para explotaciones comerciales en pequeña escala.

 

ZONAS POTENCIAL (l/s) %

ALTA NOROESTE I

2151,8  7,08

ALTA NORESTE II

1155, 2  3,80

CHAMA ALTO

4424,4  14,56

CHAMA MEDIO I

6842,4  22,50

CHAMA MEDIO II

 2088,6  6,87

PUEBLOS DEL SUR

4966,7  16 ,34

VALLE DE MOCOTIES

4102,6  13,50

SUR DEL LAGO 

4 663,6  15,34

 TOTAL

30395,3  100,00

 Desde el punto de vista de la calidad, las aguas son de muy baja productividad. Los valores de calcio, alcalinidad y dureza total, están muy por debajo de los mínimo aceptables para el crecimiento normal de la trucha. El crecimiento sería muy lento en comparación del que podría alcanzarse en aguas de buena o muy buena productividad. Para un crecimiento menos lento, es recomendable un cultivo intensivo con alimentación adecuada. Sin embargo, con la alimentación, sólo se puede sustituir en parte las sales deficitarias en las aguas, por cuanto parte de ellas son normalmente absorbidas a través de las branquias y de la piel. 

No se detectó contaminación en la mayoría de las aguas estudiadas. Sin embargo, en uno o en dos casos (Los Chorros, La Vergara), se obtuvieron valores de sulfatos y cloruros, levemente superiores al límite mínimo aceptable, posible indicio dé ciertas actividades contaminantes aguas arriba de los puntos de muestreo. Es un elemento a investigar antes de construir eventuales truchiculturas en estas zonas.


   


En relación con la temperatura se observa: 

En 33 de los cursos de agua seleccionados, la temperatura registrada varía entre 11 y 20°C, consideradas aceptables para el engorde. Los restantes cursos se consideraron por presentar condiciones favorables en cuanto al caudal, a los otros parámetros físicos y por considerar que las temperaturas promedios podrían alcanzar valores superiores a los detectados en las limitadas mediciones hechas. 

La temperatura incide en el crecimiento de la trucha, en forma directa- mente proporcional (menor temperatura, mayor tiempo para obtener trucha porción de 250 g). 

De los 33 cursos de agua, cuatro presentan temperaturas alrededor de 15°C (entre 14,5 y 15,5°C), valor éste óptimo para el engorde (El Cedro, El Rabo, Las Cañas y La Coromoto ); veinte presentan temperaturas entre 11°C y 14,5°C; y el resto, nueve cursos de agua, temperaturas entre 15,5 y 10°C. Las temperaturas altas inciden en forma inversamente proporcional con la concentración de 02 y en forma directamente proporcional con las enfermedades, hasta llegar a inhibir el crecimiento y causar la muerte (2°C y más), y no se toman las precauciones necesarias.

 Catorce cursos de agua presentaron valores de temperatura aceptables para la producción de huevos: Tallafez, El Cacho, La Lajita, El Potrero, Los Corrales, Del Monte y Turmero en la zona Alta Noreste I; Los Corros y la Caja de la zona alta Noreste II; La Asomada, Mucuchache, Chama, El Banco y El Buitre de la zona Chama Alto. 

Como se ha dicho, para obtener indicaciones definitivas se hacen necesarios controles de seguimiento por largo tiempo. 

En general los valores de pH detectados se encuentran dentro del rango considerado aceptable, en condiciones naturales. Sin embargo, en aquellos casos en que el pH está muy cerca o supera el límite aceptable se tendrían que tomar precauciones para evitar un aumento indiscriminado en los estanques. Este factor al igual que la temperatura, debe tener un seguimiento que permita información más precisa.

 Los valores de turbidez, en la gran mayoría de los cursos visitados, están dentro de los límites aceptables. No obstante, puesto que el trabajo de campo y la toma de muestra se realizó durante la época de sequía, será conveniente evaluar este parámetro durante un tiempo más largo.

 Los valores de conductividad eléctrica y corrosividad (Índice de Langeleir) están todos por debajo del aceptable como máximo. 

Las mediciones de los caudales a final de la época seca, así como los análisis físico-químicos y de las condiciones topográficas y de accesibilidad, dejaron sólo 46 cursos de agua como apropiados para instalaciones truchícolas. Estos representan el 14,60% del total del estado Mérida y el 21% de los visitados. En función de ello, se estimó que el potencial hídrico total para explotaciones truchícolas es de 12 666,171itros/segundo con una distribución por zonas.

 

ZONAS No.  QDAS CAUDAL TOTAL  CAUDAL/
QDAS
% l/s %

ALTA NORESTE I 

11  23,91  2 012, 7  15,89  182,97

 ALTA NORESTE II

10,87  577,2  4,56  115,44

CHAMA ALTO

 8  15,22  3092,3  24,41  386,54

CHAMA MEDIO I 

12  28,26  2045,7  16,15  170,48

CHAMA MEDIO II 

6,52  1122,9  8,87  374,30

PUEBLOS DEL SUR 

13,04  2924,87  23,09  487,49

VALLE DE MOCOTIES 

---- ---- ---- ---- ----

SUR DEL LAGO 

2,17  899,5  7,03  890,50 

TOTAL

46  100,00  12 666,17  100,00  275,35

Para los 46 cursos definitivamente seleccionados, se aceptó una capacidad de caudal de 20 l/s para producir una t/año.

ZONAS CAPACIDAD TOTAL
PRODUCCIÓN (tm/ba)
%

ALTA NORESTE  I

50,32  15,98

ALTA NORESTE  II

14,43  4,56

CHAMA ALTO

77,31  24,41

CHAMA MEDIO I 

51,14  16,15

CHAMA MEDIO II  

28,07  8,86

PUEBLOS DEL SUR  

73,20  23,11

VALLE DE MOCOTIES

---- ----

SUR DEL LAGO 

22,26  7,03

TOTAL

316,65  100,00

 La mayor potencialidad corresponde a las zonas Chama Alto y Pueblos del Sur, seguidas por Chama Medio I y Alta Noreste I; quedando como últimas las zonas Chama Medio II, Sur del Lago y Alta Noreste II.

 La zona correspondiente al Valle de Mocotíes fue descartada totalmente por presentar graves conflictos de uso de agua (riego y consumo), contaminación, etc. 

Tomando como base de cálculos la mitad del caudal de cada uno de los 46 cuerpos de agua seleccionados, una producción de 1 tm/año por cada 20 litros por segundo del caudal utilizable (50% del total), y la clasificación de las explotaciones en artesanal (menos de 5 tm/año), comercial pequeña escala (entre 5,1 y 50 tm/año); se deduce que: el 63,04% (29 quebradas) tienen caudales mínimos que sólo permiten explotaciones truchícolas artesanales. De1  83% (24 quebradas) tienen capacidades que oscilan entre 1 y 4 tm/año. 

El 34,78% (16 quebradas), presentan caudales mínimos para explotaciones comerciales en pequeña escala, 12 de ellas con capacidades entre 5 y 10 tm/año una entre 20 y 25 tm y una entre 45 y 50 tm/año. 

El 2,18%, correspondiente a un curso de agua, presenta caudal mínimo para explotaciones truchícolas comerciales de mediana escala, con capacidad entre 50 y 55 tm.

A nivel de zonas, en la zona Chama Medio I y en la Alta Noreste I se localizan la mayor parte de los cursos de agua seleccionados: 26,09% y 23,91 %, respectivamente. Siguen en orden de importancia, Chama Alto (17,39%), Pueblos del Sur (13,04%), Alta Noreste II (10,87%), Chama Medio II (6,53%) y Sur del Lago (2,17%). 

A continuación se presenta un cuadro resumen con la información por zonas:

 

CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN

ARTESANAL

COMERCIAL

TOTAL

...,

....

Pequeña

Mediana

Valor absol.

%

0-1

1-2

2-3

3-4

4-5

5-10

10-15

20-25

45-50

50-55

 

 

t/año

t/año

t/año

ALTA NORESTE  I

-

3

3

1

-

3

1

-

-

-

11

26,91

ALTA NORESTE  II

-

2

-

1

1

1

-

-

-

-

5

10,87

CHAMA ALTO

1

1

2

2

-

-

1

-

1

-

8

17,39

CHAMA MEDIO I 

-

3

2

1

1

5

-

-

-

-

12

26,09

CHAMA MEDIO II  

-

-

1

-

1

1

-

-

-

-

3

6,25

PUEBLOS DEL SUR  

-

-

-

2

1

2

-

-

-

1

6

13,04

SUR DEL LAGO 

-

-

-

-

-

-

-

1

-

-

1

2,17

TOTAL

1

8

9

7

4

12

2

1

1

1

46

.

.

.

.

29

.

.

.

.

16

.

.

.

Se considera que el presente trabajo, aunque preliminar, tenga importancia indicativa, puesto que no existen datos oficiales del conjunto estudiado. 

Las conclusiones, aunque no definitivas, son que los datos indican la posibilidad de incrementar y mejorar la producción truchícola del estado Mérida, aunque a una escala bastante inferior a la que en un primer momento se hubiera esperado. 

Aun cuando en un futuro próximo se obtengan datos más precisos y detallados, por lo menos para algunas zonas consideradas potencialmente útiles, antes de establecer o permitir el establecimiento de nuevos centros de producción tendrán que analizarse cuidadosamente, además de los parámetros físico-químicos, los numerosos factores que interactúan con ellos y, no utilizamos, eventuales proyectos municipales, estadales y nacionales que pudieran interferir las zonas en cuestión en un futuro próximo. 

AGRADECIMIENTO

 Este trabajo fue realizado en la Corporación de los Andes-Mérida como parte del Programa Truchícola. 

Se agradece la colaboración de la Geógrafo Nélida Ramírez; por el trabajo de campo, la ayuda del Técnico Nelson Rojas, del Ingeniero Agrónomo Carlos Saavedra y del Economista Joel Calderón. 

Por los análisis de laboratorio se agradece la colaboración del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (Mérida) y del Laboratorio de Espectroscopia Molecular de la Facultad de Ciencias, Departamento de Química de la Universidad de los Andes. 

Por la elaboración de los mapas se agradece a los dibujantes Jesús Avendaño y Gerardo Rangel. 

Se agradece además la colaboración de Ingrid Canelón, Gustavo Suárez, Miguel Arias, Grupo de Ecología y Fisiología Animal de la Facultad de Ciencias, Departamento de Biología de la Universidad de Los Andes. 

SUMMARY

 The trout Salmo gairdnerii has been of great acceptation in los Andes. In 1987-1988 it was proceded to study, in a preliminary way, the hydric resources of the Mérida State in Venezuela, to choice and to classify the water courses with favorable characteristics for explotation of trout, and to identify the more appropiate, depending the activity to perform and the estimated potential capacity of anual production. We studied 219 water courses, the 70% in the Mérida State. During the first recognition 93 were discarded because the relief, the topografy, the water temperature, the flow in the drought and the accessibility 126 courses remained. After evaluation of the fisic-quimic parameters of the water in the field and in the laboratory, 46 media were selected. 63,04% of the selected media have minimun flow and only can be utilized for artisanian explotation; 34, 78% were useful for small comercial explotation and 2,18% for moderate comercial explotation. The Chama and Alta Noreste I Zones offer the best conditions.

 BIBLIOGRAFÍA 

  1. ARRIGON, J. Ecología y Piscicultura de aguas dulces. Edición Mundi Prensa. p. 363. 1984.
     

  2. BIOTER. La explotación industrial de la trucha. España. p. 55. 

  3. BLANCO, M. La Trucha. Cría Industrial. Mundi Prensa. España. p. 238. 1984.

  4.  CODAZZI, A. Resumen de la geografía de Venezuela. Tomo I. Geografía Física. Ministerio de Educación Nacional. p. 302. 1940.

  5.  EWEKKUH MADRIZ, A. Zona de vida de Venezuela. M.A.C. p. 265. 1968. 

  6.  SETTE, S. Análisis climatológico de las posibles zonas de explotación truchícola. CORPOANDES. p. 290. 1988. 

  7.  VENEZUELA. Gacetas Oficiales 13 de Octubre 1986. No.3932 y 06 de marzo 1969 No.1264. 

  8.  VENEZUELA. Ley Forestal de Suelos y Aguas, 25 de enero de 1966. No.1004.